Una vez más, Kim Taehyung había llegado a rescatarlo.

En cuanto sintió una ráfaga de aire pasar por su lado junto a unos murmullos de al que identificó como Wooseok pudo estar tranquilo. Ese idiota ya se había ido.

Jung Wooseok. Ese chico era su peor pesadilla en la realidad.

Lo conoció en la escuela primaria y desde entonces, no ha podido librarse de él. En cuanto entró a secundaria había cantado victoria porque creía que no volvería a escucharlo o ser víctima de sus maltratos más nunca.

Error.

El primer día escuchó el típico "Pero miren, el que no puede vernos" y solo se dio por vencido. ¿Esa frase qué? Digna de un idiota como Wooseok, lo supuso. Sin sentido ni chiste.

Lo bueno de la secundaria fue haber conocido a Park Jimin y Jung Hoseok. Ellos dos siempre estaban ahí para defenderlo y jamás lo dejaban solo, gracias a ellos dos la etapa de estudios medio superior fue más amena.

Claro que aunque tuviera a sus dos ángeles guardianes siempre con él, Jungkook jamás dejaba que alguien lo molestara. Su hermano le había enseñado a espalda de sus padres un buen repertorio de insultos para que no volvieran a meterse con él solo por su condición.

Siempre lo decía, era ciego, más no un idiota.

— ¿Estás bien, Jungkook? — Dio un respingo ante la sorpresa, pensó que Taehyung se había ido también. Solo asintió.

— Gracias por eso. — Agradeció con la cara para un lado, se sentía expuesto al sentir la mirada del chico sobre él.

Jimin logró identificar eso en el lenguaje corporal de Jungkook e intervino.

— Te agradezco que nos ayudaras, Taehyung. — Le dijo también, tomando a Jungkook de la mano. — Espero poder compensarlo después.

— No tienen porque hacerlo, no me gusta ver que acosen a las personas. — En eso, Changkyun se acercó a Taehyung con sus cosas y las propias en mano.

— Tae, Yoongi hyung llamó. — Avisó. — Dijo que vendrá por nosotros en la salida. — Taehyung asintió.

— Nos vemos después, Jungkook. — El menor asintió. — Hasta luego, Jimin.

Jimin vio al par de chicos salir de ahí y por fin se acercó al mostrador, pero se quedó parado sin decir nada frente a la caja con Jungkook al lado. Su ceño se frunció.

— ¡Ey! — Le habló al cajero con enojo. — ¡¿Porqué tuvo que meterse un cliente a detener el abuso de ese idiota?! ¡¿Acaso no defendieron a este inútil solo porque es ciego?! ¡Qué pésimo ambiente hay aquí, ni siquiera son capaces de mantener el más mínimo orden! ¡Puede haber una guerra aquí y ustedes estarían muy ocupados haciendo panes de mierda!

Jungkook rodó los ojos. Jimin solía ser en exceso protector con él además de tener una gran sentido de la justicia. Ambas cosas combinadas en situaciones como esos detenamaban a Jimin gritándoles a los empleados una y mil razones por las cuales deberían de ser mejores capacitados, más empáticos y más tolerantes. ¿Qué pasaba con la inclusión? ¿No estaba siendo más normalizada? ¡Esos idiotas viven en el siglo X!

Después de soltar todo el veneno y quedar satisfecho, Jimin lo arrastró fuera del local, Jungkook se quejaba por que tal vez el día de mañana habría un cartel en la entrada con sus rostros y un signo rojo sobre ellos prohibiendoles la entrada por ser unos peleoneros.

Corrección, porque Jimin era un peleonero.

Regresaron hasta el edificio donde  tomaban sus clases y entraron a una de las salas de practica de los de la carrera de danza. Jimin era integrante de ellos, Jungkook estudiaba música y Hoseok diseño de modas.

— ¿Vendrá Hobi hyung? — Preguntó Jungkook, escuchando los pasos de Jimin de un lado a otro.

— Oh, no lo sé. — Le respondió estirando su cuerpo. — Ayer le dije que lo necesitabas para los outfits y eso. Llámalo, no lo he visto hoy. — Jungkook asintió, sacando su celular.

— Llama a Hobi hyung. — El sonido de la confirmación sonó y después la llamada siendo realizada. Dos tonos después, se escuchó la alegre voz de su hyung del otro lado de la línea.

— Jungkookie-ssi~ — Saludó con voz melosa, haciendo sonreír a ambos chicos.

— Hobi hyung, nos tiene abandonados. — Se quejó Jungkook con un puchero del cual, solo Jimin fue testigo.

— Oh Kookie, lo lamento. Ahora mismo estoy en el estudio de dibujo, ¡Acabo de terminar el proyecto final! — Jimin alzó las cejas sorprendido, se puso de pie para ir a sentarse junto a Jungkook.

— ¿Ya terminó todos los diseños, hyung? — Un ruidito de confirmación se escuchó.

— Claro que lo hice, ¡Soy una cascada de imaginación capaz de hacer hasta dos colecciones de primavera-verano en un mes! — Los menores rieron.

— Bueno cascada hyung, ahora que termino el proyecto, ¿Puede venir a la sala de danza y después a mi casa? Necesito más outfits, ¡Los invitaré a comer!

— Hecho, pequeño río recibidor del agua de mi imaginación.

Una vez colgaron la llamada, cinco minutos después Hoseok se les unió siendo recibido con mil preguntas sobre los diseños que había realizado.

En cuanto las clases concluyeron, los tres chicos fueron a casa del menor. Hoseok era el encargado de hacer conjuntos con la ropa de Jungkook, tanto pantalón, camiseta y accesorios y los dejaba en el armario del menor, así él solo se preocupaba en sacar un gancho de ahí y vestirse. Porque cuando Jungkook tomaba la ropa el solo, acababa vestido con un pans deportivo y una camiseta formal.

Hoseok decidió hacerle las cosas más fáciles.

En el camino, Jimin se encargó de chismear sobre lo sucedido el día anterior y lo de esa mañana en la cafetería.

Lógicamente, Jungkook fue víctima de un regaño más por haberse escapado de casa y también Hoseok decidió no separase más de ellos para defenderlos del idiota de Wooseok.

La ventaja de la universidad era que estaba muy grande, difícilmente se topaban con él pero cuando lo hacían, Wooseok se encargaba de desquitar todo el tiempo perdido para molestarlo.

— ¿Kim Taehyung? — Jimin asintió. — ¿No es el chico popular de la universidad?

— Ayer lo creía y hoy lo confirmé que lo ví cerca de la universidad. — Le dijo Jimin, Hoseok asintió.

— Vaya, ¿Es el momento en el que nos comenzamos a juntar con los élites del campus? — Jungkook rió.

— Hyung, ya te vas a graduar, ¿Para qué unirse a estas alturas?

— Aish. Dame el gusto de integrarlos y durar estos dos meses en la popularidad. Además, así conozco al chico y veo si los dejaré en buenas manos cuando me gradue para irme a trabajar a Louis Vuitton sin pendientes. — Jimin rodó los ojos con diversión.

Llegaron a la casa siendo recibidos por un entusiasmada Jiyu. La madre de Jungkook estaba realmente agradecida con Jimin y Hoseok, fueron los únicos capaces de meterse a la vida de su pequeño y sacarlo de la depresión en la que se hundió en el tiempo que estuvo en secundaria. Los quería como si fueran sus hijos.

Comieron todos juntos y Jimin junto a Hoseok lavaron los utensilios que ocuparon como agradecimiento y después de contarle a la única mujer en la sala sobre su reencuentro con Taehyung y escucharla chillar emocionada por saber el lindo chico si iba en la misma universidad, fueron a la habitación de Jungkook donde el mayor se encargó de hacer los nuevos conjuntos, regañando al menor porque había terminado con los de esa semana por estarse escapando de casa, ¡No era necesario cambiarse dos veces al día por eso!

Taehyung...

Estaba agradecido con él, lo había ayudado en dos ocasiones, la primera, sin siquiera conocer su nombre y la segunda, ganándose el odio de Jung Wooseok que, él, siendo portador de aquello, sabía que era insoportable.

Esos dos encuentros bastaron para registrar el olor de su perfume, tenía un aroma masculino sin llegar a ser estresante.

Quería sentirlo de nuevo, así tendría una mejor descripción.

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Jung Hoseok.