Salió de la residencia como Dios le dio a entender, agradeciendo el poder lograrlo solo porque esas calles eran algo confusas, ¿Cómo Jungkook podía salir de ahí solo? Realmente lo admiró en ese momento.

Tomó un taxi lamentándose no haber podido hacer las compras que necesitaba pero, no se arrepentía. Había sido un buen samaritano y se le recompensó con una rebanada de pastel, ¿Porqué se quejaría de eso?

Llegó a su casa treinta minutos después, escuchó la televisión encendida y suspiró con alivio al saber que Yoongi seguía ahí.

— Hola, hyung. — Saludó desde el recibidor donde cambió sus zapatos.

— ¿Dónde estabas, idiota? — El menor rodó los ojos. Ahí venía un regaño. — Todo el día estuviste llamándome para que viniera y cuando llego-

— Hyung~ — Le interrumpió dando saltitos sobre su lugar. — Nunca me confirmó si vendría o no, así que salí a hacer las compras. — Yoongi lo miró con una ceja alzada y los brazos cruzados sobre su pecho.

— ¿Y dónde están las compras? — Taehyung le sonrió.

— Verá, es una historia graciosa.

Ambos se sentaron en la mesa de la cocina, donde Taehyung le contó sobre su travesía completa y Yoongi no tuvo más opción que perdonarlo.

Él lo había educado para ser un chico amable después de todo, no podía echarle eso en cara.

Hicieron el proyecto avanzando mucho más de lo que imaginaron. Taehyung estudiaban arquitectura y Yoongi estaba recién graduado. Era dos años mayor y se conocieron cuando el menor era de nuevo ingreso y Min estaba en el cuarto semestre de la carrera. Haciéndose cercanos porque, Taehyung se le pegó a Yoongi por ser el mejor promedio de su generación y él quería seguir sus pasos.

Cuando el sol se ocultó, Yoongi se retiró. Taehyung le ofreció quedarse, sin embargo, el mayor le dijo que estaba bien, que tenía algo que hacer de cualquier forma.

Al día siguiente, su alarma diaria lo despertó a las 05:00 horas, se levantó con pereza de la cama para ir a darse una ducha con agua tibia, desayunó algo rápido y salió en camino a la universidad.

A penas entró a los pasillos, vio a su amigo Changkyun alcanzarlo para abrazarlo por los hombres, siendo como siempre, el foco de atención de todo el lugar.

Cuando Taehyung dijo que quería ser "él Yoongi de su generación" no bromeó, quería ser el mejor de la carrera, el más popular y el más deseado.

Si, lo logró.

— ¿Terminaste el proyecto? — Le preguntó Changkyun al llegar a su casillero, Taehyung asintió.

— Claro que lo acabé, Yoongi hyung me ayudó cuando me quedé atorado en la conclusión, pero lo logré. — El menor hizo pucheros.

— Yo le pedí ayuda a Jin hyung. — Taehyung lo miró divertido. — Me mandó a la mierda. — El mayor rió, Changkyun cerró su casillero con fuerza.

— Normal que lo haya hecho. — Comentó Taehyung. — Él es médico, Changkyun, no arquitecto. — Lo justificó. — Si necesitabas ayuda pudiste decirme y te unías junto a mi y hyung. Incluso también pudiste decirle a Nam hyung. — Changkyun negó.

— No quiero estar de mal tercio entre tú y Yoongi hyung o Jin hyung y Nam hyung. — Taehyung golpeó la frente del menor.

— Yoongi y yo no somos pareja. — Le dijo, comenzando a caminar hacia el salón de clases.

— Pero lo hubieses querido. — Se burló, abrazándolo por los hombros como de costumbre. — Vamos, Tae. Por eso te acercaste a él desde un principio.

Changkyun tenía razón. Pero, Taehyung no lo iba a decir en voz alta.

Esta bien, sus primeras intenciones eran tratar de ligar a la joyita de la universidad entera, Min Yoongi. No era secreto ni para los de nuevo ingreso que, ese chico era el sueño de muchos y la realidad de nadie.

No logró su cometido, pero ganó tres amigos. Yoongi, Seokjin y Namjoon.

Y a Changkyun ya lo venía cargando desde la escuela primaria entonces, ahora ya no eran solo ellos dos.

Entró a su primer clase del día, extrañamente no estaba muy interesado en la clase. O tal vez era porque él profesor estaba más interesado en contarles la historia de cómo descubrió a su esposa serle infiel hace un par de noches atrás. ¿A él que le importaba eso? Sentía pena por él, claro, pero no lo tenía con el pendiente la vida amorosa de un viejo de cuarenta años.

Sacó su celular para ver si Changkyun respondía un mensaje, lo hizo a los segundos y quedaron en ir a la cafetería fuera de la universidad al terminar las primeras clases hasta el receso.

Nos contó esa historia, dijo que ahora desearía ser ciego. Raro.

Había sido el último mensaje de Changkyun antes de ver como el En línea desaparecía, supuso que ahora su amigo estaba prestando atención a sus clases.

Los recuerdos del día anterior se reprodujeron en su cabeza al terminar de procesar el mensaje. ¿Cómo estará Jungkook? Ni siquiera le pidió su número o algo para seguir en contacto, el chico le había agradado.

Esperaba que él realmente ya no escapara de casa de ese modo, tal vez después iría a la calle donde lo salvó solo para asegurar que no estuviera rondando por ahí él solo.

Los ojos del chico le seguían pareciendo fascinantes, era consciente que, tal vez para Jungkook eran su mayor inseguridad, sin embargo, no podía evitar recordarlos y sentir como se hundió en ellos mientras merendaba con su madre y su amigo.

Las tres clases terminaron con rapidez, guardó sus cosas cosas tranquilidad cuando Changkyun apareció en su salón para apresurarlo y salieron de ahí dispuestos a disfrutar de su única hora libre que compartían en sus horarios.

Caminaron por el campus, Changkyun tratando de no tropezar por sus pasos torpes al tener todas esas miradas encima y a Taehyung realmente no le importaba.

Era guapo y lo sabía, no solo porque su abuela se lo decía cada que podía cuando era pequeño, es decir, ¡Tenía ojos! Tremendo imbécil fue Yoongi al no fijarse en él.

Si, sigue pensando así.

No lo malinterpreten, Taehyung ya lo había superado pero le gustaba bromear con eso. Pero solo él podía, porque si Changkyun lo hacía, entonces él lo golpeaba.

Llegaron a la famosa cafetería donde la mitad de la universidad solía estar en sus tiempos libres o cuando simplemente saltaban sus clases, no era un local propio de la instalación, sin embrago les gustaba más acudir ahí por la mejor comida y precios.

Eran estudihambres, ¿Qué pensaban los de la universidad con esos precios exagerados?

Taehyung pidió un americano y Changkyun un frapuchino junto con un panqué que descubrió y se hizo adicto a él gracias a SeokJin.

Todo fue algo más tranquilo desde que sus hyungs se habían graduado, ya estaban por cumplir un año que se recibieron.

Yoongi como arquitecto, Jin como médico y Namjoon como ingeniero industrial.

Todos de carreras diferentes pero lograban ayudarse cuando lo necesitaban, incluso también lo ayudaban a él y a Changkyun.

Se sentaron en una mesa pegada a un ventanal cuando su pedido estuvo listo, Taehyung sacó uno de sus cuadernos para tratar de resolver la tarea que la maestra de la tercera hora le había dejado mientras escuchaba con atención lo que Changkyun le contaba, al parecer había conocido a un chico y ahora estaba interesado en alguien.

La campanilla de la puerta sonó anunciando la llegada de alguien más, sin embargo, el sonido se perdió de su interés en cuanto se mezcló con los murmullos que siempre habían en la cafetería.

Taehyung no se quejaba, no le molestaba el ruido bajo mientras estudiaba. Y aunque le molestara, estaba en una cafetería, no en una biblioteca.

Sin embargo, el sonido de unos platos caer y romperse contra el suelo si lograron molestarlo un poco y hasta asustarse.

— ¡Eres un idiota! — Escuchó que gritaron tras de él. — ¿No te fijas por donde vas o qué?

— Wooseok. — Lo llamó una voz que a Taehyung se le hizo extrañamente familiar, Changkyun le apuntó con el mentón hacia la dirección donde la discusión se estaba llevando acabo. — Lo siento, me distraje un momento y solté a Jungkook por accidente, él no tuvo la culpa. Ahora, deja de ser un idiota y déjanos en paz. — El mayor sonrió con burla.

— Claro. — Asintió colocando las manos sobre su cadera y después viendo a su amigo. — ¿Porqué no me corriges, Kuanlin? ¡Es obvio que Jeon no sabe por donde va!

— No es para reírse, hyung. — Le dijo Kuanlin con vergüenza, Wooseok rodó los ojos.

— Es bueno saber que al menos uno de ustedes dos tiene cerebro, ¿No? — Habló Jungkook por primera vez. — Vete a la mierda, Wooseok. Preocúpate más en tratar de recuperar tus putas neuronas que en reírte de mi ceguera cada que puedes, ya deberías de saber que aunque no pueda ver aún así soy al que escogieron para el solo durante la próxima graduación.

Eso, definitivamente hizo enojar aún más al mayor.

Se acercó a Jungkook, tomándolo con brusquedad de la camisa mientras lo veía con enojo. Jimin le gritó que lo soltara y trató de jalar al menor hacia él, pero no pudo lograr safarlo del agarre. Aún así, Jungkook mantenía un rostro sereno.

Sin embargo, soltó un jadeo al sentir que Wooseok comenzó a apretar sus brazos con más fuerza.

Pero de un momento a otro, la presión desapareció, el cuerpo de alguien cayó al piso y todos en la cafetería chillaron sorprendidos.

— Mucho gusto, Wooseok. Soy Taehyung. — Se presentó, hincandose para estar más cerca del chico. Jungkook se sorprendió al escuchar esa voz. — Mira que no es la mejor forma de conocernos, pero nadie te manda a ser un orangután que no sabe tratar a la gente.

— ¡¿Porqué mierda te metes tú?! ¡No te incumbe! — Gritó con enojo, poniéndose de pie.

— Que estos idiotas no se metan a defender a Jungkook no me hace igual que ellos. — Le dijo con tranquilidad, sin quitarse de delante del menor para protegerlo. — Y te lo digo, chico, si vuelvo a ver que lo molestas no solo será un puñetazo en la cara.

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Im Changkyun.

Jung Wooseok.

Lai Kuanlin.