Jungkook dejó el bastón en su lugar y buscó el cargador de su celular para conectarlo. Tanteó la superficie del mueble en el recibidor pero no lo sentía, Taehyung se acercó.

— ¿Qué necesitas? — Le preguntó.

— El cargador de esta cosa. — Alzó el celular. — ¿Si hay uno aquí?

— Uhm... Hay dos. — Respondió.

— Mamá dice que es color... ¿Blanco? — Le dijo con duda. — Y que tiene un sticker de conejito.

— Toma. — Cuando Jungkook alzó la mano, Taehyung la quito. — Espera, si quieres yo lo conecto. — El menor apretó los labios por solo un segundo.

— Puedo hacerlo. — Respondió quitándole el cargador de las manos, Taehyung lo vio caminar con seguridad hacia una habitación más adelante y desapareció por la puerta.

— ¿Cuál es tu nombre, cariño? — Le preguntó la mayor saliendo de la cocina.

— Soy Taehyung. Kim Taehyung. — Se presentó dando un pequeña reverencia.

— Mucho gusto, Jeon Jiyu. — Alzó la mano y Taehyung la aceptó de inmediato.

Jiyu le sonrió enternecida y ambos se dirigieron a la cocina, Jungkook había salido de la habitación y se les unió. Estaban los tres sentados en el comedor mientras que la mayor le preguntaba sobre cosas triviales a Taehyung para tratar de conocerse mejor. El respondía gustoso y notó que Jungkook estaba con la cabeza cabizbaja mientras jugaba con los dedos de sus manos sobre sus piernas, en cuanto estuvo por hablarle la puerta principal se escuchó desviando la atención de los presentes.

En la puerta de la cocina apareció un chico rubio, se veía agitado y cuando miró a Taehyung frunció el ceño pero después, miró a Jungkook y lo apuntó.

— ¡Tú, maldito bastardo! — Jungkook volteó los ojos. — ¡¿Cómo te atreves a salir de casa sin avisar?! ¡Es la tercera vez esta semana y a penas es miércoles! — Le regañó. Acercándose a él, Jungkook al oír sus pasos se puso de pie y se movió tras la persona que estaba a su lado, pensando que era su madre.

Pero era Taehyung, y lo supo cuando sintió el cabello corto del chico y no el conocido largo de su madre.

— ¡Jiminnie, que bueno que llegaste! — El menor frenó su posible homicidio para mirar a Jiyu con una encantadora sonrisa. — Oh Minnie, gracias por ayudarme con este niño. — El menor negó.

— No tiene que agradecer, Jiyu. — Le restó importancia. — Siempre que necesite, buscaré al mocoso y lo traeré de la oreja hasta usted. — Dijo viendo acusaroriamente al menor, quien seguía tras un chico.

— Mira Minnie, te presento a Kim Taehyung. — Le presentó Jiyu. — El ayudó a Jungkookie a regresar. Es de tu edad. — Comentó moviendo sus cejas sugestivamente, Jimin rió y Taehyung una vez más, sintió sus mejillas arder.

— Jiyu, sabe que a mi me van mayores. — Le recordó y después miró a Taehyung. — Mucho gusto, Park Jimin. — Se presentó, Taehyung frunció el ceño por una milésima de segundo.

— Encantado. — Le respondió con una leve sonrisa.

Jungkook al sentir que no corría más peligro, quitó las manos de los hombros de Taehyung y se volvió a sentar a su lado, Jimin se les unió esa tarde a merendar.

Jungkook no era una persona muy social, le daba miedo hablar con personas nuevas porque sentía que se burlarían de él. Estaba bien con sus únicos dos amigos. Claro que Taehyung lo notó, habló solo lo necesario y siguió con la cabeza gacha todo ese tiempo y cuando Jiyu o Jimin le contaban sobre alguna anécdota junto a él menor o alguna de sus muchas escapadas, Jungkook se sonrojada efusivamente al sentir las miradas sobre él.

El teléfono de Taehyung interrumpió la platica sobre sus estudios, se disculpó y contestó con rapidez, porque si no lo hacía, entonces su hyung lo golpearía.

— Hola, hyung. — Saludó nervioso.

— ¡Imbécil! — Taehyung rápidamente alejó el celular de su oreja. — Estoy afuera de tu casa, ¿Dónde estás? Chingaste todo el puto día para ayudarte hoy y no estás. Eres un idiota. — Kim les sonrió con pena al darse cuenta que los demás lograron escuchar a su muy enojado amigo.

— Yoongi hyung... — Jimin frunció el ceño, Jungkook ladeó la cabeza. — Entra a casa, ¡Te se sabes el código! No sé porque te enojas. — Le respondió con el ceño fruncido. — Ahora llego, no seas exagerado.

— Entraré. Pero si tardas más de una hora me iré y no me volverás a ver en tu vida. — Taehyung rió.

— Oh Yoongi hyung, no soportaría la vida sin mí.

Después de escuchar un "Idiota" de parte del mayor y que le colgara, guardó su celular.

— Gracias por la merienda, señora Jeon. — La mujer le restó importancia. — Ahora, tengo que irme. Tengo algunos pendientes que hacer. — Los cuatro se pusieron de pie.

— Gracias a ti por regresar a mi Kookie sano y salvo. — Le agradeció.

— ¡Mamá! — Jungkook llamó la atención. — No lo digas como si fuera un perro al que perdiste. — Se quejó con un puchero.

Que adorable.

— Bueno, si te dejaras de escapar de casa como si fueras uno, no lo tomarías así. — Le regañó con las manos en la cintura.

Jungkook volteó la cara a un lado cuando escuchó la leve risa de Taehyung. Se despidió de los cuatro y salió de la casa para irse a la suya, rezando por qué no lo recibieran con un golpe.

En cuanto cerró la puerta, volteó sobre sus talones encontrándose con la mirada burlona de Jimin, Jiyu hizo una mueca con fingida sorpresa y corrió hasta la sala donde ambos chicos estaban sentados.

— ¡Oh por Dios! — Chilló emoción, sentándose entre los dos. — ¡Es tan guapo, Jungkook! — El menor frunció el ceño. — Taehyung, por Dios. ¿Le pediste su número?

— ¿Qué? ¡Claro que no! — Le respondió con las orejas rojas. — ¿Porqué pediría su número?

— Kim Taehyung... — Dijo Jimin con la vista perdida para después chasquear la lengua. — Creo que es el Taehyung que va en la universidad, pero en el campus de ingeniería y arquitectura. — Jiyu soltó un chillido más.

— ¿Lo conoces? — Jimin negó.

— No, ese campus está como a cinco cuadras del nuestro. — Le respondió. — Pero, su nombre también suena por nuestros pasillos. Si es el Taehyung que creo, es el más listo en su carrera y claro, el más solicitado por las chicas.

— Nunca había oído de él. — Comentó Jungkook ladeando la cabeza.

— Claro que no, idiota. Te encierras en la biblioteca y no hablas con nadie. — Le regañó una vez más.

— Hablando de mis únicos dos amigos. — Jiyu rió al ver la molestia en el rostro de Jimin por haber sido ignorado. — Necesito que Hobi hyung venga, ya solo me quedan como tres cambios.

— Mañana venimos entonces. — Avisó Jimin poniéndose de pie. — Me retiro, Jiyu. — Avisó dándole una reverencia, después miró enojado a Jungkook y golpeó su cabeza con la mano. — No vuelvas a salir de casa sin avisar, tonto. — Jungkook solo asintió con un puchero mientras sobaba la zona afectada.

En cuanto Jimin se fue, Jungkook volvió a su habitación.

No podía negarlo, se sentía especialmente agradecido con Taehyung, no cualquier persona lo hubiera ayudado y si lo hubieran intentado, tal vez sería porque realmente eran algunos vendedores de órganos. Pero ese chico, lo llevó sano y salvo a su hogar.

Se quedó en su habitación el resto de la tarde haciendo la tarea que tendría que llevar al día siguiente a la universidad y salió hasta que escuchó a su padre llegar para poder saludarlo y recibir ese beso en la frente que tanto le gustaba. Cenaron los tres juntos y en cuanto acabó, se dirigió al baño para hacer sus necesidades y lavar sus dientes. En su cuarto, se cambió la ropa por el pijama y se enredó entre la sábana.

Cerró los ojos, tardando un poco más de lo usual el quedarse dormido hasta que lo logró.

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Park Jimin

Min Yoongi.