
008
SeokJin dejo caer las cajas en el suelo, su espalda dolía como un infierno sin embargo no podía evitar mantener una sonrisa de orgullo en su rostro.
Finalmente se estaba independizando.
— ¿Puedes mover eso a la habitación del fondo? — Amaya dejo en el suelo una pequeña caja de color rosa.
— ¿Qué traes ahí Satou?
— Cosas personales, no te importa Seok
— Sabes, deberías darme un apodo más lindo, salimos desde hace años y sigues llamándome "Seok"
— No podemos pintar las paredes ¿verdad? — SeokJin negó aquello— Sería lindo que las paredes fueran rosas o celestes
— Un día compraremos un apartamento para nosotros dos y pintaremos las paredes del color que tu decidas, lo prometo
— Anotare eso Kim, ahora debemos ordenar este lugar
Al inicio el apartamento estaba casi vacío, a pesar de que sus padres les habían ayudado aún faltaban algunos muebles sin embargo el frío apartamento se había convertido en algo bastante cálido.
— Sabes, ya pensé en un apodo
— Cómo que te tardaste un poco May, pero estoy curioso ¿Cuál es? —Amaya giro los ojos pero se limitó a jugar un poco con la comida.
— Jinnie... — murmuró avergonzada pero SeokJin casi se abalanzo a abrazarla— ¿Qué demonios?
— Dilo una vez más
— ¡No lo diré de nuevo!
Ambos ya estaban acostumbrados a la constante presencia del otro, gracias a las largas estadías de SeokJin en la casa de la chica, pero aun así no podían evitarse algunos enojos o momentos embarazosos.
— ¡Ponte algo de ropa! ¡Demonios Seok no puedes andar desnudo todo el tiempo! — La chica le lanzó una toalla con fuerza mientras el coreano se ponía con rapidez su pijama.
— ¡Pensé que estabas trabajando y no grites como si nunca me hubieras visto desnudo!
— ¡No hables de eso tan así, desvergonzado! — SeokJin soltó una risa haciendo que ella también riera mientras cubría su rostro con sus manos.
Con el tiempo aquellos escenarios se volvieron normales al punto que ni siquiera parecía relevante. Sin embargo con el paso del tiempo las promesas aumentaron, las decepciones también al igual que las alegrías.
— ¡Entre a una compañía! — Amaya dio un pequeño grito de alegría y se lanzó a SeokJin cuando escucho la noticia.
— ¡Serás el actor más guapo de toda Corea!
Sin embargo algunas veces los planes no siempre salen como uno planea, porque a la par de los momentos hermosos los acompañaban las peleas en donde ambos hacían una guerra de silencio o donde simplemente SeokJin no aparecía en casa.
— ¡Pues vete a la mierda! — Amaya lanzó la puerta de la habitación mientras retenía las lágrimas, su rostro estaba rojo y no dudo en enrollarse en las sábanas para poder llorar sin control.
Después de unos minutos SeokJin abrió la puerta y se sentó al lado de ella, quito las sábanas con cuidado hasta poder ver el rostro de su pareja.
— Lo siento, fue mi culpa — No recibió ninguna respuesta— Sal de la cama, hice curry
— Iré a comer pero esto no significa que nos hayamos arreglado
No todos los problemas podían solucionarse con Curry pero a ambos los alegraba comer cosas que les gustaban; las risas hacían que aquel apartamento gris se volviera más cálido.
— Jinnie, tengo un regalo — Amaya estiró una bolsa de papel hacia SeokJin.
— ¿Qué es? — SeokJin abrió curioso el regalo encontrándose con un pequeño anillo de compromiso de color plateado— May...
— Se que perdiste el que venia junto al mio así que quise comprarte uno también aplica como regalo de aniversario — Jin río al escuchar aquello— Mientras los usemos, no importa que tan lejos estemos sabremos que nos amamos
— Entonces nunca seré capaz de quitármelo
SeokJin cumplió esa promesa, aunque por obvias razones no podía colocarselo en el dedo anular siempre veía la manera de integrar aquel anillo en su vestimenta.
Sin embargo, en la actualidad, la ansiedad carcomia a la japonesa, después de esos mensajes SeokJin no apareció en casa. ¿Se había molestado? ¿Era su culpa? No. Era de ambos.
Pero no pudo evitar llorar esa noche, ni las siguientes semanas cuando su pareja no dio ni una señal de vida.
No quería seguir llorando, pero tampoco podía hacer mucho, era como sentir cada uno de sus sueños ser pisoteados con fuerza, sentía que se derrumbaba y sentía que quería escapar de la vida.
Pero por otro lado, SeokJin estaba siendo engañado por sus mayores en quienes confiaba pero al final del día...
Ninguna podía hacer mucho.
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