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CAPITULO FINAL 26

Belentinne Müller.

Extra largo 🤠

Caer en el pozo de la inconsciencia se estaba volviendo rutinario, y no me gustaba este sentimiento.

Mejor dicho el dolor que me estaba partiendo por la mitad, ese que me desgarraba por dentro como si cada organo dentro de mi, se ensañara con postergar mi sufrimiento, tanto fue que tuve que postergar un día más el viaje hacia Xae.

Por qué, después de ese reencuentro con Ramseun..., había quedado descompuesta en todos los sentidos, había llegado a casa, me había desmayado, el dolor era tanto que por más sangre que Pax me diera el dolor no mermaba de hecho, comencé a creer que moriría, por qué el fuego interno que me consumió durante toda la noche me dejó...

Totalmente destruida, Amarlo a Él, me destruyó por completo, Pero haber Sido su alma gemela, me había causado daños colaterales, de los cuales comencé a dudar de si algún día sanarian.

Para un humano, un rompimiento debe ser algo doloroso, incluso de Días, dónde te duele el pecho, tienes ataques de pánico, lloras sin consuelo, dormir se volvia imposible por qué un solo recuerdo, te derrotaba por completo, te destruia...

Yo... Yo quise arrancarme la piel, de hecho Dallas, Dax y Laila estuvieron monitoreando cada uno de mis movimientos durante toda la madrugada, no podía levantarme sin tener a uno de ellos pegado a mi espalda.

Y a Pax...

Pax lo sentía tan distante, tanto que justo ahora dudaba de amarlo Pero, no... Cada vez que miraba sus ojos, su forma de hablarme tan dulce y volverse un témpano de hielo con los demás, entendí que solo estaba resentida por el dolor de mi alma.

El mismo que yo había provocado.

Mis ojos habían estado tan hinchados, tanto llore durante toda la noche que el piso tenía gotas en el suelo, la cama tenía pequeñas manchas azules, y Pax... No sabía nada de Pax para ser sincera.

Inhale, el aire se atasco en mi pecho y las ganas de llorar volvieron, así como el vínculo que se había destruido...

Ese maldito pacto que forjamos hace doce años había desaparecido por completo.

Mi corazón había dejado de latir, si respiraba era como si mi pecho se llenará de agua, me sentía ahogada, me senté en la cama intentando quitar esa sensación de asfixia.

La oscuridad llenaba la habitación y me fijé en una esquina de está.

-Belentinne no...

Su voz fue como un eco tortuoso en mi cabeza, cerré mis ojos sin poder evitar que las lágrimas saltarán fuera de mi rostro

-Belentinne, tengo que explicarte, por favor-imploro.

-¡No quiero saber de ti!-le grite.

Todos los recuerdos del circo, de su frialdad, de su mirada perversa dentro me había enceguecio y yo...

Yo solo quería quemar vivo al lobo del pelaje negro y ojos azules tan vivos que me observaban.

Mi cuerpo entero había vibrado de nostalgia, por qué desde el momento en que oi el chocar de sus patas contra la tierra, quería saltar y abrazarlo.

Quería besarlo Pero... No

Esas ganas eran culpa del vínculo que me tenían atada.

Belentinne, nos harás daño.

Él nos había dañado primero.

-preciosa...-me llamó, lo mire desde mi altura y negué.

Este lobo había destruido la vida de toda una nación...

-Cielo... Duerme-Oi la voz de Pax en la puerta.

Me sobresalte, y apreté las sabanas debajo de mi.

-Estaba en eso.-Respondi ausente.

La puerta crujió cuando oi sus pasos, me fijé en él, su altura predomino entre toda la habitación, hace poco había amanecido, Pero yo mantenía las cortinas cerradas, la oscuridad se perpetuaba por completo tanto que tuve que cerrar los ojos cuando la claridad de la luz entro detras de el.

El cerró la puerta e intente enfocarlo, mis ojos dolían por la sensibilidad que tenía.

-No mientas, Belentinne.-se quedó en medio de la habitación mirándome.

-¿Necesitas algo?-Pregunte ante su silenció.

Sus ojos recorrieron toda la habitación hasta ver aún lado de mi cama.

-Estar contigo.

-Estoy bien sola- forme una sonrisa de boca cerrada. Y el nego con la cabeza acercandose-Enserio.


-Tu y Adara son tal para cuál -Se sentó a mi lado, se quitó los zapatos dándome la espalda-Ambas, son unos caprichosas que quieren que me las pase mimandolas.

Fruncí el ceño.

-¿A que viene eso?

Él se acercó hacia mi Pero, me aleje disimuladamente, él enarco una ceja pelirroja, genial, eso no fue muy disimulado.

-Que dices querer estar sola, Pero a la hora de la verdad no te quieres sentir sola-Su voz se volvió un poco más ronca -A lo que voy es que, tu necesitas que esté contigo, por mucho que digas que no, me necesitas.

-No te llame, Vampiro egocentrico. -Conteste.

-Y a mi no me importa-Endurecio el tono de su voz-¿Te acuestas conmigo a dormir? ¿O nos ponemos a discutir sobre quien tiene mas ego?

Cállate, cállate.

-¿Por qué no mejor te largas de mi habitación y me dejas pasar mi duelo con calma?-Su risa frívola y sarcástica se oyó por toda la habitación - ¿Que? ¿Dije un chiste? Por qué me pareció que no lo dije.

Su mano tomo mi mentón fuertemente obligandome a mirarlo, intente zafarme pero me tomo de los hombros.

-Yo no he muerto, así que no se a quien demonios estás llorando Mujer.

Quise reír.

-Ya se que no estás muerto...-Dije con frialdad-Pero en el estado en el que estoy podrías estar seis metros bajo tierra Pax, dime ¿Deseas que te mate?

Su gesto se enfrió, sus ojos vinotinto se tornaron tan sólidos, que por un momento pensé que atentaria contra mi, Pero no.

Pax era un vampiro, su naturaleza era infundir miedo, y yo era algo peor que eso.

-Quisiera ver cómo lo intentas, como haces para deshacerte de tu otro amor, de tu otra alma sin morir en el proceso, dime ¿Eso es lo que deseas Belentinne?

Ladee la cabeza, sonriendo, podría verme como una jodida sinica ahora, Pero el brillo en sus ojos delató un dolor que me hizo borrarla.

-Si no fuera por mis hijos, los tres estaríamos en una fosa en estos momentos Pax-Mis murallas se derrumbaron, algo caliente inundó mi pecho-De verdad quiero y deseo estar sola.

-No.-nego alto y claro-Me quedaré aquí hasta que te duermas, no quiero que mis hijos se queden sin su padre favorito por el egoísmo, emocional de su mamá -El me dió la espalda, se arropó con mi edredón y quise reírme.-Buenas noches.

El silencio lleno por completo la habitación.

Mi mandíbula tembló, y sentí mis manos tornarse un manojo de nervios, mire el techo amaderado oscuro y me acosté aún lado de Pax, quien me Daba una gran vista de su espalda.

El silencio lleno la habitación, por no se cuántos minutos, arrope mi cuerpo sin necesitarlo.

Me quedé ahí recordando todo aquello que habíamos vivido. Tantas peleas absurdas y...
Joder yo tampoco no había Sido una buena esposa para con Ramseun, yo había comenzado a enfocar toda mi atención en Pax por qué era con quién más tenía cosas en comunes, el reino, nuestros mellizos y ese lado sadico que sacaba a relucir nuestro vampirismo interior.

En cambio Ramseun siempre había Sido tan cálido, tan callado y observador, un poseso, una bestia a la hora del sexo... Y me había dado a mi hijo mayor, nuestras discusiones siempre hacían que nuestro vínculo se reforzará, con Pax yo era una reina. Pero con Ramseun era una igual.

Una persona que me daba más normalidad, sentí el pie frío de Pax chocar con el mío y quise reírme, Pero esa tristeza que me llenaba no me lo permitia, él hacia eso cuando estábamos enojados, era nuestra forma de decirnos.

"Te necesito, Pero no daré el primer paso, aún así prefiero mantenerme al margen hasta que te sientas preparada"

Era una ley que también tenía con Rams... Pero no duraban tanto y...

El llanto me lleno de nuevo, su pie se pegó más al mío como si de esa forma pudiera reconfortarme Pero, no podía, sencillamente no podía creer que yo, yo había acabado con todo.

Esto es tan real... No te engañes, de alguna forma hiciste un bien, como un mal.

Mi llanto ceso después de un momento, retire las lágrimas de mi rostro y mire la espalda de Pax, aún estaba despierto.

Mire el techo intentando buscar las palabras adecuadas, necesitaba soltar esto que reprimía desde que sucedió, lo cual fue hace unas horas.

-Si supieras lo que me duelen ambos-aprete las manos a mis costados-y lo que me dolió ayer verlo comprenderias... Soy la fuente de dos hombres que fueron mi vida, me dieron tres hijos maravillosos, un reino entero... Una vida digna y de reina, comprenderias que con esta frialdad adquirida después de aquello...-Mi voz vibró -No fue nada fácil para mí tomar esa desicion... Por mucho daño..., lo amaba-Mi pecho punzo-Asi como te amo a tí, a él también lo requería para vivir, lo necesitaba incluso para Respirar Pax, mi corazón..., Él era quien lo bombeaba Pax.

Sentí su cuerpo volver hacia mi, pero mi vista estaba de lleno en el techo, sus ojos impactaron contra mi rostro Pero si lo veía... Me iba a terminar de derrumbar.

No podía, un puchero salió de mi de forma involuntaria.

Su mano tomo la mía acercándome a su cuerpo, como si fuese un refugió y dejo un beso en mi sien.

-Prosigue, por qué aunque me duela, te oire.

Gimotee sobre su pecho, el me apretó fuertemente contra su cuerpo como si de esa forma evitará que me terminara de desmoronar como una galletita.

-¿Por qué me hizo esto Pax?-le pregunte.

-No lo se, Pero él me pagará Belentinne.

Mi cuerpo entero entro en tensión.

-Pax...-mi voz quebradisa lo llamo Pero el observaba mi almohada.

-Duerme, pelirroja, te necesito descansada, se vienen cosas, y necesito a mi reina junto a mi.-Me ignoro.

-Pax... Déjalo -Sentencie.

-Claro.-Dijo a secas.

El silencio sumió la habitación, y me deje llevar por su dulce aroma.

•••••••••••••••••••••••••••••••••

Mi rostro de alguna forma había comenzado a envejecer, no quería pensar mucho en eso, de hecho hace poco me había despertado, me preocupaba que Pax habia desaparecido de mi lado, después de lo de esta mañana yo, no sabria como tomar su ausencia, pero él me habia dejado un espléndido y nutritivo desayuno para mi.

Su sangre.

Seguí bebiendo de mi bolsa, mientras escucha a Dallas masticar frutos secos.

Que fastidio.

-Segun el libro, durante una semana pasará.

Mire a Dallas, de hecho ella se veía mil veces mejor que yo.

Creí que dejarías de pensar en el tema.

No queria ni verme al espejo, así que con eso evitaría pensar en mi físico.

-¿Que pasa Belentinne?-musito.

-Quiero que está pesadilla acabe, rapido Dall.

-Mira el lado bueno, no estás sufriendo como pensábamos.

Me rei.

¿Quien dijo que no? Me quedé viendo sus rasgos, y mire el lado de la cama, mi vista se dirigió rápidamente hacia la puerta de nuestra habitación, su olor apareció de repente y Pax entro en la habitación, me miró preocupado.

¿Dónde demonios se había metido?

-¿Cómo te sientes?-me pregunto, él se quedó quieto un momento mirándome.

Me distraje observando sus zapatos.
No tenía la misma ropa, se había cambiado y por su aspecto deduje que había salido, entre cerré mis ojos.

Sentía aún su mirada sobre mi.

¡No me mires masss!

-Bien...-murmure.

-¿Que dice ahí sobre la depresión?-indago él.

Sus zapatos se acercaron más, mire a Dallas que le cerró el libro de golpe con un sonrisa burlesca en su rostro.

-¿Depresión? ¡Ustedes nunca han tenido depresión!

Pax y yo nos miramos contrariados, baje la cabeza bebiendo mi sangre.

-¿No?-pregunto él.

-No-Afirmo Dallas.

-¿Por qué la pregunta?-le pregunte a Pax.

-Tus emociones Bell-se acercó a mi-Es como un abismo negro que a cada segundo nos consume, y lo siento.

Los ojos vinotintos de Pax se opacaron.

-Se que te haré feliz, por qué siempre lo he hecho, Pero llevas toda una eternidad siendo Feliz por ambos, y no es que yo sea insuficiente, por qué mírame.

Dallas volteo los ojos.

-Sus declaraciones de amor, me dan nauseas-Dijo Dax entrando.

Apreté los labios cuando el tomo mis manos, las arrugas comenzaron a ser notorias en mi piel y las quite.

-Hola Dax-Dije

-Belentinne-Se quejo Pax ante mi rechazo.

había una inseguridad creciendo en mi interior.


Oi a Pax bufar.

Dax dejo un beso casto, en la boca De Dallas quien le tendió el libro.

-hola-Dijo Dax volviéndose a nosotros-de que hablaban, aparte de confesarte por.. -Dax arrugó su nariz de forma inconsciente, mientras fingía contar con sus dedos -No lo se, ya perdí la cuenta.

Dallas rio suavemente.
Pax carraspeó, note que metió sus manos en sus bolsillos.

Perdoname vampiro...

-Le preguntaba a Dallas si, Belentinne podría padecer depresión.-Dijo el.

-Es imposible-Dijo Dall.

-Pues...-titubeo Dax mirando a Dallas- si fuera así, Belentinne hace rato que debía de estar con nosotros en terapias psicológicas, Pero yo la veo sonriente.

Jum... No sabían lo de anoche, por lo tanto Pax no se había ido de chismoso, eso era bueno.

-No siempre se esta bien cuando se sonríe.
-Murmuro Pax.

Una risa se escuchó al otro lado de la puerta, Reunión familiar en mi habitación por lo que veía.

-Lo que acaba de decir fue lo más estúpido que lo oi decir, con todo el respeto su majestades-Dijo Laila entrando con Adara quien nos miraba. A todos

Adara fijo sus ojos en mi, Pero el brillo desapareció cuando observo a Pax, quien la tomó entre sus brazos dándole besos en su cara

-¡Papi!

Pax y yo nos miramos.

-Hola cielo, aquí está mamá también -Dijo él dando un beso en su mejilla.

-Si yo se-tomo su rostro -Pero vine a buscarte a ti.

Pax frunció el entrecejo mirándome.

-Princessa-la llame-¿Acaso yo no soy digna de su admiración?

Ella me observo..

-Hola ma...-Fruncio el ceño viendome-¿Esa es la abuela Amellie?

-¡Adara!-la reprendió Pax.

Baje la cabeza.

-Adara por amor a Dios-Dijo Dallas.

Sali de la habitación inmediatamente, cruce el pasillo para entrar al baño privado y efectivamente.

Mi cabello pelirrojo se estaba aclarando desde mi raíz hasta mis puntas con un gris... Horrible, ay no.

Me tape la cara cuando la puerta se abrió y de reojo observe a esa mata pelirroja, tomarme de la cintura y obligarme a verlo.

Cerré los ojos.

No, no, no, no.

Está era la letra chica que no había leido a la hora de desvincularme de Ramseun.

-Belentinne... Cielo.

-Por favor, vete Pax-Dije, aún con los ojos cerrados.-No se en que momento sucedió.

No quería que me viera como una jodida pasa arrugada, no, y mucho menos las bolsas que habían en mis ojos. ¡Eran oscuras y espantosas!

-Pax, vete-Intento imitar mi voz, Pero la asperosidad de su tono lo hacía oir tan... Ridículo, quise reirme- Pax quiero estar sola, ¿Quien te dijo que estás sola?-volvio a su tono de voz normal- Comenzando por ahí, ¿Y sobre todo quien te dijo que me iría?, Solo eso sabes hacer desde ayer-Reclamo.

Abrí mis ojos para observarlo, evitando reírme Pero asentí.

Es un tema delicado para el Belentinne, serenate.

La desicion estába tomada, lo veía en sus ojos rojos, él no iba a dar su brazo a torcer con respecto a esta situación.

-Pax estoy...

-¿Estás que?

Apreté mis labios y pase las manos por mi rostro, el tomo mis muñecas para que no lo hiciera.

-Pax...-Me queje, Pero en apretó mas-Pax.

-¿Estás?-su tono de voz se elevó con molestia, quise encogerme Pero sostuvo mis manos a la altura de su rostro-Vamos Belentinne, Dímelo... ¿Estás qué?

Trague saliva, mirando su boca, de alguna forma me excitaba cuando se ponía en este plan.

Se sincera contigo misma, extrañas al otro.

Trague saliva ignorando mi propio pensamiento, no era el momento de hubdirme en una burbuja de nuevo. Trague saliva, notando mi reflejo en sus pupilas.

-Estoy vieja.-Le solté.

Él se quedó impasible, con la molestia clara en su rostro.

-Yo soy mayor que tu por unos cuantos meses, ¿O acaso no recuerdas que tenemos la misma edad?

Voltee los ojos.

-Pax-me queje-¡Mírame!

Él me volteo contra el lavabo quedando de frente contra el espejo, su cuerpo se apretó al mío y tomo mi mandíbula fuertemente.

Trague saliva.

Mi heterocromia salió a relucir, mi ojo izquierdo siendo una combinación del rojo y el azul y el derecho entre gris y verde, mi cabello destintado a los lados de mi rostro haciéndome ver tan...

Extraña y rara que baje la cabeza cuando no te mi piel estirada en mis mejillas, no, no, no.

No me obligues por favor.

-Te estoy viendo, y veo a la mujer con la cuál llevo toda una eternidad compartida.-Sujeto mi mandíbula, con fuerza obligandome a verme, su boca se acercó a mi oido-Yo te veo fascinante, preciosa y sobre todo mia. ¿Que quieres que vea?

-Pax... Mi cabello...-puntualice, su voz se había vuelto tan seductora y estaba tan cerca de mi oído, mire sus ojos rojos chispeantes- mi rostro, mi piel...

-¿Y? El nuevo cambio de Look te hace ver espléndida Pelirroja, ¿O acaso se te olvida cuando te dije que, quería envejecer a tu lado hasta estar arrugados?-Se rio para si mismo negando, retiro el cabello de mi cuello-Cielo me estoy llevando está parte de ti, solo para mí, ¿No ves como me pones, incluso así? Te ves tan madura, que me excita.

Apreté mis labios con fuerza, su altura me envolvió y comenzó a dejar pequeños besos en mi hombro.

-Pax... Sabes que no, me refiero a eso...

-¿Entonces a qué?-Dejo un beso húmedo en mi oído que me hizo suspirar-A mí me gustas, tal cual, ¿Y si yo fuese el que estaría arrugado? -pregunto mirándome -Seria un arrugado demasiado sexy-sonrio.

Su ego, era algo que nadie iba alcanzar jamás en la vida, intente imaginarme a mi pelirrojo de esa forma Pero... Tal cual, se veía provocativo.

-Pax...-Lo llame bajito.

Sus ojos conectaron con los míos atraves del espejo, sonriendo, en un movimiento totalmente rápido me puso de frente a él.

-Me gusta que digas mi nombre de esa forma.

Trague saliva cuando sentí su masculinidad punzar mi abdomen y...

Su boca se encontró con la mía de repente, enlazandose con furia, con picardía, puso las manos a los lados de mi cuerpo, apretando mis caderas en el proceso, la electricidad recorrio mi cuerpo entero, cuando comenzo apretar mi cintura duramente, sus manos eran tan grandes que me envolvían casi por completo, era tan malditamente grande...

Joder, amaba que me manejara como si fuese una jodida muñeca vudú.

Me separé de él para ver sus ojos, pero me envolvió con uno de sus brazos, con su mano tomo mi cuello de una forma tan bestial que me obligo a pararme de puntillas para un mejor acceso, su lengua se enroscó con la mía provocando un sin fin de sensaciones en mi centro


Impidiendo decir palabra alguna, mi mente se nublo cuando sus dientes mordisquearon mis labios deleitándose con los hilos de sangre que emanaba, las gotas se escapaban de nuestras bocas manchandonos, las mejillas, mandíbulas y cuello, gemi cuando de forma ruda me alzó para encajarme en su erección, restregando la tela de su pantalón contra mi.

-Pax-Balbucee entre besos.

Pero se ensañó con mi cuerpo, su mano subió por y bajo por mi pecho de forma efimera, mi espalda baja choco contra el lavamanos, si mi corazón latiers justo ahora

Hubiera parecido un maldito concierto de tambores.

-Sabes tan bien...-Dijo separandose, sus ojos brillaron-Eres mi cosecha favorita, Pelirroja.

Baje la mirada a su torso, calentandome con lo que veia, su pierna enredada contra la mía, su erección se habia salido hace rato de su pantalón, tanto que la tela del boxer se perdía entre mis piernas junto con la tela de mis pantalones pijama.

Pax se agarró del lavamanos con tanta fuerza, que está crujió, cerro sus ojos

Sabía que se estaba conteniendo por lo que había pasado

Un gemido fuerte y claro escapó de mi, cuando su pelvis se movió, rozando ese botón, la humedad comenzó a aparecer y con ello esos jodidos palpitos que lo requerían dentro de mi.

-te extrañaba tanto...-Apoye mi frente contra su pecho, obteniendo una maravillosa visión de sus caderas, y esa V que se le marcaba tan seductoramente, quería clavarle los colmillos y bebermelo por completo.

Mi garganta ardió en respuesta, mi boca se hizo agua, tome su mandíbula, mis uñas se anclaron a su piel y el me miró con sus ojos rojos turbios como dos tormentas de fuego.

No quería ni saber cómo se encontraban los mios.

-Esto, me recuerda a cuando nos conocimos -recorde-Estaba en tu cocina.

El sonrió, unas ligeras arrugas salieron por las esquinas de sus ojos, ví sus colmillos salir a relucir y le ofrecí mi cuello.

Echando mi cabello hacia un lado.

-claro, mi deber es arrinconarte contra todo objeto solido que consiga-acerco su nariz a mi piel y suspiro sobre esta- todo sea para degustar de mi plato principal.

sentí el filo de sus colmillos, sus manos apretaron mi cintura con premura.
El sonido de tres golpes nos sobresalto a ambos.


Empuje a Pax lo más fuerte que pude apoyándome del lavamanos.

No note que estaba siendo elevada por el cuando mis piernas me fallaron hasta el punto de caer, Pero los reflejos de Pax fueron demasiado rápidos

-A no...-Se quejo para mi-ven aqui, Belentinne, no juegues con fuego.

-Esa es mi frase-enarque una ceja y mire la puerta-¿Si?-pregunte.

Pax se separó un poco de mi, tocando mi rostro, lo manotee.

-Belentinne... -Hablo una voz al otro lado-Disculpen Pero, creo que deberían de ver esto.

Pax bufo.

-Como si nunca hubiera nada que tenga que hacer-Dijo en mi mente-Ya vamos para alla-Hablo Pax acomodándose la camisa, el me miró desde su altura.

-Esta bien, Pero sean rápidos, es urgente.

-Bien...-Dijo con frialdad él.

Me voltee para verme en el espejo.

-Eres hermosa... En todas tus presentaciones, joven, humana, Valikruant, embarazada...-sus brazos me rodearon, el cosquilleo me recorrió entera, mi centro palpito por tenerlo y su erección se clavo entre mis nalgas-Si deseas podemos volver a hacernos de otro.

-Pax...-chille-Ese dolor no se lo deseo ni a mis enemigos.

Una risa ronca lleno el cubículo, mientras reposaba su mentón en mi hombro, acaricie su cabello.

Así nunca se iba a calmar, pero antes de la tormenta necesitaba un poco de su paz.

-Nunca estarás sola, mi reina de fuego...
-Asenti, con esa seguridad que me transmitía, el me tomo y nos dimos un último beso.

Él abrió la puerta para mí, y se miró en el espejo.

-Las damas primero.

Salí de ahí, no sin antes corre hasta mi habitación para cambiarme el pantalón por un vestido.

Pax me esperaría en la sala así que fui rápida y evite verme en el espejo, las voces de Dax, Dallas y Laila se escuchaban preocupadas para cuando llegue.

Enfrente de ellos había un objeto extraño que Pax se encontraba revisando.

-¿Que ocurre?

-Llego esto, en un sobre con tu nombre-Dijo chilvary-y Dice explícitamente que no puede ser abierto hasta que no leas una carta que te enviaron hace unos días.

Parpadee, recordando, que el día en que Chilvary me contó todo él me había dado una carta y...

-¿puedes ir por ella? Creo que la dejé en mi mesa.

Pax me miró de reojo, en menos de lo que pude percibír me estaba tendiendo la carta de nuevo.

Demonios... No recordaba lo rápidos que podíamos ser.

-¿Que esperas?-Dijo Laila.

-Un regalo de cumpleaños no-Murmure.

Rasgue el papel quedando confundida con la primera línea.

-Querida, Belentinne Muller.-comence a recitar en voz alta-
Se que tal vez no me conozcas, Pero yo a ti sí
Y quiero que sepas una cosa, como gran hermana que soy, te quiero dar la oportunidad de unirte a mi propio imperio.

-¿Tafita?-pregunto Dallas.

Pax se acercó a mi.

- Y se que ahorita estarás pensando, ¿Grecia? ¿Bella? ¿Tafita?, no querida... Soy tu otra hermana, esa de la cual nunca pudiste deshacerte desde que exterminaste mi especie...

Mi voz se quebró y mire a los cinco pares de ojos que me observaban..., Pax arranco la hoja de mis manos sorprendido.

-Solo tienes dos opciones, O vienes hasta Xae y te entregas, o mato a Tafita en vivo y en directo desde Escrobick, específicamente en tu castillo y reveló toda las imágenes a la población Xaeriana, si para dentro de 78 horas, tu no has dado ningún reporte, comenzaremos con esta gran transmisión donde todo tu imperio de vampiros, lobos y valikruants caerá, con amor y cariño Chantra Ren Müller, futura Reina de las hadas.

-Carajo.

-¿Que es eso Pax...?-mire el objeto reconociendo lo, Pero no...

¿Hermana? ¿Yo tenía una hermana?

-Es un holograma.-respondio a secas.

-Tafita..., mi hermanita.-Jadee.

Pax me tomo entre sus brazos.

-Belentinne, Tafita es una traidora más.

-¡Eso no es cierto!-Chillo laila-Tafita fue quien puso las manos en el fuego para mantener a Grecia viva, y poder encontrarlos a ustedes.

-Tafita nos ayudó, con su rescate, tenemos que hacer algo.

-Mi hermana...-mire a Pax-no puedo perder a mi gemela, Pax... A ella no.

Pax miro el suelo.

-Partimos a Escrobick ahora mismo.

..........................

Narración: Omniciente.

Y todo comenzó a girar su ruleta de nuevo, El imperio que había caído por culpa de la traición dentro de uno de ellos, comenzó a moverse, Pero sus hijos, el futuro de Xae, se encontraban siendo trasladado a un lugar del cuál la misma familia desconocida..

Los tres Coro'l Novank, fueron llevados junto con Chilvary, fueron llevados con la promesa de no salir de su guarida hasta que las cosas no se calmaran, en cuestión de una hora la familia Muller Coro'l había llegado a Xae, quienes habían llegado junto con Padell el jefe de su ejército rojo, los pocos leales que les quedaban y se desplegaban atraves de la capital de escrobicks, Esgus.

Mientras que Chantra, junto con Setchif y Ivex, arrastraban a Nixie y Tafita con unas cadenas de oro por los pasillos del castillo de la familia imperial, Müller, Novank Coro'l, mientras se burlaban de cada una de las cosas que habían sucedido.

Cómo por ejemplo, haber conformado un caballo de Troya, dentro de ellos usando a Ramseun como el títere mayor procreador de todo un circo.

Del cuál ahora ellos se deleitaban, con grandes sumas de dinero, fabricas alrededor de toda Xae, y toda una población que se desvivía por la gran cantidad de estupefacientes que en cada calle recorria. Para este punto solo la magia de las hadas y brujas serviría, contra ellos.

Pero no era a ellos, lo que los valikruants necesitaban para hacer revivir la furia, que había Sido aniquilada por culpa de la droga.

Necesitaban a su reina, esa que tenía todo los hilos necesarios para ganar la guerra que en cuestión de horas había Sido proclamada.

No solo contra su familia, si no en contra a su reino, que estaba siendo exiliado mentalmente, Por qué tan fuertes eran las drogas, que su organismo neuronal se quemaba en nanosegundos, dejando a la persona muerta en vida, en dimensiones subconsientales, en pesadillas, en sueños e incluso en anhelos fantasiosos que nl sucedían, solo era la droga acabando con su organismo, sus células, desgastando las células azules sagradas y poderosas que la conformaban, esas que habían sido dadas como una maldición a Xae, desde los comienzos de la tierra.

Pero tan solo un gramo de energía, podría volver a reactivarla, podría avivar el fuego de los valikruants, de cada vampiro que había Sido incluso masacrado y sepultado, vivos bajo la tierra, esos que necesitaban de sangre para resucitar de entre sus trances, tal vez no era sangre lo que específicamente necesitaban para resucitar.

Chantra y Setchif habian planificado también la derrota de ambas especies, que se les olvidó por completo a cierta especie y cierto hombre lobuno, desdichado que había percibido sus planes desde el momento en que había huido del circo.

Ramseun recordaba todo con exactitud, recordaba como hablaban de sus planes una vez, lo hubieran dejado salir, Pero ese pequeño detalle se le esfumó a Chantra cuando no lo volvió a drogar, por qué ella no sabía que su dispositivo neuronal, ese varillaje había dejado de funcionar en Ramseun el día en que Belentinne y Pax Fueron liberados del circo.

Ramseun caminaba entre sus clanes, aullando a sus manadas las instrucciones, había vivido y convivido tanto con Pax, que sabía a ciencia cierta que su orgullo, no lo iba a dejar razonar y buscarlo, mucho menos ahora que Belentinne era solo para el.

por ende Ramseun tomo medidas descuidadas al momento en que el poco ejército de Belentinne cruzó a Xae, secuestrando a un gran grupo de valikruants, vampiros y lobos.

Se los llevo a su base de operaciones, y comenzó a forjar los cimientos de su contra ataque.
Ramseun quería venganza, quería recuperar a su esposa y su hijo, y lo lograría.

Por qué a Ramseun Novank, no lo iba a. Volver a joder, no... Ramseun se había cansado de interpretar el papel de un villano que nunca había Sido, estaba cansado de ser el débil en una relación de tres dónde ni siquiera, habían dos que lo tomarán en cuenta, Ramseun quería acabar con esa mierda.

Y así fue como Con todo un reino debilitado, y con el poco apoyo que Pax y Belentinne poseían.

El verdadero show, comenzo.

••••••••••••••••

Belentinne Müller.

Estábamos camuflados entre la gran algarabía que había alrededor de nuestro castillo.

Pax, Dallas, Dax y yo estábamos vestidos como granjeros, que habían llegado hace poco a Esgus, Pero me dolió mucho más cuando enfrente de lo que alguna vez fue mi hogar, había una tarima gigante, junto con dos pantallas que intentaba llegar hasta la cima de mi castillo.

A su alrededor cuatro jaulas, con cuatro mujeres diferentes me dejaron sin habla.

Dallas se encontraba a mi lado mirando el suelo, confíe en él plan que tenía Pax, según el, convocaría la furia de Krunts... Y yo, solo debía de alzarme, Padell y los demás estaban a nuestro alrededor camuflados. Protegiéndonos.

-¡Caída de los Coro'l! ¡Caída de los Coro'l! -Gritaban las mujeres

-¡larga vida a Chantra!-Gritaron detrás de mi-larga vida a Chantra.

Una niña, de cabellos dorados apareció en la tarima, las personas a mi alrededor gritaron, obligandome a tapar mis oidos por el ruido de tambores y cañones siendo disparados al cielo.

Los krunts me van a aniquilar, pero iba a ser lo que me tocara a hacer por mi pueblo.

-¡Especie renacida!-grito la niña, sus ojos amarillos recorrieron la multitud-¡hoy es la recaída de una tiranía que acabo con nuestras madres, nuestras hermanas!

-¡Caída de los Coro'l! ¡Caída de los Novank!-gritaron detrás de mi.

Realmente, no nos sentimos preparadas para la que viene.

Ni yo... Pero hace nada había entendido que así como vivía un día a la vez, también tenía que aprender a esquivar los golpes que venían, sin verlo.

Justo como el que me daba al ver a mis hermanas agotadas, débiles observando sus manos y el publico.

-¡Hay que quemarlos!

-¡pueblo de Escrobick!-grito-¡Yo! ¡Chantra Ren Müller! ¡Junto con Setchif Coro'l, Mi alma gemela y mi cuñado Ivex Coro'l!

Un silencio perpetuo se llenó por completo y mi mandíbula casi se cae al suelo, cuando dos pelirrojos casi iguales al mío, se posicionaron con una sonrisa de oreja a oreja en la tarima.

Mire a Pax anonada.

La niña esa... Era una maldita hada, se apedillaba como yo, tenía pequeños rasgos como yo... ¡Y era el alma gemela del tercer trillizo ingobernable!

¡Que golpe!

-No te creo está mierda...-Dijo Laila llegando a mi lado.

-Ivex y Setchif...-me miró Dallas-Tus hermanas realmente no saben escoger hombres, y tú aparecida menos.

Me toque el puente de mi nariz.

Si lo dice...

-No es por juzgar Belentinne, Pero comienzo a dudar de Pax-Dijo Laila a mi lado.

La mire rápidamente.

-Pax, sería incapaz de ponerme en peligro.

Escuché un bufido a mi lado.

-Despues de esto, no veré igual a Pax, así que discúlpame Belentinne, pero nosostros estamos aquí por ti, aparte fue Pax quien planeo todo. Quiero saber... ¿Él no está planeando entregarte, o si?-Dijo Dax-O mejor dicho, entregarnos.

Una chispa, me recorrió el cuerpo completo, la ira y las dudas estaban haciendo estragos en mi interior.

Así que solo me aleje, percibí el olor de la tierra mojada y me sobresalte mirando entre la multitud.

Te Desvinculaste, de tu alma hacia la de él, Belentinne, es imposible que huela igual.

-Controlate...-dije para mí misma.

Note que el cielo se estaba oscureciendo de un negro con rojo extraño, el viento comenzó a soplar fuerte, mire hacia la tarima donde la falsa niña que se hallaba ahí de pie, esperando unos cinco minutos más a qué me aparecíera, miro al cielo consternada.

-¡Hermanos, hoy nadie nos detendrá!-Grito Chantra, tomando las manos de ambos pelirrojos.

Un rayo partió el cielo, la multitud se exaltó.

-¡Estan equivocados...!-el cielo trono.

Mire a mis hermanas que se encontraba inconsciente en sus jaulas, los relámpagos comenzaron a iluminar el cielo, mi cuerpo entero vibró con la adrenalina recorriendo mis antebrazos.

Yo recordaba lo que esto significaba.

Estamos volviendo.

Mire mis manos, la intensidad de las líneas comenzaron a hacerse notar, y comencé a alejarme poco a poco, el ejército de Padel se encontraba cerca de donde se hallaban mis hermanas.

-¿¡Quien eres!?-Grito chantra-¡Revelaté ahora!

El piso entero tembló.

A mi alrededor grandes charcos de lava comenzaron a formarse.

Carajo.

Las hadas comenzaron a correr de un lado a otro, habían guardias de traje morado que indicaban que entraran al castillo, para usarlo de refugio, Ivex y Setchif bajaron de la tarima.

Paciencia Belentinne... Siento el fuego de nuestro espíritu fluir.

-¡No eres quien, para exigir nuestra identidad! ¡Simplemente eres una asquerosa hada intentando buscar un lugar en este mundo!-gritaron, pero esa voz la conocía.

Era Laila en defensa de los krunts.

Mierda no se podía estar callada, Chantra la miro, sus ojos amarillos como el maldito sol la aniquilaron.

-Estan aquí...-sonrio.

Maldije.

-SOMOS LOS KRUNTS, LOS UNICOS CON EL PODER PARA MANTENER ESTE MUNDO EN TOTAL EQUILIBRIO, ¿¡QUIEN ERES!?-La fuerza de su voz retumbó.

Y los ví.

Arboles, eran árboles con gigantes líneas de lava recorriendo sus troncos, sus raíces usados para caminar, el asfalto rompiéndose con cada metro que cubrían, la lava siendo uno con ellos y fue mi turno.

-No se te ocurra-oi la voz de Pax.

-Es ahora.

Me pare en medio de la poca multitud y me quite mi peluca.

-HEME AQUI CHANTRA-grite-Soy Belentinne Müller.

Ivex y Setchif se sorprendieron.

-Ataquen...-susurre.

Dax, Dallas. corrieron detrás de Setchif y Ivex, los cuales no notaron su presencia tumbandolos al suelo, una lucha entre Dax y Dallas comenzo, mientras laila y Padell rescataban a Tafita, Bella, Grecia y Nixie.

Chantra corrió hasta a mi, evite su primer golpe Pero no el segundo, el Cuál me tumbó al suelo.

Gemi de dolor al sentir la sangre, sus manos se alzaron y observe las líneas negras.

Funciona funciona.

El frío quemó las palmas de mis manos, Chantra había caído de para atrás gracias al fuego que logré expulsar.
Pero ella se levantó como si nada, el líquido estaba en su torso Pero...

Mi fuego no la quemaba...

No, esto no era posible.

-Para ser nuestro primer encuentro, papá no te educó muy bien.

Saque de mi espalda el cuchillo, que tenía para este momento, ella comenzó a dar vueltas a mi alrededor.

Un ligero olor a canela siendo quemada inundó el lugar, mire detrás de ella, Pero la distracción me tomo por sorpresa cuando con su puño me lanzó al otro lado del asfalto.

-Yo no estoy para esto...-gemi- por el demonio...

Ahora recuérdame como mierda usaba mi magia, maldición...

Con gusto.

Los puños de Chantra comenzaron a iluminarse, un aura amarilla la envolvio, sus facciones se tornaron mucho más maduras, un latigo rompió el cielo cuando su mano se dirigio hacia a mí.

Una ráfaga de aire me movió aún lado cuando justo una mano invisible corto la tierra donde estaba.

¿Cómo...? ¿Cómo carajos?

Mire a mi lado, Pero el olor de la tierra húmeda apestaba en mi.

Alguien me había ayudado. Y Yo conocía esa magia, ese olor.

El ruido de varias espadas chocando y armas siendo disparadas llenaron el lugar, Pax y Padell estaban peleando con espadas y pistolas que resonaban por todo el lugar.

Me levanté para enfrentar a Chantra, corrí hacia ella sin importarme lo que sentía y olía, me fui de bruces contra ella, mi velocidad salió a relucir enroscandonos a ambas en una pelea.

Tenía la misma fuerza que yo, me igualaba en poder, su magia hacia que cada golpe temblará cuando me lo propinaba.

Clave el cuchillo en su torso cuando se descuido, y sus brazos me tomaron contra la tierra.

El golpe me aturdió por completo, comencé a ver luces blancas, el dolor en mi brazo me alertó de que se me había roto, intente levantarme, mi cuerpo crujió ante el movimiento y ella se alzaba en el aire con una sonrisa triunfal.

-No siempre, se tiene el mismo poder dos veces en tu eternidad Belentinne-Dijo ella.-Ahora verás como soy digna de ser la reina de Krunts, te derrote y según tu propia ley estipulada todo ser que se crea superior al de su monarca puede ser enfrentado. Siempre y cuando hayan lazos reales y adivina... Soy tu hermanita-Se rio, su risa infantil lleno por completo el lugar.

Me levanté lentamente, usando mi magia como poder.

Quiero probar la sangre de hada, ¿Nos haces. El favor de servirnos el banquete?

Chantra quedó elevada en el aire, su cuello se torció y ella miró en un punto detrás de mi. me congelé por completo.

El olor de la tierra húmeda revoloteo por mi nariz encendiendo cada parte de mi cuerpo.

Oi el grito desgarrador de Dallas.

-¡DALLAS!-Grito Dax.

La gran cantidad de sangre blanca se esparcia por todo el suelo.

Nonononono, Dallas no, comencé a correr hacia ellos Pero una voz.

Su voz, me detuvo.

-¿Acaso no habíamos hecho un trato?- su voz estaba demasiado cerca de mi-Pense que eras una mujer de palabra, Pero para ser sincero me gusta que admitas que soy tu monarca.

A lo lejos percibí a Pax enfundado en una batalla, Laila había desaparecido las jaulas estaban vacías, lo que alguna vez fue el jardín de entrada de mi casa se había vuelto en grandes charcos de colores.

Setchif se alzó victorioso mirándome.

-Belentinne-lo oi-¿Al fin me darás pelea?

-Ella no va a discutir con nadie.

Mi cuerpo entero vibró, su cercanía, su presencia, maldición. Su jodida voz.

Observe a Chantra en el aire y con una última mirada hacia Setchif prometiendome que sería rápida, me gire para verlo a él.

Es una alucinacion...

Tal vez lo era, pero su cercanía, sus pasos lentos, su altura, sus ojos azules chispeando con esas motas moradas y toda esa jodida aura que ahora estaba negra a su alrededor haciéndolo ver más poderoso.

Más bestial, más feroz.
Me hizo sonreír de alegría.

La electricidad recorrio mi cuerpo por completo, y por un momento creí que mi corazón había vuelto a la vida.

Todo lo que había dado perdido por el, renació nuevamente.

-Ramseun...-Dije.

Una lágrima cayó por mi mejilla, él se quedó viendo mis ojos, su semblante se suavizó de una forma que...

Si respirara ahorita, estaría ahogandome, poniéndome roja o no se pero... Oh demonios, mi lobo.

Intente dar un paso hacia él, cuando el movimiento de un objeto contundente me traspaso el torso entero.

Gemi de dolor, no lo oí.

-¡Belentinne!- gritaron dos voces distintas al unisonio.

El filo de un gran espada, y el ardor que Escocia, como el maldito fuego del infierno, ardiente, me paralizó, la presión del mango aún estaba fija en la espada

-Recuerda que nunca debes, darle la espalda al enemigo-murmuro Setchif detrás de mi-Me alegra haber Sido yo quien te mato.

Intente mirar detrás de mi, Pero el dolor me obligó a caer en el suelo.

-¡Maldito!-Grito mi pelirrojo.

Sentí como me quitaron un maldito peso de encima.

pegue mi nariz a su pecho cuando se arrodilló enfrente de mi, el dolor agonico de la espada era algo que llevaba años, sin sentir.

-Mi preciosa no...

Oi la horda de Miles de lobos aullar, los brazos de Ramseun se elevaron a nuestro alrededor en busca de poder tocarme sin lastimarme.

-No te voy a perder de nuevo Belentinne.-El timbre ronco preocupado de su voz me hizo sonreír, removí mi rostro hundiendome en su cuello, mis lagrimas estaban empañandolo por completo.

-Rams...-mi voz salió un poco ahogada-Dex... Adar...-Intente abrir mi boca Pero la cantidad de sangre era demasiada.

-Sshh, esto te va a doler, no hables.-Tome su camisa entre mis manos, cuando su torso se elevó, sentí como sus manos empuñaron la espada dentro de mi.-1... 2... 3...

-¡AHHHHH!-Grite.

El escosor me dejó sin aliento, la espada cayó a nuestro lado, Ramseun me acostó con cuidado en el suelo y chille cuando puso su mano en mi herida intentando contener la hemorragia.

Ramseun alzó su vista enfrente de él, sabía que tenía Miles de lobos a nuestro alrededor Pero si iba a morir, quería verlo aunque fuese por última vez solo a él.

El dolor en mi pecho me hindico el dolor que ambos iban a comenzar a sentir, mi cuerpo entero poco a poco dejo de tener las mismas fuerzas.

-¡ataquen ahora!-grito detrás de si.

-¿Que... Ocurre?-Le pregunte suavemente.

Pero el sonrió a medias.

-¿Aún muriéndote y te preocupa tu pueblo bonita?-Oi su voz en mi cabeza, quise sonreír Pero salio como una mueca.

Ramseun... Si supieras que hay cosas que nunca cambian...

-Cuida a Dexter...-Susurre en un hilo de voz, el agotamiento me estaba obligando a cerrar mis ojos.

Yo podía mantenerme firme un poco más, yo podía...

-Quedate conmigo, y no digas eso tu lo harás, por favor, -Tomo mi rostro manchandome con mi propia sangre- sé que la cague, se lo que hiciste, se que solo anulaste nuestro pacto, y no dejaste de ser mía como me habia temido, pero no me dejes Belentinne, no ahora, no que tengo miles de cosas por explicarte, no me hagas esto preciosa.-Dejo un beso en mi frente.-por favor...

Su boca se transformó en grandes dientes filosos... Tantos años haciendo lo mismo, y justo ahora me sorprendí por como sus dientes cambiaron, rasgo su muñeca con su boca, y me puso su muñeca contra mi boca para que bebiera.

Gemi de dolor y placer...

Su sangre era tan tibia, con ese sabor extraño a cacao... Demonios si me iba a morir ahora que fuera bebiendo de él, su herida se cerró y lo mordi fuertemente.

-lo merezco...

Ninguna sangre se comparaba a la de mis almas gemelas Pero entre Pax y Ramseun...
Demonios, intente absorber cada vez un poco más Pero la herida se cerraba.

-¿Por qué no te Sanas Belentinne?-Dijo preocupado-Tus heridas no cierran, maldita sea.

La debilidad me consumió en cuestión de segundos, comencé a ver borroso, el cielo estaba oscuro pero no porque anocheciera.
Eran los krunts.

El cabello azabache de Ramseun se movía de un lado a otro, Pero... No lo veía por completo, sentí un par de manos apretar mi herida... No pude musitar palabra alguna.
El recuerdo de nuestros años juntos, recayó sobre mi.... Había vivido bien, había amado a dos hombres.

Había tenido tres maravillosos hijos... Había gobernado por más mil quinientos años, dos reinos fantásticos, había viajado, conocido...
Había tenido la prueba de que el amor era real...

Apesar de lo que ocurrió con el circo... A pesar de las confusiones y la falta de seguridad.

Por qué estábamos tan acostumbrados a que nada sucediera por milenios, yo lo amaba, y yo necesitaba que lo supiera.

Intente hacer lo posible para que me mirara, pude notar como millones de hilos negros recorrían mi antebrazo, mi piel estaba tan blanca...

Iba a morir.

-Perdon Ramseun...-Dije.

La vida se estaba yendo de mi cuerpo, solo oía el llanto de mis hijos.

-No, no, no...-Rugio con agonia, sus brazos me tomaron, su aroma me invadió por completo-No, bonita, No, necesito que me encarceles en las malditas mazmorras, que me pelees que me grites, que me excites con tu maldita terquedad, no me dejes Belentinne Muller, ¡TE PROHIBO QUE ME ABANDONES!-grito.

Mis lágrimas, las pocas que tenía, humedecieron mi rostro.

-No, no, no, no, mi pelirroja-Oi a lo lejos la voz de Pax, sus manos tocandome, su boca besando mi frente-Mi amor, no nuestros hijos, ¡BELENTINNE!

-Los amo...

-Preciosa, tienes que torturarme por lo que te hice-Oi a ramseun-Belentinne por favor...

Estaban juntos, justo cuando me moría, sonreí viendo el reflejo de mi pelirrojo, sus ojos llenos de sangre roja pintando su hermoso rostro.

Y luego mire a Ramseun, sus ojos azules como el cielo, ríos de lágrimas azules manchando su piel blanquecina...

Tan opuestos... Tan míos...

todo mi universo se apago, por completo.

Millones de destellos colapsaron a mi alrededor, mi cuerpo entero se sintió menos pesado, más relajado, Más calmado.

Comencé a creer que este era mi puente al otro mundo, Pero Miles de voces me llamaron.

Eran sus gritos, sentí su dolor en sus voces, los reclamos las quejas, el orgullo los gritos de victoria...

Era como estar viva entre todos.

Pero se sumió un silencio eterno.

-Belentinne...-Susurraron.

¿Me llaman?

Una luz emergió por completo, encegueciendome, tanto que no lograba ver nada.

Morí, eso sucede morí.

-¡Belentinne...!

Diablos, ¿Por qué aún los oigo?

Mi cuerpo se relajo aún más, ¿Esto era la paz? ¿Así se sentía morir?

Un calor me consumió entera, tan tibio que el frío que no había percibido, me acobijo. sentí el resplandor de mi propio fuego, quemarme, las palmas de las manos, mis ojos punzaron con ardor, mi cuerpo abriéndose, como si fuese un río de lava, como si estuviera viva, como si estuviera expulsando lo poco que me quedaba de mi vida.

¿Estoy muriendo? O... ¿Por qué me siento así?

-Belentinne...-lo oí a él.

El recuerdo de mis hijos se pegó como una calcomanía en mi cabeza... Mis esposos, mis hermanas, mi reinado, mis asesinatos...

Mis padres.

el sonido ensordecedor y chispeante de cosas quemándose me obligó a girarme y buscar de donde provenían, Pero todo era tan blanco que... No veía nada, Estaba ciega.

hasta que sentí que caí en el suelo, mi cuerpo golpeandose contra el pavimento Y la luz a mi alrededor se apagó nuevamente.

....

Capítulo final.
Wow...

Capítulo final y... Intenso wow...

Prometo editar los errores al haber publicado el epílogo.

Muchas gracias por esos 6K.

Nos leemos.

Noioso11.

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