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𝟏𝟐━━━━thank you

Dione se revolvió entre sus sábanas deseando quedarse en la comodidad de su cama, pero le había prometido a Hydra que iría acompañaría a los Merodeadores a Hogsmeade para pasar, al fin, un día tranquilo.

Se levantó, se duchó y se colocó un vestido ajustado de lana negra, largo hasta las rodillas y de tirantes anchos, que adornó con un cinturón blanco de hebilla plateada y una gabardina beige, la cual se colocó sobre los hombros sin meter los brazos sobre las mangas. Todo aquello conjuntado con unos botines blancos. Sabía que vestía demasiado formal, pero era el estilo que le obligan a llevar desde pequeña. Y honestamente, le encantaba su forma de vestir.

Siendo fin de semana, nadie vestía el uniforme reglamentario, y cada quien llevaba su estilo propio sobre su cuerpo.

Caminó con la elegancia que la caracterizaba hacia el Gran Comedor, y cuando entró, se dirigió hacia la mesa de Hufflepuff para besar la mejilla de su hermana y darle los buenos días y de paso saludar a la hermana pequeña de Crystal, quién era mejor amiga de Chiara. Después, se sentó en la mesa de Gryffindor al lado de Hydra y frente a James. Este último le sonrió y ella solo le saludó alzando una ceja cuestionando esa acción. Él hizo un puchero con los labios y apoyó su barbilla sobre su mano.

—Te lo dije —se burló Sirius.

—¿Qué le dijiste? —preguntó Dione con sospecha mezclada con curiosidad.

—Nada. —dijo James de inmediato.

—Él y Sirius han hecho una apuesta para ver si James es capaz de hacerte reír o de sacarte al menos una sonrisa. —respondió Hydra colocando el brazo de Peter alrededor de sus hombros.

Él besó su cabello en respuesta. Y Sirius fingió vomitar, sacando una sonrisa a los presentes.

—¡Ha sonreído! —señaló James.

—Yo también tengo mi corazoncito. —ella recitó las palabras que Potter le dijo cuando le ayudó a escribir sus disculpas.

—¿Te atreves a usar mis propias palabras contra mí? —preguntó el chico de gafas redondas.

Colocó una mano sobre su pecho dando más dramatismo a su pregunta. En cambio, Dione solo le guiñó el ojo a la vez que se llevaba una galleta a la boca. ¿Ya andáis con secretitos? Esa fue la pregunta que provocó que Hydra se llevará un golpe en la cabeza por parte de su mejor amiga. La melliza de Sirius no se quedó atrás y le devolvió el golpe. Dione la miró con la boca abierta, como si no esperara que se lo devolviera con más fuerza que la que ella había ejercido.

La primogénita de los De Armas decidió hacer algo que sabía que a su amiga le desagrada y bebió agua de su vaso. Cuando vio sus intenciones, Hydra se levantó con rapidez y comenzó a correr hacia el otro lado de la mesa quedando enfrente de su amiga.

—Di, ni se te ocurra. —le señaló tratando de que cambiara de opinión.

Dione aprovechó el permiso que Dumbledore le había dado para aparecerse en Hogwarts, y desapareció de su vista en un parpadeo al mismo tiempo que sentía como alguien le tocaba el hombro. Se dio la vuelta y sintió un chorro de agua impactar contra su cara seguido del sonido de unas carcajadas. Abrió los ojos y vio como Dione, los Merodeadores y algunas personas de su alrededor se reían de ella por el agua que caía por toda su cara.

—¡Qué asco! —gritó.

Tuvo intención de coger el vaso de Sirius y devolverle la jugada a su amiga, pero antes de que pudiera tocarlo, Dione le agarró la muñeca y ambas aparecieron en la habitación de la chica que pertenecía a la casa de los leones. Allí, la slytherin le dijo que dejara de protestar y le limpió la ropa con un movimiento de varita y la pronunciación de un hechizo, para poder ir finalmente a Hogsmeade.

Aparecieron en la salida de Hogwarts, esperaron frente a una carroza al resto de los Merodeadores y cuando ellos llegaron subieron al carruaje que los llevaría al pueblo.

—Pet y yo tenemos una cita —anunció Hydra—. Así que hoy no estaremos con vosotros en Hogsmeade. —finalizó cuando todos bajaban de la carroza.

—Pues disfrutad de la cita. —les dijo Remus.

Sirius recibió un codazo por parte de su hermana, gesto que no pasó desapercibido por Dione.

—Oh, sí, sí. Remus y yo tenemos que resolver un asunto, así que nos vemos a la hora de la cena. —se excusó.

Una bombilla se encendió en la cabeza de la slytherin, dándose cuenta de que era lo que estaba sucediendo.

—No serás capaz. —le retó a su mejor amiga.

Hydra se despidió lanzando un beso al aire con su mano y entrelazando sus dedos con los de Peter. Sirius, en cambio, le ordenó a Remus que comenzara a correr, y acatando su petición, ambos desaparecieron del campo de visión de la pareja restante.

—¿Qué acaba de pasar? —preguntó James con confusión.

Dione le contó que Hydra sabía lo de su casi beso y que ahora ella buscaba venganza por lo que había pasado en el desayuno. Él le recriminó el hecho de haberle contado aquel suceso a la chica, pero ella le recordó que la hermana mediana de los Black era su mejor amiga y le había contado que él también le explicó lo que había sucedido en el aula de pociones.

—¿Quieres tomar algo en las Tres Escobas? —ella le preguntó viendo que no tenían nada más que hacer.

Él asintió y ambos se dirigieron hacia el bar donde se sentaron en una mesa y pidieron al camarero dos cervezas de mantequilla. Un silencio incómodo se instaló entre ambos.

—James —él levantó la mirada de los anillos que adornaban sus manos, y con los cuales había estado jugando hasta que escuchó su nombre por parte de la chica que estaba sentada frente a él—, no te lo he dicho hasta ahora, pero quería agradecerte por ayudarme con Transformaciones. Eres mejor maestro de lo que imaginaba; mis notas han subido bastante. -terminó justo cuando les sirvieron las bebidas.

Él le sonrió y negó con la cabeza- No hay de que. Aunque no sé si sentirme halagado u ofendido por lo que me has dicho. -comentó después de darle el primer sorbo a su cerveza.

—Halagado. —se limitó a responder.

El silencio reinó unos segundos más hasta que él decidió romperlo.

—Oye, Di —ella lo miró a los ojos dando a entender que lo escuchaba—. ¿Responderás ahora mis preguntas? —la chica frunció el ceño sin entender a cuáles se refería—. Las que te hice en el aula de pociones pero que no respondiste.

Ella levantó ligeramente la cabeza al darse cuenta de que hablaba. Enseguida negó con la cabeza con una sonrisa ladina y le preguntó por qué debería hacerlo.

—Porque voy a acogerte en mi casa y me gustaría saber quién duerme en la habitación contigua a la mía. —le respondió descansando su cuerpo en el respaldo de la silla sin apartar la mirada de la chica.

Ella accedió a responder las preguntas que le hiciera, más no prometió responder todas y cada una de ellas; solamente resolvería las que a ella le apeteciera. Y James estaba más que conforme con eso. Dorado, gato, las Arpías de Holyhead... esas eran las repuestas que le daba con cada pregunta que él formulaba. Dione reveló la información que James le cuestionaba con bastante entusiasmo, y aunque no lo admitiría en voz alta, eso se debía a que ella estaba realmente encantada con el hecho de que alguien estaba interesado en conocerla en su verdadera faceta.

Cuando pagaron sus consumiciones y salieron del local, ella lo acompañó a Zonko para comprar el material para bromas que comenzaba a escasear. Al ver tantos productos, Dione le sugirió algunas ideas y James quedó fascinado con la cantidad de propuestas de bromas que tenía para realizar hacia su antiguo grupo de amigos; se notaba el rencor que guardaba hacia ellos con cada plan que trazaba para molestarlos.

—Tienes una mente muy retorcida. —dijo James.

Bajó ligeramente la mirada para encontrarse con los ojos de la chica quien lo miraban con una pequeña sonrisa. Ella simplemente se encogió de hombros.

—La misma que tú cuando planeas bromas para Snape.

Giró sobre su propio eje y le dijo que lo esperaría en la entrada del establecimiento.

Honestamente, nunca se imaginó que acabaría llevándose tan bien con James, y mucho menos que disfrutaría de su compañía durante un día entero. Porque a pesar de ser bastante diferentes entre ellos, siempre tenían algún tema de conversación para sacar a relucir. Incluso cuando estaban esperando para pagar los dulces que habían comprado en Honeydukes, lograron entablar una conversación para hacer la espera más amena.

Dione por fin se sentía libre después de mucho tiempo, y sin tener ningún drama de por medio. Había podido pasar un día tranquilo con la última persona con la que esperaría pasar el último sábado antes de las vacaciones de Navidad. Estaba agradecida con la oportunidad que la vida le estaba dando. Sabía que esa paz no duraría mucho, ya que cada semana había una noticia nueva acerca de ataques hacia los nacidos de muggles, pero sin duda alguna aprovecharía la calma hasta el último momento en el que tuviera que luchar en la guerra que se avecina.

después de mil años he actualizado 👏🏻👏🏻👏🏻
anyway so, como disculpa os dejo algunos memes sobre el cap

espero q os haya gustado y si es así no olvidéis votar y comentar

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xoxo
lady a