✨Capítulo Veintiuno
Jung Kook arqueó la ceja y se cruzó de brazos escuchando a su muchacho. Habían pasado varios días desde su nuevo cargo como director ejecutivo de Kore Play, pero no habían sido los suficientes para que se dejara de hablar del tema en la empresa, ni del levantamiento de su castigo.
—Lo que te he dicho, iré con Min Ho del equipo de programación del H13 a ver el juego de los Bulletproof, hemos quedado desde hace días —Jung Kook no sabía con exactitud qué cara poner ante la mirada de su Osito.
Tae Hyung estaba en su total derecho de salir, pero eso no significaba sentir celos, habían estado bastantes días distanciados, en otra situación no le hubiera afectado siquiera, él no era un hombre inseguro, pero Tae Tae escondía muchos secretos y confiar era difícil.
—Supongo que me estás avisando.
—Lo hago, volveré antes de medianoche, papi —Jung Kook no quitó su mirada, es más, se volvió más intensa, porque faltaba algo, pero ninguno de los dos completó eso que faltaba, un beso de despedida.
—Adiós entonces —asintió yéndose de la oficina donde Jung Kook jadeó en su soledad. Era una dulce tortura, pero Tae Hyung estaba castigado y era para variar "No actividad sexual", lo que significaba, no sexo, no besos y no abrazos, lo iba a cumplir hasta tiempo indefinido.
Salió de la oficina después de dos horas desde que Tae Hyung se fue, había quedado en diez minutos para una reunión con Nam Joon aunque fuese virtual, porque desde su loco amor por el CEO del París Rock, parecía estar siempre ocupado.
Llegó a su cocina donde una mujer de piernas largas y casi desnudas porque apenas usaba una pequeña falda celeste y algo de ropa superior, se hallaba lavando platos, no le costó darse cuenta que se trataba de su empleada conflictiva.
—No es hora de que esté aquí —sonó su voz fría antes de cruzarse de brazos, la mujer pareció haberse asustado—. Váyase a descansar, la hora de trabajo se acabó. Sé que es nueva en el puesto, pero el uniforme es primordial, eso y el respeto de horarios. En mi casa después de las diecisiete ningún empleado puede estar aquí, solo la señora Kimura si es mi petición. Lo he mencionado la última vez que la vi aquí fuera de su horario.
—Sí señor Jeon, lo siento mucho, olvidé terminar con la limpieza en la cocina y recién me había acordado. Ya me iré —vaciló con su voz y su meneó sutil de caderas cuando se agachó para guardar unos sartenes en las gavetas inferiores del mueble.
Jung Kook no se había dado cuenta de la acción, su mirada estaba fija al celular, su pequeño Osito estaba demasiado activo en Instagram posteando fotografías del estadio, selfies y uno con el tal Min Han de programación H... bueno, él no recuerda, pero sería bueno hacerlo.
Ella volteó a mirarlo, pero se disgustó al notar que no estaba siendo apreciada —Le he dado una orden —mencionó adentrándose a la cocina cuando la mujer seguía ahí sin querer obedecer. Ella asintió sin dar largas, dejándolo solo—. Kim Tae Hyung —murmuró jadeando buscando probabilidades en lo más profundo de su cabeza.
20:00
No podré conectarme para nuestra reunión, ve a la oficina mañana si puedes, Namnie, por favor come bien y cuídate.
Yoon Gi frunció el ceño demasiado extrañado para su gusto. La persona que cuida su entrada había mencionado que un tal Jeon Jung Kook estaba afuera esperando entrar. No tuvo que pensar demasiado en una decisión y aun así con su ropa de pijama fue a atenderlo. Que su mayor enemigo estuviera de pie en el suelo blanco de su entrada era una extrañeza completa, desde su pelea no se habían vuelto a ver.
—No tengo idea qué haces aquí.
—Ni yo porque me dejaste pasar.
—Bueno, es una incógnita que responderé y tú responderás la mía. Te deje pasar para saber lo que quieres, tu turno.
—¿No me invitas a un Jack Daniels?, ¿o sigues bebiendo tequila?, ohh, es verdad, llevaste rehabilitación —vaciló con sus brazos cruzados.
—Un Daniels está bien —su tono de voz estaba relajado, no iba a dejarse llevar en provocaciones de mierda. Ambos se adentraron al salón y no fue demasiado lejos para conseguir el whisky—. Qué haces en mi casa, es sábado, ¿no hay nada mejor que hacer?
—Tae Hyung salió.
—Ya veo —dejó el vaso medio lleno, pero Jung Kook lo bebió hasta acabar dejándolo en la mesilla y mirándolo para que le sirviera más—. ¿Están peleados o algo?
—Un poco, te defiende y se opone a decirme lo que sucede en verdad, solo me da verdades a medias.
—Para empezar deberías saber que entre él y yo no hay, ni existirá nada romántico.
—Es algo que podría creer si no fueras un jodido enfermo.
—Cielos Jung Kook es muy temprano para sacar esa carta. Tae Hyung no es atractivo para mí de ninguna forma sexual.
—¿Cómo carajos se conocen? Le llevas dieciocho años encima. Y ya sé que nunca ha trabajado para ti —su vaso de cristal volvió a caer vacío sobre la mesa y Yoon Gi volvió a llenarlo antes de rellenar el suyo—. Es antinatural su amistad, no lo entiendo.
—Lo conozco desde que tiene ocho años, eso es todo lo que voy a decir. Si después de eso crees que me interesa románticamente, amigo, estás muy mal, él es mi familia, y si guardamos este secreto es para protegernos de cualquier mierda, y no vamos a exponerlo por ti. Demuestra que eres de fiar y cuando lo seas, él estará aliviado de contarlo —Jung Kook se llevó el vaso a la boca.
¿Qué carajo estaba diciendo?, conocía de los Min tanto como su conocimiento en la jardinería, lo cual era muy poco, su cactus murió a la semana de comprarlo, ¿a quién se le muere un cactus tan pronto?
—Y ahora que has venido, te lo diré de frente ¿En que mierda estabas pensando para llevarlo a vivir a tu casa?, ¿crees que está desamparado?, estás equivocado, mientras viva a él no le faltara nada.
—No vive conmigo porque lo robé, ni por gracia divina o caridad...
—Entonces explícate, ¿crees que puedes llevarte a un chico sin preguntarle a su familia?
—No seas obsesivo, es mayor de edad, puede hacer lo que quiera.
—No me importa, no puede hacer tonterías así... —jadeó—. Mierda, ¿crees que apoyo la idea de que estés con él?, es mi... mierda, ¿qué pretendes? Conozco a tu familia, a sus jodidas ambiciones, no voy a permitir que se burlen de él. Jung Kook, ellos jamás lo aceptarán.
—¡Pero eso no me importa! Tae Hyung hace... que no pueda pensar cuando estoy con él, hace en mí lo que nunca creí que me harían... al punto de que no me importa que oculte cosas, no me importa porque lo quiero —Yoon Gi ya no volvió a rellenar el vaso, tan solo le entregó la botella.
—¿Cómo puedes quererlo así?, no se conocen.
—Tú no sabes nada... él ha estado para mí... siempre, no puedo recordar ni un solo jodido momento del día donde su bonita sonrisa no estuviera y... quizá he sentido esto por él un año o más... quizá comencé ese estúpido juego en Pied Piper para olvidarme de él... —lo vio llevarse la botella a la boca y arrugar su frente cuando la dejó—. Ha llenado un vacío en mí... antes de tenerlo... creí que haría lo que debía, casarme con quien sabe quién para mantener paz en mi familia, quizá ser un poco sumiso como Se Hun ante mi padre... pero ahora quiero luchar por lo que quiero y lo quiero a él con todas sus verdades a medias... y sus secretos —Yoon Gi arqueó la ceja sin entender cómo era posible, conocía a Jeon Jung Kook, pero el hombre frente a él parecía ser otro.
—Pap... —aplastó sus labios al ver a Jung Kook junto a su papi—. Ohh.
—Estás en problemas, Min Min —Ji Min se cruzó de brazos, era obvio que lo estaba. Jung Kook levantó su mirada encontrando a su mejor amigo en ropas cortas, pero era obvio que estaban en una pijamada o algo así, su visión estaba borrosa y tampoco tenías ganas de hablar sobre nada—. Deberías descansar, beber más de la mitad de una botella a los cuarenta no es del todo sano. Ayúdame cariño —Ji Min asintió. Jung Kook se recostó en el sofá, iba a esperar que se le pasara un poco el alcohol para regresar a casa.
Tae Hyung estaba junto a Min Ho, el partido había sido genial para la casa, su equipo ganó y su experiencia en el partido fue grandiosa. Pudo ver de cerca al jugador Kim Yeon Jun, había sido una locura.
Estaban cenando en un restaurante cercano a la zona, Tae Hyung no tenía problemas para conversar, pero Min Ho estaba volviéndose más tímido, quizá porque ya se acaba la salida o porque su invitado no estaba notando lo que sentía por él.
—No puedo creer que ahora eres mi jefe —Tae Hyung se rió, pero no se sentía así con ninguno de sus colegas de Kore Play—. Lo que quiero decir es que me alegra que estemos trabajando para ti.
—Gracias Min Honnie, a pesar de ser temporal espero que logremos acabar el proyecto para el hotel en Itaewon antes de vender la desarrolladora.
—¿Por qué el señor Jeon quiere venderla? Ganaría más dinero si la conservara.
—No todo es dinero... sabe hasta dónde puede llegar su límite, y Epiphany Paradise es su mundo, después tendrá que manejar SL Group, él es muy apegado y dedicado... no podrá dejar su empresa a la suerte y solo recibir el dinero, le gusta empaparse de lo que trabaja.
—Sabes bastante sobre él, pero ahora que lo dices puede que tenga más sentido.
Después de la cena. Tae Hyung se despidió con una sonrisa y agitando su mano, sin ningún contacto físico, era una salida de amigos, y para Min Ho fue más claro ahora que su amigo no estaba interesado en él.
Había llegado a casa a una hora de un buen chico. Cambió su ropa por el pijama, con crema y cepillo fue al dormitorio de papi para que cumpliera con sus obligaciones, pero por más que tocó nadie lo recibió.
No quería llevarse un castigo, pero estaba preocupado, solo le dio un poco a la manija y desde la rendija se percató que la luz estaba encendida y la cama tendida.
Entró al dormitorio llamándolo, pero nadie respondió, fue a todos los rincones de la casa donde tenía acceso y no estaba. Le dejó varios textos y llamadas, aunque ninguno fue respondido, se subió a la cama ocupando su lugar y sin más se quedó esperando.
Yoon Gi se había cruzado de brazos mirando a Ji Min sobre la cama, el menor colocó sus manos sobre la cintura y le retó con su mirada molesta.
—Sí quieres enojarte hazlo... pero no iba cubrirlos, él quería venir y hablar contigo.
—Te lo he dicho, el secreto que comparto con Tae Hyung no es romántico. Cuando sea buen momento se lo diremos, algo que no es ahora. Y por tu desobediencia vas a recibir un castigo.
—Pues no debería, es tu culpa.
—Reclama una vez más y serán tres —Ji Min torció los ojos, los recibiría, pero no estaba conforme. Quería confiar en su papi, pero para ese punto no estaba seguro de que debía hacer ¿Cuál sería ese secreto?
Bajó sus pantaloncillos y aparentando con los dientes su labio inferior recibió dos dulces bofetadas en sus nalgas, no demasiado duro para doler, pero sí lo suficiente para gustarle.
Yoon Gi sabía que tarde o temprano Jung Kook se haría notar con el tema de Tae Hyung, no era fácil enterarse que su novio visitaba a escondidas a otro hombre, ¿cómo creerles que entre ellos no había nada romántico sin mostrar pruebas?, lo entendía, pero si los querían debían aceptar al menos esas verdades a medias por ahora.
-: ✧ :-゜・.FairyWinB
Muchas gracias por leer☺❤
Tengan bonito día 💜
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