Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

7. 𝑼𝒏𝒂 𝒎𝒂𝒓𝒂𝒗𝒊𝒍𝒍𝒐𝒔𝒂 𝒅𝒊𝒔𝒕𝒓𝒂𝒄𝒄𝒊ó𝒏

📅 SÁBADO 14 DE AGOSTO DE 2021

Darcy hace conmigo lo que le da la gana. Es la única persona que lo hace, pero es que encima yo, estoy encantada de dejarme "manejar" por ella. Me tiene loco la pelirroja. En sólo unos días tengo más confianza con Darcy que con gente que conozco de más tiempo. Pero es que es tan real, tan divertida, alegre, despreocupada y tan valiente. Hay que tener mucho coño para hacer lo que ha hecho. Largarse a la otra parte del mundo abandonándolo todo. Es digna de admirar. Por eso me gusta tanto.

- Vamos, Maximus, mueve el culo -ruedo mis ojos haciendo otro complicado giro para tenerla de nuevo en mis brazos.

- No es Maximus, es Max Emilian -le digo siendo yo ahora el que gira. Darcy me ha arrastrado a una clase de bachata. Odio bailar. Solo lo hago con un par de copas de más, y ahora, sin embargo, lo estoy disfrutando.

- Humm. Me gusta más. Tienes nombre de emperador romano, de los que conquistaban territorios -Darcy me saca la lengua y se agarra a mi cintura girando de nuevo.

- Luego si que voy a arrasar yo con tu territorio, ese que está entre tus piernas.

- ¡Max! -recibo un puñetazo de Darcy en el brazo, pero, ella, lejos de molestarse se pone a reír. La atraigo hacia mi pecho y le doy un pequeño beso mientras seguimos bailando.

La pelirroja me tiene bailando bailes latinos, de los cuales, yo no tengo ni puta idea, y ella encima, baila increíble. Pero, a mí me gusta aprender, y de paso, rozarme con ella. La giro hasta que su espalda choca con mi pecho y pego mis caderas aún más a ella. Un pequeño gemido sale de su boca cuando mis manos se pierden por su culo.

- Eres muy malillo, Max -me dice ella cuando se gira y pone sus manos de nuevo en mi cuello.

- No te haces una idea.

La clase dura unos minutos más, después de los cuales, yo ya estoy reventado. Esto es peor que los libres de Monza. Darcy me da una de las botellas de agua y le doy un buen trago mientras caminamos de regreso a nuestros bungalow.

- ¿Podemos quedarnos todo el día en la cama, por favor? -le suplicó a la pelirroja. Yo ya no puedo tirar más de mi alma.

- Eres un rollo, Max. Estamos en un paraíso tropical, y tú sólo quieres follar.

- Follar contigo, que hay que especificar, Darcy. A ver, ¿Qué te pasa?

Le doy la vuelta para que se gire hasta tenerla delante de mi. Me mira un poco fastidiada frunciendo el ceño repetidamente.

- Pues pasa que no sé cuándo me voy a ver en otra de estas Max. Que yo he podido venir aquí porque el viaje de novios lo pagaron los padres de mi ex, que sino, ni eso...

- ¿Le has robado a tus exsuegros?

- ¡Max! -Darcy me da un codazo y me mira algo indignada. Aprovecho y la agarro de la cintura para tenerla entre mis brazos.

- Lo siento, charme. Entiendo que quieras disfrutar de cada segundo de estas vacaciones. Y yo sólo te estoy distrayendo.

- Eres una maravillosa distracción, Max.

La separo de mi pecho y acerco mi boca para besarla. Es lo que necesito de ella. Lo que mi cuerpo pide. A ella. Jamás había sentido una conexión tan fuerte con una mujer como con Darcy, y no estoy dispuesto a perderla. Necesito más de la pelirroja.

- Perdonar -la desagradable voz del pelirrojo de la despedida de soltero nos hace separarnos cuando más estaba disfrutando del beso.

- No, no te perdono -le digo tirando de Darcy para irnos- nos estás interrumpiendo.

- ¿Eres Max Verstappen, verdad?

Me quedo algo congelado y tomo aire con fuerza. Esta pregunta me la hacen un día si y otro también. Ni me giro. Sigo caminando con fastidio ante la diversión de Darcy.

- No es Verstappen -le dice Darcy girándose un poco- pero, ¿a qué se le parece?

- A mi no me engañas. Soy fan de la Fórmula Uno y sé que eres el jodido Max Verstappen. Llevo unos días observándote.

Es escuchar mi nombre con una palabrota delante y me giro al instante encarando al imbécil este. Me pongo delante de él y alzo mi barbilla desafiándolo.

- Y si lo soy, ¿qué? -le pregunto viendo como una pequeña sonrisa de satisfacción sale de su cara.

Pero entonces, el imbécil este saca su móvil y empieza a hacerme fotos. Me pongo la mano delante para que deje de hacerlo pero, el pelirrojo insiste. Debería estar acostumbrado a este acoso porque no es el primer tío que me hace fotos sin ni permiso, pero por eso no lo soporto.

- ¡Eh! -le grita Darcy- estás invadiendo su intimidad gilipollas.

- Estoy en un lugar público, puedo hacer todas las fotos que me dé la gana.

- Ya, pero resulta que esta parte de la playa, es privada, y pertenece al hotel. Estás vulnerando la ley local que prohíbe fotografiar a sus huéspedes sin su consentimiento.

- Yo... -dice el pelirrojo bajando su móvil- eso es mentira.

- Si quieres llamo al de seguridad del hotel y le preguntamos. Además, que seguro que te vuelves viral en Twitter como el tío que molestó a un campeón de Fórmula Uno durante sus vacaciones. Seguro que no te dejan ver ni una carrera en lo que te queda de vida.

Darcy cruza sus brazos desafiante y le hace una mueca altanera sin perder la compostura. Joder, es que hasta a mi me ha acojonado la pelirroja. El tío se queda mirándonos, pero, desiste de algo más cuando ella agita su móvil en su dirección. Se da la vuelta y se va dejándome aún más cabreado.

- ¿Y esto lo tienes que aguantar todos los días? -me pregunta ella tan fastidiada como yo.

- Por desgracia, si -le contesto aún algo desconcertado por lo que acaba de pasar.

- Max, ¿estás bien? Oye, que no te preocupes, que seguro que el idiota ese no vuelve a molestarte más.

- El problema no es ese, Darcy, el problema es que vendrán más idiotas, y peores que él. Siempre es así. Y no nos van a dejar disfrutar del resto de las vacaciones...

- ¿Y entonces que vas a hacer?

- La única solución que se me ocurre -le digo bastante seguro de lo que quiero hacer.

- ¿Y cual es esa?

- Largarme de aquí.

Darcy aún sigue mirándome sorprendida mientras yo sigo haciendo mi maleta. Tenemos poco tiempo y mucha prisa y ella aún sigue parada sin hacer nada.

- ¿No lo vamos a hablar, Max? -Darcy me mira con los brazos cruzados mordiendo su labio superior aún nerviosa.

- Ya lo estamos hablando, mueve el culo y ve a tu bungalow, Darcy, en media hora nos recoge la avioneta.

- Esto no es hablar, es ordenar.

Dejo la camiseta a medio doblar en la maleta y me voy hacia ella. Pongo mis manos en su cintura y la miro medio haciendo un puchero. Que seguro que me está saliendo una mierda porque yo no estoy acostumbrado a hacer estas cosas.

- Tú, yo y esa pequeña isla al sur de Sri Lanka. Unas vacaciones de verdad. Sin apenas nadie cerca que nos moleste -rozo sus labios unos segundos intentando ablandarla pero, ella, aún no da su brazo a torcer. Cuando quiere es de lo más cabezona.

- Tendrás que ser mas convincente, Max, y no recurras al sexo. ¿Porqué quieres que me vaya contigo?

Me llevo una de mis manos al pelo y mientras me lo revuelvo, emito un pequeño suspiro mirando sus preciosos ojos azules. Le puedo dar tantas razones de ese porqué, que estaríamos aquí hasta mañana.

- Porque quiero que nos conozcamos mejor, Darcy. Eres la única tía que me ha hecho sonreír en mucho tiempo. Y porque te gusta más Max Emilian que el Max de Red Bull. Y porque me gustas mucho, joder.

La pelirroja se queda callada mirándome y de nuevo muerde su labio inferior durante unos segundos. Es un tick que tiene cuando está nerviosa y me parece adorable. Poco a poco, sus manos van deslizándose por mis brazos hasta acabar justo en mi cuello, el cual rodea entrelazando sus dedos por detrás.

- Tú también me gustas, Max. Sólo dos frases y ya me has convencido. ¿Qué me has hecho que soy capaz de dejarlo todo y seguirte tan ciegamente?

Acerco mis labios a los suyos sintiendo ahora mismo que ella es la única persona con la que quiero estar en este momento, pero no en este lugar. Me recreo en su boca, en como la abre y deja que mi lengua pase para acariciar la suya y tomarla una y otra vez. A desgana, me separo de ella, pues, tenemos que darnos prisa.

- Ve y haz la maleta, por favor, Darcy. Te prometo que no te vas a arrepentir.

- Lo sé -me contesta ella separándose de mí. Me da un pequeño beso antes de girarse para salir de mi habitación, no sin antes, darse la vuelta de nuevo para mirarme- está pasando algo más entre nosotros, ¿verdad, Max?

- Está pasando, Darcy -no me hace ni pensar mi respuesta, porque está claro que desde que nos hemos conocido, la conexión que hay entre nosotros es bastante fuerte, tanto como para querer invitarla a venir conmigo y disfrutar del resto de mis dos semanas de vacaciones.

Porque creo que siento algo por ella.

Bueno, sin el creo.

📅 MÁS TARDE

Aprieto la mano de Darcy mientras sobrevolamos la isla de Hakam. Le hago un gesto para que mire por la ventana y su sonrisa emocionada hace que respire con más calma. Durante todo el vuelo ha estado algo seria y apenas me ha hablado. Un par de monosílabos cuando le preguntaba algo y nada más. Sé que todo ocurrió muy rápido, pero lo que menos quería era a más curiosos o fans rondando por nuestro bungalow y que la acosaran a ella también.

Por suerte, solo tuve que hacer una llamada a Johannes, y él se encargó de todo.

- Es pequeña -Darcy aún sigue mirando la isla a la vez que muerde sus labios.

- Apenas cuatro casas, creo, y bastante separadas las unas de las otras. Nadie nos va a molestar.

Darcy gira su cabeza hasta quedarse a pocos centímetros de mi cara. Me quedo mirando sus ojos azules como brillan a causa del sol que se refleja en ellos. Su boca se curva en una pequeña sonrisa y se lleva la mano al pelo para ponérselo detrás de la oreja.

- No es un hotel -dice ella repitiendo lo que le conté antes.

- No -le respondo llevando mi mano a su mejilla- pero no tendremos que cocinar ni limpiar. Vendrán por la mañana a hacernos la comida.

- No me importa cocinar, Max, de hecho, se me da bastante bien -contesta ella esta vez sonriendo algo más- pero, he de admitir, que el hecho de no hacer nada, atrae bastante.

- ¿Aunque no haya clases de bachata? -me burlo de ella sacándole la lengua y Darcy me responde, esta vez, sonriendo un poco más.

- Yo te enseñaré a bailar, Max.

- No nos vamos a aburrir, te lo prometo.

Darcy me mira de nuevo, esta vez algo más calmada. Pone su cabeza en mi hombro y busca mi mano para entrelazar sus dedos con los suyos. Acaricio muy lentamente su palma y me recuesto de nuevo en mi asiento, listo para el aterrizaje de la avioneta.

- Quizás necesitamos esto también, Max. El de estar solos y descubrir que está pasando entre nosotros.

Asiento a sus palabras y paso mi brazo derecho atrayéndola hacia mi pecho. Ella se recuesta en el mientras mi estómago da un vuelco cuando la avioneta empieza a descender.

- Gracias por venir conmigo, Darcy. Necesito tanto esto. El no pensar en nada y dejarme llevar. El poder hacerlo contigo es más importante de lo que crees.

Darcy se aparta de mi pecho y su cara se pone delante de la mía. Se suelta de mi mano, y pasa algunos de sus dedos muy lentamente por mi mejilla.

- Gracias a ti por querer que forme parte de este momento.

Los labios de Darcy rozan los míos unos segundos. Su beso es suave y bastante tierno. Sus dedos aún siguen acariciando mi mejilla, y al separarse de mi, aún veo en sus ojos ese brillo que solo tiene cuando me mira a mi. Ella vuelve a sentarse de nuevo y nos preparamos para el aterrizaje en el agua. Dura unos cuantos minutos, y el piloto nos dice que ya podemos salir.

Me pongo en pie y cojo la mano de Darcy para salir de la avioneta. Nos abren la puerta, y fuera, hay una pequeña barca que es la que nos llevará a la isla. Mientras la pelirroja desciende y se acomoda en ella, yo le voy pasando nuestras maletas a uno de los chicos que hay en la lancha. Después, subo yo también y me pongo al lado de ella agarrándola de la mano.

- Desde aquí se ve muy tranquila, Max -dice ella fijando su atención en el paisaje que tenemos enfrente.

- Lo es. Creo que entre casa y casa hay bastantes metros.

- ¿Así que puedo ir sin la parte de arriba del bañador todo el día?

Darcy alza una de sus cejas y suelta una carcajada mientras me mira. Me acerco a ella y la rodeo con mis brazos para poder susurrarle al oído.

- Charme, por mi como si vas desnuda, y si no lo haces, tranquila, que ya te quitaré yo la ropa.

- ¿Esos son tus planes para estas vacaciones?

- ¿Se te ocurres algo mejor? Comer, bañarte en la playa, follar, pasear, follar otra vez, desayunar, follar...

- ¡Para, Max! -Darcy pone una de sus manos en mi boca y yo acabo mordiendo sus nudillos.

- Eso es lo que no voy a hacer, pelirroja, parar. Que yo cuando corro, un par de paradas en boxes, y al lío.

*** Después de unos pequeños problemas, por fin he podido publicar el capítulo, menos mal. Me estoy enamorando de mi Max y estoy tan emocionada con la historia que casi la he acabado de escribir.

Pero tranquilos, que aún queda historia para rato. Muchos besos y abrazos para todos ***

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro