Según Jeon Jungkook, se había preparado para ese momento desde que vio por primera vez un vídeo de Kim Taehyung. Sin embargo, ahora que era la hora de la verdad, no era capaz de reaccionar a nada, y creía que estaba temblando como una gelatina.

El cantante tenía una mano sobre su cintura, cantándole como solía hacer en cada concierto a uno de sus fans, y él no estaba aprovechando o reaccionando al toque de aquel hombre que tanto le atraía.

No era capaz de mirarlo a los ojos, pero trataba de hacerlo.

Los gritos de la gente se escuchaban mucho más alto desde allá arriba, era todo muy abrumador. La hora de la verdad se acercaba. Las luces se apagaron y el público siguió gritando la canción, aunque algunos solo soltaban gritos agudos.

No sabía qué hacer, solo era capaz de ver ligeramente el rostro del cantante acercarse a él.

— ¿Puedo? — Susurró Kim Taehyung.

Dios mío.

Asintió y pudo sentir los labios del artista sobre los suyos. No podía creerlo, su primer beso estaba siendo con el hombre del que llevaba años enamorado locamente.

Apoyó sus manos sobre el pecho del rubio teñido para no caerse, y movió sus labios, como pensó que debía hacer.

El beso era realmente húmedo y quizás podría decir que "caliente". Sentía todo su cuerpo arder y una erección formarse en su miembro, lamentándose al momento.

Mierda. Pensó al sentir una presión en su ropa interior.

Se aferró a la camiseta mojada de sudor del cantante. La música de fondo ayudaba a la situación tan húmeda y lo hacía querer más.

— ¿Cuántos años tienes? — Preguntó Taehyung susurrando en su oído luego de apartarse.

— Dieciocho. — Contestó nervioso.

No dijo nada más y volvió a besarlo. El tiempo en el que la luz estaría apagada estaba a punto de acabar y estaba ansioso, no quería que nadie lo viese besándose, menos en aquel momento que estaba totalmente excitado.

Sintió la rodilla de Kim pasar por su miembro erecto y escuchó una pequeña risa.

— Eres muy pervertido, niño. — Besó el cuello de piel pálida.

— Joder... — Jadeó agarrándose a la camiseta contraria.

Era una sensación tan extraña, pero a la vez tan excitante que no podría describirla.

El cantante se apartó y las luces se encendieron, quizás provocando que la erección del menor se calmara de inmediato por los nervios que provocaba sentir algo tan abrumador como ser observado por miles de personas. El rubio acercó el micrófono a su boca y siguió cantando. Agarró la muñeca del pelinegro y lo llevó caminando. La canción estaba terminando. Como siempre solía hacer Kim Taehyung, después de aquella canción era irse del escenario para tomar un pequeño descanso antes de seguir con el show.

Bajaron las escaleras a medida que la canción iba terminando y los gritos se iban desvaneciendo, hasta que las luces se apagaron.

Estaba de nuevo de donde había venido, en la parte lateral del escenario. El hombre de antes se acercó.

Kim Taehyung todavía no le soltaba la muñeca, se sacó sus Ear In y lo miró.

— ¿Estás bien? — Preguntó el chico. — Parecías algo agitado.

La expresión del cantante estaba totalmente relajada a diferencia de cuando estaba en el escenario.

— Sí...

— Traedle agua, por favor. — Le pidió el mayor al hombre de seguridad y este asintió. Se puso enfrente del pelinegro y lo miró. — ¿De verdad que estás bien?

No podía creer que estaba hablando con Kim Taehyung, algo que le dificultaba el hablar. El segurata le extendió una botella sin abrir y él agradeció abriéndola para después beber y aclarar su garganta.

— Sí, solo que no puedo creerme esto.

El mayor largó una carcajada mientras ponía una toalla que le habían traído alrededor de su cuello.

— Soy una persona normal... — Se acercó al pelinegro. — Soy Taehyung, un chico de 20 años normal y corriente.

— Lo sé... Pero te he visto tanto tiempo a través de una pantalla que pareces irreal.

El cantante volvió a reír.

— ¿Eres un fan boy de esos que están obsesionados conmigo? No parecías ser así cuando te vi.

— ¿Supongo? — Escuchó nuevamente las carcajadas del rubio. — No sé, llevo siguiéndote unos cuantos años...

— ¿Cuántos años tienes? No te escuché bien antes.

— Dieciocho... Llevo escuchándote desde que tenía unos 15.

— Pensé que eras de mi edad...

— ¿Puedo... hacerte una pregunta? — El mayor asintió. — ¿En qué te fijas para escoger al fan que subes?

Taehyung frunció el ceño.

— Jamás me habían preguntado eso... — Se aclaró la garganta. — De hecho, jamás había podido mantener una conversación normal con el fan al que subo... Suelen volverse locos mientras me piden fotos y me abrazan.

— ¿De verdad?

— Sí... Siendo sincero, creo que eres un chico muy agradable... Jungkook, ¿verdad?

— Sí, Jungkook.

— Bueno... Respondiendo a la pregunta que me habías hecho... Escojo a alguien que me atraiga... Por eso suelo pasearme, los fans acostumbran a amontonarse y es difícil veros.

¿Eso quiere decir que le atraigo? Se preguntó mirando a la nada y cuando llegó a la conclusión de que sí era así, se puso rojo.

— Gracias por contestarme a la pregunta... — Contestó avergonzado.

Taehyung rio, Jungkook se sentía totalmente pequeño.

— No te pongas nervioso...

El mismo segurata de antes se acercó al cantante.

— Subes en un minuto.

— De acuerdo... Lleva a Jungkook al palco... — Le dijo el rubio al hombre y luego lo miró. — Ha sido un placer conocerte, eres un chico muy amable, nunca había podido interactuar con tanta tranquilidad junto a un fan. Eres alguien... ¿Curioso? No lo sé, pero espero que podamos volver a vernos. — Se acercó a su oído. — También besas bien... Pequeño pervertido, no me molestaría repetirlo. — Se apartó y le guiñó un ojo.

Jeon abrió los ojos de par en par, sorprendido por lo que acababa de decirle. Miró al segurata, quien le indicó que fuera con él. Se despidió tímidamente con el cantante y se fue junto al hombre.

Cuando se sentó en el palco no podía creer lo que acababa de suceder, su crush de hacía años le acaba de decir que le gustaba como besaba. Sonrió como un bobo y disfrutó lo que quedaba de concierto.

Cantó y bailó las canciones que el rubio tocaba, también lloró en aquellas que le producían más sentimiento.

— Disculpe, joven. — Se le acercó el segurata en la última canción. — Por petición de Kim Taehyung tenemos que llevarle a su camerino, quiere invitarle a una cena.

— ¿Qué? ¿A su camerino?

— Sí, si puede y quiere, acompáñeme.

— ¡Claro! — Gritó emocionado, pero al notar que había hablado muy alto bajó la cabeza. — Claro, puedo.

Caminaron por la parte trasera del escenario, entraron por unos pasillos blancos, llenos de puertas y gente.

Pudo ver una sala abierta, llena de controles y cámaras, aquello era todo lo que había detrás de un concierto, era realmente increíble.

Se pararon delante de una puerta, en el que estaba puesto un cartel con el nombre de Taehyung.

— Puede entrar, Kim llegará en breve.

— Gracias... — Asintió y suspiró nervioso mientras habría la puerta.

Queda un capítulo y el epílogo, nos vemos hoy o mañana con eso. Lo siento por la espera, he tenido una semana ajetreada y fin de semana igual.