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FIND MY WAY BACK ! !

❝≡┊. ︵ CAPÍTULO 5
°｡🕸️ ┇MULTIVERSO
❝ Perdónenme, pero me perdí en la parte de hechizo para olvidar que Peter es Spider-Man. ❞

MAYA MIRÓ A SU ALREDEDOR, CONFUNDIDA, AÚN APUNTANDO CON SU ARMA, ESTÁ VEZ A NINGÚN LADO ESPECIFICO.

Suspiró al notar que estaban en el sótano del Sanctum Sanctorum, lo que indicaba que su padre había sido el causante de eso. Escuchó un ruido a su lado por lo que rápidamente lo apuntó con el arma, pero soltó un suspiro cuando notó que solo era Peter, quien miraba confundido a su alrededor.

—Magia —susurró moviendo las manos para después comenzar a caminar, con el menor siguiéndole.

Ambos se detuvieron y miraron a su alrededor, confundidos. El lugar estaba oscuro y no se escuchaba ni veía absolutamente nada.

—Doc- ¡AAAAAHHHH! —Peter gritó asustado, cuando se escuchó un rugido detrás de ellos.

Maya también soltó un grito, al tiempo que comenzaba a disparar hacia lo que sea que estuviera detrás de Peter. Ambos retrocedieron asustados, hasta que una mano se puso en el hombro de Peter, haciéndolo gritar nuevamente.

—Shhh —chistó Stephen, mientras se acercaba para quitarle el arma a su hija—. Ten cuidado con lo que deseas, Parker.

Maya, que había estado observando al hombre pulpo atrapado en lo que parecía se un tanque grande transparente, frunció el ceño volteando a verlos.

—¿Qué quieres decir, papá?

—¡Déjenme salir! —gritó el hombre, golpeando la jaula.

—Puede explicarme lo que está pasando —dijo Peter, mirándolo asustado.

—¡Si! —exclamó Maya, alzando los brazos y después dejándolos caer a sus costados—. Yo también quiero saberlo.

—Ese hechizo que estropeaste para que todos olvidaran que Peter Parker es Spider-Man empezó a traer a todos los que saben que Peter Parker es Spider-Man de los demás universos a este —explicó el mayor. La molestia se podía percibir en su tono de voz.

—¿Qué? Esperen, ¿que? —Maya se acercó a ellos, viéndolos con el entrecejo fruncido—. Perdónenme, pero me perdí en la parte de hechizo para olvidar que Peter es Spider-Man.

—¿De los demás universos? —preguntó Peter, ignorando completamente a la rubia.

—¿Quien eres? —interrumpió el hombre pulpo—. ¿Dónde estoy?

—Ah, pues fíjese que está en el sótano de un mago porque un idiota quiso-

—¡No interactúen con ellos! —interrumpió Stephen, mirando mal a su hija.

—Solo estaba siendo amable —mintió.

—Francamente —su padre la ignoró— el multiverso es un concepto del que sabemos tan poco que da terror.

Peter miró a Maya y después a su padre, sorprendido: —¿El multiverso es real?

Maya soltó una risa burlona entre dientes, aún molesta de que la estuvieran ignorando.

—Esto no debería estar pasando —suspiró el mayor.

—¿Pero no detuvo el hechizo?

—¿Cuál hechizo? ¿Alguien me va a decir que está pasando?

—Lo contuve —dijo su padre, ignorándola de nuevo—. Pero parece que varios de ellos se colaron —explicó. Maya soltó un gruñido, enojada—. Cuando te fuiste detecte otra presencia de otro mundo —dijo. Maya abrió la boca indignada—, lo perseguí hasta el drenaje y me topé con ese... ¡verde y escamoso desgraciado!

Maya y Peter se asomaron a una celda, tratando de ver lo que estaba en el. La rubia soltó una risa, repitiendo las palabras de su padre.

—¿Magia? —preguntó el hombre pulpo—. ¿Dijo hechizos? ¿Qué, es mago de fiestas? ¿Quien es este payaso? ¿En que locura me metieron?

—¡Oiga! —se quejó Maya—. Aclaró que estoy igual de confundida que usted... ¡Exijo respuestas!

—Bien, ¿quieres repuestas? Te daré respuestas —dijo su padre, suspirando. Peter hizo una mueca—. Tu niño quiso hacer un hechizo para que todos olvidaran que es Spider-Man y así tus otros niños pudieran entrar a la universidad —explicó—. Pero cambió tantas veces mi hechizo que provocó una fractura en el multiverso, lo que trajo a todas estas personas.

Maya se giró lentamente para mirar a Peter, quien se encogió en su lugar ante la mirada enojada de la rubia.

—Pequeño bastardo —dijo entre dientes.

—Fíjense, ¿conoce a un Peter Parker que es Spider-Man?

—Si.

—¿Y es él?

—No.

—¿Ven? —Stephen miró a los dos menores. Maya soltó un quejido pero Peter no dijo nada—. Okey, tenemos que hacer esto, no se cuantos de esto... visitantes, llegaron-

—¡Vimos a otro! —interrumpió Peter—, en el puente.

—Oh. Si, si, si —Maya asintió, mirando a su padre—. Era un hombre raro, parecía un elfo con traje verde y una patineta voladora —dijo, ignorando el miedo que sintió al reconocer el parecido del hombre del puente con el chico de sus visiones.

—Ese suena alegre —apuntó su padre, con una sonrisa fingida—. Ustedes empiecen con él. Necesito que los capturen y los traigan aquí mientras descubro cómo devolverlos, antes de que rompan el tejido de la realidad, o peor, que Wong lo descubra —dijo mientras comenzaba a caminar para irse.

Maya soltó una risa burlona: —¿Le tienes miedo al tío Wong, papá?

—Tú le sigues teniendo miedo a la oscuridad —contraatacó—. No quieres hablar de miedos, ¿o si?

Maya infló las mejillas, avergonzada.

—¡Doctor Strange! —llamó Peter cuando el mayor estaba subiendo las escaleras.

—¿Qué? —preguntó aburrido.

—Nos acaban de dar otra oportunidad de entrar al MIT y si la escuela me ve peleando con estos monstruos locos no-

—¡Oye no me insultes! —se quejó el hombre pulpo.

—Perdón pero-

—¿Enserio sigues con lo de la universidad? —preguntó Stephen, harto. Hizo un movimiento con su mano y el lanza telarañas de Peter apareció, yendo directamente hacia el brazo del mayor, para después comenzar a brillar dorado.

—¡Oiga! ¿Qué le hizo?

—Esto —Stephen disparó el lanza telarañas, pero esta salió dorado. Peter desapareció y Maya miró hacia todos lados, hasta que lo vio en una jaula al lado de la del hombre pulpo.

—Increíble.

—Oiga no puede- ¡Ouch! —Peter soltó un quejido cuando, al intentar caminar, chocó con el cristal.

—¿Cómo hizo eso? —preguntó el hombre en la otra jaula, sorprendido.

—He trabajado en muchas fiestas.

—Creí que no podíamos hablar con ellos —dijo Maya, cruzando los brazos.

—Tú no puedes hablar con ellos —aclaró Stephen—, eres demasiado boca floja.

Maya abrió la boca, indignada. Peter soltó una risa pero se calló cuando Maya lo miró.

—¡Eso no es cierto! —negó, pero fue totalmente ignorada.

Stephen suspiró antes de liberar a Peter. Al salir, el chico miró detrás de él y después al mayor.

—Oiga-

Stephen lanzó el disparador a Peter, el cual se ajustó a su brazo.

—Un disparo, los envías aquí, lo resolvemos. De nada —explicó, dándose la vuelta—. A trabajar.

—Yo no, ¿verdad?

—¿Qué? —el mayor se dio la vuelta, mirando con el ceño fruncido a su hija.

—Yo no, ¿verdad? —repitió—. Quiero decir, lo único que quería hoy era estar acostada en mi cama y dormir todo el día.

—A trabajar —dijo mientras se daba la vuelta. Se detuvo un momento y se giró para señalarlos—. Los dos.

Maya soltó un quejido viendo a su padre alejarse. Se giró a ver a Peter y le dio la peor de sus miradas.

—Señor —llamó el menor, tratando de no ver a Maya a los ojos.

—¿Ahora que? —Stephen se detuvo, harto.

—Se que es mi problema, y juro que lo resolveré pero voy a necesitar ayuda.

—Si, va a necesitar ayuda —Maya asintió, señalando al chico.

Stephen los miró a ambos y después suspiró, cansado, antes de asentir.

🕷️💥

—¡OH! ¡NO PUEDO CREER QUE ESTOY EN EN SANCTUM SANCTORUM —DIJO NED, MIRANDO A SU ALREDEDOR SORPRENDIDO.

—Si, yo tampoco —murmuró Stephen pasando al lado de él.

—¿Aquí vives? —preguntó Michelle, mirando a la rubia con el ceño fruncido.

—No es de sus mejores días, si —asintió, refiriéndose a la nieve que cubría el lugar.

—Oiga —llamó Ned, dando una vuelta en su lugar para después observar al mayor—, ¿cómo supo que era un hombre de magia? —preguntó, mientras Stephen subía las escaleras—, porque mi abue dice que se da en la familia y a veces siento cosquilleos en la mano y-

—Tal vez tengas un hongo —interrumpió. Maya le dio a su padre una mirada de reproche—. Habla mucho, ¿siempre es así?

—Normalmente —respondió la rubia, mientras su amigo sonreía avergonzado.

Peter, que se había quedado en el lugar mientras ambos Strange iban por los chicos, llegó junto a ellos, ya cambiado.

—Peter, hola —dijo Michelle, acercándose a él para abrazarlo.

—Perdón por meterlos en esto, tengo que encontrar a unos tipos que-

—Oye, no tienes que disculparte —interrumpió Michelle, con una sonrisa comprensiva—. Nos diste otra oportunidad con el MIT. Todo bien.

—Oye, ¿y cómo llegaron aquí esos malos? —preguntó Ned mientras miraba su teléfono.

—Arruinó un hechizo para que los aceptaran en la universidad.

—¿Cómo? ¿Qué? —Michelle miró a Peter sorprendida—. ¿No fue la señora a la que salvaste?

—Ah, no. Eso fue después —respondió—. Oigan enfoquémonos en las buenas noticias.

—No —interrumpió Stephen—, enfoquémonos en las malas noticias.

—Las muy malas noticias —apuntó Maya, asintiendo de manera apesadumbrada.

—Hasta ahora han detectado cero invasores multiversales —dijo el mayor.

—Cero —Maya asintió.

—Entonces, usen sus teléfonos, naveguen en Internet...

—Naveguen en internet —repitió Maya.

Stephen suspiro dándole una mirada a su hija: —Y... ¡resuelvan este desastre!

—¡Resolver el desastre! ¡Eso! —apuntó Maya, de manera severa, pero al ver la mirada de su padre apretó los labios para evitar sonreír—. Ya, lo siento.

Michelle soltó una risa: —Nos dice que hacer, aunque fue su hechizo el que salió mal, por lo que todo esto fue su culpa —dijo, sonriendo. Stephen la miró con una ceja alzada—. Yo me sé un par de palabras mágicas que empiezan con "por favor".

Stephen suspiró e hizo una mueca.

—Por favor, resuelvan este desastre —pidió, con una sonrisa fingida—. Pueden trabajar en el sótano.

—¿El sótano? —repitió Ned, emocionado.

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