¡ EXTRA TRES !
❛ En donde Maya tiene la
oportunidad de ser feliz con su
Peter Parker ❜

MAYA MIRÓ A SU PADRE ATENTAMENTE, SIN PODER CREER LO QUE LE ESTABA DICIENDO.

Tenía la oportunidad de ir con Peter. Con su Peter. Y su padre le estaba dando a elegir entre si quería irse o quedarse.

—¿Enserio harías eso? —preguntó en un susurro, sin poder creerlo.

Stephen sonrió y descendió un poco para estar a la altura de su hija.

—Si es lo que quieres —respondió simplemente.

—Debe haber alguna otra manera —murmuró Maya, negando.

Maya no quería irse. No quería dejar a sus amigos, a su familia. No estaba segura de lo que debía hacer. De tan solo pensar en dejar a Ned, Michelle y a Peter solos se le revolvía el estómago. El solo pensar en que no volvería a ver a Pepper y a Morgan la entristecía.

Pero había otra parte de ella, una gran parte, que le pedía a gritos ir detrás de su Peter. Porque las pocas horas que había pasado junto a él la habían hecho darse cuenta de que era lo que necesitaba. Y porque después de todo, por más raro que fuera, no había Maya sin Peter.

—No la hay —respondió Stephen, negando—. Sea cual sea tu deducción, Jay, yo te apoyaré.

Maya suspiró, agachando la mirada. Se relamió los labios y miró hacia donde estaban los tres Peter's. Por la gran altura no podía distinguirlo bien, pero sabía que él también está mirando hacia ella.

Maya regresó la mirada hacia su padre. Tomó aire antes de decir: —¿Prometes... que estarás bien?

Stephen sonrió. Sus ojos se llenaron de lágrimas y Maya juro que jamás lo había visto así.

Asintió.

—Lo prometo

Maya sonrió con los ojos llenos de lágrimas. Se acercó y abrazó a su padre con fuerza, Stephen quiso corresponder el abrazo, pero no pudo debido a que estaba reteniendo a las personas de los otros universos que querían entrar a ese.

—Estaré bien, Jay —susurró el mayor, mientras escuchaba los sollozos de su hija y una lágrima corría por su mejilla—. Solo quiero que prometas que tú lo estarás.

—Si —murmuró la rubia, sorbiendo la nariz—. Lo estaré.

Maya se separó y limpió sus lágrimas. Su padre la observó con una sonrisa triste.

—Ahora ve a despedirte, no tienes mucho tiempo.

Un portal se abrió a su lado. Maya lo miró, dudosa. Al final, terminó dirigiéndose a su padre para darle un último abrazo, antes de entrar al portal.

Cuando ella se fue, Stephen observó tristemente el lugar donde Maya anteriormente estaba.

🕷️💥

CUANDO MAYA TERMINÓ DE DESPEDIRSE DE MICHELLE, NED Y PETER, SE APRESURÓ A IR HASTA DONDR LAS OTRAS DOS VARIANTES DE SU AMIGO ESTABAN.

—Regresaste —el Peter mayor dijo, mirándola con una sonrisa.

Maya le devolvió la sonrisa, pero sus ojos estaban fijos en su Peter.

—Y no voy a volver a irme —susurró. Peter 3 la miró, luciendo sorprendido. Sus ojos adquirieron un brillo especial.

El mayor captó aquello, y, con algo de dificultad, retrocedió unos pasos parar darles su espacio.

—¿Tenemos que despedirnos de nuevo? —preguntó el castaño, viéndola acercarse y sintiendo un nudo en su garganta.

Maya negó, deteniéndose cuando estuvo frente a él. Levantó la mirada debido a la diferencia de altura, y le sonrió.

—De hecho, eso ya pasó —dijo. Peter pudo notar sus ojos rojos e hinchados, al igual que su nariz, señal de que había estado llorando.

—¿Quieres decirme algo? —preguntó. La sonrisa de Maya se ensanchó.

—La verdad es qué hay muchas cosas que quiero decirte —murmuró—. Pero por ahora no hay mucho tiempo.

—No estoy entendiendo —admitió. Maya soltó una risa.

—Siempre he sentido como si mi vida no me perteneciera, pero desde que llegaste, Peter, es todo lo contrario —dijo. Peter sonrió—. No quiero que nuestros caminos estén separados, Peter —admitió—. Tú eres mi camino, y siempre serás mi camino.

La sonrisa de Peter se hizo más grande.

—Puede que haya un millón de razones para que nos separemos o no podamos estar juntos —continuó él, acariciando la mejilla de la rubia—, ¿pero sabes que?

—Estoy harta de todas ella —terminó Maya, sonriendo con los ojos llenos de lágrimas—. ¿Iremos a casa?

—Iremos a casa, esta vez de verdad.

Maya se acercó a él, y Peter juntó sus labios en un beso tierno y lento. Cuando se separaron, Maya miró hacia arriba de la Estatua de la Libertad, justo donde están su padre.

Sonrió.

Y entonces sintió como si su cuerpo se volviera cada vez más liviano para luego ser rodeada por una luz blanca.

🕷️💥

MAYA ABRIÓ LOS OJOS Y SE VIO A SÍ MISMA COLGANDO DE UNA TELARAÑA. SOLO FUE CUESTIÓN DE SEGUNDOS PARA QUE ESTA SE ROMPIERA.

Quiso gritar, pero no pudo. Sus ojos se llenaron de lágrimas y la desesperación la inundó.

Recordó lo que había pasado hacia sólo unas horas (tal vez sólo minutos), y se sintió aún más asustada.

Las lágrimas escaparon de sus ojos. Los cerró, esperando el impacto. Pero este no llegó.

Tal como había pasado antes, sintió unos brazos envolverse en su cintura, seguido del característico sonido de una telaraña siendo lanzada.

Abrió los ojos y lo primero que vio fue a él, estaba llorando y la desesperación se podía ver en su rostro. Entonces, con las mejillas empapadas, preguntó: —¿Peter?

El sonrió tristemente, acaricio su mejilla para limpiar sus lágrimas y dijo: —Sigues tan hermosa como el día en que te perdí.

Ambos se sonrieron, antes de juntar sus labios en un beso.

Al fin, después de cinco años en los que Peter se pasó lamentándose sobre la muerte de Maya, y seis desde que ella se sentía vacía, ambos estaban juntos.

Y ninguno estaba dispuesto a dejarse ir.

Sus vidas mejoraron desde entonces. No había un solo día en el que Maya no extrañara a sus amigos, a su padre, pero sabía que ellos estaban bien.

Peter seguía siendo Spider-Man, pero ahora en Inglaterra, pues se había mudado junto a Maya, Gwen e Eli. Ahora con una pequeña ayuda extra, Knightress había hecho aparición dos semanas después de Spider-Man, y, aunque no lo acompañaba siempre, si se les veía muy seguido juntos.

Entonces se encontró con él.

Lo vio tres meses después, mientras caminaba por las transitadas calles de Londres en dirección al departamento que Gwen e Eli compartían. Había estado tan inmersa en sus pensamientos que no se dio cuenta y chocó con un hombre, soltando sus llaves.

—Lo lamento —había dicho, agachándose para recoger sus llaves—. Estaba distraída, no me fijé.

—No es muy buena idea estar distraída en la calle.

Maya se había quedado inmóvil en su lugar cuando escuchó esa voz. Había pasado mucho tiempo, pero aún la recordaba.

Cuando levantó la mirada sus ojos se llenaron de lágrimas, y una sonrisa se formó en sus labios.

—Si, lo tomaré en cuenta —se limpió las lágrimas, antes de guardar las llaves y ofrecerle su mano—. Soy MJ... Maya Stacy.

Él alzó una ceja.

—¿Acostumbras presentarte con cada persona que se te cruza en la calle? —dijo. Maya se había sonrojado.

Si, eso definitivamente era algo que su padre habría dicho.

—Stephen Strange —se presentó, aceptando su mano.

La sonrisa de Maya no se había borrado en todo el día. Y cuando, en la noche, Peter le había preguntado qué es lo que la tenía tan feliz, ella no había podido retener sus lágrimas.

Probablemente ese hombre al que había visto no era su padre, pero al menos la hacía feliz volver a verlo.

Peter le había sonreído antes de besarla. Le había repetido toda la noche cuanto la amaba y, aún entre sueños, Maya podía escucharlo decir lo "hermosa y maravillosa que MJ Strange era".

Porque después de todo, Peter y Maya se amaban demasiado. En todos los universos.

❏  ▭  ❐  ▭  ❑  ▭  ❒

¡AAHH! ¡FINALMENTE "FIND
MY WAY BACK" LLEGÓ A SU FIN!

Quiero agradecerle a todos ustedes por haber apoyado esta historia. De verdad, muchas gracias.

Enserio, estoy muy agradecida con ustedes por haberme apoyado. Más de una vez había pensado en dejar esta historia, pero sus pocos comentarios me hacen muy feliz.

Espero que hayan disfrutado leerla tanto como yo disfruté de escribirla.

Los veo en alguna otra de mis historias (no es obligatorio), y también puede que en unos días publique Lover.

Un beso y un abrazo, los Tkm.