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CAPÍTULO II
CANCELACIÓN
Aunque productores, guionistas, camarógrafos, maquillistas y actores estaban listos para dar lo mejor de sí en la siguiente entrega, el destino se definiría con el público. Muchas veces la crítica podía destrozar una película, calificarla como pésima o incluso una abominación, pero si la audiencia mostraba amor e interés, si las salas se llenaban, eso significaba que aún existía una oportunidad para que la historia continuara.
Aunque el filme tuvo buen marketing y los actores participaron en decenas de entrevistas y alfombras rojas, ni para el público ni para los críticos fue lo que esperaban. La prensa la destrozó y apenas se recuperaron las ganancias invertidas. Abundaban los comentarios negativos, ya fuera por la diferencia de edad entre Sophie y Jack —que muchos consideraban tan grande que parecía una relación de padre e hija—, o por la supuesta falta de talento de la actriz. Se debatía si la película era sobre Sophie o sobre Jack.
Un pequeño grupo de personas amó la relación entre ambos, pero eran pocos, y no bastaban para que Piratas del Caribe: La Guardiana viera la luz. Tal vez era lo mejor. Quizá esa entrega estropeaba la historia ya presentada en Piratas del Caribe: La Descendiente. Aun así, eso no evitó que a Rachel le doliera el rechazo a un proyecto al que había entregado tanto tiempo y esfuerzo. Cuando se anunció la cancelación de la secuela, y poco después se confirmó la producción de una nueva película que ignoraría por completo los hechos de La Descendiente, Rachel se sintió insuficiente. Su trabajo había sido un fracaso.
Los guionistas entonces dedicaron su tiempo a desarrollar Piratas del Caribe: Navegando en Aguas Misteriosas, con la intención de corregir los errores señalados por la crítica y crearle a Sparrow un nuevo interés amoroso, acorde a su edad, sin terminar en un "y vivieron felices para siempre".
La mayoría de los actores que trabajaron con Rachel decidieron no participar en la nueva película. Querían que La Guardiana permaneciera en la saga o, de lo contrario, dejarla en paz. Sin embargo, a los guionistas no les importó. Mientras Johnny Depp y otros actores importantes aceptaran, Navegando en Aguas Misteriosas se haría, sin importar cuántos años pasaran hasta su estreno.
Muchas personas cercanas a Rachel le enviaron mensajes de apoyo. El único que no lo hizo fue Depp, aunque se entendía: no tenía forma de contactarla directamente. Fue entonces que Johnny decidió hacer algo digno de una película para atraer la atención de la rubia que tanto lo había cautivado. Si no podía comunicarse con ella, iría a buscarla en persona.
Tenía el número de Keira, y gracias a ella logró dar con Rachel. Tocó la puerta de su casa y, a pesar de que el ánimo de la joven era escaso, abrió sin esperar encontrarse con aquella figura conocida.
Johnny, vestido de incógnito —con lentes oscuros, sombrero, vaqueros, camisa de cuadros y botas—, sonrió al ver la sorpresa de la mujer. Llevaba el cabello largo atado en una coleta. Rachel, por su parte, estaba en pijama de conejitos. Pero el atuendo era lo de menos.
—Hola. ¿Soy inoportuno? —preguntó él con una sonrisa ladina.
—Usted nunca —respondió ella, aún sin creérselo.
Una vez más, el destino los unía. Quizá esta vez las cosas podían ser distintas. Tal vez era una nueva oportunidad, otra decisión. Todo dependería de sus reacciones.
—¿Puedo pasar? —preguntó Depp, señalando el interior de la casa. Ella asintió.
—Claro.
Ya dentro, Rachel lo invitó a sentarse en la sala y le ofreció algo de beber. Él lo rechazó, observando con curiosidad su entorno, hasta que sus ojos se posaron en ella y su peculiar atuendo. Sonrió.
—Tienes un lindo hogar —dijo él, intentando relajar el ambiente y hacer que ella se sintiera cómoda.
—Pequeño, pero acogedor —respondió Rachel, esforzándose por sonreír.
—¿Cómo estás? —preguntó Johnny, notando sus ojos hinchados y rojos.
—Ya lo debes imaginar... —respondió ella con un temblor en la voz. Depp deseó abrazarla, pero temía incomodarla. Nunca habían tenido contacto fuera del set, solo cuando él era Sparrow.
—Lo siento —dijo sinceramente—. Jack Sparrow debe seguir su curso, pero será triste no tener a Sophie a su lado... y más por cómo terminó.
Rachel hizo una mueca de disgusto. Según sabía, en la nueva entrega Sparrow volvería a tener un interés amoroso, "diferente". Y ella aún no superaba haber sido desplazada de la saga.
—Siento que a los fanáticos no les gustará. ¿Por qué Jack se enamorará otra vez? —murmuró ella con evidente molestia. Depp se removió en su asiento, incómodo.
No esperaba una confrontación con Rachel. Pero sabía que tenía que ensayar desde ahora lo que diría al público.
—Jack abandonará a Angélica, a diferencia de lo que hizo en La Descendiente...
—¿No te ha pasado que das lo mejor de ti y, aun así, fracasas? —interrumpió Rachel, provocando que Johnny apretara los labios, sintiéndose miserable por no poder ayudarla a brillar como actriz. Si la película en la que ella fue protagonista fracasaba, su reputación también lo haría. Y él solo quería lo mejor para su "Sophie".
—No lo recuerdo —admitió él con honestidad—. Pero los humanos solemos olvidar los fracasos y solo recordar los logros. No te preocupes, Rachel.
Johnny deseaba hacer más, pero sentía que había fallado. Aun así, Rachel suspiró y aceptó ese pequeño consuelo.
—Gracias.
—Podría apoyarte —dijo él con una sonrisa—. Darte consejos, ayudarte a conseguir más papeles.
Había venido para consolarla, pero al verla tan rota, no pensaba dejarla sola. Quizá esa había sido la mejor decisión de su vida... o el mayor error.
—¿Cómo te volviste tan conocido? —preguntó ella, aún abatida—. Apenas consigo papeles, y mis grandes interpretaciones pasan desapercibidas. Creo que solo seré recordada por ser Wendy Darling.
—También fuiste protagonista en El Perfume —dijo él, notando el parecido entre Sophie y Laura. Cualquiera podría creer que era el mismo personaje.
—Sí, algo así. Aunque no creas que soy una infortunada. Hace poco conseguí un pequeño papel en El retrato de Dorian Gray.
Había sido poco antes de que se anunciara la cancelación de La Guardiana. Ahora su reputación estaba en juego.
—Excelente libro. ¿Saldrán actores conocidos? —preguntó Depp, sorprendido.
—Sí, algo así.
—Bien. ¿Cuántas escenas tienes?
—Son pocas. Soy el primer interés amoroso de Dorian —respondió con una tímida sonrisa.
—No hay papeles pequeños.
—Y otra vez seré pelirroja —añadió, transformando su sonrisa fingida en una genuina. Amaba ese look.
Johnny lo notó. Rachel se sentía más bella así. Pero viéndola con su color natural, él pensaba que era perfecta.
—Eres hermosa de cualquier manera, Rachel.
—Gracias, capitán.
Eso lo estremeció. Y más por la sonrisa coqueta que ella le dedicó. Por un instante, un romance secreto parecía posible. Pero Rachel conocía la situación con Vanessa, y se contuvo. Johnny tampoco hizo nada: creyó que ella no estaba interesada. Aun así, la tensión entre ambos se sentía latente.
Con la firme intención de no separarse de nuevo, Depp se ofreció a ser su mentor, ayudarla a conseguir buenos proyectos en la industria. Muchos comenzaron a rumorear que Rachel era su amante, aunque era mentira. Sin embargo, pronto apareció otra rubia en la vida de Johnny, con la misma edad que Rachel y que también interpretó a su interés amoroso en otra película.
Y así comenzó la catástrofe.
Entre las cámaras, Mad-ClepGirl (Dianessa)🐧
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