𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 𝕴𝕴: 𝖀𝖓 𝖕𝖔𝖈𝖔 𝖉𝖊 𝖕𝖎𝖗𝖆𝖙𝖊𝖗í𝖆.
Los piratas se encontraban en el barco, listos para zarpar e ir en busca de Calypso. Todos estaban en posición, haciendo lo posible para que el viaje saliera bien y sin ningún percance.
Como era de esperarse, William se encontraba detrás de todos, verificando que todos dieran lo mejor de sí para sumergirse pronto en el océano.
Con solo mirar al hombre, se notaba que estaba nervioso, cansado y preocupado. Por ende, todos hablaban de él y de la terrible maldición que era hoy en día su vida. Era el nuevo rumor entre la tripulación, pues al vivir en el mar, no había mucho de qué hablar.
William ya estaba cansado de ser el tema de conversación. Odiaba sentirse así, ser el pobre marinero, el hazme reír, el apestado, y más le dolía porque en el pasado se había enfrentado a tantas cosas que ahora no era reconocido por sus logros, sino por sus desgracias.
Así que, buscando dejar de escuchar los tantos rumores sobre él, decidió acercarse al capitán, esperando encontrar consuelo.
—¿Cuánto tardaremos?
Era una pregunta que tal vez haría que el poco apoyo que tenía disminuyera, pero estaba tan ansioso que no encontraba la manera de calmar su sentir, solamente podía hacerlo sufriendo en silencio.
Jack Sparrow conocía a William desde que era un crío de 18 años, en sus inicios como pirata. Reconocía que en estos momentos parecía estar reviviendo aquel enfrentamiento con el hombre, cuando se negaba a reconocer que su padre era un pirata. Will actuaba como una cría, y por eso mismo, Jack le dedicó la mejor de sus sonrisas y se dirigió a él. Sacó su tan deseada brújula con la mano izquierda, mientras con la derecha continuaba movilizando el timón con total tranquilidad, lo que desesperaba a Turner.
Por eso mismo, se acercó al capitán y observó el contenido de la brújula, dándose cuenta de que no había resultados positivos, sacándolo de sus casillas.
—¿Tardará mucho? —indagó Will y Jack solo se dignó a rodar los ojos, frustrado por la aniñada manera de ser del pirata.
Quiso huir de él, pero al hacerlo, chocó con Ragetti. Jack se exaltó al verlo, aunque era de esperarse, para Sparrow el hombre daba miedo a simple vista, por su falta de un ojo y su parche, que no usaba frecuentemente.
—Jack, por favor... —suplicó Will, mostrándose débil.
El capitán volteó a verlo y sonrió para después levantar la mano, señalando al pirata con sus dedos tratando de decir algo, pero al no salir las palabras, bajó la mano y miró el suelo. Después volvió a fijar su vista en Will con una sonrisa.
—Tú no te preocupes por Elizabeth, ella podría ser una mujer testaruda, pero también es muy valiente y logrará mantenerse a salvo por un tiempo más —mencionó para después dirigirse al timón y manejarlo. Pero eso enfadó a Will, ya que Jack se olvidó de mencionar lo que para él también era importante: su hijo.
—¿Qué pasa con Henry?
Instantáneamente eso cansó y desesperó al hombre, ya que eran demasiadas preguntas y sugerencias para el capitán. A pesar de su nivel, no quiso ser cruel aún con su amigo.
—No te preocupes —sonrió Jack viendo al frente para seguir manejando—. Tu hijo estará bien, después de todo, es hijo de grandes piratas. Recordando cómo eras tú cuando te conocí, sabrá protegerse —aclaró el hombre, tratando de tranquilizar a Will, pero no lo había logrado del todo.
Desde ese momento, en la mente de Turner pasaron tantas preguntas que lo hicieron dudar completamente del camino tomado. Aunque ya había dejado pasar tantos años, aún creía tener el tiempo perfecto para seguir su búsqueda de manera solitaria. Sin embargo, tardaría años en encontrar una nave y gente con la cual moverse.
Y como si una pequeña bombilla hubiera aparecido arriba de la cabeza de Turner, una idea atravesó su mente y creyó que era el momento adecuado para realizar un acto de piratería, ya que, a pesar del tiempo, él seguía siendo uno. Y sin dudar ni un segundo más, Turner sacó su espada y apuntó con ella a Jack por la espalda. Cuando el capitán sintió el arma en su espalda, soltó una carcajada y sonrió de manera burlona.
—Pirata. Un verdadero pirata —dijo el capitán burlándose de su amigo, provocando que la furia incrementara en él.
—Espero que estés deseando con todo tu corazón encontrar a Calypso o si no, otro tomará tu puesto y el gran "capitán" Jack Sparrow dejará de existir —amenazó con seguridad el pirata, pero su capitán pareció ignorar eso y se mantuvo quieto por un momento.
Después de unos segundos, dio la vuelta rápidamente, sacando su pistola y apuntando directo a la cabeza de su oponente en tan solo un segundo, siendo él el ganador de aquel enfrentamiento, provocando la molestia de Turner.
—Eres todo un pirata, señor Turner, aunque todavía te faltan agallas —mencionó el hombre cerca del rostro de su oponente, haciendo que este respirara todo ese olor a ron de su boca.
Al instante, Will se sintió asqueado y se separó del pirata, que, una vez más, continuó con sus actividades manejando aquel enorme navío en el océano. Y cuando el pirata sacó su brújula, está ahora apuntaba hacia el oeste, donde se encontraba un barco que no parecía pirata. Por eso mismo, todos los tripulantes fijaron su vista en este, esperando ver una señal de ataque, ya que ellos tenían las velas negras.
—¡Jack! —exclamó Gibbs acercándose al par ya conocido—. ¿Qué haremos ahora? ¡Dad las órdenes, capitán! —gritó mirando el barco que se encontraba en su vista.
Will conocía a Sparrow tan bien como la palma de su mano y sabía que él comúnmente no comenzaba los enfrentamientos. Más bien, huía de ellos, pero tenía en estos momentos una mirada diferente. Tal vez deseaba hacerlo, pero si lo hacían perderían tiempo valioso para rescatar a la familia del ex capitán del Holandés.
Jack duró unos minutos así, pensando en su retorcida mente en su próximo movimiento. Mientras más pensaba, el barco se alejaba más.
Él sabía lo que quería: derrotar a Beckett, quería asesinarlo. No quería desaprovechar la oportunidad de acabar con él, ya que no por nada había llegado al muelle del lugar donde Beckett vivía, aunque este ya no se encontraba ahí cuando Jack llegó. Simplemente, Jack quería matarlo por haberse burlado de todos los piratas y fingir su muerte.
Y antes de que sus cálculos fallaran, sacó su pistola para apuntar directamente a la cabeza de uno de los marineros del barco y disparó. En unos segundos, se observó el cuerpo de alguien caer al mar, y por supuesto, el navío se detuvo preparándose para cualquier otro ataque.
Todos de inmediato miraron de forma sorprendida a su capitán, sin entender con exactitud la mente de Jack, ya que él era considerado un lunático y claro que se los demostraba con cada decisión.
—Nos hace falta un poco de piratería —susurró Jack con una sonrisa, atrayendo la alegría de sus tripulantes. Emocionados de tener un poco de diversión, ignorando la locura que eso significaba.
Gibbs de inmediato comenzó a dar órdenes para que prepararan los cañones, mientras que el enojo se apoderó de William, que creía que esta era una manera de arruinar su vida o de vengarse por parte de Jack. Ya que este tipo de situaciones no eran propias de él y, por supuesto, Will no se quedaría con ansias de reclamar.
—¡Sparrow! —gritó el pirata—. Dijiste que iríamos con Calypso —remarcó claramente molesto. Sin embargo, Jack sonrió tratando de buscar las palabras correctas para expresarse ante su amigo.
—Joven Turner, o quizás, no tan joven —dijo con una sonrisa—. Usted sufrió esa desgracia de perder a su familia por dejar de ser el capitán del Holandés Errante, ¿o me equivoco? —cuestionó mirando a los ojos de su amigo, pero este solo lo miró extrañado sin entender qué quería lograr el capitán con ello—. Así que creo que usted quisiera sacar todo ese enojo con el responsable de su tragedia, ¿cierto? —comenzó a decir Jack, tratando de persuadir como lo solía hacer siempre—. Y el culpable es el señor Beckett, al molestar a los piratas y amenazar al viejo capitán de ese navío que no dejaba en paz a tu padre. Todo esto lo empezó él y lo tiene que pagar. —terminó de decir con una sonrisa.
Al instante, William no entendió a lo que se refería el capitán, ya que Beckett había muerto ese día del enfrentamiento. Pero, a su vez, Turner había sido testigo de varias resurrecciones. Así que Will supuso que había sucedido algo similar con él, pero, ¿cómo lo sabía Jack?
Eso era un misterio para sus ojos, quizá en otro momento indagaría en ello. Por mientras, seguiría intentando entender más la retorcida mente de su amigo.
—¿Quieres decir que...?
—Tienes que vengarte primero del señor Beckett para tener tu conciencia en paz, para después buscar a tu querida y hermosa familia, ¿savvy? —terminó de decir Sparrow y, como era evidente, Will dudó en seguirlo o no. Pero al final, un poco de piratería no hacía mal, ¿o sí?
En el horizonte, Mad-ClepGirl (Dianessa)🐧
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