Capítulo 22
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Nuestro intrépido y conocido abogado Park Jimin había tomado el primer caso de droga en su corta carrera y lo había ganado. Para muchos fue una sorpresa enorme esta victoria, pues a veces le llamaban cobarde por ser un selectivo y otras veces lo tachaban de negligente por ese mismo hecho ya que, según ellos, un buen abogado no debería fijarse demasiado en los casos que toma.
Tampoco debía ganar cada caso para ser un buen abogado.
Sin embargo aquella selección que lo llevaba a ser llamado cobarde era la misma que lo tenía siendo un abogado invicto y famoso por lo mismo.
Después de ganar un caso de droga ante un jurado y un juez tan respetado como Jeon Jungkook aquellos que decían que no podría salir victorioso se tragaron sus palabras. El abogado era selectivo porque quería, no porque no podía armar una buena defensa digna de sus conocimientos y profesionalismo.
Quedaba demostrado ante el mundo de las leyes coreanas que Park Jimin no era solo una cara bonita, estilo exótico y casos nada controversiales. El hombre fue capaz y nadie podía decir lo contrario cuando estaba demostrado su valor profesional.
Pero por supuesto el mundo no conocía lo que había pasado más a fondo y todo lo que rondaba al extraño caso de Lee Jungwon; aquel diseñador y dueño de una boutique no muy conocida pero que prometía mucho por su buena calidad de productos. Aquel diseñador a solo una hora después de que fue puesto en libertad y sin ningún cargo fue asesinado a las afueras del juzgado en plena luz del día.
El descaro de los delincuentes fue tal, que nadie creía lo que había pasado.
Y los tipos consiguieron escapar. Vaya sorpresa.
Habían pasado dos días desde aquel terrible incidente y a pesar de que todo estaba muy reciente nadie más que los encargados del caso del asesinato de Lee Jungwon hablaban sobre eso. Las noticias informaban sobre otros incidentes más nuevos, los periódicos se llenaron con nuevas crónicas y noticias, y fue así como el mundo seguía su curso.
Pero para una persona en específico el mundo se detuvo en el momento en que vió a Lee Jungwon baleado y perdiendo la vida. Jimin respiraba, se duchaba, apenas comía y lloraba a escondidas. Se encargó de todo el trámite del velorio y sepultura, sin contar también de las horas que pasó en la fiscalía y en la morgue.
Si, todo siguió su curso pero para Park Jimin no.
No podía creer que se esforzó tanto para sacar a su amigo de la cárcel y que terminara así, no concibe la idea de que darle la libertad a Jungwon sin importar los medios ni el precio haya sido en vano. Quiso protegerlo de estar dentro de aquellas paredes de concreto fuerte con criminales que de seguro le harían mucho daño, protegerlo de ese infierno llamado cárcel. Pero la vida es demasiado cruel y muy impredecible.
-Hijo, vamos a casa ¿si? Te cocinaré un caldo de pollo con fideos. ¿Desde cuándo no comes una buena comida? Una real.-...-Jimin se encoge de hombros y su padre suelta un suspiro cansado y comprensivo al mismo tiempo.-...-No puedes darte el lujo de enfermarte. Ya tienes bastante con este viejo para tener que encargarte de ti mismo con mala salud.-
-No digas eso, papá.-...-Si tan solo Park Jeno supiera que ese "viejo" así como se autodenomina es todo lo que a Jimin le queda en el mundo.-...-Y estoy bien, no te preocupes. Quiero ir a casa y descansar.-...-No mentía ya que si había dormido cuatro horas en los dos últimos días sería decir mucho y estaba agotado y con fuertes dolores de cabeza debido a haber llorado tanto.-...-Te llamaré más tarde ¿Ok? Vamos, te llevaré a casa.-
-Mas te vale llamarme o iré a tu departamento.-...-Amenaza el hombre mayor y Jimin asiente dándole unas palmaditas en su mano. Estaban a punto de salir del cementerio ya que hace apenas unos minutos atrás Jungwon fue sepultado.-
Jimin no lo creía. Se negaba a hacerlo y tampoco es como que haya tenido tiempo para asimilarlo.
-¡Jimin!-
Padre e hijo se giraron hacia donde provenía el grito de una mujer.
-Es la mamá de Jungwon ¿Qué quiere esa señora?-
-No lo sé -...-Saca las llaves y se las da a su padre.-...-Espérame en el auto, papá.-
Jeno abrió su boca para decir algo pero Jimin se apresuró a ir hacia donde yace la señora Lee Jiyu que también venía hacia el.
Se detuvieron a prácticamente un metro de distancia. La señora estuvo en el velorio de su hijo acompañada de su esposo pero no se dirigió a Jimin en ningún momento como ahora.
-Señora... ¿Qué se le ofrece?-
-Hola Jimin. La última vez que te vi llevabas un birrete en la cabeza y un diploma en la mano.-
*También fue la última vez que vio a Jungwon* quiso responder con resentimiento pero no lo hizo, la señora no necesitaba que me recordaran esos detalles, qué la última vez que estuvo presente en la vida de su hijo fue hace años en su graduación de la universidad. Ella deberá vivir con eso.
-Si, hace unos ... años.-
La mujer asintió. También tenía los ojos hinchados y una mirada triste, es lógico que estaría triste por perder a su único hijo al que nunca le prestó demasiada atención, o al menos la que merecía o necesitaba.
Y Jungwon sufría mucho por el desinterés y poca muestra de afecto por parte de sus padres. Jimin es testigo de aquello.
-Si, fue hace mucho tiempo.-
-¿Qué se le ofrece?-...-Pregunta una vez más.-
-Yo... bueno quisiera darte algo.-...-Jimin baja su mirada hasta las manos de la mujer que sostenía una carpeta negra al igual que todo su atuendo.-
-¿Qué es?-
-Jungwon hizo este trámite a tus espaldas hace una semana. Me llamó y dijo que se sentía como un traidor al hacer esto sin decirte nada ya que tú eras su abogado personal.-...-Sonríe con tristeza ante lo último dicho. Le extiende la carpeta al abogado y este la agarra.-...-Dijo que tú eres el único en quién confiaba plenamente para dejar su tesoro sabiendo que lo cuidarías bien. Me confesó que las cosas estaban bastante bien con las pruebas, que habías armado una buena defensa y que todo pintaba muy bien pero él no quería arriesgarse ya que una vez dentro de la cárcel tendría que hablar contigo para que... bueno te hicieras cargo de su boutique.-
Jimin ojeaba los documentos dándose cuenta de que era un poder dónde Jungwon lo nombraba dueño absoluto de su boutique y también le dejaba su casa.
-¿Qu-qué?-...-Levanto su mirada hacia la mujer sintiendo sus ojos cristalizarse.-
-Mi hijo se sentía muy culpable de que tomaras su caso y tenía miedo de que al perder, tu racha del abogado que no pierde ningún caso se rompiera, pero aún así confiaba en ti. Me dijo: "No quiero arriesgarme, mamá así que dejaré mi boutique a nombre de Jimin en caso de que me encierren. Pero sé que Jimin va a ganar, es excelente en lo que hace así que si todo sale bien pondrá todo a mi nombre de nuevo y todo volverá a la normalidad"-...-La mujer hizo una pausa y parpadeó varias veces en un intento de alejar las lágrimas que se acumulaban en sus ojos marrones.-...-Mi hijo, bueno no te voy a mentir, mi esposo y yo no estábamos de acuerdo en que pusiera su boutique a tu nombre y hasta hace unos momentos estábamos debatiendo si entregarte estos documentos era lo correcto. Somos sus padres a final de cuentas y queríamos tener sus cosas con nosotros pero, pues supongo que se lo debemos. Confiaba más en ti que en nosotros y si quiso que te hicieras cargo de su boutique nosotros respetaremos eso.-
Fue imposible para Jimin detener la lágrima que resbaló por su pálida mejilla.
La cosa es que Jungwon confiaba tanto en él que le dejó lo que más amaba: su boutique
Y al mismo tiempo estaba protegiendo a sus padres de los Parcas dejándole su casa, pues Jimin era el único que conocía la verdad de todo. Es algo arriesgado pero mucho mejor a que los padres de Jungwon se queden en esa casa y les hagan algo siendo ellos ignorantes con el tema de los Parcas, las apuestas y que la casa es pago de una apuesta.
-No esperaba que Jungwon hiciera esto.-
-Lo sé Jimin, lo sé.-...-La mujer se acercó y puso su mano encima del hombro de Jimin.-...-No hablaba con mi hijo desde que fue arrestado y yo estaba tan... bueno, no hay excusas pero al menos pude escuchar su voz por última vez gracias a ese poder que tienes en las manos. Me hubiese gustado verlo pero supongo que no merecía eso luego de confiarme demasiado en la vida. Las cosas malas pasan y no podemos saber cuándo ocurrirán. Mi esposo y yo no fuimos los mejores padres, pero al menos sé que Jungwon tuvo al mejor amigo. Gracias Jimin por haber estado para Jungwon, acompañarlo, apoyarlo, limpiar su nombre y darle la libertad que merecía.-
Y con eso la mujer se dio la vuelta y se marchó dirección hacia la tumba de su hijo donde la esperaba su esposo. Jimin no pudo despedirse, la verdad fue que no encontraba qué decir así que sólo guardó silencio y se fue a su camioneta con aquellos papeles tan importantes. Jeno no le preguntó nada pese a estar muy curioso, pues a él no le caen muy bien los Lee porque los considera unos malos padres.
Jimin condujo en silencio y dejó a su padre en su casa y se fue a su departamento.
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Jeon Jungkook seguía su rutina diaria con normalidad aunque algo no estaba igual que siempre y es que por más que su cuerpo estaba ocupado con el trabajo y el espacio de su oficina, su mente no estaba muy concentrada en los trabajos legales que tenía pendientes. Sus ideas estaban un poco revueltas mientras trataba de organizar lo que debía acomodar y las preguntas que giraban entorno a Park Jimin. Y es que los constantes "¿Cómo estará? ¿Habrá dormido? ¿Habrá comido?" Lo estaban atormentando. El juicio terminó, los asuntos entre él y Park Jimin llegaron a su fin pero Jungkook no puede dejar de preocuparse por el abogado.
No se culpa demasiado porque cualquier hombre con corazón sentiría empatía por Jimin y pesar por lo duro que la debe estar pasando. Pueda que parezca que no tiene sentimientos pero no es así porque si los tiene.
Aquel terrible día donde asesinaron a Jungwon Jungkook dio una corta declaración a los policías que llegaron a la escena del crimen y vio como Jimin se iba con los policías a dar una declaración más específica y detallada ¿Habrá conversado algo de los Parcas? Jungkook lo duda y espera que no lo haya hecho porque para ser sinceros, si una banda tan grande y peligrosa no ha tenido un freno contundente eso solo quiere decir que hay negligencia y tapaderas por parte de las autoridades. Jimin se pondría en peligro si demuestra saber demasiado.
De por sí ya ser amigo y abogado de Lee Jungwon era peligroso.
Jungkook se puso de pie y estiró su corbata, luego puso ambas manos en su cadera y cerró los ojos para respirar tranquilamente.
Tocaron a su puerta.
-Adelante.-...-Se erguio.-
-Señor Jeon.-
Era su asistente.
-¿Conseguiste lo que te pedí?-
La mujer asintió.
-Lee Jungwon fue sepultado hoy, de hecho, hace tres horas.-
Jungkook había intentado comunicarse con Jimin y sabe que no debería, pero es que las cosas no terminaron como debieron hacerlo. ¿Se verían una vez más como colegas siquiera? Colega sonaba tan incorrecto.
-Muy bien.-
Dicho esto se hizo un silencio algo largo e incómodo al menos para la mujer. Jungkook solo estaba pensativo.
-Señor ¿Se le ofrece algo más?-...-Pregunta ladeando su cabeza. Su jefe se veía confundido; complacido por la sencilla información pero insatisfecho al mismo tiempo.-
-No, nada más. Puedes retirarte.-...-Su empleada asintió y ya se estaba yendo pero en eso dice -...-Angie puedes irte a casa, terminamos por hoy.-
-Muy bien, señor. Tenga buen día.-...-La mujer se retiró contenta porque hoy llegaría temprano a casa.-
Jungkook guardó sus cosas y se puso su saco. Si espera a que Jimin le responda probablemente morirá de incertidumbre y preocupación.
Veinte minutos después ya estaba subiendo las interminables escaleras de aquel edificio y llegó al departamento de Jimin, dónde sin dudarlo tocó el timbre.
Una vez más, y otra, y otra pero Jimin nada que salía.
Fue en eso que agarró su teléfono y lo llamó.
Desde adentro se escuchó el tono de llamada y Jungkook negó no muy feliz. Se sentía estúpido insistiendo hasta llegar a este punto.
Rápidamente dejó de sonar el celular y la llamada fue rechazada.
-¡Jimin! Soy Jungkook, abre por favor.-...-Hubo otro silencio-...-No has contestado mis llamadas, sé que no estás obligado a hacerlo pero he estado... pendiente de lo que ha pasado.-...-Dio unos toques en la puerta pero nada ocurrió.-...-Habla conmigo, Jimin.-
Jungkook se negaba a irse sin ver al abogado pero este se lo estaba poniendo muy complicado y tal parece que no importa cuánto insista, pues el peli azul no quiere hacer acto de presencia.
Y fue entonces que ocurrió; Jimin abrió la puerta rápidamente dejándose ver vestido completamente de negro, ojos hinchados y cansados, cabello muy bien peinado hacia atrás que le daba más melancolía a su aspecto. Es como si una nube gris lo envolviese por toda su expresión.
-¿Qué quieres?-
-Saber cómo estás.-
-¿Cómo piensas que estoy? Mmm, acabo de enterrar a mi mejor amigo quien murió de una forma horrible. Las cosas entre nosotros terminaron así que no me busques más, Jungkook.-
Empujó la puerta pero Jungkook en un rápido movimiento lo impidió con su zapato.
-¿Te cuesta creer que quiera saber cómo estás? No soy estúpido, si no supiera que Lee Jungwon era tan importante para ti no estaría aquí luego de que no hayas respondido ni mis mensajes ni mis llamadas.-
-¿Por qué lo haría? No tengo porqué hacerlo.-
Jungkook empujó y las pocas fuerzas de Jimin cedieron y fue entonces que Jeon estuvo ahí de pie en el umbral de la puerta principal.
-No estoy aquí como un juez con el que hiciste un trato, ni como un representante de las leyes. Estoy aquí como un hombre que quería saber si al menos estabas bien, aunque es obvio que no, por razones lógicas.-
Jungkook solo... maldita sea.
-No he muerto así que si, estoy bien si a eso te refieres. No puedo morir antes de hacer pagar a los que asesinaron a Jungwon. Si solo querías ver que estuviera en una pieza... ¡pues misión cumplida! ya puedes irte.-
-Jimin entiendo que la estés pasando mal -...-Da dos pasos al frente intentando cortar parte de la lejanía que los separaba.-...-Pero no por eso debes encerrarte, ignorar el mundo. Ignorarme a mí.-...-Algo inseguro de sí mismo, pero decidido, Jungkook alzó su mano hasta que sus yemas tocaron la mejilla lisa del abogado. Jimin no se alejó. -
Jimin suspiró con todo el cansancio que tenía encima puesto en ese suspiro.
-No te ignoro, simplemente estoy cumpliendo con mi parte. ¿No crees que deberías hacer lo mismo?-...-Junta sus cejas.-
-Si, pero esta no sería la primera palabra que rompo en la semana. Tal parece que no soy el hombre más justo y correcto.-
*O al menos no cuando se trata de ti* pensó el mayor.
Jimin no dijo nada y ambos se sumieron en un silencio dónde lo único que había eran unas caricias de dedos fuertes en una delicada mejilla pálida, miradas conectadas que no decían demasiado por la contención de emociones que dado al momento no estaban en sincronía y lo mejor era mantenerlas escondidas por más que quisieran ser liberadas.
El peliazul mordió su labio inferior. Se veía tan delicado y frágil a los ojos de Jungkook.
-Creo que lo mejor es que te vayas.-...--No se movió ni se alejó del toque del mayor.-
-¿Enserio quieres que me vaya?-
-Querer no es lo mismo que necesitar.-
-¿Entonces?-
-Yo... no sé porqué estás haciendo esto. Toda relación entre nosotros terminó y nada de esto que me ocurre tiene que ver contigo. Necesito que te vayas, necesito estar solo.-
Jeon podía responder a cada duda de Jimin pero no era un buen momento para hablar de él mismo y todo estaba muy reciente así que lo mejor era enfocarse en el aquí y en el ahora.
-Ven aquí.-...-Cortó con cualquier tipo de distancia y rodeo el cuerpo del abogado con sus brazos para otorgarle un abrazo.-
-¿No me escuchas?-...--Preguntó molesto.-
-Te escucho bien y nunca dijiste que querías que me fuera. La necesidad y el querer son cosas muy distintas ¿No es así?-...-Puso su barbilla encima de la coronilla del menor y descanso ahí. Las manos de Jimin subieron y rodearon su espalda correspondiendo al abrazo.-...-Lo sé, lo sé. Si te sirve de consuelo yo tampoco quiero irme.-
Jimin apretó el cuerpo de Jungkook y escondió su rostro en su cuello.
Jungkook sabía que Jimin debía estarse sintiendo mortificado por estar dándole abrazos y queriendo un poco de compañía a pesar de negar que la quería.
Y así estuvieron abrazados durante un buen rato dónde ninguno de los dos dijo nada y lo único que se escuchaba eran sus respiraciones, una más acelerada que la otra debido al llanto que lo estaba abordando y lo hizo temblar en los brazos del juez Jeon. Sus corazones también se sumaron a los silenciosos sonidos que se escuchaban muy de a poquito en el living del departamento. No había más que eso: corazones bombeantes, lágrimas mudas, pequeños temblores causados por las mismas, y un abrazo que el abogado no esperaba pero que se sentía reconfortante en este momento tan oscuro y cargado de dolor y angustia.
No saben cuánto tiempo estuvieron así pero no fue poco. A ambos les dio molestia en las piernas pero ninguno se quejó y podían haberse sentado en los muebles pero era como si al romper ese contacto ya no podrían volver a tenerlo otra vez.
Jeon observó detrás de Jimin notando que tenía su maletín encima de la mesa junto a otras cosas.
-¿Vas de salida?-
-De llegada diría yo.-...--Y es entonces que Jimin se aleja con cuidado.-...-Estoy cansado, si quieres podemos hablar después. Necesito dormir.-
-Me iré entonces. Contesta mis mensajes por favor.-...-Jimin asintió sin mucha gana.-...-Cuídate.-...-Bajó su boca hasta que sus labios chocaron contra la frente del abogado dejando un casto beso de despedida.-
Y fue entonces que salió del departamento.
Jimin cayó sentado en el piso, frotando sus ojos con rudeza y gruñendo al mismo tiempo que lloraba desconsoladamente. Estaba triste, parte de su dolor y tristeza yacían muy acumulados y necesitando salir luego de duras horas de compromiso y fuerza de voluntad enorme. Estaba rabioso e indignado por el delito cometido hacia su difunto amigo, mismo delito que le quitó la vida.
Respiró hasta que pudo controlar su respiración pese a no poder respirar por la nariz y se puso de pie yendo directamente a su habitación en busca de su teléfono celular y buscó el contacto de una persona que se había ganado por completo su odio.
-Jimin buenas tardes.-...-A Jimin se le revolvió el estómago a escuchar la voz de Jung Jefferson.-
-¿Por qué?-
-¿Mmm?-
-¿Era necesario asesinarlo? ¡¿Por qué lo hiciste?!-
-Jimin no sé de qué me estás hablando.-
-No te hagas el inocente ¡Sé quién eres! Y sé quién es tu padre.-...--Dijo lo último casi en un susurro.-...-Sé a qué te dedicas, sé lo que haces en el casino y fuera de él y pronto el mundo también lo sabrá.-
-Ey Jimin mejor respira y dime qué se supone que te hice. Estoy confundido.-
-Mataron a mi mejor amigo, tú y tu gente, tu maldita banda de criminales, pero esto no se va a quedar así Jung Jefferson ¿Piensas que puedes ir por la vida quitando vidas sin rendir cuentas? Vas a pagar y me voy a encargar de eso.-
Y luego de eso colgó la llamada. No tardó mucho tiempo para que le llegara un mensaje.
-"¿De qué me acusas? No sé que ha pasado pero no tengo nada que ver con las cosas que dijiste. Estoy confundido."-
Jimin fue hasta aquel archivo que le aceptó a Jay, le hizo una copia y se la mandó a Jefferson.
-"¿Esto te parece conocido? Imagino que si"-
Y después de eso le envío un mensaje a su padre antes de agarrar sus cosas y salir de su departamento con mucha decisión.
Y pasaron las horas, Jungkook le dejó varios mensajes a Jimin y este no le contestó. El sol iluminó el cielo anunciando un nuevo día y Jungkook pensó en su mente reacia que quizá era una buena idea llevarle desayuno a Jimin. Puede apostar su pellejo a que el abogado no ha comido y si no le ha respondido puede significar que siquiera se ha levantado de la cama.
Eran las ocho de la mañana y debería estar yendo directamente a su trabajo luego de dejar a sus queridos hijos en la secundaria, pero no, pues cogió otra ruta que lo llevaba a una buena panadería que conocía desde hace tiempo y compró unos deliciosos panecillos salados rellenos de queso, unos rollos de canela y un par de cafés sin azúcar. En el departamento de Jimin podían arreglarlos al gusto de cada uno.
Mientras subía las escaleras se preguntaba si era buena idea estar tan temprano buscando al abogado, pues ayer le dejó claro que quería descansar. Pero bueno, Jungkook no estaría aquí si Jimin le hubiese respondido los mensajes que dijo, respondería.
Sabe que puede estar siendo un intenso sin razón, una piedra en el zapato del abogado Park, sin embargo, sigue haciendo lo que sus impulsos le dictan y la verdad es que no se arrepiente. No es de los hombres que se arrepienten de sus actos.
Llegó de una vez por todas al pasillo donde estaba el departamento del abogado, pero la puerta de este estaba abierta.
-¿Jimin?-...-Esperó afuera unos segundos pero al no recibir respuesta entró.-...-Jimin, ¿Hay alguien?-
Escuchó unos pasos apresurados y fue entonces que la figura algo encogida de un señor se hizo presente. El hombre llevaba una boina roja cubriendo su evidente calvicie, sus manos sostenían un poco de papel higiénico ensangrentado debido a la cantidad de líquido carmesí que salía de su nariz.
-Es más alto en persona.-...-Dijo antes de sacudir su nariz. El hombre se veía muy débil.-
-¿Nos conocemos?-
-Usted no me conoce, pero yo a usted sí como todos en este país.-...-Luego de que la hemorragia cesó el hombre mayor se acercó a Jungkook y le ofreció su mano.-...-Mucho gusto, mi nombre es Park Jeno y soy el padre de Jimin.-
-Jeon Jungkook.-...-La estrecha con firmeza.-...-Usted... ¿Se siente bien?-
-Ah si, no se preocupe, esto me pasa más seguido de lo que se pueda imaginar.-...-El señor toma asiento en el mueble más grande.-...-Soy viejo y algo ignorante con esto de las leyes y derechos pero si de algo estoy seguro es de que los jueces no van al hogar de los abogados a... -...-Jeno ladea su cabeza y hace una seña con su mentón a las fundas de panadería que Jungkook tenía en sus manos.-...-Desayunar.-
-Señor Jeno yo...
El mayor alza su mano restándole importancia.
-No, no señor juez no tiene que decir nada. Solo mi hijo y usted conocen sus asuntos y por respeto a su ausencia en este momento quisiera que se mantuviera así.-
Eso fue aliviante.
-Entonces Jimin no se encuentra ¿Tardará mucho en regresar?-
Jeno suspira.
-Eso mismo quisiera saber yo.-
-Pensé que usted sabría dónde está.-
-No, Jungkook y la verdad es que estoy preocupado. Ayer no contestó mis mensajes y eso que lo amenacé con venir a buscarlo, pero entonces noté que me había mandado un mensaje muy extraño.-
-¿A qué se refiere con extraño?-...-Si fuese otra persona y otra circunstancia no preguntaría y solo se marcharía pero era Jimin y ya se está acostumbrando a olvidarse de cada costumbre y moral por ese peliazul.-
-Me dio una dirección y me dijo que fuese allá a entregar esto.-...-Le muestra un pendrive que tenía empuñado.-...-No sé porqué me pidió eso. Jimin no es de los que le deja sus tareas a otros por más sencillas que sean. Y no me malinterpretes, ayudar a mi hijo me hace sentir bien y lo hago con todo gusto, pero no deja de ser raro.-
-"No puedo morir antes de hacer pagar a los que asesinaron a Jungwon"-
Espera que Jimin no haya hecho algo tonto y descuidado.
-¿Podría decirme la dirección?-
Jeno saca su teléfono y teclea.
-Es esta.-
Jungkook conocía el lugar, pues es algo lejos de donde están y es uno de los barrios más peligrosos de la ciudad.
-Jimin y yo tenemos que atender unos asuntos por la zona.-...-Ahora hasta es mentiroso.-
Jeno lo mira algo desconfiado.
-¿Y?-
-Podría llevarle el pendrive. Igual estoy yendo para allá.-
El señor Park se puso de pie y por increíble que le parezca le entregó el pendrive.
-Si vienes a casa de mi hijo con desayuno he de suponer que tú y el son buenos colegas. Si logras ponerte en contacto con él pronto dile que este pobre viejo necesita que le conteste, que no me haga preocupar de esta forma. Ash, ese hijo mío piensa que debe hacerlo todo por el solo y es bueno, es independiente, pero no siempre es lo mejor y menos en estos momentos.-...-Jeno le extiende su mano de nuevo al juez pero esta vez para despedirse.-...-Fue un gusto conocerlo juez Jeon. Es usted un hombre muy justo, ojalá los demás profesionales fueran así de apegados a la ley como lo es usted.-
-Para mí también ha sido un gusto conocerlo señor Park.-
Una hora más tarde Jungkook estaba buscando los frutos de su mentira asegurándose de llevar bien puestas sus gafas negras y gorra gris para ocultar su identidad.
La dirección lo llevó a una casa con paredes llenas de humedad, una puerta verde desgastada y rumiada en la parte baja. Y para decorar todo el deteriorado ecosistema, la casa estaba ubicada al fondo de un callejón notablemente desolado y olvidado.
Dió tres toques fuertes en la puerta.
La puerta se abrió apenas y un muchacho no muy alto, delgado, ojeroso y pálido lo miraba por debajo de sus pestañas castañas.
-Hola, buenas tardes. Vengo de parte de Park Jimin.-...-Fue directo.-...-Tengo esto.-...-Alzo el pendrive y el chico abrió los ojos en demasía enfocado en el aparato.-
-Entre-...-Abrio la puerta en su totalidad y le hizo señas desesperadas para que entrara en el lugar pequeño, desordenado y caluroso.-...-¿Qué hace ahí parado? ¡Entre!-...-Jungkook hizo lo que le pedía el muchacho y una vez dentro la puerta se cerró bruscamente a sus espaldas.-...-No podemos arriesgarnos, esos malditos están por todos lados. Son de lo peor. Deme eso.-...-Alargó su mano para arrebatarle el pendrive a Jungkook pero este fue más rápido usando su altura como ventaja para alzarlo.-
-Aún no ¿Quienes son de lo peor?-
El muchacho rodó los ojos como si Jungkook acabase de preguntar lo más lógico y estúpido del mundo.
-Los Parcas ¿Quienes más?-
Jungkook quedó inmóvil en su lugar. No puede ser.
-Jimin, ¿Park Jimin dónde está?-
-Ese pendrive que tienes en la mano se suponía que Park Jimin tendría que entregarmelo. Dijo que vendría a dármelo en persona pero eres tú en su lugar, eso significa que él no está aquí por una razón y estoy muy seguro de que no es una buena.-
El juez tenía un muy mal presentimiento.
-Explícate.-...-Su voz salió muy fría.-
-El abogado Park me hizo llegar ese pendrive a toda costa porque de seguro sabía que algo malo le podía llegar a pasar.-
-¿Quieres decir que no sabes dónde está?-
-La última vez que hablamos fue ayer en la tarde y lo último que me dijo fue que venía para acá pero no llegó.-
Jungkook debió saber que Jimin no se quedaría sentado afrontando el duelo de su amigo como lo haría cualquier persona normal, pero bueno, la muerte de Lee Jungwon no había sido de forma natural o un accidente; fue un arma de fuego la que le quitó la vida, disparada por alguien que seguramente seguía al pie de la letra las órdenes de alguien.
Jimin buscaba venganza, o justicia tal vez, pero eso sonaba tan imposible de obtener por las evidentes trabas.
-"Yo... conocí a un hombre llamado Jung Jefferson quien conoce al actual dueño del casino. Jefferson ha ido durante muchísimo tiempo al casino así que si quería saber algo él podía decírmelo pero...
-¿Pero qué?-
-Yo no estoy seguro pero creo que no le gustó que hiciera muchas preguntas. En su momento creí que tenía a la persona correcta y quién podría servirme de testigo y si eso era demasiado pues, con una buena pista era suficiente para mí"-
Jeon se dió la vuelta y salió de aquel lugar mientras el hombrecito le seguía con gritos. Tenía algo importante que hacer.
-¡Hey! ¿A dónde vas? Entrégame el maldito pendrive ¡¿Me estás escuchando?!-
Jungkook estiró su mano al cuello de la camisa del contrario y este se quedó en un silencio rotundo mirando desde la mano que empuñaba su camisa hasta el rostro ajeno.
-El abogado Park se comunicará contigo pronto. Te doy mi palabra.-...-Él se encargaría de que así fuera.-
-Si el abogado Park ha sido amedrentado por los Parcas no hay mucho que hacer, ha tomado una decisión y estás jodiéndolo todo. ¿Te crees muy importante para darme tu palabra, imbécil?-
Jungkook le soltó un poco brusco haciendo que el muchacho retrocediera.
-No lo creo. Lo soy.-...-Y con esto último se fue de allí dejando al muchacho muy enfadado y alterado.-
Ahora le tocaba poner a prueba hasta donde llegaban sus conexiones, qué tan importante era y hasta donde era capaz de llegar con su deseado y odiado título: El juez de la nación.
Se había convertido en un juez negligente, en un hombre que no se podía reconocer ni a él mismo, en un marido infiel, alguien cuestionable y en quien no podías confiar si algo involucraba a Park Jimin. También le podríamos sumar que es un mentiroso.
Y ahora estaba a punto de descubrir qué más podría sumarle a la lista.
-El presidente no puede atender su llamada en este momento.-
-Dígale que el juez Jeon Jungkook quiere hablar con él de un asunto muy importante. Es una emergencia.-
La mujer al otro lado de la línea dijo que lo pondría en contacto con el mismísimo presidente y no pasó mucho para que hubiese el cambio de línea.
-Buenos días Jeon, esto si que es una gran sorpresa para mí ¿A qué debo el honor, o desespero de tu llamada?-
El juez cerró los ojos un instante y presionó el volante con su mano izquierda.
-Debo pedirle un favor señor presidente.-
-¿Un favor es algo urgente?-
-Mi urgencia es grande y justificada.-
-Dímela entonces. El que quieras que te ayude con algo es impresionante. Me siento emocionado e intrigado mi querido juez.-
-Necesito que intervenga por alguien y le hagas llegar un mensaje a... Jung Jefferson.-
De repente hubo un largo silencio.
-Continua.-
-Sé que ese tipo está liado con la banda de los Parcas y tal vez me esté equivocando pero algo me dice que es un delincuente de primera, de esos a los que usted no le ha hecho frente como se debe.-
-No tengo nada que ver con ese hombre, Jungkook ¿Crees que un hombre tan ocupado como yo estaría en acuerdos con tipos así? Los Parcas han sido una banda enorme y se me ha hecho difícil detenerlos, nos amenazan constantemente y siempre buscan la forma de salirse con la suya. Me ofende que pienses que puedo tener contacto con sus integrantes.-
-Esas palabras hubiesen sido perfectas para engañar al pueblo y los medios de comunicación pero no a mí así que seré breve; no tengo intención de saber qué relación tienes con Jung Jefferson, ni porqué usted, señor presidente, frecuenta el casino Anker que ha sido propiedad de los Parcas desde siempre. No me interesa saber absolutamente nada pero Jung Jefferson tiene a alguien muy importante para mí, así que usted va a llamarle y darle mi mensaje.-
El presidente suspiró disgustado desde la lejanía.
-Es tu asunto, eres un tipo importante y con mucho dinero. Podrías resolver esto por tu cuenta.-
De seguro lo sería si fuese un hombre corrupto que tiene en sus contactos nombres de personas desalmadas que harían lo que él quiere con tan solo una orden a cambio de una buena suma de dinero, pero Jungkook siempre se ha valido por si solo. Sin embargo esta situación se le escapa de las manos y no está muy seguro de cuánto tiempo tenga para encontrar a Jimin y eso lo tiene temeroso, preocupado y muy dentro suyo espera que en estas horas que han pasado no le hayan hecho algo a Jimin o...
No sabe qué podría pasar pero sabe que habrían muchos problemas.
-Por ello mismo usted no puede arriesgarse a enemistarse con el juez más querido del país. Pienso que usted quiere tenerme de su lado, además, no estoy pidiendo algo tan complicado señor presidente; una llamada suya con un mensaje claro y preciso es todo lo que quiero. Yo me encargo del resto.-
-¿Y si no lo hago qué, Jeon?-...-Pregunta cabreado el dirigente Coreano.-
El nombrado tensó su mandíbula y con determinación y nulo miedo dijo:
-Entonces prepárese, porque de ser así me encargaré de poner su gobierno de cabeza.-
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Hellou soldadxs ❤️ ¿Qué tal? Espero estén bien 👀 aquí les dejo este cap y volver a decir que en poquitos capítulos termina este primer libro.
Tomen mucha agua, duerman lo suficiente y esperen hasta la próxima actualización.
Nos leemos luego soldadxs ❤️
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