UNO
— Mmh qué delicia... — Gimió totalmente sumergido en el placer que estaba sintiendo.
La vista que le daba ese espejo era realmente excitante. Él tumbado boca abajo en la cama, con el culo en pompa, Jungkook al pie de la cama, comiéndole el culo, volviéndolo loco de placer y él mismo llenando la habitación de gemidos.
— Joder, amor, sigue gimiendo así —. Jadeó Jeon sofocado por el aroma vainilla que desprendía el mayor por la excitación.
Seguidamente de haber dicho eso, el pelinegro mordió levemente la piel canela y tersa del trasero de Kim, provocando un gemido muy alto, tanto de sorpresa, como de una mezcla entre dolor y placer.
Taehyung cursaba el último año de preparatoria, estaba a punto de graduarse y salir de aquel internado británico en el que había estudiado toda su vida. Y luego estaba Jeon Jungkook, un chico un año menor que entró al internado hacía 2 años y ahora resultaba ser su pareja.
Jamás pensó estar en esa situación junto al menor, ya que Taehyung siempre fue un chico popular entre los alfas. Era guapo, esbelto y tenía un cuerpo que cualquier omega que lo viera querría tener. Simplemente, era muy deseado y cualquiera daría lo que fuera por agarrar esa bonita y pequeña cintura, al igual que tocar ese pomposo y redondo trasero. Sin embargo, el que lo consiguió, fue Jeon Jungkook, un chico problemático de primer año que se metía en muchos líos y encima, menor que él.
Estaba mal visto por el alumnado y residentes de aquel internado, salir o ser pareja de un alfa menor que tú. Siempre debías estar con alguien de tu edad o mayor, era una norma no dicha, no obstante todos la seguían a rajatabla, como si fuera vida o muerte, ya que la gente miraban mal a aquellos omegas o betas que salieran con alfas mayores. Y claramente Taehyung ocultaba lo que tenía con Jungkook, puesto que no permitiría que su reputación fuera perjudicada por eso, o eso decía cuando tan solo eran compañeros sexuales.
La pareja se conoció en el internado, un día en el que obligaron al mayor a acompañar a Jeon al despacho del director porque era nuevo, pero después de eso no volvieron a hablar.
No fue hasta que un año después, un día se toparon en el comedor del internado, en el que Jungkook y sus amigos (todos alfas) trataron de ligar con los omegas de segundo año, (entre ellos el rubio) y claramente todos los chicos los rechazaron por ser menores.
...
— Sois muy pequeños para nosotros —. Coqueteó su amigo intentando ilusionar a los de primer año, acariciando su cabello.
— No te preocupes por eso, nadie tiene por qué enterarse —. Un alfa le guiñó el ojo.
— ¿Y el de ahí, qué dice? — Preguntó Jungkook señalando a Kim con un movimiento de cabeza y una sonrisa divertida en los labios.
— Perdona, pero "el de ahí" tiene nombre —. Se levantó de su mesa en dirección al menor —. Tú te crees el mejor por estar ligando con omegas mayores, pero en realidad nadie te da atención, ni las niñas de 15 porque eres un engreído con la polla pequeña —. Apoyó las manos en la mesa, en frente de Jungkook.
— So... No tienes por qué ponerte así, bonito.
— Bonito tu puta madre —. Agarró la botella que había a un costado de la bandeja de comida que tenía Jungkook, la abrió y tiró el tapón —. Y tampoco soy tu puto caballo —. Dijo mientras le tiraba el agua en la cara.
El menor solo arrugó la nariz y cerró los ojos. Taehyung se fue con las orejas "soltando humo" y sus amigos omegas salieron detrás de él.
— Menuda nenaza —. Rio mientras caminaba hacia la puerta del comedor con todo el mundo mirándole.
...
Kim Taehyung era un chico con el ego tan alto hasta el punto de pensar que podría tener aquel al que quisiera, y efectivamente era así. Los alfas que tuvieron alguna experiencia con el rubio por poco se ponían a saltar de emoción.
Le gustaba provocar a los hombres de su internado, coqueteando falsamente con ellos y así lo hizo con Jeon Jungkook. Le dio falsas esperanzas de que podría tener alguna oportunidad con él, sin embargo, el pelinegro jamás le hizo caso, algo que lo frustró por completo.
¿Qué coño le pasa? Se preguntaba al no ver ninguna por parte de Jeon. No fue hasta que un día se hartó y decidió hablarle.
...
— ¡¿Qué coño te pasa a ti?!
— ¿Qué?
— ¡¿Por qué coño no reaccionas?! ¡Cualquiera desearía estar conmigo!
— Pues no soy el caso.
Suspiró impresionado por la respuesta.
— ¿Qué has dicho?
— Yo no quiero nada con uno que ha estado con todo el internado.
— Perdona, pero yo no he estad- — Fue interrumpido.
— La gente dice eso y no dudo que sea mentira, estás todo el día flirteando con cada alfa que te encuentras.
— ¡Eso no es cierto!
— Deberías mirarlo.
Caminó hacia Jungkook, el cual seguía a su bola con una consola entre sus manos.
— ¿Eres imbécil o qué te ocurre?
— ¿Y a ti?
— A mí nada, ¿por qué no quieres nada conmigo?
— No he dicho que no quiera contigo, solo he dicho que no quiero estar con uno que ha estado con medio internado.
— Es lo mismo.
— No, porque si no hubieras estado con la mitad de alfas te diría que sí. A demás, si quieres mi atención, deberás rogármela.
— ¿Perdona? — Alzó la ceja —. ¿Yo? ¿Rogarte? Tonterías.
Finalmente, Kim Taehyung acabó rogándole que le diera atención y que tuviera sexo con él, algo que jamás le había pedido a un hombre, pero que Jeon se hiciera el difícil, le atraía demasiado. Le gustaban los hombres difíciles de conseguir.
...
Ahora, Taehyung estaba tumbado boca arriba sobre el colchón con sus piernas abiertas, siendo follado por Jeon Jungkook.
No pensó en convertirse en su novio, solo iba a ser sexo, pero se hicieron tan cercanos hasta el punto de crear sentimientos por el otro.
— Más rápido... — Gimió mientras ponía sus ojos en blanco del placer.
La vista que tenía el menor era increíble. Era el único alfa que había conseguido follarse a un omega mayor, y tenía más logro si se trataba de Taehyung. Literalmente lo tenía debajo de él, rogando por su polla y tiritando, poniendo los ojos en blanco mientras gemía su nombre en un motel.
Era la mayor mierda que podría haberle pasado en su vida.
Después de un par de rondas de sexo, se ducharon y vistieron, se hacía tarde y si no salían, no llegarían a la cena.
En la televisión estaban puestas las noticias.
"Nos afrontamos a una gran tormenta, se les recomienda no salir de casa" Informaba la chica de la televisión. "Es probable que se vaya la luz de algunos edificios, pero es mejor que mantengan la calma y se queden refugiados para evitar problemas"
Miraron por la ventana, la luz de los rayos los cegaba por instantes. Era totalmente cierto lo que decían, la lluvia hacía mucho ruido al caer tan fuerte contra el suelo.
— No podemos irnos así.
— Claro que podemos —. El pelinegro pronunció tranquilo —. Puede ser divertido.
— De divertido no tiene nada.
— No seas aguafiestas, te prometo que no te mojarás un pelo.
Y así fue como lo convenció para salir a la calle con aquella tormenta.
¡Buenas noches! ¿Qué os ha parecido? Espero que me deis vuestras opiniones por comentarios.
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