Jimin

¿En que momento exacto de tu vida sabes que algo cambio? ¿Que algo en el enorme cristal se ha agrietado? Todo con el pasar del tiempo cambia supongo. Es como un ciclo: Las flores se marchitan, las personas mueren, el amor... Se acaba. No hay nada eterno. Ni siquiera las mejores familias sobreviven al dia a dia. 

Ni siquiera yo sobrevivo.

No se si se deba a la rutina diaria o quizas las peleas que poco a poco sofocan a nuestra pequeña casa. Fingir que somos la familia perfecta es fácil, pero cuando llega la noche y nos encerramos en nuestro diminuto hogar, el pegante que cubre la herida parece desvanecerse. Supongo que despues de un tiempo, comienza a cansarme. Incluso de noche me obligo a escapar por la ventana cuando los gritos de mis padres comienzan agobiarme.

No lo quiero.

Jamas lo quise.

No me gusta mi familia.

Esa es la cruel verdad.

Asi que despues de otra pelea y escuchar el fastidioso toque en mi puerta, decidí saltar por la ventana y vagar un poco en la fría noche. Voy empujando piedritas mientras me permito imaginar la cara que debe estar haciendo mi padre cuando abra la puerta y no me encuentre en la cama o quizas el llanto incesante de papi, gritándole a Lisa que me marque al celular para ver donde estoy y si me encuentro en una sola pieza. 

Pura mierda al fin y al cabo. Yo para ellos soy un cero a la izquierda. Lisa la perfecta siempre se llevo todo el crédito.

Bien por ella, al menos no tiene que sentir el desprecio y el rechazo por parte de tus progenitores. 

Vaya cursileria.

Suspiro y cierro los ojos tratando de imaginar como seria mi vida, si mi familia siguiera siendo como hace 13 años atrás. 

La suave música de mi celular me distrae entonces de mis pensamientos y no tengo que ver la pantalla para saber que es Lisa la metiche. Miro la pantalla y la idea de no contestarle me gusta, pero se que eso al final solo me hundiría mas en mi miseria. Asi que, ¿Por que aplazar lo inevitable?

— Habla —Digo con mi típica indiferencia. Se que debo de sonar como un maldito sin corazón, pero hoy no estoy dispuesto a pelear y se que si le sigo el juego, vamos acabar en la misma discusión de siempre. Quiero ganar por una vez en la historia.

— Cariño, ¿Donde estas? —Vaya, suena lindo el apodo, si tan solo sus palabras tuvieran un poco mas de amor...

— ¿Importa? Fui a dar un paseo —Murmuro entre dientes. Se que debe de estar alejado de la sala, por que de fondo se escucha la roca voz de mi padre, reprochando algo. De seguro otra vez me esta culpando por la situación en la que constantemente estamos. ¡Pero vamos! ¡No es mi culpa nada de esta mierda!, Quizas solo podrían ser mejores padres y ya esta— ¿Necesitas algo Taehyung?

— Necesito que vuelvas —Suelta pesadamente— Estoy cansado Jimin —Suspira y creo escuchar un corto sollozo. Rio— Yo no-...

Y entonces lo corto de lleno— Eso, vamos, agrieta mas el frágil cristal —Lo impulso y antes de que hable, vuelvo y lo interrumpo— Anda, dime que es mi culpa, que estas cansado de intentarlo.

— Nunca afirme que era tu culpa.

— Pero tampoco lo negaste.

— Cariño.

— Para con el apodo ya Taehyung —Ladro y esta vez si puedo escuchar el sollozo que acompaña sus palabras. Odio que finja llorar para que regrese a casa. No lo haré, me niego a volver a pisar esa cárcel que llaman hogar.

— Ya no se que esperas de mi Jimin-ssi. Yo... Yo no se que esperas de nosotros. Hoy no quiero pelear, ya no tengo fuerzas para hacerlo —Suspira— Vuelve a casa —A pesar de que su voz suena dulce, se que lo ha dicho como una orden, pero... Deje de hacerles caso hace mucho tiempo.

— No —Digo decidido.

— Por favor —Súplica en un hilo de voz. 

Suspiró y por primera vez no puedo creer la poca fuerza de voluntad que tengo.

— Estoy en camino —Digo suave y cuelgo, para meter el celular nuevamente en mi bolsillo y seguir caminando, sin rumbo aparente. 

Siento que mi vida de repente se volvió un callejón sin salida. Puedo correr, puedo gritar, pero al final de cuentas no puedo escapar. Y me abruma; me aterra estar encerrado en mi propio callejón, sintiendo como poco a poco el pánico inunda mi cuerpo, producto del sol que lentamente sube por las paredes, indicio de que la noche se acerca. 

Me horroriza...

Pero al final...

Es mi propia noche la que logra asustarme.

Sigo caminando; los recuerdos de peleas anteriores vagando en mi cabeza y el frió deseo de querer desaparecer temporalmente me siguen a cada paso que doy. Sin querer mis pies me han de vuelto a casa y no puedo evitar gruñir molesto, maldiciendo a mi instinto por regresarme al lugar de cual llevo horas intentando escapar. 

No puedo seguir evadiendo mi destino supongo, asi que finalmente bajo la guardia e inserto la llave en la vieja puerta, para luego girar la perilla mientras inconscientemente aprieto los ojos con fuerza. 

Estaba listo, estaba mas que listo para recibir con valentía el golpe de mi padre. Joder, claro que estaba listo para poner la mejilla de repuesto, alzar la cara con orgullo y mirarlo retadoramente. Todo el camino me prepare para esto. Me dije mentalmente que podía con cualquier porquería que me lanzara.

Sin embargo... Espere un golpe que nunca llego.

Todas las luces estaban apagadas. El silencio y la oscuridad me recibían con calidez, al igual que el rechineo irritante de la puerta —producto de la falta de aceite.

Vale, debo admitir que tanta tranquilidad me asusta un poco.

Un putazo hubiese dolido menos.

Suelto entonces el aire que inconscientemente aun retengo y me adentro en mi pequeño hogar, como cual gato al acecho. Y lo se, debo de verme patético, pero con el tiempo aprendes a entender que nunca sabes que esperar de esta familia.

Subo las escaleras y luego sigo derecho hacia el final del pasillo donde se encuentra mi habitacion. Mi piel erizada me pone de nervios y de repente siento que estoy buscando un asesino en serie, que a venido acabar con mi vida y la de mi familia. Cuando al fin llego a mi habitación, vuelvo a cerrar la puerta con llave y me echo en mi cama, mirando a la nada. 

O al menos eso creo, hasta que la luz de la luna me muestra el retrato de mi familia hecho añicos en la alfombra. 

Y a veces... Solo a veces, cuando miro mi rostro reluciente en la foto y lo feliz que nos vemos, no puedo evitar preguntarme:

¿Que paso?

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¡Hola chicos! :D

Ah~ vaya, ya no se lo que hago. 

Esta historia va a estar mas melancólica. Ya saben peleas, llanto, drama :v

No estoy acostumbrada a estas cosas —me desenvuelvo mas fácil en lo tierno con final feliz— pero tratare de hacer mi mejor esfuerzo. Espero que les guste.

Gracias por leer, votar y comentar. No olviden seguirme, doy mucho amor :3

¡Nos vemos en un próximo cap!