— Me siento herido — respondieron del otro lado de la línea.

Jimin evitó soltar una fuerte carcajada.

— No seas exagerado — dijo con una sonrisa en su rostro — te he escrito varias veces, pero pareces demasiado ocupado últimamente. 

Escuchó un gruñido como respuesta.

— ¿Qué sucede contigo? Pareces de mal humor estas últimas semanas — cuestionó Jimin. 

— ¿Cómo podría no estarlo? — respondió Sloane.

Hacia un tiempo que se habían estado comunicando a través de mensajes, pero el hombre estaba demasiado ocupado. Aunque más allá de eso, Sloane no podía concentrarse lo suficiente sin quejarse de su nuevo compañero de trabajo. 

Él simplemente se irritaba con su presencia, la persona que había reemplazado a Jimin competía en demasía con Sloane hasta que este terminaba malhumorado para el final del día. 

— Es insoportable — insistió el hombre — solo saber que está al final del pasillo hace que mi sangre hierva, quiero golpearlo. 

— ¿Se lo dijiste a Ira? — cuestionó Jimin elevando su vista para toparse con la mirada curiosa del más alto. 

Jungkook estaba allí recostado contra el muro divisorio de la sala, su vista fija en las expresiones que hacia Jimin al conversar con Sloane, bastante claro que sentía celos por su reciente comunicación. 

Jimin viró los ojos sacudiendo su mano libre para restarle importancia. 

— Ella tiene otras cosas en mente — comentó Sloane suspirando — siento que si me acerco a ella para decirle, terminaré golpeado, la situación en la empresa es delicada. 

Jimin no quería sentirse culpable, pero lo hacía. 

Pudo notar cuando Jungkook se acercó debido a la mala expresión en su rostro, el hombre estaba sobre sus rodillas en medio de sus piernas con una mirada preocupada.

En respuesta Jimin sacudió su cabeza, su mano libre apoyándose en el costado del rostro de Jungkook. 

— ¿Qué tan mala es la situación? — cuestionó Jimin. 

— Hubo un problema con una empresa que entró en bancarrota de repente — explicó Sloane — redujeron el personal de planta y estamos intentando tomar cada contrato que aparece en el camino. 

— Lo lamento, debe ser difícil — dijo Jimin bajando el tono de su voz. 

— Lo es — respondió Sloane — no me ayuda tener al imbécil que te reemplaza detrás mío cuestionando mi forma de trabajar. 

— Es un completo bastardo por lo que dices — inquirió Jimin. 

— Joder, quiero golpearlo — dijo Sloane sonando molesto — bien, no importa ahora, ¿Está Jungkook contigo? — preguntó de imprevisto.

— Lo está — dijo Jimin curioso. 

— Bien, necesito hablar con él, conéctame — pidió Sloane suspirando con fuerza. 

— ¿Seguro? — preguntó Jimin, su vista en la expresión curiosa de Jungkook quien se mantenía en la misma posición.

— Si, solo hazlo — respondió el hombre.

Jimin le pasó el móvil a Jungkook quien no tardó en tomarlo.

— Quiere hablar contigo — murmuró el más bajo.

— ¿Sobre qué? — cuestionó Jungkook confuso.

El contrario elevó sus hombros al no saber la respuesta. Observó al más alto tomar la llamada para luego desaparecer en el pasillo en dirección hacia la habitación principal.

Era bastante claro que ellos no querían que Jimin escuchara la llamada. 

Jimin cruzó los brazos a la altura de su pecho, recostó su cuerpo contra el respaldar del sofá, Jungkook le había comentado que la situación en la empresa no era buena, pero no sabía qué tan mal estaba. 

A pesar del incidente con su antigua jefe, estaba preocupado por Ira, había intentado comunicarse con ella en más de una ocasión, pero la mujer sonaba tan preocupada que no tenía idea alguna de cómo podría ayudarla.

La situación no estaba mejorando al ritmo que necesitaban, los ingresos no estaban siendo suficientes y la competencia cada vez era mayor. Ira no quería que su empresa acabara, por lo que estaba intentando tomar todo lo que aparecía en su camino, pero parecía no ser suficiente. 

Se sentía mal por ellos y la preocupación estaba llenando fácilmente su cuerpo también. 

A lo pocos minutos Jungkook apareció de nuevo en la sala, la llamada había finalizado. Su rostro se mostraba impasible haciéndole más difícil el trabajo a Jimin de adivinar qué estaba  ocurriendo entre ellos.

— ¿De qué estaban hablando? — no tuvo más remedio que preguntar.

— Acerca de la empresa — respondió acercándose para tomar asiento al costado de Jimin quien soltó sus brazos apresados y se giró para encararlo.

— ¿Realmente es tan mala la situación? — cuestionó Jimin preocupándose más.

Jungkook asintió.

— De no ser por los últimos contratos que Ira ha estado tomando, la empresa se habría acabado hace unos meses.

— Mierda — masculló Jimin molesto — no tenía idea, ella jamás me lo dijo.

— No quería que te preocuparas — se apresuró en decir — incluso yo lo supe por error, ella no quería que me preocupara tampoco.

— Me gustaría poder hacer algo — murmuró Jimin, una expresión triste adoptada en su rostro.

Jungkook carraspeó con fuerza. 

— Ella tuvo que decirle a Boonie — dijo Jungkook — Jamie se preocupó cuando Boonie se puso pálida.

— ¿Qué? — Jimin estaba alerta ahora — ¿Cuándo ocurrió eso? 

— Un poco antes de la fiesta — respondió — lo supe ayer porque Ira me llamó para decirme, Boonie estaba molesta con ella por no pedir ayuda.

— Agh, maldición — se quejó el más bajo — debería haber algo que podamos hacer.

— Bueno, es justo por lo que Sloane quería hablar conmigo.

— ¿A qué te refieres? — cuestionó.

— Sabes que la empresa donde trabajo tiene un contrato fijo con la de Ira.

Jimin asintió.

Por eso Jungkook iba de vez en cuando a supervisar. Era parte de su trabajo como el gerente administrativo.

— Ira estuvo en conversaciones con mi jefe — dijo Jungkook — buscando formas para generar más ingresos y mejorar la estabilidad financiera, asunto en los que he estado trabajando en las recientes semanas. 

— Si, habías dicho que estabas atareado con tanto trabajo en tu oficina — recordó Jimin.

— Si, así es — respondió Jungkook suspirando — bueno, parece que ellos tuvieron una nueva reunión — el más alto buscó su móvil para ingresar a su correo electrónico — solo quiero que sepas que no tengo voz en esto, es una orden del jefe y realmente estoy sorprendido por este giro.

— ¿De qué hablas? — Jimin tomó entre sus manos el móvil del contrario cuando este se lo pasó, su vista se concentró en leer uno de los correos enviados.

Se hacía mención titulada acerca de un proceso para generar nuevos contratos con el extranjero, una participación en conferencias y reuniones con patrocinadores no solo locales. Inclusive había un listado largo de empresas que estaban ingresadas en el sistema con la intención siempre de expandir sus participaciones a nivel de los extranjeros.

Jimin se sorprendió al ver el nombre de la empresa en la que estaba trabajando en esa lista, tenía noción sobre esto, ya que había estado siendo partícipe de algunas conferencias en el extranjero, pero no esperaba que la empresa de Ira ingresará allí.

— Ellos entraron en la lista, eso es bueno — dijo Jimin sintiéndose aliviado — podrán tener contacto directo con patrocinadores e incluso formar alianzas con otras firmas internacionales.

— Lo es — dijo Jungkook sonriendo.

— Esto es genial — dijo Jimin alegre — pero, ¿Era acerca de esto lo que quería hablar Sloane contigo?

— En cierta forma — respondió — también hubo alguna que otra amenaza de su parte, no sé exactamente qué le dijiste acerca de mi.

Jimin se sonrojo en el acto. Había sido descubierto.

— No mucho — respondió tratando de evitar la pregunta.

Jungkook solo pudo reír con fuerza al verlo tan agobiado.

Entonces fue allí donde Jimin se percató de algo importante.

— Eso significa que tendrás incluso más trabajo — aseguró el más bajo.

El contrario asintió letárgicamente, su expresión se suavizó en su rostro.

— No tendrás tiempo para viajar — dijo Jimin finalmente derrotado.

— No, no podré hacerlo — respondió.

Pero a diferencia de la expresión de tristeza en el rostro del más bajo, Jungkook parecía impasible a la noticia.

— ¿Por qué no estás preocupado? Me habías dicho que querías intentar tener una relación conmigo, esto complicará la situación entre nosotros — dijo Jimin sintiéndose frustrado de repente — incluso si puedo manejar una relación a distancia, tomará tiempo poder reunirnos de nuevo, ¿Pedirás más vacaciones? ¿Más permisos? Tendré que arreglar unos asuntos, podría pedir permisos, ¿Cómo vamos a organizarnos?

Las cejas de Jungkook se elevaron al escucharlo quejarse, es lo único que se había modificado en su rostro. 

¿Cómo era posible que eso no le molestara?

— Jimin — le llamó — ¿Terminaste de leer el correo? — le preguntó con voz paciente.

— Claro que si — dijo el aludido volviendo a llevar su vista hacia el móvil, se deslizó en la totalidad del correo fijándose que había un anexo en este.

Lo leyó con rapidez mientras Jungkook estaba esperando a su costado.

Jimin parpadeó confundido, sus labios se separaron, pero no había ninguna palabra siendo pronunciada en voz alta.

— Ellos necesitan estar asistiendo a las conferencias y reuniones del extranjero — dijo Jungkook — pero también necesitan ocuparse a nivel local. 

Llevando la mirada hacia el contrario, Jimin mantuvo sus ojos abiertos en demasía ante la expectativa.

— Así que los gerentes administrativos de cada empresa deben cumplir el rol de hacer la representación en nombre de las empresas — le explicó Jungkook con paciencia — tengo que asistir a la conferencias programadas en el extranjero, solo serán un par de horas lejos de aquí y podré estar regresando continuamente.  

— ¿Eso significa que ellos te necesitan más aquí afuera que allá con ellos?

Jungkook asintió, una sonrisa tiró de la comisura de sus labios.

— Ellos han pedido mi traslado en algunas de las sedes extranjeras con las que tenemos convenio — agregó Jungkook. 

El corazón de Jimin se aceleró, lágrimas aparecieron en las esquinas de sus ojos sin previo aviso.

— Puedo escoger en cuál sede quedarme — dijo Jungkook — hay muchas otras personas que suplirán esos puestos.

Jimin asintió.

— Hay una sede aquí en Chicago — dijo Jungkook — yo podría tomar... — fue interrumpido.

Los labios calientes de Jimin ya estaban sobre los suyos cepillando bruscamente con hambre de contacto, correspondió el beso abrasador estrujando el cuerpo contrario contra el suyo mismo. El deseo de estar cerca del contrario, la alegría burbujeando en el interior de ambos. 

Jimin hizo ruiditos como de costumbre en medio del beso, Jungkook estaba intentando empujarse sobre él para recostarlo a lo largo del sofá. 

— Si — dijo Jimin al separar sus labios. 

Húmedos, hinchados y rojizos, pero bien besados.

Su cuerpo debajo del de Jungkook. 

— ¿Si qué? — preguntó Jungkook aturdido por el reciente encuentro de sus bocas.

— Si quiero tener una relación contigo Jungkook.