Jimin llevó su mirada hacia la forma en que una expresión de felicidad llenaba a Jungkook, el más alto estaba intentando disparar al blanco con la intención de ganar un premio, la conversación de minutos antes seguía en su mente reproduciéndose una y otra vez.

Casi como un castigo.

Escuchó la algarabía de la pareja que se hallaba a su costado, la chica había conseguido un bonito premio, el chico lucía feliz al verla sonreír por su pequeño logro.

— ¡Lo hice! — escuchó a Jungkook gritar emocionado al haberlo conseguido.

El hombre le extendió un peluche pequeño hacia sus manos, el más alto lo recibió con entusiasmo girando a verle mientras lo sacudía. Una sonrisa en su atractivo rostro.

— Lo lograste — respondió Jimin esbozando una pequeña sonrisa.

— Quiero intentarlo de nuevo — devolvió la vista hacia el hombre — quiero ir por el premio gordo.

Jimin parpadeó confuso al escucharlo, buscó con la mirada cuál era el premio al que hacía referencia su amigo, tragó saliva con fuerza al percatarse del enorme tamaño del peluche con forma de oso panda que estaba recostado contra un muro.

— ¿Hablas en serio? Es un poco grande, ¿No crees? — le preguntó.

Sin embargo, Jungkook lucía dichoso por continuar con el juego, él realmente estaba haciendo un gran esfuerzo para concentrarse a pesar del constante ruido alrededor, Jimin solo pudo observar los disparos comenzar a dar en el blanco uno a uno.

Maldición, a este paso él realmente ganaría el premio gordo.

¿Qué se supone que haría con ese peluche en su apartamento? 

Tal vez podría ocupar el espacio vacío a su costado en la cama.

El sonido de una campanilla llegó hasta sus canales auditivos, su mirada expresó sorpresa al confirmar su pensamiento, Jungkook realmente había ganado esta vez el premio mayor.

— Tienes que estar bromeando — murmuró Jimin al ver a su amigo dirigirse hacia el frente esperando por su premio.

Incluso escuchó a las personas a su alrededor comentar acerca de su suerte al ganar, Jungkook adoptó una expresión de satisfacción total al elevar el enorme peluche mostrándoselo. 

— ¿No es genial? — preguntó detrás del panda.

— Claro, seguro — respondió Jimin — pero dudo que te dejen llevarlo en el aeropuerto Jungkook.

El mencionado hizo a un costado el peluche para encararlo. 

— No, no pensaba llevármelo Jimin — respondió — solo quería regalártelo.

Jimin llevó su mirada al objeto, si bien era lindo, se preguntó porqué el interés del contrario en darle un obsequio.

— Muchas gracias por el regalo Jungkook — le agradeció de todas formas.

— Bien, deberíamos subir a alguna atracción — comentó de repente.

No le tomó más de cinco segundos para alejarse de Jimin haciendo su propio trayecto, el contrario solo podía ver a un hombre intentando abrirse espacio entre la multitud cargando un enorme peluche casi de su tamaño.

Él lo siguió, lo complació en cada idea que tuvo, subió a cada atracción que le pidió Jungkook, incluso en aquellas que lo aterraron al final y decidió jamás volver a subir. El más alto simplemente continuaba demasiado emocionado al estar en la feria. 

Jimin agradeció cuando pudieron tomar un descanso para comer un poco, sostuvo la banderilla contra sus labios momentáneamente, Jungkook tal vez estaba comiendo su tercera banderilla. Había perdido la cuenta.

— Este lugar es genial, podría pasar cada noche aquí — comentó el azabache captando la atención de Jimin.

— Es bueno saber que te gustó la feria — respondió con voz suave.

— Es genial — agregó — hay tantas atracciones, a pesar de que hemos subido a muchas, aun faltan un par más.

Jimin formó una mueca en su rostro, las atracciones que el contrario mencionaba incluían altura consigo mismo, algo de lo cual prefería alejarse, pero Jungkook no estaba en ello.

— ¿No te sientes cansado? — preguntó de repente Jimin.

— ¿Cansado? No, para nada — respondió sonriente — tengo mucha energía.

Bajando la mirada, Jimin continuó mordisqueando su banderilla hasta acabarla, solo tuvo tiempo para ir al baño del lugar antes de sentir los dedos delgados del contrario enroscarse alrededor de su muñeca, para tirar de este.

Se dejó guiar, Jungkook había hallado la forma de cargar con el panda durante toda la noche, incluso convenció a los trabajadores de permitirle subir con este a las atracciones, maldita sea, el hombre era bueno con sus palabras.

— ¿La noria? — preguntó Jimin una vez que el contrario lo soltó deteniéndose frente a la enorme atracción.

— Si, creo que sería genial — dijo — definitivamente dejarán subir al señor panda — sacudió el peluche un poco frente suyo.

Jimin suspiró notablemente, sin embargo, aceptó subir junto al contrario. 

Efectivamente el señor panda estaba sentado al costado de Jungkook mientras Jimin estaba sentado al frente de ambos, la cabina se sacudió con el cambio de posición y minutos después se puso en marcha. 

Debía admitir que una vez que comenzaron a elevarse, el sonido fue apaciguándose poco a poco.

— Gracias por traerme hasta aquí Jimin — el más alto fue el primero en hablar.

— No ha sido nada, sabía que te gustaría — respondió — has actuado como un niño durante toda la noche. 

— Las atracciones son geniales — comentó — incluso conseguí al señor panda.

Jimin asintió en respuesta, el silencio que se formó entre ellos fue cómodo. Ambos llevaron sus miradas hacia el exterior, Chicago a esa altura se veía diferente, los edificios llenos de luces artificiales, el cielo cerúleo reflejando solo un par de estrellas en el firmamento.

El resto, solo eran luces brillantes.

Mentiría si no dijera que estaba satisfecho, el estar de esta forma con Jungkook se sentía grandioso y ameno. Como si de una cita se tratara, pero la conversación retornaba nuevamente a su mente.

Le era inevitable no pensar en ello.

— ¿Lo hiciste alguna vez? — preguntó de repente Jungkook cortando el silencio.

— ¿De qué hablas? 

— Salir con alguien de esta forma — agregó el contrario.

Jimin lo pensó, pero no recordaba haber hecho algo similar en el pasado en sentido romántico.

— No, solo he ido a ferias contigo, Ira y Boonie — respondió luego de varios segundos.

Jungkook asintió escuchándolo.

— Yo tampoco — agregó el azabache.

— ¿Jamás? — cuestionó Jimin sorprendido — pensé que habías tenido citas de este estilo con Sunmin, tú adoras las ferias.

— Lo pensé — Jungkook retiró su mirada del exterior para encarar al contrario — pero de alguna forma sentí que no sería lo mismo.

No había forma de entender la respuesta del contrario.

— No te entiendo — respondió sonando confundido.

Jungkook no apartó su mirada en ningún momento.

— Estoy seguro de que no se habría sentido de esta forma — respondió — no de la forma cuando estoy contigo.

Jimin soltó una leve carcajada.

— Claro que no lo hará — dijo — es porque somos amigos que se siente diferente a una cita con tu pareja.

Sacudiendo la cabeza, el más alto por fin apartó su mirada para bajar la cabeza. Jimin sintió su corazón aumentar el ritmo al toparse de nuevo con los ojos brillosos del contrario al regresar la cabeza hacia arriba.

— Sé que está mal — la voz de Jungkook sonando demasiado baja, pero audible — pero así es como me gustaría sentirme al tener una cita con la persona que amo, ¿Lo comprendes?

Jimin no sabía cómo responder a ello.

— Nunca se siente igual — continuó — no puedo evitar hacer la comparación, porque se siente tan grandioso estar contigo que no entiendo porqué no puede sentirse igual cuando salgo con alguien más.

La cabina dejó de moverse, se sacudió un poco y se quedó en la zona más elevada.

— Jungkook, ¿De qué estás hablando? Debes estar confundido, eso no tiene sentido — comentó Jimin al sentirse ansioso por las confesiones del más alto.

— No, no lo estoy — dijo, su voz sonando firme — no menosprecies la forma en que me haces sentir Jimin, por favor, no lo hagas.

Jimin sintió un nudo en su garganta, de alguna forma la acción de tragar saliva le estaba costando demasiado.

— No quiero que esto se termine, ¿Está bien? — confesó Jungkook sonando ligeramente desesperado ahora — no quiero regresar a casa y ser consciente de que no volveré a sentir algo como esto en el futuro.

— Eso no puedes saberlo — se apresuró en decir Jimin — puedes conocer una gran mujer con la que podrías formar una hermosa familia.

— Si, si puedo — elevó su voz — ¿Esto está bien para ti? No volver a vernos como en el pasado, dejar todo esto a un lado y continuar con nuestras vidas.

Jungkook sacudió sus manos llevándolas hacia su rostro en señal de frustración.

— Tú estás aquí continuando con tu vida y eso me hace sentir miserable Jimin. 

— ¿Qué? ¿Por qué estás diciéndome todo esto?

— Porque no es justo — respondió observándolo de vuelta retirando sus manos — porque quiero que estés allí en mi vida, pero no puedo pedirte eso porque eres feliz estando aquí.

Jimin sintió las lágrimas acumularse en las esquinas de sus ojos.

— Y yo no puedo retenerte más — agregó — eres feliz aquí — dijo — sin mi.

— Jungkook — le llamó en voz baja.

— Y estoy feliz por ti — una sonrisa intentó vanamente tirar de la comisura de sus labios — realmente estoy feliz al saber que estás bien aquí, eso me hace desear dejar mis pensamientos egoístas a un lado.

Jungkook de pronto se puso de pie en medio de la cabina logrando que esta se sacudiera un poco, se movió al frente hasta sentarse al costado del más bajo, el señor panda cayó de lado al no tener un apoyo lateral en la mitad de la banca.

— Quisiera poder hacer algo al respecto por tus sentimientos Jimin — llevó su mirada hacia la brillosa del mencionado — pero no quiero que mi confusión te arrastre a ti también.

— Por esto no quería decirte nada acerca de mis sentimientos — bajó la mirada.

— No, está bien — dijo Jungkook — yo quería saber la verdad, es bueno saberlo.

— No es bueno, esto nos está alejando — su voz se quebró en ese instante.

— No nos está alejando, te lo prometo — dijo sonando decidido — está haciendo que dude de la vida que tenía hacer un par de semanas atrás, no quiero irme Jimin, no quiero estar lejos de ti nunca más.

— ¿De qué estás hablando? — un sollozo involuntario se escapó de los labios del más bajo.

— Estoy diciendo que quiero quedarme aquí contigo, no necesito pasar un mes entero aquí para saber eso — agregó — es lo que quiero.

— ¿Por qué dejarías toda tu vida atrás? ¿Solo porque te sientes culpable?

Jungkook sacudió su cabeza, sus manos se elevaron hasta sostener el rostro del contrario.

— No — respondió — solo quiero ser capaz de recibir tus sentimientos hacia mi, quiero atesorarlos, este es el lugar en el que quiero estar.

Jimin sollozó una vez más bajo la mirada brillosa del contrario.

— Solo dame tiempo para enamorarme de ti Jimin — soltó de repente tomando por sorpresa al contrario — solo déjame seguir sintiendo este amor por ti, solo un poco más, hasta que pueda pedirte que te cases conmigo en el futuro.