14
Jimin se cuestionó sí habría sentido alguno en intentar dar una explicación a la escena que estaba causando junto a la novia de su mejor amigo, la expresión de asombro en la cara de los espectadores dejó en más que claro que estaban malinterpretando el asunto.
Pero para antes de que Jimin pudiera excusarse, la mujer se le adelantó.
— Oh, hey — dijo Sunmin — sonando ligeramente avergonzada — Jimin estaba tenso, así que solo le estaba ayudando un poco, no es bueno para la salud estar tan estresado.
Bajando la mirada esperó por las respuestas de ellos, si bien la voz de Sunmin no se mostraba alertada por haber sido encontrada en este tipo de situación, cualquiera podría malinterpretarlo.
— ¿Estresado? — cuestionó Jungkook ingresando a la oficina.
Sunmin por fin estaba retirando sus manos del pecho de Jimin.
— Si, ya sabe — respondió ella — ha tenido mucho trabajo y no ha tomado un descanso, cuando lo vi quejarse del dolor no pude evitar ayudarlo.
— ¿Un masaje? — cuestionó nuevamente Jungkook esta vez sonando molesto.
— Hombre, ¿Qué demonios? — incluso Sloane le reprochó su comportamiento.
Jimin echó un vistazo a los demás, si bien Sloane tenía una expresión indescifrable en su rostro, Ira parecía molesta, no, había algo más en su mirada, tal vez ofendida. Eso no era bueno, nunca había a la hermana de Jungkook mirarle de esa forma.
Confirmó sus pensamientos cuando Ira mostró una expresión molesta en su rostro.
— Jimin, ven a mi oficina, ahora — dijo ella retirándose de allí con brusquedad.
Mierda, Jimin se sintió ligeramente expuesto, nunca había visto a Ira molestarse de esa manera, no pudo evitar llevar su mirada hacia Sloane, pero este compartió la expresión molesta de Ira.
Sin decir nada, Jimin arregló su ropa para salir de la oficina lo más rápido que pudo ignorando cuando Jungkook y Sloane lo llamaron. No importaba eso ahora, le preocupaba que Ira se haya molestado lo suficiente como para tomar represalias.
— ¿Qué demonios fue eso Jimin? — cuestionó Ira en cuanto Jimin ingresó a la oficina.
Maldita sea, ni siquiera había logrado cerrar la puerta. No comprendía por qué Ira estaba tan molesta con él, parecía haber ignorado por completo la presencia de Sunmin allí, como si de alguna forma pensara que de escoger un culpable, claramente sería Jimin.
Eso le hizo sentir nauseas, Ira era su amiga, ella no podría pensar de esa manera, él no lo soportaría.
— Escucha, sé que se puede malinterpretar — dijo Jimin para luego ser interrumpido por su jefe.
— ¿Malinterpretar? — dijo Ira soltando una grave carcajada sarcástica — te estabas liando con la novia de mi hermano y Jimin, me importa un carajo nuestra amistad ahora, no debiste hacer eso.
Jimin se sintió acorralado. No, ella estaba malinterpretando la situación, maldición, Jungkook debería estar haciéndolo por igual.
— No me estaba liando con ella — respondió apresurado — tú misma escuchaste lo que dijo ella, Sunmin decía la verdad, ella fue quien se ofreció a darme un masaje cuando le repetí en varias ocasiones que no lo necesitaba.
— Igual la dejaste hacerlo Jimin — dijo Ira furiosa — maldita sea Jimin, pensé que éramos amigos, que eras el mejor amigo de Jungkook.
No le estaba gustando el rumbo de la conversación. No estaba seguro de cómo debería responder a ello, así que tomó el camino más seguro.
— Ira, las cosas no son como lo estás imaginando — se defendió.
— Suficiente — dijo ella — estás fuera.
— ¿Qué? ¿De qué estás hablando?
— Estás fuera de los proyectos Jimin, le pasaré tu trabajo a otro de los internos.
— ¿Qué? No puedes solo sacarme de los proyectos Ira, son mis diseños — le recordó.
— Alguien más los terminará por ti.
No, él no podía permitirlo, esa era su oportunidad de ser reconocido en su ámbito laboral, no tendría otra oportunidad como esa. Había esperado demasiado tiempo para demostrarle a Ira que él tenía la capacidad de liderar mega proyectos y diseñarlos por sí mismo.
— No puedes hacerme esto Ira — su voz comenzando a sonar furiosa — esto no tiene nada que ver con el trabajo, sabes lo difícil que es conseguir una oportunidad como esta, puedes dejarme sin proyectos nuevos durante una temporada, pero no me excluyas de este proyecto.
— No — respondió Ira observándolo directo a los ojos — he dicho que estás fuera.
Ella ni siquiera lo pensó dos veces antes de dar su veredicto.
Jimin balbuceó sorprendido, su mente comenzó a soltar múltiples respuestas déspotas a la situación, quería gritarle a Sunmin por haberlo metido en este problema, pero no podía. Porque Ira tuvo razón en acusarlo de haber dejado a la mujer acercarse de esa forma. Estúpido, se dijo a si mismo, él por un segundo creyó en la amabilidad de la mujer.
Tal vez era demasiado ingenuo, creyó que si socializaba con la mujer haría feliz a su mejor amigo, incluso si existía el daño colateral de sus sentimientos hacia el hombre. Pero parecía que ellos ya habían tomado sus propias decisiones, entonces él decidió tomar la suya.
Sacudiendo la cabeza curvó sus labios de mala forma, Ira lo observó ligeramente sorprendida por su expresión.
— Bien — dijo Jimin cansado de toda la situación.
Él había tenido suficiente de todo esto, sabía que su decisión solo era una locura del momento, algo que no estaba siendo planeado de forma racional, pero se sentía abrumado y quería salir de allí lo más rápido posible.
— Sácame del proyecto — agregó furioso — y dáselo a uno de los internos, es más, dale los jodidos créditos a esa persona.
— Jimin yo no he dicho... — fue interrumpida.
— Renuncio — dijo Jimin molesto retirándose de la oficina, no pudo evitar usar demasiado la puerta cuando la cerró a sus espaldas.
Escuchó a Ira llamarle varias veces por su nombre en pocos segundos, en su visión estaba Sloane a un costado de Sunmin quien parecía sorprendida por toda la situación, pero la expresión de Jungkook fue lo que lo rompió.
Su mejor amigo estaba observándolo como si su presencia fuera veneno para su sistema.
— Jimin — le llamó Ira una vez a sus espaldas — no puedes renunciar.
Solo eso bastó para que Sloane intentara decir algo.
— ¿Vas a renunciar? — preguntó sorprendida Sunmin en voz alta ganándole a Sloane.
— Vendré por mis cosas mañana — dijo caminando de vuelta en dirección hacia el ascensor.
Pero para antes de que lograra tocar el botón, había alguien tirando de su brazo para impedir que se fuera.
Por primera vez en su vida presenció una expresión de furia en Jungkook, ni siquiera pensó que el hombre se vería tan amenazante como ahora, Jimin empuñó sus manos a cada costado de su cuerpo por precaución, si Jungkook intentaba golpearlo, él se encargaría de devolver el golpe.
A pesar de sus sentimientos, no pensaba dejar que lo siguieran consumiendo más. Había soportado lo suficiente como para llegar a su límite.
— ¿Cómo pudiste? — cuestionó Jungkook en voz baja, pero iracunda.
Claro, era su culpa, no de la mujer que estaba a sus espaldas.
Jimin sacudió su cabeza soltándose con brusquedad del agarre del más alto.
— No me toques — le dijo a Jungkook, su voz peligrosamente suave — no sé qué mierda le dijiste como excusa — le dirigió la palabra a Sunmin — pero no te me vuelvas a acercar jamás en tu vida.
Pulsó el botón del ascensor.
— No tienes ningún derecho de hablarle de esa forma — le defendió Jungkook.
— No Jungkook, tú no tienes derecho a reclamarme a mi cuando fue ella la que inició todo — respondió sintiéndose aliviado cuando las puertas metálicas del ascensor se abrieron.
No dudó en ingresar, llevó su mirada hacia ellos sintiéndose traicionado por todos de alguna forma. Su mirada chocó contra la de Sloane, el picor llenó su garganta y las lágrimas inevitablemente se agruparon en las esquinas de sus ojos.
— No te atrevas a aparecer en mi vida de nuevo Sloane — dicho esto, las puertas se cerraron sacándolo de allí.
Jimin inhaló profundo varias veces, no pensaba permitirse quebrarse allí adentro, en cuanto el ascensor se detuvo en la planta del estacionamiento se apresuró en dirigirse hacia su auto, conocía a Jungkook e Ira, ellos dos vendrían por él para seguir discutiendo.
Suspiró al subirse al auto saliendo de allí con prisa, el ascensor se había abierto dejándole comprobar que tenía razón en sus pensamientos, pero los hermanos no pudieron hacer nada más que solo verlo irse.
Jimin buscó su móvil, mierda, había dejado todas sus cosas en la oficina, extrañamente en esos momentos eso era algo bueno, no importaría cuántas veces ellos intentaran comunicarse, no lo lograrían.
No tardó mucho para llegar a su apartamento, el teléfono estaba sonando formando eco en el interior, lo desconectó para que las llamadas jamás ingresaran, incluso se tomó el tiempo para pedirle al portero que no le permitiera la entrada a ninguna visita, no correría el riesgo de que alguno de ellos hicieran todo el camino hasta el edificio.
Solo cuando por fin pudo tomar asiento en el borde de la cama pudo quebrarse, para antes de que pudiera percatarse los sollozos estaban abandonando su garganta con fuerza, había perdido tres amigos en un mismo día, uno de ellos el más importante en su vida.
Se preguntó si acaso estaba interpretando el papel de un personaje de una película ridícula de drama.
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