Stephen Strange
Dedicado a JennRdgz 😉
Si alguien te hubiese dicho hace tres años que ahora estarías en una comunidad aislada de Nepal le hubiese tomado por loco.
Después de que tu vida cayese en picado; tu novio te había dejado por tu vecina. La empresa en la que trabajabas cayó en bancarrota y tenías facturas que pagar.
Lo dejaste todo.
Querías conocer mundo y también conocerte a ti misma.
Así que sacaste un boleto al azar.
Nepal.
Siempre quisiste conocer culturas nuevas y en ésta descubriste tu vocación.
Ayudabas a la personas que lo necesitaban y luchabas contra el mal. Tres años aprendiendo de Mordo día y noche, habías logrado desarrollar tus habilidades.
Ahora estabas mirando al nuevo.
Un famoso cirujano que había tenido un accidente automovilístico en el que sus manos habían sido cruelmente dañadas.
Te fijaste en que intentaba luchar con la vara. No demasiado bien.
Cuando le dieron un descanso de ello, le pidieron que creara un portal. Fallando estrepitosamente.
- No dejes que la ira te domine - le sugieres. Recibes una breve mirada por su parte - trata de relajarte.
- No necesito tu ayuda, t/n.
- Ya veo - sonríes - cuando te canses de hacer el ridículo, estaré por ahí - señalas uno de los lugares de meditación.
Te vas, sabiendo que tarde o temprano él te pedirá ayuda. Cuando empezaste a ti te pasó lo mismo. A todos os pasaba lo mismo.
Stephen era egocéntrico, vanidoso y demasiado arrogante.
Y aún así, a ti te gustaba. Te gustaba su humor, su determinación en hacer las cosas, y sobre todo, por que nunca se daba por vencido.
- Necesito... - se acerca ti - necesito tu ayuda. - Susurra.
- Disculpa, creo que no te he escuchado bien, ¿ puedes repetirlo ? - él rueda los ojos mientras tu sonríes.
- ¡ Necesito tu ayuda! ¿ Contenta ?
- Sí, mucho. Vamos, te ayudaré.
Volvéis al lugar de entrenamiento y te colocas junto a él.
Formas un portal mientras él te mira con admiración.
- Fascinante.
- Vamos inténtalo.
Stephen solo consigue iluminar sus manos.
- Relájate.
- ¡ No puedo! Esto no me sale - grita exasperado.
- Cierra los ojos - te colocas frente a él. Pones tus manos sobre sus hombros - ¿ qué escuchas ?
- A ti - sonríe.
- Céntrate idiota ! - os reís.
- El sonido del viento... A otros alumnos luchar, el canto de los pájaros...
- Bien, ahora,¿ qué sientes ?
- La brisa helada en el rostro, el frío en las manos, tú... Tú corazón desbocado - abre los ojos para mirarte. Sonrojada.
- Ciérralos - Dices tratando de calmarte por su cercanía. - Busca dentro de ti, Stephen. ¿ Qué sientes ? - Guarda silencio unos minutos mientras busca tus manos, jungando con tus dedos.
- Siento un hormigueo en mis manos.
- Es tu poder tratando de salir, déjalo. Suéltalo, deja que fluya.
Sus manos vuelven a iluminarse y tú le sueltas, alejándote un poco y ves como logra formar un portal. Sonríes más que orgullosa.
- Stephen, abre los ojos y mira lo que has conseguido.
- ¡ Lo he hecho! - grita orgulloso. Vuelve a hacerlo de nuevo - ¡ Lo he logrado ! Gracias - se acerca a abrazarte mientras da vueltas en el aire contigo. Cuando te baja te besa.
- Sus labios están helados por el frio, al igual que los tuyos. Aún así el beso es cálido y dulce.
- Eh! ¡ Las sesiones de besos dejadlas para después de mis clases! - os grita Mordo.
Os separáis mientras os reís.
- Nos vemos luego - susurras.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro