‧₊˚۪۪⸙͎4: cuando todo dejó de ser ideal‧₊˚۪۪⸙͎
Adam y Mammon se habían quedado solos. El demonio de la avaricia había exigido un banquete inmediatamente para festejar, y porque en general, cualquier cosa era a lo grande con él (además de la entrada de dinero constante dado que se estaba deshaciendo y vendiendo todo lo relacionado con Fizzaroli, menos sus dos asistentes, más que nada por pereza).
Mientras eso se cocinaba, ambos se habían quedado en aquel sofá, charlando torpemente y poniéndose un poco al día sobre cómo Adam había llegado hasta ahí.
"Oh, sí... empecé con el tema de los exterminios debido a que Lilith quería poder y, pues, no iba a dejar que esa perra ganara", contó por encima Adam mientras se sobaba las partes del cuerpo que habían sido amarradas. "¿Y tú...?"
"Oh, no mucho. Después de lo de Lucifer y Lilith, aquellos que estuvieron a favor de su causa más... ciertas cositas, se nos expulsó del cielo y, pues, aquí estoy, con un imperio y mi cara en los billetes. ¿Quieres ver?", preguntó insistente el demonio de la avaricia, saltándose toda la parte mala.
Bueno, ambos se estaban saltando la parte mala de su historia y se notó cuando se miraron con duda.
"¿Y qué pasó con Eva...?", preguntó Mammon casi de manera automática, no en mala, solo como una pregunta genuina.
"Oh... hehehe, ella..." soltó una risa nerviosa el no-humano mientras apartaba la mirada. "No... n-no me gusta hablar de ella...", negó mientras buscaba qué otra cosa preguntar. Quería saber más sobre por qué alguien como Mammon había sido echado del cielo.
Adam tenía la visión antigua de Mammon, ese ángel más pulcro e inocente que no sería capaz de matar a una mosca. Y sí, sabía que la razón iba más allá de apoyar a Lucifer en ese entonces y el hecho de, bueno, ser un avaro que había empezado a robar ciertas joyas para él. Sorprendentemente, no fue por su idea de cobrar entrada al cielo, ya que... bueno, Dios había pedido sacrificios como adoración por mucho tiempo, pero la idea de robar joyas solo para él era imperdonable en el cielo. Igual, siempre sintió que ese castigo había sido demasiado para un crimen tan pequeño.
A ver, en ese entonces, cada pecado solo eran ángeles que cumplían una función y, por un pequeño desliz, los habían mandado al paso. A ver, que Asmodeus únicamente lo que hizo fue que el humano pudiera sentir placer a la hora de tener sexo y solo por eso lo echaron.
En comparación a Adam... los pecados habían sido puros y luego corrompidos al ser abandonados, sin oportunidad de perdón, sin segundas oportunidades...
Ninguno supo qué más decir, y por suerte, el silencio no fue tan largo ya que las asistentes anunciaron que la cena ya estaba lista.
...
La mesa estaba llena de platillos, entradas y platos de fondo, todo junto servido en una extensa mesa. En condiciones normales solo se serviría hasta la mitad, pero ya que eran dos, asumieron que debían preparar el doble.
"Es una ocasión especial, más vale que hayan traído todo lo de mi lista!", reclamó el pecado de la avaricia antes de mirar nuevamente con una sonrisa a su amado.
Era esa sonrisa otra vez, esa suave sonrisa que solo se formaba con la comisura de sus labios, sin mostrar colmillos y cerrando sus ojos de manera suave, casi hacia sonrojar al mismísimo Adam, porque estar con Mammon cerca era recordar cuando todo era más fácil, más inocente...
Porque la culpa fue del primer beso...
"E-esas son costillas...?", preguntó Adam viendo un apartado en la mesa dedicado a las carnes.
"Oh sí, son deliciosas, yo me las iba a comer, pero... adelante, quédatelas", respondió el de colores verdes fingiendo desinterés, pero al mismo tiempo sintiéndose extraño porque... era raro que no reclamara algo para él o como suyo.
Ambos se sentaron en la mesa, con el pecado capital en la cabecera y el ex exterminador a su lado viendo el banquete y haciéndose agua la boca. Sin permiso alguno, simplemente empezó a comer sus costillas mientras miraba alrededor. Todo era lujoso, caro y lleno de decorados que mostraban opulencia, pese a que, bueno, Mammon no era la mejor representación de la elegancia y rápidamente lo confirmó ya que este último comía de manera ruidosa, dando grandes mordidas y masticando con la boca abierta, casi desesperado por comer.
Adam también comía de manera descuidada, pero no tan ruidosa ni desagradable.
"¿Con que así vives...?", comentó el ex-humano mientras masticaba su costilla y veía las decoraciones.
"¿Ah? Sí, sí, sí, ya sabes, el dinero compra la felicidad o algo así", respondió de manera distraída mientras tragaba un trozo de pastel. Igual, esa respuesta fue más como una predeterminada que algo que dijera en serio.
Hubo otro pequeño silencio incómodo dado a que ninguno quería hablar de más. Querían pasar tiempo juntos pero sin tocar las heridas de cómo habían llegado a ser como son ahora.
En algún momento, una de las asistentes empezó a retirar las bandejas vacías y ponía unas nuevas mientras la otra se acercaba a su jefe sosteniendo una lista.
"Jefe, ya está listo el sauna especial como usted ordenó."
Mammon casi se ahogó con un burrito debido al anuncio de su asistente mientras Adam lo miraba sin entender.
"¿Sauna?" preguntó Adam casi con emoción. "¡Oh, santo cielo, sí que vives con lujos!" dijo en burla mirando a su contrario ahogarse y sonrojarse por alguna razón.
"¿DE QUÉ PUTAS MADRES HABLAN? ¡DAME ESO!" gritó el pecado de la avaricia quitándole la lista a su asistente. La dichosa lista no era la lista de alimentos de siempre, sino... esa lista.
Esa lista era una vieja lista de pequeños eventos y deseos que había escrito aquel Mammon recién expulsado del cielo y que había añorado y esperado la nueva visita del humano que conoció. Incluso, esa lista tenía cosas agregadas recientemente. Había sido su refugio, su forma de sacarse del pecho todas esas fantasías que había cargado consigo.
No importó con cuántos se acostara, follara, besara o estuviera, ninguno se sintió como... c-como ver estrellas. No tenía otra forma de describir esa sensación, de besar a alguien y que todo se desvanezca, que nada más exista además de ellos dos. Era algo que jamás había vuelto a sentir.
Lo primero en su lista era una gran cena, y lo segundo... compartir una bañera con flores...
¡OBVIO TENÍA QUE SER UN CURSI DE MIERDA!
O al menos... así lo era antes...
Mammon rápidamente arrugó el papel de manera frustrada mientras estaba completamente sonrojado, viendo cómo Penny, su primera asistente, intentaba llamar a la otra para cancelar su misión. Habían completado toda la lista y ya era muy tarde.
"Así que... ¿un sauna con flores? Vaya, vaya, no conocía ese lado de ti", soltó una suave risa Adam sin hacer un chiste o burla desagradable, simplemente siendo amigable y dándose cuenta de que en realidad... no conocía a Mammon, no a este nuevo.
"¡Ya sabes! Las velas aromáticas son para maricas y son muy simples, mejor directamente las flores. Digo, si quieres aromatizantes mejor elige lo más caro", intentó justificarse el demonio de la avaricia con vergüenza y apartando la mirada. No tenía explicación y decir abiertamente que Adam lo había sido todo para él y que solo quería vivir esa fantasía romántica que otros pecados ya habían vivido y que él jamás pudo obtener porque jamás pudo olvidar aquel primer amor.
"¿Y quién irá al sauna primero?" preguntó la asistente intentando ayudar a su jefe y no insinuar que la idea era que se bañaran juntos.
...
hola!, Calcio aquí, este fanfic va a tomar un rumbo interesante, quiero que ustedes participen y escuchar sus opiniones, por lo que, al final de los capitulos dejaré una pequeña votación, mas que nada porque soy pésima eligiendo el drama ya que aun que se el desarrollo de los personajes, no se si quieren mas drama, funny o spacy, so...
elijan!
~que Mammon se bañe primero y Adán aproveche de explorar encontrando algo 👁️👁️
~que Adán se bañe primero y el capitulo este lleno de flashbacks de él y su pasado con Lilith y Eva y sobre sus sentimientos sobre Mammon (que no, no son los mismos que los que tiene Mammon por él)
~ambos terminan bañandose juntos y Mammon explota por primera vez sobre todo lo que ha estado pasando por su cabeza y su vida y el porque es una mierda de persona uwu
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