Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

❄️🄹🄰🄲🄺 🄵🅁🄾🅂🅃 🄴🅂 🅁🄴🄰🄻.

A pesar de que no disfrutara mucho ver a mi novio ignorándome, reconocíaque el tiempo que invertía en crear sus historias era algo que no era tiempoperdido, sino que era algo reconfortante y bueno, pues su escritura era correctay lo podías leer con facilidad; inclusive para mí, que en realidad no megustaba este tipo de historias, pero eran entretenidas y reconocía que estabatomando un buen camino en la escritura mi novio. Sin embargo, no lo decía porqué fuera mi novio, sino porqué de verdad estaba haciendo un buen trabajo.

Cuando terminé de leer los avances que había tenido en la historia, alcé la vista del portátil en donde tenía todo escrito, topándome con la mirada firme de Jamie, que me sonreía levemente, esperando ansioso mi respuesta.

─¿Y? ─cuestionó alegre, ampliando su sonrisa mientras nos mirábamos, ansioso de escuchar mi opinión. Sonreí y negué divertida, viéndolo con dulzura, ante su emoción.

─Va bien. Me gusta ─reconocí amablemente, sin dar detalles y siendo sincera, animándolo a seguir, pero al notar que su sonrisa se desvanecía, lo miré extrañada sin entender su molestia.

─Sé honesta ─declaró, haciendo su boca una fina línea, viéndome seriamente, confundiéndome.

─Estoy siendo honesta ─afirmé con duda por su comentario, pues se me hacía inusual que me haya dicho aquello, y cuando él suspiro, acercándose a mí y quitándome la laptop, lo miré extrañada.

─Necesito más críticas ─declaró bufando y viéndome cansado─. Debo de fallar en algo. Y todos en mi casa y tú, dicen que voy perfecto ─murmuró molesto, haciendo una mueca─. Yo sé que lo dicen para no desanimarme, pero yo quiero sinceridad ─pidió viéndome a los ojos, haciendo un puchero, provocando que rodara los ojos y suspirara, quitándole la laptop de sus manos, teniéndola en mi poder, para darle una inspección rápida al documento y expandirme ante mi crítica.

─Bien. Seré honesta ─comenté con una sonrisa, teniendo aun en mi poder, el documento─. Si es un cuento para niños, creo que no deberías de poner palabras tan complicadas, cambia palabras por sinónimos fáciles de leer y entender para que no sea pesado para ellos, e igual, pueden que lo lean adultos, pero lo más probable es que esto sea para niños y ellos no entenderán mucho y perderán el interés. Sé que te quieres lucir, pero para este libro, usa algo más simple ─comenté viéndolo a los ojos, a lo cual él asintió aceptando mi sugerencia. No se miraba molesto o enojado, sino, muy feliz, e inclusive, una sonrisa se escapaba de sus labios. Y aunque anteriormente había dicho que la historia era fácil de leer, me refería para mí, pues sabía que unas palabras eran un poco difíciles para cierta edad─. Además, te gusta dibujar. Podrías agregar dibujos y cosas artísticas para hacerlo más atrayente para los pequeños. Y respecto a la trama, me gusta, está tomando un buen camino, pero... es difícil comprender cómo suceden o cómo son las cosas con esas palabras. ─terminé de decir con una pequeña sonrisa, la cual Jamie correspondió, soltando una pequeña risa.

─Bien, bien, perdón. Cambiaré esas palabras ─comentó quitándome la laptop, y dirigiéndose a su escritorio para comenzar a editar su historia, dejándome sola e ignorándome una vez más.

─Bien... ─murmuré para mí, sin embargo, aun así, habló Jamie.

─Gracias.

─De nada...

Y una vez más, se adentró a su mundo, escribiendo, dejándome sola y con aquel sonido de escarcha a mí alrededor que se escuchaba con frecuencia sin cesar, provocándome escalofríos y un enorme frío, que hizo que me abrigara entre las cobijas de la cama de mi novio, confundida, sintiendo tanto frío, tan rápidamente.

─¿Tu mamá apago la calefacción? ─pregunté extrañada, abrigándome más, mientras Jamie seguía concentrado en la pantalla de su laptop, escribiendo.

─No es eso ─comentó riéndose levemente mientras negaba con la cabeza, como si alguien le hubiera contado un chiste, pero aquello no tenía sentido, pues no había nadie cerca.

Lo miré extrañada tratando de tener una explicación coherente de lo que estaba sucediendo, sin embargo, aquello no se obtenía fácilmente, tenía que pedirlo, pero temía que su novio sacará a Jack Frost en esto. ¡Pues odiaba a Jack Frost! Aunque fuera irreal, era frustrante escuchar de él y escuchar como mi novio se escudará con este personaje siempre, por ello, cansada del ambiente gélido, me levanté de la cama a duras penas, atrayendo la atención de Jamie.

─Iré a investigar. ─me justifiqué entonces, saliendo del cuarto, cerrando la puerta en el proceso, pero manteniéndome allí pegada para saber que ocultaba mi novio.

Y al escucharlo hablar con alguien, estando sólo en la habitación, hizo que un escalofrío me invadiera ante lo extraño que podría ser mi novio en estas fechas. Lo amaba, sí, pero en ocasiones me preocupaba sus actitudes en invierno.

Tratando de ignorar lo que sucedía, me dirigí al baño, sólo con la finalidad de mirarme en el espejo y lavarme un poco la cara, pero al estar apartada del cuarto de Jamie, me di cuenta que la temperatura de la casa, era la misma, a excepción de ese lugar. Y eso no tenía nada de sentido, y más porqué fue algo muy repentino, y no creía que la madre de Jamie fuera la culpable de eso.

Así que, saliendo del baño, me dirigí al cuarto de mi novio una vez más, y al abrir la puerta, mi novio se sorprendió y se embobó a la laptop, a su escritura, ignorándome. Eso me dejo helada, pues parecía estar en una pose relajada, con una enorme sonrisa, hasta que entré.

Hice una mueca y me dirigí a la cama, al sentir el frío envolverme, y cuando estaba a punto de taparme con las cobijas, una bola helada tocó mi piel. Como un choque, como si alguien me hubiera aventado una bola de nieve, y aunque eso no me molestará, no entendía como Jamie había conseguido nieve en su cuarto, estando en el segundo piso.

De repente, un escalofrío hizo que mi piel se retorciera ante el tacto, y volteé a ver a Jamie, sin embargo, no choqué con los ojos marrones de mi novio, sino, con unos azules en forma de copo de nieve.

Quedé helada, perpleja y atemorizada.

¿Estaba viendo bien? ¿Él era real?

Di un paso atrás, asustada, dejando de ver a aquel hombre alto y de cabello blanco, para encontrarme con los ojos de mi novio, que mantenía una enorme sonrisa como la del peliblanco, pero ambos, al ver mi cara de terror, se asustaron. 

Intentaba hablar, pero mis palabras no salían. Y entonces, allí reaccioné que quizá, mi novio no tenía tanta imaginación como creí.

─¿Me estás viendo? ─preguntó el peliblanco, dando un brinco hacia atrás con mucha emoción. Con la emoción a froté, empezando a flotar, haciéndome sentir que todo esto... era... inexplicable.

─Creo que sí... ─murmuró Jamie levantándose de su silla y acercándose poco a poco a mí, mostrándose alarmado─. ¿Violet?

Era él. Era Jack Frost. No había dudas, ni temor. Era él, sólo él. Era como lo había descrito en todo este tiempo Jamie.

Era alto, con piel extremadamente pálida, no tenía zapatos, y tenía un enorme bastón de madera, con detalles azules. Parecía estar rodeado de pequeños copos, ¡inclusive sus ojos eran como unos! Era irreal, impresionante, era como un adolescente. Parecía de nuestra edad, pero a la vez, lucía tan inmaduro.

Pero así era Jack Frost. Y él era Jack Frost.

Jack Frost...

─¿Eres real? ─cuestioné involuntariamente. Saque de mis labios algo que a cualquiera se le hubiera salido, pues ante esa impresión, era inevitable preguntarme sobre ello, para mantenerme en calma.

─Jack Frost es real, amor ─respondió entonces Jamie, haciendo que me diera cuenta que él también estaba aquí, pero, aunque todo el día estuviera mendigando de su atención, ahora que la tenía, sentía extraño. Y quería que Jack me hablará.

─Hola...

Y lo hizo. Me habló, dejándome helada y confusa.

El silencio nos invadió y tragué duró ante esta experiencia. Ante tenerlo frente a frente. 

Él también parecía impactado, nadie se atrevía a hablar, excepto mi novio, pues él sí habló.

─No lo puedo creer. Me alegro que lo estés viendo, es que, no sabes lo difícil que era que me comprendieras sino lo conocías...

─¿Por qué...? ¿Por qué te estoy viendo? ─interrumpí las palabras de mi novio, perdiéndome en los ojos de Jack, haciendo reír a aquel dúo, confundiéndome.

─Tardamos mucho para que me vieras al fin ─dijo Jack aun entre risas, siendo acompañado por Jamie, que parecía divertido ante mi pregunta, mientras poco a poco la vergüenza me invadía al darme cuenta que tal vez, todo este tiempo, Jack me haya visto, en mis peores momentos.

Un escalofrío me invadió, y no por el frío, sino por la preocupación.

─¿Desde cuándo estás aquí? ─pregunté asustada, atrayendo la mirada del ojiazul.

─Desde la primera vez que llegaste al pueblo ─contestó tranquilo, haciendo que mi cara se pusiera seria, sin embargo, la sorpresa estaba presente en mi cabeza, mientras procesaba todo lentamente y con dudas.

─Entonces, ¿todos son reales? ─pregunté en un susurró casi inaudible, refiriéndome a todos los personajes de los libros de mi novio, y todos los seres que creí que existan en mi infancia, sintiéndome más confundida de lo que estaba.

─Muy reales ─dijo entonces Jack, con una amplia sonrisa, dejándome más desconcertada de lo que estaba─. Eres de confianza. Eres novia de Jamie, no creo que...

─¿Estás seguro? ─lo interrumpí de repente, mirándolo desconfiada, pero él sólo me sonrió, mostrándose muy feliz.

─¡Sí! Será divertido ─exclamó alegre, sacándome de mis pensamientos negativos.

─¡Será asombroso! ─soltó alegre mi novio, viéndose con Jack, como si intercambiaran secretos─. Y eso me ayudara a tener más ideas para el libro.

─¿Estás de acuerdo que escriba sobre ti? ─pregunté, metiéndome en la conversación, dirigiéndome al ojiazul.

La verdad, mi intención no era ser mala, pero quería entender más todo lo que me rodeaba y entender más a Jack, pues no era común encontrarte a un ser o una persona como él.

─¡Por supuesto! Hoy en día, es difícil que los niños crean en uno. Esto ayudara a que más niños crean.

Y al escuchar la perspectiva de él, asentí dándole la razón pues tenía sentido la creación de libros. Cuando uno lee y le encanta lo que lee, suele meterse mucho en las historias, disfrutar de ellas y de su contenido, se mete en él, con los personajes, inclusive ayuda que estos mismos, tomen vida de cierta manera. Así que era comprensible todo. Y sin darme cuenta, Jamie y Jack están en vueltos en una conversación alegre, entre risas y diversión, y una vez más, intenté meterme en esas conversaciones, esperando tener éxito.

─¿Y de que hablan? ─cuestioné directa, acercándome a ellos, y estos me sonrieron, en especial mi novio, que fue él que me aclaró todo.

─¡Que debes conocer a los guardianes!

Seis palabras. Veintinueve letras. Muy poco, pero habían hecho que mi corazón se detuviera.

¿Conocer a los guardianes? ¿A mi edad? Parecía imposible de creer, algo loco, pero las miradas de ambos no engañaban. Estaban siendo sinceros. No estaban mintiendo, y eso me daba miedo

─¿No soy mayor? ─cuestioné alarmada, tratando de entender, tratando de hacer que dejaran de mentir, pero no estaban mintiendo.

─No lo eres ─murmuró Jack con una voz dulce─. ¿Quieres ir? ─ofreció entonces, amable, haciéndome tragar duro, sintiendo mi corazón enloquecer dentro de mi pecho.

─Se darán cuenta que nos fuimos ─dije, tratando de retener esto, darme tiempo para procesarlo, pero no me lo permitieron.

─No lo harán. Nunca nos molestan cuando estamos en el cuarto solos ─aclaró Jamie entonces, pero eso no calmó mi corazón, me dejo más alarmada y con dudas, pues, ¿será correcto hacer lo que ellos dicen? ¿conocer a los guardianes?

¿Debería hacerlo?

En compañía del hombre de la luna, Mad-ClepGirl (Dianessa)🐧

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro