- ¡Rius te tengo un regalo!

Estaba caminando con miedo por el pasillo, miedo de encontrarse con alguno de sus amigos, y para su mala o quizás buena suerte, se topó con Sparta.

Este tenía los brazos extendidos, con un regalo en manos.

- Vamos, ¡Tómalo! - Se estaba empezando a enojar.

Rápidamente, Rius lo agarró.

- G-gracias Sparta..

- ¿No lo vas a ver? - Lo miraba neutro, daba algo de miedo.

- Eh.. S-sí..

Ya se daba una imagen de lo que podría ser.

Sparta era distinto a Timba, Mike o Víctor.
Él era uno de los muy pocos que no le hacía daño físico, pues esa idea a él, nunca le agradó.

Sparta era más de.. Insultarlo.
Siempre que podía le recordaba lo patético que era al no defenderse.

Pero Rius lo hacía.. O bueno, solía hacerlo.
La última vez que se intento defender de uno de ellos, el resto se unió para darle una lección.

No es fácil defenderse de amigos tuyos que son capaces de golpearte con palos, tablones o hasta el cable más fino, para torturarte y hacerte llorar.

Especialmente si se trata de 4 vs 1.

Sin contar el hecho de que ni siquiera tenía una buena salud alimenticia, física, y mental.

¿Cómo es posible que aún los siga llamando "Amigos"?

Ellos ya no eran los mismos.

Jamás olvidaría el día que lo obligaron a comer su propio vómito por el hecho de vomitar tan seguido.

Fue asqueroso.. Repugnante, y horrible.

Luego de eso, volvió a vomitar.

Ellos solían alimentarlo con todo lo que esté vencido, frutas podridas, y hasta incluso, comida que se guardaba por semanas y ya tenía mo.

Por estas razones, se acostumbró a vomitar continuamente.

Se daba asco, sus amigos tenían razón.
Daba mucho asco. Era un ser Repugnante.

En esa mansión solo vivía con pánico, miedo y duda, de si seguiría vivo al día siguiente.

Tenía prohibido salir. Solo podía obsrvar por la ventana, pero hasta tenía un horario estricto para eso.

- ¡Rius! ¡¿No lo vas a ver?!

Estaba tan perdido en sus pensamientos, recordando todo lo que pasaba día a día, que no le prestaba atención al castaño.

- ¡S-sí!.. P-perdón Sparta.. - Abrió aquella caja con cuidado sacando un vestido rosa pastel corto.- Oh.. G-gracias..

- ¡Prueba te lo! - Le sonrió.

Esa era otra forma en que lo molestaba.

A Rius no le gusta vestirse cómo una mujer, se siente incómodo.
Sparta siempre le regalaba prendas femeninas sabiendo eso. Le parecía muy divertido.

Él decía que esa clase de ropa iba bien con su cuerpo, y personalidad.

Si se negaba a usarla, Sparta se enojaria, y no. Él jamás lo golpearia por algo así.

Pero cuando Sparta se enoja, se desquita molestando a las personas que más odia.

Mike, Timba y Raptor.

Cuando esto pasa, Mike se termina molestando, y él sí se desquita con el Albino, al igual que Timba.

A parte, está Víctor.

El cuál sigue considerando a Sparta como su hermano menor, por más que este ya no lo vea así.

Verlo enojado, lo llevaría a una persona; Rius.

Simplemente, no le convenía negarse.

Fueron a la habitación del castaño, y en el baño, se cambió.

Luego de un rato, salió.

- ¡Te ves genial! - Empezó a aplaudir con una sonrisa.

No hizo más que dar una leve sonrisa de lado.
En eso, ve como Raptor ingresa al cuarto.

- ¡Rius! ¡Te ves divino! - Este tenía una cámara en mano, y empezó a sacar varias fotos mientras Sparta se levantaba de su asiento.

- ¡¿Y tú qué haces aquí?! ¡Vete! ¡Deja esa cámara! - Estaba molesto, empujó al otro castaño fuera de su habitación, y cerró.

- ¿M-me puedo cambiar..? - Ahora estaba más incómodo que de costumbre.

- ¿Eh? Ah, ¡no! La ropa te queda muy bien, me gustaría que la usarás el resto del día. Ignora a Raptor, solo es una maldita basura adicta al porno hentai.

El Albino ladeó la cabeza confundido.

- ..Mejor olvídalo.

- ¡Sparta! ¡Es hora del almuerzo!

Raptor seguía del otro lado.

- ¡Cállate y vete!

Ahora debían bajar a almorzar.. Teme encontrarse con Timba.

▪《》▪《》▪《》▪

Todos estaban sentados, ninguno hablaba con nadie.

Solo discutían.

Sparta estaba al lado de Mayo y Trollino.

Mike en el centro como siempre, y Timba junto a Acenix y Víctor.

Rius recién bajaba, estaba con un poco de miedo.

El primero que lo vio fue Trollino, que lo hizo de reojo. No pudo evitar sonrojarse.

El menor solo bajó la cabeza, debajo del vestido sólo tenía su ropa interior, nada más que eso.

Sus marcas de golpes, cortes, y moretones en ambas piernas y brazos, estaban expuestas.
Y su rostro, también esta lastimado, algo maltratado..

Se sentía patético. Demasiado patético y débil.

Quizás debió negarse y enfrentar las consecuencias.

Fue a un rincón donde había un plato de sopa vencida en el suelo.
Tenía un feo olor, y se podía ver algo verde ahí..

Se sentó en el piso, y tomó el cubierto con su mano temblorosa.

Sabía y sentía que lo miraban.

Eso lo ponía muy nervioso.

- Rius, ven.

Era la voz de Timba.

Su miedo empeoró, no quería ver a nadie.

- ¡Ven! - Había levantando la voz, con un tono molesto.

Rápidamente obedeció.

El peli celeste solo lo colocó encima de su regazo, pero en una posición algo incómoda.

- Come.

- ¿Q-qué..?

- ¿No quieres comer la comida?

¿Lo decía enserio? ¿Al fin, por una vez, podría comer lo mismo que el resto?
Se podía observar un ligero brillo en sus ojos, que se posaban en la deliciosa comida.

El azabache notó eso.

Al igual que notó como el peli celeste bajaba sus manos hasta el trasero del menor, subiendo le la falda del vestido.

El castaño miraba al de gafas con un gran asco.
Se estaba aprovechando del hambre de Rius para tocarlo.
Le daba náuseas.

Se levantó molesto.

- Perdí el apetito, todos ustedes me dan asco, exceptuando a Trollino y Mayo, son las únicas personas decentes aquí.

Dicho eso, se fue de ahí.

El albino dejó de mirar la comida, y vio como el castaño se iba.
Quizás debía rechazarla.

Ahora sentía asco de sí mismo.

El toque en su parte baja, lo quitó de sus pensamientos.

Timba lo estaba volviendo a tocar.

- ¿Q-qué haces? - Intentó alejarse o levantarse, pero el mayor lo sujetó fuertemento de la cadera.

- Nada, come la comida. - Lo miró molesto por un momento y después dirigió su vista a la rosada entrada del pequeño. Apreció esta por un largo rato. Acercó una de sus manos, acariciando la, para en unos segundos, meter 2 de sus dedos.

Rius solo soltó un suspiro.
¿Qué estaba haciendo? ¿Por qué lo tocaba de esa forma? Y peor.. ¿Por qué enfrente de todos..?

Raptor lo miraba divertido empezando a grabarlo.
La poca inocencia de Rius valía mucho. Al igual que la virginidad de este..

El movimiento de los dedos no le gustaban, le daba asco.
Quería alejarse, pero este lo sujetaba con fuerza.

Levantó un poco la mirada, y notó que Trollino lo miraba fijamente.
Rápidamente agachó la cabeza avergonzado y sintiéndose aún más patético.

Se sentía inútil.

- T-timba.. Déjame.. - No quería llamar la atención del resto, era muy humillante.

- No. - Sonrió viendo como sus dedos se humedecian, ya esperaba poder entrar en el pequeño cuerpo lastimado de su querido "amigo".

- Vaya, no sabía que Rius era una pequeña Puta. - Acenix amaba molestar y humillar en público al menor. Le parecía muy divertido.

El azabache no lo soportó, y se levantó de su asiento.
Iba a ir con Timba, pero Mike también se levantó quedando frente a él.

En un movimiento rápido, Trollino agarró el plato de comida del Rubio, y lo rompió contra su cabeza.

Este se mantuvo unos segundos de pie, y luego cayó al suelo.

Víctor se puso de pie agarrando uno de los brazos de Trollino y tirándolo al suelo.

- Qué patético. - El peli gris lo miró aburrido.- Timba sigue con lo tuyo, que nada te detenga.

Por otro lado, estaba Mayo comiendo su comida tranquilamente.

El nunca ayudaba a Rius, pero tampoco apoyaba al resto para molestarlo o maltratarlo.

Prácticamente era ignorado por todos, y por ello, él ignoraba a todos, y todo lo que acontecía a su alrededor.

No le daba importancia.
Siempre estaba en su propio mundo.

El peli gris le fue sacando aquel vestido rosa, al menor.

Estaba muy adolorido, lo tocaban de manera muy brusca. Sus heridas no sanaban del todo, aún tenía algunas abiertas.

Alejó las manos de Acenix de él, y con sus piernas empujó a Timba para atrás.

Ambos se habían molestado. Raptor dejó de grabar, y se fue de ahí.
Ya tenía lo que quería.

Intentó ayudar al Azabache, pero el peli celeste lo tomó de las piernas, haciendo que se caiga al suelo.

Alcanzó a lanzarle un plato de comida.
El cual le sirvió para romperlo contra la cabeza del castaño, con su mano libre.
Pero no fue suficiente..

- ¡D-déjame!

- Vaya, parece que Rius quiere demostrar que es fuerte.. No eres nada. Solo un estorbo en la vida del resto. Mira, Trollino está pagando por intentar ayudarte. Lo están lastimando por tu culpa. ¡Sirve solo para lo que puedas llegar a hacer bien!

Las palabras de aquel oji verde eran ciertas.
Era muy débil, no podía contra uno de ellos, mucho menos contra 4.

El de gafas lo tiró contra la mesa, dejándole nuevas marcas en su clara piel..

Se estaba preparando para entrar en el menor.

Este no hizo más que soltar lágrimas.
Nada de esto le gustaba.
Su vida no le gustaba.

Los 3 escucharon como algo se rompía..

Acenix vio a Víctor, quién había caído al suelo.
Trollino recuperaba fuerzas para después levantarse.

Mayo.

Mayo no estaba en su lugar.

Este solo lastimo al castaño, y se fue sin decir una palabra.

Ahora Trollino podría ayudar al pequeño albino.

▪《》▪《》▪《》▪《》▪

Estaba siendo cargado.

Lo llevaba a su habitación.. De vuelta.

- L-lo lamento.. P-por mi culpa t-te lastimaron..

Aún lloraba.

- ¡Deja de disculparte! En ningún momento me pediste ayuda, lo hice por voluntad propia.

Al llegar lo llevó a la bañera.
Luego curaría sus heridas.

Agradecía que el pollito aún conservará su virginidad.. Aunque sea un día más...

Se remangó las mangas de la camisa, y empezó a agregar shampoo en el cabello del pequeño.
Él mismo lo bañaria. Rius estaba muy débil, tardaría demasiado.

- G-gracias..

- No tienes por qué agradecer..

▪《》▪《》▪《》▪

Estaba terminando de curar sus heridas, veía como las marcas de los golpes, arruinaban la imagen de su bella piel.

Aunque le sorprendía el hecho de que aún así, siguiera siendo suave.
Seguía siendo como un pequeño muñequito de porcelana.

Delicado, frágil, sensible, y suave.
Estaría dispuesto a cuidar de él sin duda alguna.

Rius tenía algo de sueño, pero miraba al contrario tratandolo con tanto cariño.
Posó una de sus manos en sus mejillas, él también estaba lastimado, y no estaba tratando sus heridas.

Notó que el azabache correspondió a su acción, apoyandose en su mano, cerrando los ojos.

Al abrirlos, observó al menor dándole una pequeña y tierna sonrisa.

Sonrisa que no veía hace meses, incluso años.

Siempre se mostraba asustado y a alerta. Lloraba y tenía náuseas continuas.

Le colocó una camisa blanca suya, y lo recostó en la cama.
Se puso a su lado, abrazando lo suavemente.

- Descansa..

- I-igualmente..

Trollino lo cuidaba.

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1870 palabras.

Hola!

Estoy sin comentarios, por lo que..
No sé.
Gente, no tengo ni la menor idea de qué decir.

Se tocarán temas fuertes, y algo que quiero aclarar, es que no lo agrego con el fin de ofender o darlo como algo divertido.
No busco nada de eso.

Intento ser algo realista, aunque no lo parezca, o quizas no lo exprese 'bien'.

Pero bueno.. Solo eso (?
Adiós!✨💕