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El de 50 estrellas se encontraba en su casa, se sentía mal por lo que acababa de hacer pero pensó que ejerciendo un poco de presión al mexicano, podría aceptar la idea. El mexicano no lo sabía pero su "familia" lo empezó a excluir más desde que sale con el tricolor, solo quería escuchar un "estoy orgulloso" de su padre pero ahora sonaba imposible de conseguir, incluso su propio hermano Canadá ya lo evitaba.
El cual curo sus heridas cuando eran pequeños, al que protegió siempre, Canadá para el siempre iba ser su hermano menos, su adorado y amado hermano menor, pero ahora sentir su distancia, su indiferencia le dolía tanto por que también era su mejor amigo, al cual le confiaba sus problemas, sus secretos, lo que le dolía en la vida, el que lo escuchaba sin que lo juzgara, ahora se tratan como si fueran desconocidos, sabía que estaba bajo la influencia de Inglaterra y Francia, como odiaba a esos dos, en especial la francesa, era quien mas daño le hacía al de hoja de maple.
El angloparlante dio un suspiro pesado de solo recordar su situación, amaba al mexicano, en serio que lo hacía, amaba estar a lado de este, cuando se abrazan, cuando van a lugares juntos, sentir esos besos cálidos pero sobre todo cuando hacían el amor, realmente lo es, se sienten tan conectados, sentir la piel del otro, esa caricias dulces y delicadas, se trataban con tanto cuidado.
Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por su celular, sacaba este de su bolsillo en el pantalón, al ver de quien se trataba puso una mueca de molestia, no era novedad que los hermanos de México lo odiaran y mas sabiendo que están juntos, solo contesto y antes de que pudiera decir algo, fue interrumpido por Argentina...
— ¡ERES UNA ESCORIA! ¡SIEMPRE SUPE QUE NO LE TRAERÍAS NADA BUENO A MEX! — en la voz de este se escuchaba tanta rabia y tristeza —.
— W-What? — estaba realmente confundido —.
Esta vez el que tomo el celular en la otra línea era el colombiano, en su rostro se veía preocupación y enojo pero trataba de mantener la compostura
— Mex esta en el hospital, lo encontramos a tiempo, se estaba ahogando con su vomito al parecer se le paso la dosis...
Esas palabras helaron al estadounidense, ¿otra vez regresaba a las drogas?, ¿cómo no se dio cuenta?, sin darse cuenta estaba temblando, ¿si moría?, lo ultimo que hizo fue serle indiferente, trato de regresar en si, pregunto donde estaba, iría lo mas rápido que podía.
[...]
Pasado
Estaba Nueva España en el jardín, el español solía ponerlo a trabajar en jardinería pero mientras regaba las rosas con agua, se acerco a olerlas, amaba el oler las rosas, eran unos de esos pocos placeres de la vida que podía experimentar. Sus muñecas al igual que su cuello portaba grilletes, grilletes que lastimaban su piel en esas áreas, imaginaba el día que se las quitarían.
— New Spain — el nombrado volteo emocionado, sabia quien era —.
— ¡Trece Colonias!, si viniste a la cena... — se acercaba para abrazarlo —.
La colonia británica abrazo con mucho cariño, era unos de esos abrazos fuertes que podías sentir el cariño del otro, Trece colonias se había vuelto un refugio de la vida mala que llevaba, esa luz de esperanza en su oscuridad.
— Cómo haz estado? — había aprendido un poco de español para comunicarse mejor —.
— Estoy bien, ahora lo estoy, porque estas aquí... — le regalaba una sonrisa —.
Se quedaron viendo a los ojos, pero no podía evitar ver el cuello de Nueva España, que se notaba como en este ya estaba rojizo y con una herida la cual ya estaba sangrando, tomo las muñecas de este y el mismo resultado, irritadas con una herida...
— Se te puede infectar... — hablo en un todo preocupado — Spain no te las quita de vez en cuando?...
— ¿España? jajaja no, que son parte de mi — hablo en un tono raro, como si fuera de tristeza y desinterés —.
Solo el contrario lo vio preocupado, se había rendido en la vida tan rápido, para cambiar un poco el ambiente le pregunto que estaba haciendo, Nueva España emocionado lo acerco a donde estaban las flores, empezando a explicarle los cuidados, enseñarles el olor, algo era seguro y es que amaba las flores, amaba el como se veían, olían, su tacto, ¿cómo algo que parecía simple era tan complejo y hermoso? pero sus favoritas eran los claveles...
— Mira, — lo acercaba a donde estaba sus flores favoritas — estas son claveles, son mis favoritas...
— They are very pretty... — miraba con cuidado aquellas flores —.
Si algo amaba la colonia británica, era escucharlo feliz, no importaba que no entendiera de flores, amaba el escucharlo hablar apasionado sobre las flores, el momento se vio interrumpido por otra colonia.
— Nouvelle Espagne, Treize colonies — era este Acadia —.
— Well... supongo que ya es hora de que entremos, tal vez ya va iniciar su cena de negociaciones — tomaba la mano de este —.
Se dirigieron a donde se encontraba Acadia, este se le notaba un ligero rubor, quería entablar conversación con Nueva España pero no sabia como, le gustaba mucho al punto de ponerse torpe, solo las tres colonias pasaron a lo que era la sala.
[...]
Actualidad
USA se encontraba llegando al hospital, rápido estaciono su coche y salió de este, corriendo un tramo de estacionamiento hasta llegar a la recepción, sin muchas trabas le dijeron a donde ir, ya no corría pero si mantenía un paso rápido, una y otra vez se repetía en la cabeza que no era demasiado tarde, que no lo era, llego a donde le habían indicado, ahí estaba ONU y OMS junto a los hermanos del mexicano. Estos solo miraban con desprecio, todo lo malo que le pasaba era desde que el llego a su vida, en cambio el de 50 estrellas trataba de mantener la cabeza en alto, al olvidar sus gafas oscuras no podía disimular del todo su mirada, aparte le avergonzaba que vieran sus ojos completamente negros.
— Retírense. — hablo en seco ONU —.
Solo obedecieron pero no sin antes darle ciertos empujones con los hombros al angloparlante, este no respondería, lo menos que necesita es mas tensión, la gran organización se puso enfrente de USA, solo lo miraba seriamente.
— Es por esto que las relaciones no están permitidos, no importa si las prohibo, ustedes son rebeldes por naturaleza... — suspiro — Puedes pasar con el, esta estable, le vendría bien tu compañía, solo te pido que no lo alteres.
Este asintió, ONU y OMS se apartaron seguido de eso USA abrió la puerta, ahí estaba el mexicano en esa camilla conectado a unos sueros, su mirada era cansancio sin embargo cambio a una de alegría al ver quien estaba en la puerta.
— Gordis...
[...]
Continuara.
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