Había perdido la cuenta de las copas de vino que había tomado, lo que si sabía es que amaba andar por todo el departamento en sólo ropa interior.

Los recuerdos llegaban a él para atormentarlo y es que justo esa tarde había visto al amor de su vida con su mujer e hijos, la imagen de el besando a la mujer y los niños ríendo lo hicieron sentir miserable.

Al ver que el vino se le acababa se vio en la necesidad de buscar más, cuando no encontró nada en su apartamento tomó su short y su corta playera para intentar ir al super cerca de el edificio.

Caminaba con dificultad por la calle, choco varias veces con algún objeto pero eso no lo detuvo, cuando estaba cerca de el lugar un par de tipos lo interceptaron, debido a su estado era imposible que se pudiera defender.

Levi regresaba de la galería donde exponían sus pinturas, seis de ellas habían sido vendidas a un buen precio lo que le lo hizo andar de buen humor, caminaba hacia el edificio donde vivía cuando algo llamo su atención.

El chico lindo de enfrente estaba siendo tratado de forma brusca por unos tipos, el castaño se veía tan indefenso que no lo pensó dos veces para ir y darles una lección a los tipos.

Cuando terminó de golpear al tipo que había visto con las manos dentro de la camisa de el castaño, Levi se giró para ver a Eren, tomandolo de la mano lo arrastró lejos de ahí.

Levi: ¿Estas loco?

Eren: ¡Hip!

Levi: Loco y ebrio.

Sus reproches tuvieron que parar cuando sintió que el chico se caía, en una rápida acción lo tomó en brazos y lo llevo hasta su departamento.

Levi: Lo que tienes de bonito lo tienes de problemático.