- ¿Has visto mi zapato?

Levi: Al lado del sillón.

- ¿Todo bien?

Levi: Si, anda quiero dormir.

- Voy, es una lástima no verte de nuevo cada martes.

Levi: No hay nada que se pueda hacer.

- ¡Qué malo¡ bien me voy.

Levi: Si como sea.

Cuando la chica abandonó su hogar, el azabache se recosto en el sillón, estaba por dormir cuando alguien lo despertó.

- ¡Levi deje algo!

De mala gana el azabache se puso en pie para caminar hasta su habitación, ahí pudo ver lo que la chica dejo.

Levi: ¡Tonta!

- ¡Ya dame mi ropa interior!

Levi: ¡La tiraré a la basura!

- ¡No seas cruel, no puedo irme sin eso!

Levi: ¡Ten!

Desde el balcón Levi dejo caer la ropa de la chica, al subir la mirada hasta el otro balcón el castaño bonito lo veia con enfado.

Levi: Hasta con ese gesto de enfado es hermoso.

- ¡Adiós! ¡Duerme y come algo!

Levi: ¡Adiós tonta!

El azabache regreso a él sillón, desde ahí vio con detalle el cuadro que acababa de terminar con la chica como modelo.

De fondo y muy resaltante se encontraba alguien parecido al castaño, suspiro al saber que aquel chico lo había hechizado.