octava vista.
La luz le molestaba, la cabeza le dolía y sin duda deseaba un baso de agua.
De manera torpe se puso de pie, se apoyó en la pared para llegar a la cocina, cuando estuvo ahí el olor a café lo hizo buscar una taza para beber un poco.
Levi: Buenos días.
Eren: Buenos días.
Levi: Espero que durmiera bien.
Eren: Como un bebé.
Con el café en la taza estaba por beber cuando se dio cuenta de que no estaba sólo.
Eren: ¿Que haces aquí?
Levi: Aquí vivo.
Eren: ¿Qué?
Levi: Ayer te encontré en la calle, te desmayaste y te traje a mi departamento.
Eren: ¿Si?
Levi: Si, anda bebe tu café.
Eren: Gracias.
Estuvieron por un momento en silencio, desde donde Eren estaba podía ver el caballete y otras cosas que el azabache tenía.
Eren: ¿Pintas?
Levi: Si,¿tu a que te dedicas?
Eren: Estudie danza, pronto pondré un estudio de ballet para las niñas de por aquí.
Levi: Eso es bueno.
Eren: Si, sólo espero que funcione.
Levi: Funcionará.
Eren: Gracias por los ánimos.
Levi: De nada, preparare el desayuno.
Eren: Puedo ir a mi departamento.
Levi: Te estoy invitando a desayunar.
Eren: No es necesario.
Levi: Bonito, problemático y terco.
Eren: ¿Te parezco bonito?
Levi: Pudiera ser.
Eren: Te ayudo.
Levi: Esta bien.
Teniendo al castaño cerca de el, Levi se percató de los pequeños lunares que adornaban la piel de el chico lindo, su imaginación comenzó a jugarle en contra, sabía que se podía arrepentir con lo que iba a preguntar.
Levi: ¿Quisieras ser mi modelo?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro