Era el primer año nuevo que Adrien y Marinette pasarian juntos, como un matrimonio, por lo que aquello les emocionaba, más a cierta azabache, ya que ese mismo día había recibido una noticia que sin duda cambiaría varias cosas.

-¿Ahora como se lo digo?- suspiró nerviosa. -¿Qué pasa si no me apoya?-

La pequeña criatura negó para luego acercarse a su portadora.

-Mari... Él te ama y si se casó contigo es porque también quería que esto pasara algún día, creeme, te va a apoyar.- sonrió.

-Tienes razón, Tikki, será mejor que prepare algo para darle la noticia.- sonrió.

-Así se habla, vamos, yo te ayudó para acabar antes de que llegué de su salida con Nino.-

Ella asintió.

-Manos a la obra.-

[...]

Todo ya estaba listo, decidió arreglar algo parecido a lo que él hizo cuando le pidió matrimonio, así que arreglo todo para que ambos tuviesen una cena en el balcón de su nuevo hogar, bajo la luz de la luna.

-Bien, ya está todo listo, ya estoy arreglada... Sólo queda esperar a que llegué.- suspiró.

-Tranquila, te estaré apoyando a lo lejos.- sonrio. -¿Ya la envolviste?-

-Si, todo esta listo.-

La pequeña kwami y Marinette se cercioraban de que todo estuviera en su lugar, y una vez listo sólo les quedaba esperar, no había pasado mucho cuando el joven entró a donde ella se encontraba, mirando todo totalmente sorprendido.

-¿Princesa?- parpadeo. -¿Qué es todo esto?-

Ella se acercó a el para saludarlo con un beso, como ya le era costumbre.

-Es nuestra cena de año nuevo...- sonrió nerviosa.

-Mari...-

-¡Cenemos!- lo tomó de la mano para guiarlo a la mesa y así ambos tomar asiento.

Una vez sentados comenzaron a cenar y conversar tranquilos, y justo antes de que sonarán las doce, la de ojos azules se puso de pie para tomar una caja de regalo y entregarsela.

-¿Para mi?- ella asintió. -Pero mi cumpleaños ya...-

-Tu sólo... Abrela.-

Adrien obedeció y abrió aquella caja de regalo, buscando así el obsequió, más grande fue su sorpresa al encontrar una prueba de embarazo positiva y mirar a su esposa.

-No te creo...-

Ella sonrió para luego acariciarle la mejilla.

-Adrien... Estoy embarazada.-

Fuegos artificiales iluminaron el lugar, dando a entender que el año nuevo había comenzado oficialmente.

El rubio parecio reaccionar, se puso de pie rápidamente y abrazar a su esposa.

-Vamos a ser padres...- susurró aún si poder creerlo, a lo que ella asintió.

Estaba por comenzar otra nueva aventura para ellos, nadie nace sabiendo, sin embargo ellos estaban dispuestos a aprender y lograr su objetivo, ser los mejores padres que ese bebé pusiese tener.