Día 21: Cocinar/Hornear.
Marinette se había levantado desde temprano para hacer un pastel y algunos otros postres, especialmente para el aniversario de sus padres, los cuales no estaban enterados, pues se les haría una fiesta sorpresa para celebrar.
La joven se había desesperado, pues tenía mucho que hacer y no llevaba ni la mitad de todo lo que tenía pensado, estaba por rendirse cuando llega su novio, el cual se ofrecio a ayudarle sin ningun problema, cosa que agradecio profundamente, sólo que había un pequeño problema... Adrien no sabía cocinar.
-¡Éstas batiendo muy rápido! ¡Si sigues así la mezcla quedará como una roca!-
-Perdón, My Lady, soy nuevo en esto.-
La azabache sabía el empeño que estaba poniendo para que terminaran rápido, sin embargo no podía evitar ponerse nerviosa.
-Si quieres yo termino de...-
-Marinette... Si quise ayudarte es porque estoy dispuesto a aprender... Tu tranquila que todo saldrá bien.- le guiño el ojo.
En verdad confiaba en él, así que no le quedaba más que darle las indicaciones necesarias.
[...]
-
No lo puedo creer...- miro asombrada la mesa llena de distintos postres. -¡Terminamos!-
El rubio miraba la mesa para hacer cuentas de todo lo que habían hecho, pero algo faltaba.
-Princesa... Falta el pastel.-
La de ojos azules miro al reloj que tenía en la cocina, dandose cuanta que faltaban tres horas para el evento.
-¡Hay no! ¡Es muy tarde, no lo lograremos a tiempo!-
-Te diría que compremos un pastel pero se perfectamente que no vas a querer así que... Si nos apuramos terminaremos justo a tiempo para irnos en cuando acabemos.- sonrió.
Ella lo miraba totalmente asombrada de la seguridad que emanaba, respirando profundo y asintiendo.
-Hagamos ese pastel.-
Ambos jóvenes sacaban los ingredientes necesarios, no querían hacer un pastel a lo rápido, si iban a hacerlo lo harían como debe de ser.
-Recuerda no poner tanta harina y no agregar tantos huevos ¿si?-
El asintió mientras bajaba la harina del estante.
-No tanta harina ni huevos, entendido.- al caminar rumbo a la mesa, él tropezó, cayendo así en el suelo tirando casi toda la harina.
La joven, que estaba cerca de el, se miró en los vidrios del estante, para después ver a su pareja.
-¡Adrien Agreste!-
El mencionado se puso de pie rápidamente con la harina sobrante.
-¡F-Fue un accidente!- exclamó mientras trataba de aguantar la risa al verla cubierta de harina.
-¡¿De que te ríes?!-
-P-Perdón M-Mari.- no lograndolo por más tiempo comenzó a reír. -T-Te vez muy graciosa.-
Aquello provocó un sonrojo en el rostro de la joven, la cual por instinto agarro otra bosla de harina, arrojandole el contenido de ésta.
-Ahora si, pongámonos a trabajar gatito.- le guiño un ojo para seguir con lo que estaba haciendo.
Él rubio observo a la joven y luego se miró a si mismo preguntándose ¿Cómo fue que se había enamorado tanto de ella?
[...]
-Listo, solo falta decorar.- suspiró la joven.
-¿Puedo decorar?- pregunto con emoción el de ojos verdes por lo que la azabache sonrio y asintió.
-Si, puedes decorar.-
El joven rápidamente fue por lo que ocuparía para decorar comenzando con su labor, mientras que Marinette se recarcaba en la mesa para observar lo que haría.
Definitivamente hizo bien en dejar que la ayudara.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro