Día 20: Bailando.
Ese mes había sido de lo más cansado para Adrien, gracias a la carga de trabajo no había podido visitar con tanta frecuencia a su novia, ni si quiera la había podido invitar a tomar al menos un helado y eso lo frustraba.
-No entiendo porque estos días sólo te has dedicado a escribir y escribir en estos sucios papeles.- habló su kwami mientras lo observaba trabajar, como todos los dias.
-Es trabajo Plagg, no puedo dejarlo así.-
La criatura se recosto en la cabellera de su portador.
-¿Ni si quiera para ir a la fiesta donde va a tocar tu amigo raro de lentes?-
Al escuchar sus palabras, el joven se quedo de piedra, ¿cómo había podido ser tan tonto?
-¡Lo había olvidado por completo!- miró su reloj. -Si me apresuro los puedo alcanzar en el lugar.- se levanto rápidamente para luego ir a darse un baño.
-Humanos, nadie los entiende.- Bufo plagg devorando su porción de camembert.
[...]
Adrien había llegado al hotel del padre de la que era su amiga de la infancia, Chloé, a quien le celebraban su cumpleaños número veintidós.
-¿Dónde estarán?- miraba a todos lados tratando de localizar a sus amigos y a su novia.
Pocos segundos después alguien chocó contra su espalda, empujandolo un poco.
-¿Estás...?- no termino la pregunta al toparse con el rostro apenado de su pareja. -¿Marinette?-
La mencionada lo miró sorprendida, no esperaba verlo ahí.
-Se que estas molesta porque no había podido contactarte en estos días, también se que no esperabas verme aquí pero...-
Ella sin decir nada lo abrazó como si su vida dependiera de ello.
-Te heche de menos...- suspiró. -En un principio si me moleste y mucho, pero... Es tu trabajo y no puedo pedirte que dejes las cosas de lado sólo por mi, gatito.- sonrió.
En verdad se sentía el hombre más afortunado por tenerla a su lado.
-Gracias por ententerme.- llevo una mano a su mejilla para acariciarla.
La música comenzó a sonar en todo el lugar, incitando a los presentes a pasar a la pista de baile.
-My Lady, ¿me harías el honor de concederme esta pieza?- se inclinó para después extender su mano hacía ella.
La joven soltó una risita tomando la mano de su novio.
-Claro que si, gato bobo.-
Ambos jovenes se encaminaron a la pista, comenzando a moverse al ritmo de la música que el DJ, Nino, colocaba, hasta que más tarde la música cambió a una más lenta.
Adrien al reconocer la canción miró disimuladamente a su mejor amigo, el cual le guiño un ojo.
<<Le debo una grande>>
Él colocó sus manos en la cintura de Marinette, quien colocó las suyas en los hombros de su pareja.
-¿Sabes? Esa canción me trae muchos recuerdos... Y uno de ellos es el de la primera vez que bailamos, justo en este lugar.-
La azabache lo miró sorprendida.
-¿Aún te acuerdas?-
-Cómo no recordarlo... Si bailas tan bien como cocinas.- sonrió ladinamente.
Inevitablemente se sonrojo, ocultando el rostro contra su pecho.
-Gato tonto...-
-Tonto... Pero de amor por ti Bugaboo.-
Ella sonrió al escuchar esas palabras, él ya sabía que decir para hacer que su corazón latiera a mil por hora.
-Yo también te amo...-
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