Marinette se encontraba muy nerviosa, ese día sería el que marcaría el inició de su carrera como diseñadora ya que con el apoyo de su suegro, Gabriel Agreste, se realizaría un desfile de modas donde se presentarían sus diseños.

-Marinette, tranquila, todo saldrá bien.- intentaba calmarla su kwamim. -Tienes un gran talento que sabran apreciar, el padre de Adrien tiene confianza en que sera un éxito, yo se que así será.- sonrió.

-Muchas gracias Tikki... Espero así sea.- por los nervios no podía subir el cierre del vestido que usaría, por lo que la criatura le ayudo. -Se nota que estoy nerviosa ¿no?- suspiró.

-Tu sabrás controlar tus emociones, ten fe en que todo saldrá bien.-

Ella asintió para después respirar profundo e intentar relajarse.

-Creo que estoy lista...-

El timbre de su departamento sonó, alarmandola al instante.

-Debe ser Adrien, ve a abrirle.- la ánimo.

Rápidamente fue a la puerta para abrirle, regalandole la mejor de sus sonrisas a su novio.

-Princesa...- la miró de arriba a abajo.

-¿Q-Qué paso?- se miró. -¿Está sucio? ¿Arrugado? ¿No se ve para la ocasión?-

El rubio negó tratando asi de calmarla.

-Luces más hermosa de lo que ya eres Marinette...- sonrió.

La joven inevitablemente se sonrojo ante sus palabras.

-Tu también... B-Bueno, estás muy guapo.- sonrió apenada.

Él soltó una risita ante el comportamiento de su pareja, por lo que no se resistió a darle un beso en los labios, que fue correspondido por ella al instante.

-Saben que no me gusta interrumpir, pero... Se les va a hacer tarde.- habló un poco apenada la kwami, pues no le gustaba cortar ese tipo de momentos entre su portadora y su compañero.

-En ese caso... ¿Nos vamos hermosa dama?- le ofreció su brazo.

Ella respiró profundamente para después aceptar su invitación.

-Vamos, señor Agreste.-

Ya listos se pusieron en marcha, tenían la confianza se que todo saldría bien.

Y es que una relación se basa en estar en todo momento juntos, en sus éxitos y fracasos, llorar así como también celebrar los logros del otro, esa si es una verdadera relación.