Un nuevo día en París, tranquilo o al menos eso parecía hasta que una alerta de akuma fue activada causando el pánico entre los ciudadanos de esa bella ciudad.

-¡Corre Kitty!-

-¡Eso hago My Lord! ¡Vas muy rápido!-

Ambos héroes corrían lo más rápido que sus piernas les permitían, ya que recién se enteraban de que la alerta había sido activada hace quince minutos.

-¡Ahí está!- aviso el azabache.

-¡Yo te sigo!- confirmó decidida la joven rubia.

Y así ambos se dirigieron a terminar con el problema de una vez por todas, siendo directos y sin dar tanta batalla al villano que había causado destrozos a la ciudad.

[...]

-¡Lordbug milagroso!- exclamó el de traje rojo lanzando el objeto que había sido ocupado hace unos instantes.

-Bien hecho bichito.- sonrió coqueta la de traje negro para después extender su puño.

-Lo logramos gatita.- le guiño el ojo y correspondio al gesto antenrior. -Bueno, debo irme, recuerda que...-

-Nuestras identidades deben ser un secreto para nosotro.- rodó los ojos. -Lo dices siempre.- bufo.

-Me alegra que ya te haya quedado claro.- sonrió. -Bueno, cambio y fuera.- se despidió lanzando su yoyo, desapareciendo entre los edificios.

-Nos vemos My Lord...- suspiró resignada.

[...]

Después de resolver el problema, ambos héroes tuvieron que regresar al lugar donde se encontraban, casualmente los dos estaban en una fiesta de fin de curso en su escuela, por lo que nadie se percato de su ausencia.

-¡Marin! ¿Se puede saber donde estabas?-

El mencionado volteo a ver a su amigo de lentes, esperaba que no hubiese notado su ausencia.

-Y-Yo... E-Estaba en el baño.- sonrio levemente nervioso.

-Que curioso... Acabo de ver a Adriana y ella me dijo exactamente lo mismo.- sonrió ladinamente. -¿Es que ya te le declaraste?- alzó ambas cejas de forma pícara, provocando un sonrojo en el rostro de su amigo.

-¿Qué? ¡N-No!- bufo mirando a otro lado. -Yo sólo...-

-Hola, chicos.- saludo una rubia de ojos verdes. -¿Cómo están?- sonrió.

-Yo súper, gracias por preguntar.- miró de reojo a su amigo, el cual estaba en shock. -Si me disculpan... Iré a buscar a Nina, ya vuelvo.- y sin más se fue de ahí casi corriendo.-

<<Vaya amigo>>

-¿Cómo estás Marin?-

El azabache enfocó sus azules en la mirada esmeralda de su acompañante, tratando de no ponerse nervioso.

-Y-Yo... Bueno, b-bien estás... ¡D-Digo! E-Estás bien... ¡Ay no!- se cubrió la cara.

La joven no pudo resistir más la risa.

-Me alegra que estes bien Marin... Yo también estoy bien.- le guiño un ojo para después tomar su mano. -¿Quieres bailar?-

Aquella pregunta lo dejo sorprendido.

-¡C-Claro!- sonrió. -Vamos.-

Y así ambos se encaminaron a la pista de baile.

Las cosas para Marín se estaban poniendo más faciles con Adriana, podría tener una oportunidad con ella.