Día 11: Usando Kigurumis.
Por fin las vacaciones habían llegado y Adrien decidió aprovechar para ir a visitar a su novia, Marinette, quedando así para dormir juntos durante algunos días, viviendo temporalmente en el departamento de la azabache.
-¡Al fin puedo descansar!- hablo la joven a la vez que se dejaba caer sobre la cama.
-Lo mismo digo.- bostezo para después recostarse a un lado de ella.
Ambos disfrutaban de la compañía del otro, hasta que la de ojos azules se levantó para ir rápidamente rumbo a su armario.
-¿Qué buscas?- pregunto confundido el rubio.
Ella no respondió hasta que del armario sacó dos Kigurumis, uno rojo con puntos negros y otro negro con orejas y cola de gato.
-Los hice para un proyecto en clase y... No se... Pensaba en obsequiarte uno.- sonrió apenada.
Él, enternecido por la actitud de su novia, se acercó para intentar tomar el Kigurumi negro, no llegando a tocarlo pues la fémina lo apartó.
-El tuyo sería este.- le extendió el rojo con motas negras. -El mio seria el de gato.- le guiño el ojo.
Adrien parpadeo ante la ocurrencia de su pareja, sin embargo no se negó y aceptó gustoso la prenda rojiza que ella le otorgaba para ir al baño y colocarsela.
[...]
Luego de unos minutos, Adrien salió del cuarto de baño para así encontrarse con Marinette, la cual ya tenía puesta la prenda de gato negro.
-¿Si te quedó? ¿No está corto? ¿Largo?-
-Tranquila, me quedo perfecto.- sonrió para después acercarse a ella y ayudarla con el bote de palomitas que tenía en las manos. -Ahora si, estamos listos para ver la película que querías.- le guiño el ojo, juguetón.
-¡Adrien!- le dio un manotazo en el hombro al interpretar sus palabras. -Si vamos a ver la película, tonto.-
El rubio no pudo aguantar la risa ante la actitud berrinchuda de su pareja.
-¡Es lo que dije! ¿Oh no?- alzó ambas cejas de forma burlona.
La franco-china se cruzó de brazos e hizo un puchero tratando de contener la risa.
-V-Veamos la película mejor.-suspiro para después ir y acostarse.
El de ojos verdes sonrió y fue junto a su novia, sin duda cada uno era el complemento del otro
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