Capítulo 5.
Narra Ava:
El bolso se resbala de mis manos y mis ojos se llenan de lágrimas.
¿Dónde está el maldito botellón?
¡Yo no estaba alucinando con agua!
¡Yo tenía agua!
¡Maldita sea!
—¿Qué te ocurre? —me pregunta Haile mirándome desde el suelo.
—Nada... No es nada —digo y me voy de nuevo, no sé que será más ridículo, que me vean llorando o que les diga que estaba alucinando con agua.
A lo mejor no lo vean tan ridículo, ya que bajo la circunstancia no lo es, pero tampoco es que tenga muchas ganas de dirigirles la palabra.
Luego de alejarme con las pocas fuerzas que me quedan me siento en el suelo rústico del otro lado, me coloco en posición fetal y entierro mi cara en mis rodillas.
Esto es un infierno.
Tengo tantas ganas de gritar, de llorar, de correr, de revolcarme en el suelo... Tengo tanta impotencia que no puedo liberar por mi falta de fuerza que siento que estallaré en cualquier momento.
Sólo quiero irme a casa.
Salir de aquí.
Beber agua.
Agua que no sea una maldita alucinación, agua de verdad.
Quiero vivir.
Las lágrimas luchan por salir pero las detengo, mientras más lloro siento que más fuerza pierdo, más esperanza. Cierro mis manos y las aprieto en puños, doy fuertes golpes al suelo y se me escapa un grito ahogado.
A veces es necesario sentir dolor para recordar que se estás vivo.
Intento calmarme cuando escucho a alguien venir, escondo mi mano roja y golpeada en el interior de mi asquerosa y sucia camisa y me quedo en silencio.
—Ava... —dice Ben como si hubiese corrido un maratón, detrás de él Haile.
Es obvio que todos estamos débiles.
Mi mirada inexpresiva al verlos cambia cuando noto que Ben trae consigo mi botella de agua.
—¡¿Dónde lo conseguiste?! —pregunto levantándome como puedo ansiosa y con mi garganta seca.
—Estaba tirada por las rocas que removías buscando algo, ¿Esto era lo que buscabas? —mis ojos se llenan de brillo y ni siquiera alcanzo a decir que sí cuando ya le arranco la botella de las manos y bebo agua.
Agua... Por fin.
Estaba completa y aunque por un segundo pensé en beberla toda no lo hice.
No estás atrapada sola en esta mina, Ava.
—Beban —digo ofreciéndoles la botella, Haile la toma enseguida y empieza a beber, luego Ben. Ambos pudieron habérsela bebido sin mí, sin haberse preocupado por si eso era lo que buscaba y sin haberse preocupado por venir a buscarme, simplemente se pudieron haber bebido el agua ellos dos solos, pero no lo hicieron y yo tampoco debía hacerlo—. Busque un rato largo y no la encontré, ¿Cómo es que tú si la encontraste? —pregunto un poco impresionada ya que él es bastante inútil.
—Cuando te fuiste me levante a ver qué era lo que buscabas, cuando lo hice vi tu bolso, estaba roto por la parte de abajo y un poco más a la izquierda donde buscabas se encontraba la botella —explica y sonríe—. No sé cómo no notaste cuando se salió por la parte de abajo.
Hasta que hace algo bien.
—Ben insistió en traerla, por eso nos hayamos aquí... En esta parte desolada y oscura de la mina, que horror estar en este sitio —dice Haile observando todo el lugar con una cara de asco.
—No es como que por allá sea más lindo, todo es igual —digo refiriéndome a la parte donde se quedan ellos.
Y eso que ni siquiera ha llegado a la parte del acantilado.
—Donde estamos nosotros hay más luz, por lo menos —dice como si fuese alguna competencia, ruedo los ojos y la ignoro como lo he estado haciendo.
—¿Se sienten mejor? ¿Más hidratadas? ¿Menos moribundas? —pregunta Ben cambiando la conversación.
—Por supuesto que sí —contesto, mi estómago sigue pidiéndome comida pero por lo menos ya no siento que moriré en cualquier momento.
—Pues necesitamos seguir intentando salir de aquí —Haile rueda los ojos y suspira.
—¿Ahora que pretendes hacer? —pregunta con un tono fastidioso—. A menos que puedas escalar ese agujero por el que caímos sin morir, no saldremos de aquí, acéptalo y déjate de ideas bobas, el agua nos hidrato, no nos dio súper fuerza ni inmortalidad.
Aun viendo que seguimos muriendo de hambre sigue sin hacer un mínimo esfuerzo por salir de aquí.
Hay algunas cosas que no cambiaran por lo que veo.
—Sé que el agua no nos dio nada de eso, pero esa botella nos ha otorgado por lo menos un día más de vida y no pienso desperdiciarlo —digo intentando levantar un poco el ánimo para seguir intentando salir de este sitio—. Yo puedo arreglármelas sola, pero no les negaré que trabajando juntos tenemos más posibilidad de salir. Saldremos los tres, o los tres moriremos.
—¿Qué propones hacer? —pregunta Ben interesado.
—La verdad es que no lo sé..—Haile me interrumpe antes de siquiera pensar en algo.
—¿Nos intentas dar una especie de discurso para que trabajemos todos juntos pero... No tienes ni la mínima idea de qué hacer para salir? —dice arqueando la ceja.
—Trabajar todos juntos también significa pensar todos juntos, ¿Tienes alguna idea, Haile? —le pregunto con la ceja arqueada también, intentando molestarla.
—No, pero aunque sea yo no ando dando discursos patéticos. Si querías dar discursos debiste haberte lanzado para presidente, no a una mina —rueda los ojos y se va.
Admito que es buena en esto.
Me rió en voz baja y Ben frunce el ceño, aunque su insulto haya sido bastante bueno, se nota que la moleste lo suficiente para que se fuera al otro lado de este agujero.
Lo que significa que gane yo.
Algo que Ben no debe entender en lo absoluto.
—¿Crees que estamos en el lugar adecuado para que se pongan a discutir? No estamos en la escuela Ava, no te pongas infantil, ya no más —refunfuña, bufo y me alejo de él.
Trabajar los tres juntos para salir de aquí será difícil, sobretodo si ambos siguen lanzándome mierda solo a mí, aun así cuando saben que se odian y que los tres sabemos que su relación es más falsa que las nalgas de Nicki Minaj.
No sé que tanto fingen.
Pero dejando de lado todo esto... Si quiero que trabajemos juntos, debo por lo menos llegarles con un plan organizado.
Y no tengo ni la menor idea de que como pensar en uno.
(...)
Después de pensar por horas, o minutos, no lo sé. Por fin llego a algo, por fin pienso en algo que puede ayudarnos a salir de aquí.
Me levanto del suelo en donde rodé pensando en qué diablos hacer y camino hacia el otro lado. Mi cuerpo sigue estando débil y realmente no sé cómo es que camino, pero tampoco me detengo a pensarlo.
—Tengo una idea —menciono cuando llego, Ben y Haile quienes parecían tener un momento íntimo se detienen y me escuchan—. No es muy eficaz, pero puede ayudarnos a que por lo menos alguien nos escuche.
—Pues yo te escucho así que habla —dice Ben, asiento un poco confundida por sus palabras y hablo:
—Mi idea es un poco... Simple y sencilla. Hemos estado aquí ¿Tres días? ¿Cuatro?
—Cuatro días —confirma Ben.
—Hemos estado aquí cuatro días y sólo en el primero nos hicimos oír, y sólo ustedes porque yo estuve inconsciente. No sabemos si hay personas caminando por las afueras de esta mina, turisteando o lo que sea, propongo que nos hagamos turnos para pedir auxilio a través de nuestras voces.
—¿Gritar? Habla claro de una buena vez señorita promedio de diez, no estamos en la escuela, aquí no te darán puntos por tu perfecta dramática y vocabulario —dice Haile, como siempre sin ganas de hacer nada.
—Creo que es una idea muy básica, pero supongo que alguien puede escucharnos —comenta Ben, si él está dispuesto a hacerlo, estoy segura que convencerá a Haile.
—No sabemos si en estos días han habido personas por aquí, quién sabe si hubieron personas buscándonos pero no nos encontraron porque todo el tiempo hemos estado en silencio, sólo discutiendo entre nosotros la gran parte del tiempo.
Y aunque a veces nos hemos hablado fuerte, no creo que haya sido lo suficiente.
—¿Entonces cuál es el plan? ¿Gritar hasta que alguien nos oiga? —pregunta Haile con tono de aburrimiento.
—No precisamente, podemos hacer turnos. Primero puede ser Ben, mientras nosotras dormimos, ya que está oscureciendo..—antes de terminar de hablar vuelve a interrumpirme.
—¿Quieres poner a mi novio a dar gritos mientras duermes? ¿Eres idiota?
—Si yo soy idiota entonces ¿Tú qué eres? ¿Un burro? —antes de poder escupirle la cara Ben nos detiene.
—Fue un ejemplo, Haile —dice—. Y ya deja de hacerla enojar, Ava.
¡¿Yo la hago enojar?!
¿Acaso está sordo?
No sé quién es más idiota de los dos.
—Saben, ustedes duerman, ya está oscuro. Yo haré la primera jornada de gritos —digo y ruedo los ojos, Ben bufa.
—¿Qué hora puede ser? No creo que hayan personas caminando por este bosque en la noche, Ava, por favor —me dice con un tono de arrogancia, uy sí, que inteligente eres, Gosling.
—No sabemos. Y pues quién sabe, no cuesta nada intentar hacernos oír —digo y puedo sentir como Haile rueda los ojos.
—¿Y cómo dormiremos si estás gritando? —pregunta, esta haciendo el mayor intento para encontrarle fallas a este plan.
Por supuesto, como no se le ocurrió a su brillante novio ni a ella, pues obviamente tendrá fallas.
—No precisamente van a dormir en el mismo espacio, pueden alejarse. A menos que pretendas que te de palmaditas en la espalda esperando a que te duermas en mi pecho mientras grito —digo ante su notable estupidez.
Si vuelve a decir algo absurdo tan sólo para no colaborar y encontrarle fallas al plan me lanzaré por el acantilado.
O tal vez la lance a ella.
Aunque no me veo aquí encerrada con el otro idiota más.
Creo que será mejor ignorarla.
Ben asiente y sin esperar más se van hacia otro espacio de la mina, yo me quedo por mi lado y empiezo a hacer escándalo.
Dios por favor, que alguien me escuche.
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Acabo de notar que los capítulos son escritos con el guión largo (—) y al ser publicados aparecen con el pequeño (-)
¿Alguien sabe por qué?
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