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—Y entonces LuHan hizo esa estupidez y terminó saliendo con SeHun.

—Sí a mi un tipo me hubiera enviado fotografías en lencería lo hubiera denunciado por acoso, definitivamente no lo habría invitado a salir.

—Fue extraño, sí, pero seguro que ahora es una buena anécdota para recordar.

—Sí es que tienen tiempo con tanta actividad sexual ¿cierto?

BaekHyun asiente cambiando la canción de fondo, KyungSoo bufa pero se acostumbra rápido al cambio en la tonada; hoy es otro de esos días donde el alegre pelinegro está tumbado en su departamento contándole alguna tontería mientras él hojea alguno de esos enormes catálogos con pinturas tan extrañas que parecen pintadas por niños de 3 años, aunque hay algunas que sin duda son gloriosas.

Hay muchos momentos sin conversación como el de ahora donde solo Brendon Urie llena la habitación y sin embargo es agradable, aunque también hay muchos momentos donde hablan de todo, por ejemplo, han terminado toda la saga de Harry Potter y ambos están de acuerdo que las mejores son las de número impar y el cierre de la historia, por dios sí Byun no grabó a fuego en la memoria cada una de las expresiones de KyungSoo, incertidumbre, alegría, tristeza, dolor, todo es un gesto precioso para recordar.

Pero entre tanta belleza hay un problema, y es que BaekHyun no sabe si catalogar estos encuentros como avances porque ni siquiera está seguro de en qué está avanzando, por supuesto gravita fuertemente alrededor de todo lo que es KyungSoo, le gusta, le gusta su cara, le gusta que su corte de cabello sea el de un criminal pero que lo peine como sí fuera un hongo, le gusta escucharlo todo animado y sumergido hablando de pinturas, trazos y colores, es genial, le gusta todo del chico pero no siente que haya hecho un solo movimiento para hacérselo saber, claro, sigue entrando a su departamento y siguen compartiendo momentos así pero ¿KyungSoo si quiera sabrá cuando alborota el corazón de BaekHyun?

Posiblemente no.

—Kyunggie—BaekHyun canturrea sonriendo porque no corrigen el sobrenombre y solo obtiene un bufido—Me estuve preguntando esto, pero ¿por qué no me has pedido mi número?

—¿Para qué quiero tu número?

—Ya sabes, por sí te sientes solo y quieres que te cuente una hilarante historia de amor.

—No necesito tu número, siempre estás aquí y creo que ya tuve suficiente de la historia de amor de SeHun y LuHan, es bizarra ¿quién demonios invita a salir al tipo que de primera le manda fotos en lencería?

—SeHun, obviamente. Pero creo que deberías pedirme mi número.

—Yo creo que no.

—¿Pero quieres?

—¿Tienes días en los que eres más insoportable que otros?

KyungSoo se irrita y camina hasta la cocina sin responder, BaekHyun ha aprendido que el pelirrojo tiene una manera muy peculiar de evitar las preguntas que no quiere responder y eso es respondiendo con otra pregunta, es bastante adorable a decir verdad, también le gusta ese pequeño lado tímido que trata de esconder debajo de esa fachada amargada.

El pelinegro mira el reloj, son casi las nueve y mañana tiene que realizar un trámite para el que no ha buscado lo que necesita, así que sin ganas, como siempre que tiene que abandonar el piso 12-D, se levanta acompañado de su inseparable frazada púrpura tomando un pequeño desvío a la cocina, KyungSoo está comiendo helado directo del envase, otro gesto adorable que adora.

—¿Te vas ya?

—No porque quiera, lo juro, tengo que buscar algo.

Y oh dios, ahí está, un sutil rojo pintando la punta de las orejas de KyungSoo, son cosas que no suceden con frecuencia, así que Byun las atesora.

—Deberías organizar mejor tu tiempo.

—¿Para pasar más tiempo aquí?

—Para ser un adulto funcional.

—Tengo tiempo. Como sea, me voy, y aquí te diría que sí necesitas algo o tu fregadero se tapa me llames, pero no quieres mi número.

—¿Puedes destapar un fregadero?

—No, pero buscaríamos una solución juntos. Pídeme mi número.

—Cierra la puerta al salir.

BaekHyun se va alegremente porque KyungSoo estaba sonriendo cuando lo "echó" de su departamento, baja las escaleras tarareando una de las canciones de viejo que tanto adora su vecino y termina buscando animadamente su identificación oficial.

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BaekHyun adora los fines de semana largos, los adora. Especialmente cuando está dentro de su departamento y no llorando frente a la puerta porque SeHun se largó con LuHan, no contesta el bendito teléfono y él olvidó su llave. Una mierda total. Pésima manera de iniciar el fin de semana largo.

Son las 8:45 y el pelinegro sigue lloriqueando, lleva dos horas fuera de su hogar, está empezando a hacer frío y su frazada está en su cama, la necesita.

—¿Reprobaste tu importante examen y ahora eres un vago?

—¡Kyunggie! —el pelirrojo sonríe deteniéndose junto a él y se levanta rápidamente para parecer menos patético de lo que ya se vio rogándole a su puerta—Todavía tengo un techo pero verás, SeHun fue a follar como desquiciado a la bonita casa de LuHan y bueno, olvidé mi llave.

—Podrías ir a la recepción y solicitar el repuesto.

—Ah.

—Uhm, o...

—¿Oh?

—Podrías quedarte en mi departamento y...

—¡Sí!

KyungSoo hace un gesto raro, se aclara la garganta y retoma su camino escaleras arriba seguido de un muy, muy, demasiado alegre BaekHyun y ni siquiera es por el hecho de que vaya a dormir en el departamento del posible amor de su vida, está rebozando alegría porque KyungSoo fue quien lo ofreció, dios, finalmente hizo algo que mantiene viva su esperanza de que hay algo cocinándose entre los dos.

Y hablando de cocinar, también tiene hambre.

Como siempre, el departamento de KyungSoo está perfectamente ordenado, como sí su inquilino no viviera ahí, pulcramente limpio y silencioso.

—Oye, gracias por ya sabes, levantar mi vergonzoso trasero del pasillo.

—Seguro, lo que sea para no contaminar el ambiente.

—Oh, eres el tipo mordaz el día de hoy ¿eh? No importa, también me gusta.

Ese sutil pero letal sonrojo tiñe el rostro del más bajo, que solo finge estar molesto y camina por la habitación hasta encender el televiso.

—Hay una película que quiero ver—KyungSoo dice sentándose en el sofá y estirando una larga manta rosa sobre él—Pero quiero verla en silencio ¿bien?

—Sí, prometo quedarme bien callado.

—Gracias.

KyungSoo levanta la manta en el asiento a su lado y BaekHyun lucha contra el grito de emoción que salta en su pecho porque va a sentarse junto a KyungSoo y van a compartir una manta mientras ven una película. Es posiblemente el mejor día de su vida.

La película que el pelirrojo degusta con absoluta emoción es Medianoche en París y en verdad es una belleza, o tal vez KyungSoo con los ojos bien abiertos sonriendo cuando un artista o escritor reconocido salta a la pantalla es lo que es bello, no está seguro, pero sin duda es una buena experiencia, solo ellos compartiendo manta y el silencio que no es incómodo.

Hora y media después, el pelirrojo luce absolutamente satisfecho y contento, BaekHyun ve hasta el último de los créditos y hasta que el televisor regresa al catalogo de películas se atreve a hablar.

—Fue fascinante.

—Sí.

—¿Fitzgerald era así de guapo?

—Tom Hiddleston ciertamente es jodidamente sexy, pero el verdadero Fitzgerald ciertamente no era feo, era atractivo.

La charla sobre la película se extiende mientras KyungSoo acomoda el futón extra en el suelo, BaekHyun sigue tan animado preguntando aquí y allá sobre detalles que se le fueron que no nota que están en la habitación del pelirrojo hasta que se escucha una suave melodía a piano.

—Uh.

—Necesito ruido blanco para dormir, si te molesta...

—Estoy perfectamente bien con eso.

—Bien. Buenas noches.

—Buenas noches.

KyungSoo se hace un ovillo en su cama, entre mantas, almohadas y ese enorme pingüino azul, BaekHyun escucha la música de fondo y su acelerado corazón casi imposibilitando su sueño.

Al final, fue la mejor manera de empezar el fin de semana largo.