♦️[O.O] prologue
Mar Lockley
Me paseaba por la ciudad luego de una larga jornada laboral. Decidí acercarme a comprar un helado de vainilla para así poder sentarme a disfrutar de la pequeña y calmada brisa que la ciudad de Manchester ofrecía siempre a esta hora. Cuando termino de pagarle al heladero, una voz conocida llega a un lado mio.
-Me podrías dar un helado de chocolate, por favor?- simplemente con su acento sabía de quien se trataba.
Termino de tomar mi servilleta y así irme a sentar, pero su agarre me detiene -se te ofrece algo?- le pregunto.
Él me sonríe -se te olvida la cartera- señala Rúben Dias, jugador portugués del Manchester City.
Siento como mis mejillas se ruborizan -oh! Gracias- menciono con torpeza tomando mi cartera de sus manos.
-Espera!- de nuevo insiste.
-Ah... lo siento, es que llevo prisa- quería evitar a Rúben debido a que hace unas semanas atrás terminé acostándome con él en una fiesta.
Rúben adopta una expresión sorpresiva -de verdad? Porque pareciera que estuvieras calmada- contradice.
-Su helado- interrumpe el empleado.
Yo aprovecho que está distraído para caminar con la intención de alejarme del atleta. Sin embargo, Dias logra alcanzarme -por qué huyes? Te hice algo?- pregunta dolido.
Suelto un suspiro y me giro a verlo -no es nada- pero si lo era.
No le he dicho esto a nadie, pero fue precisamente una semana después en que Jadon Sancho me partió el corazón que me acosté con Rúben para olvidar al inglés. Solo estaba utilizando al defensa por conveniencia y beneficio propio, por ello se me hacía difícil verlo a la cara.
-Entonces por qué no puedo hablar contigo?- desea saber.
Sus ojos oscuros provocaban que me hiciera sentir nerviosa -solo fue una noche, Rúben- por fin me atrevo a decir mientras como mi helado -pensé que no significaba nada para ti.
Desvía la mirada -tienes razón- aclara su garganta -pensé que el volver a verte era una señal- confiesa.
Ahora si la culpa me consumía -lo siento, Rúben. Esa noche estaba tan dolida y sola que busqué alojo en tus brazos sin pensar en tus sentimientos- ofrezco disculpas.
-Es mi culpa, me ilusioné rápido- revela chupando su helado.
Intento ser empatica -yo también me ilusioné- suelto ganándome la atención del portugués -había un chico al que pensé que había cambiado por mi y que por fin demostró que era digno. Sin embargo me equivoqué dejándome llevar por mis emociones.
Rúben se sorprendió -woah... no sabía.
-Esta bien, eso no quiere decir que haya sido excusa para jugar con tus sentimientos. Aquello estuvo mal de mi parte- acepto la verdad.
El portugués me sonríe -ahora entiendo todo. Buscabas olvidar tu tragedia de manera egoísta.
-Si...- sigo comiendo mi helado.
-Pues si algún día quieres despejarte y no tengas con quién, aquí estoy- ofrece lamiendo la parte derretida de su nieve.
-No quiero involucrarte en mis dramas- bromeo.
Rúben ríe -sabes? Esa noche estaba aburrido, mi vida cambió mucho desde que terminé con mi novia. Me gustaría conocer más de ti para distraerme un poco- me sigue la corriente.
-Oh no, te vas a arrepentir.
Finalmente caminamos juntos por el centro de la ciudad platicando de nuestras vidas y así ganándonos la confianza del otro. Confieso que el portugués era agradable y lindo, pero definitivamente no era Lisandro Martínez.
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