Estar viendo a un punto fijo en un bar no es de las cosas que me hubiera gustado vivir en toda mi vida, no soy ese tipo de personas que le gusta tomar o que le ve el atractivo al alcohol en sus problemas, siempre que me siento de esta forma prefiero estar en mi habitación pensando en cada una de las cosas malas que hice hasta llegar aquí, una infidelidad es algo que yo hice y que ella hizo entonces ¿Por qué me siento tan traicionada a pesar del tiempo que ha transcurrido?

Fuimos personas inmaduras que no se llenaban completamente con la otra y en vez de alejarnos con previo aviso y una buena comunicación decidimos deshacer cada una de las cosas que nos mantenían juntas, nos convertimos en completas extrañas en busca de algo que las llenará eso no era ninguna de las dos porque ya no había amor en donde presuntamente hubo y eso provocó tantas cosas, desde mi punto de vista ambas tuvimos la culpa de todo desde su punto de vista soy la única culpable, quién la orilló a caer en la tentación de estar con aquel cantinero que la trató tan bien.

Él mismo que ahora está viéndome mientras me sirve una copa, sonríe juguetón como todo hombre que se cree atractivo y piensa que pasará una noche con una mujer solo por una asquerosa y para nada simpática sonrisa, hasta un bebé sin dientes tiene una sonrisa más linda que él.

Le acepto la sonrisa de mala gana y agarro la copa sin rozarle la mano, no tengo por qué estar aquí pero fue el único lugar que se me ocurrió para esperar a la que ahora es la chica con la que estoy saliendo, se llama Tzuyu, es lo mejor que me ha pasado en estos últimos meses.

"¿Por aquí se encuentra una señorita Minatozaki?". Volteo aguantándome la sonrisa que tengo ahora, ella me ve y tiene un gran ramo de flores tapando su rostro, a veces no es necesario explicar lo que me hace sentir con sus acciones, nunca pensé que alguien pudiera darme flores y mucho menos ser tan ridículamente romántica conmigo, es mi lugar segura y la única a la que le puedo contar lo mismo todos los días y reaccionará como si es la primera vez que lo dije, me trata bien y se comporta a la altura como alguien debe tratar a los demás no como pensé que era.

Mi ex pareja tampoco era mala pero no se asemeja al amor que me ha dado Tzuyu en tan poco tiempo, como me sonríe o se mantiene quieta expectante, esperando que me acerque para abrazarla sin importar el tiempo que me tarde en corresponderle a sus brazos estirados esperando que mi cuerpo se funda en ellos, no tengo nada más que decir ni nada más que pensar, dejo la copa a un lado y con una gran sonrisa me acerco para darle un abrazo y recibir las flores, ella sabe que amo las rosas blancas.

"Aquí está". Digo y le robo un beso, sus mejillas se sonrojan y siento que estoy en el cielo explorando las matices de un nuevo amor sin importar que digan los demás, antes los prejuicios me rebasaban ahora tan solo son cosas que sienten los demás, el desprecio hacia mi persona de ha ido poco a poco gracias a la misma que está tomando agua en un bar justo frente a mí. "¿Por qué estás tomando agua?". Pregunto y acaricio su muslo poco a poco.

"Es agua con gases". Parece que es lo más impresionante que ha visto en toda su vida. "Es impresionante y muy lindo". Suelto una risita por lo linda que es y me muerdo el labio antes de volver a robarle un beso, está provocando cosas en mi, cosas que nunca antes había experimentado. "En cambio tú estás tomando vino blanco". Ruedo los ojos.

"Es la única vez que tomo alcohol". Ríe y me abraza escondiéndose en mi cuello, cuando ella está siento que las demás personas desaparecen convirtiéndose en absolutamente nada. "Me encantas". Murmuro cerca de su oído, acaricio su espalda llegando hasta la zona baja y hago dibujos, su cuerpo se estremece y sonrío.

"Sa-Sana". Balbucea en mi cuello y me separo un poco dando a entender que no voy a seguir, me gusta divertirme así, se pone nerviosa por cualquier cosa. "¿Qué tal si hacemos un juego?". La miro un tanto confundida, a veces tiene unas ideas que me dan bastante miedo al punto de que no me agrada mucho seguirlas, como la vez en la que nos lanzamos a esa piscina de tan alto. "¿Y si brindamos por cada vez que nos rompen el corazón?". Elevo ambas cejas y me muerdo el labio, es la primera vez que hablaremos de este tipo de cosas.

Casi nunca las comparto, sin embargo, siento que con ella será diferente que con quién si lo he hablado porque es especial, diferente a todo lo que alguna vez he conocido, es perfecta al lado de cualquiera.

"Me parece excelente". Me acomodo mejor en la pequeña silla y me apoyo de la barra, el chico me vuelve a ver y sonríe, Tzuyu al notar eso coloca la mano en mi muslo mirándole atentamente, si fuera sido Jihyo también le sonreía y se volvía la persona más dulce del mundo en un abrir y cerrar de ojos, con Tzuyu es diferente es como si ella no quisiera que alguien me mire de mala manera y eso me gusta.

Me siento protegida por alguien que es menor que yo, nunca pensé que llegaría a sentirlo, con cuidado tomo su mano y entrelazo nuestros dedos para que no esté estresada. "Otra agua". Pide y su expresión de ser la más dulce del universo se vuelve tan fría que siento que me está helando.

"Tzuyu". La llamo y sonríe, sus ojos se cierran y siento que estoy en el cielo cuando la veo, es la mujer que había estado buscando por tanto tiempo, alguien dulce que pueda protegerme y yo a ella, que seamos una sola pero a la vez dos personas diferentes, no lo sé, es ese alguien que quiero que se quede en mi vida para toda la eternidad y que juntas formemos una familia porque sé que con ella vale la pena cada una de las cosas buenas de la vida.

"¿Comenzamos?". Agarro el agua y asentí. "Brindemos por la vez que mi mamá me rompió el corazón destruyendo cada uno de los dibujos que hice porque no quería que estudiara artes". Eso lo sabía, me destrozó el corazón la forma en la que le contaba mientras aguantaba las ganas de llorar, todavía lo recuerdo como si hubiera sido ayer.

Ambas tomamos y suspiro. "Brindemos por la vez que el profesor me rompió el corazón diciendo que nunca en mi vida llegaría a ser alguien". Nos miramos y yo trago saliva, pasa el tiempo y me sigue doliendo tan solo era una niña soñadora.

"Hijo de puta". Le pego en el hombro. "Perdón". Le vuelvo a pegar.

"No me gusta que pidas perdón y las groserías estaban de más". Ríe y toma. "Te toca".

"Brindemos por la vez en la que pensé que era el amor de la vida de alguien y termine siendo la segunda". Cuando chocamos los cristales me teletransporto al momento en el que me lo conto, fue un día en el que estaba demasiado desanimada como para hablar o ser ella misma, me dolió tanto verla que tuve que insistirle para que me dijera que era lo que pasaba y terminó contándome todo.

En su adolescencia amaba a alguien y creyó que esa persona le correspondía los sentimientos hasta que se dio cuenta que era la segunda elección y que siempre lo sería por más que se convenciera de que no era así, siempre estaría por debajo de aquel chico según la chica que le gustaba y eso le destrozó tanto el corazón que juro que algún día de su vida llegaría a vengarse, al final no lo hizo porque es una persona que no tiene maldad en su corazón y eso me gusta, logró perdonar y ser alguien muchísimo mejor que la mujer que me rompió el corazón, cada cosa me hace caer aún más, es que no le encuentro lo malo a nada de lo que ella es y si sé que eso pasa cuando te gusta alguien pero esto es a otro nivel.

"Brindemos por la persona que me fue infiel con un bueno para nada que vivirá toda su vida detrás de una barra porque no le dio el cerebro para nada más que saber cómo hacer bebidas alcohólicas". Digo viendo directamente al chico que estaba de brazos cruzados apoyado de la pared viendo lo que estábamos diciendo, me rio cuando su expresión cambia al darse cuenta de quién soy. "Yo salí ganando". Tzuyu me besa y sonrío, es obvio que yo salí ganando, no pude haber ganado tanto en esta vida y es que tengo a mi lado a la persona más perfecta del universo, la quiero tanto que mi corazón se infla de felicidad cada que la veo o siento que está cerca mío.

No tengo que pedir o esperar nada de nadie porque cada día me demuestra que quiero una vida junto a ella, junto a la única mujer en el mundo que si tiene la capacidad de hacer feliz a cualquier persona a su alrededor.

"Gracias". Murmuro sobre sus labios y sonríe, no puedo ser más feliz junto a ella.