Sus ojos miraban con duda el suelo, la propuesta que le daba no era la mejor y jamás sentiría la necesidad de aceptar, pero... Las cosas ahora eran diferentes.

La policía, o mejor dicho, el policía idiota le propuso darle el número de cuarto de la señora madre de los pequeños diablillos que cuidaba a cambio de darle información acerca de lo que pasó en la noche anterior.

¿Tenía alguna objeción en cuanto a eso? Claro que no, solo que sentía que cada día se hundía más y más en la necesidad del oficial, no quería volver a verlo más, no solo por el echo de lo que pasó, sino que sentía que el lo arrastraba a su mundo de policía nefasto, admiraba como es que los policías ganaban mucho dinero, pero jamás quiso estar a la mira y el asecho de uno.

— Dame una respuesta ¿Aceptas o no?

— ¿No me iban a interrogar de todas las maneras más psicópatas posibles? ¿Porque pides que acepte ser interrogado? — pregunto mirándolo a los ojos y con las cejas para arriba.

Y Es que en la mente de Jungkook, después de todo accidente o problema con la ley, siempre se debe de interrogar a los testigos. El era un testigo ¿Porque le preguntaban?

— Tu caso es especial, no eres una de las víctimas, tú fuiste uno de nuestros infiltrados y trabajamos juntos, según las normas se debe de consultar con los psicólogos si estás con la capacidad mental de declarar, ellos dijeron que sufriste un shock emocional y mental por la presión que tenías, así que no estás en condiciones de declarar y por eso te consúltamos sobre tu declaración.

— Declarar, declarar — rodó los ojos — usted parece un disco rayado.

— Deja de mofarte y responde a mi pregunta. — se oía muy molesto, Jungkook le gustaba molestarlo.

Le gustaba verlo enojado, como que le daba cierta satisfacción.

— Okey, pueden interrogarme, pero quiero 100 mil Wones en mi bolsillo — la sonrisa ladera de su rostro demostraba superioridad — Si no hay dinero, no hay interrogación, además deben de cumplir con lo que están prometiendo. — sería muy tonto aceptar solo la propuesta del oficial sin imponer sus condiciones.

Jimin solo lo miro para sonreír mientras bufaba. Con rapidez saco su teléfono del bolsillo para mirarlo mientras llamaba a Namjoon.

— Tráeme 100 mil Wones en efectivo. — fue lo único que dijo antes de colgar.

Jungkook se estremeció cuando el se acercó tanto que tuvo su rostro a sentimientos del contrario.

— ¿Estás feliz mocoso? — se notaba a leguas que contenía sus emosiones

— Mucho — le regreso la cara engreída.

Ambos se miraron alos ojos de manera desafiante, y Jungkook solo dudo hasta asustarse cuando el oficial miro sus labios en lugar de sus ojos, una sensación extraña recorrió su cuerpo al darse cuenta de algo.

— Traje lo que me pediste. —

La repentina aparición de Namjoon hizo que Jimin se pusiera erguido y tosió un poco por la situación tan extraña en la que estaban. Por su parte, Jungkook aún miraba al oficial a los ojos para tratar de descifrar lo que pensaba, no podía ser cierto.

— Gracias Nam. — el trato de evitar a toda costa la mirada de Namjoon, sabía que este lo estaría juzgando por la situación en la que lo vio. No quería sentirse avergonzado. Con algo de calma tomo el dinero y lo extendió al mocoso — Toma esto y deja de fastidiar. — el creía que con ese lenguaje despectivo haría que Jungkook le temiera un poco o quizás le tuviera algo de respeto, pero el castaño no era así.

— Y dónde está el "Gracias" — se burló con mofa en el rostro del oficial.

Jimin hizo una mueca de disgusto al verlo. Era mucho pedir que le tuviera un mínimo de respeto.

— Deja de jugar con mi paciencia mocoso — dejo el dinero en la mesita de noche y se fue de la habitación.

Namjoon que aún observaba la escena se quedó perplejo ante la actitud que tuvo Jimin, jamás en sus años con el pelirubio de compañero lo había visto de esta manera, tan nervioso en su actuar. Era un poema.

— Oiga oficial — el dejo de ver la puerta para ver al castaño acostado en la camilla — ¿El oficial estúpido siempre mira a los labios de las personas o solo fue a mi?

Esperen... ¡Qué!

Al solo ver la cara del oficial Jungkook supo que su tumba estaba más que echa, aquellos pensamientos se desataron y su cuerpo se sintió diferente, ansioso, con unas pequeñas corrientes que viajaban por todo su ser ¿Era el placer de sentirse querido? Por una ves en su vida sintió lo que era tener nervios de un sentimiento tan... ¡Ahg! Era tan extraño.

Pero no debía de imaginarse cosas, quizás no fuera lo que pensaba, además ¿Porque se emosionaba? ¡Era el estúpido y aprovechado policía! No podía emosionarse, sería traicionar a sus ideales y a todo lo que le hizo ese hijo de su mami.

— El no suele actuar de esta manera, será extraño para ti niño— Jungkook dejo de hacer hipótesis para mirar a los ojos del mayor — Te compadesco

¡Hay por favor!

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— ¿Estás seguro? — pregunto por enésima vez, el joven de cabellos rosas rodó los ojos.

— Si, estoy muy seguro, Hoseok está en la cárcel y su club fue destruido, los oficiales aún están en la costa buscando evidencia, me lo contó Jieul. ¿No confías en ella?

Su prima era una chismosa, pero traía chisme del verdadero, así que no había dudas, su amor platónico estaba en la cárcel. ¿Sería bueno regresar?

— ¿Sabes dónde esta la abuela? Le quiero preguntar algo. — si algo aprendió en estos días, era que su abuela daba muy buenos consejos y ayudaba a sanar su corazón

— Está con el señor Han al otro lado de la isla, en los botes, irán a pescar.

El solo asintió y se fue sin despedirse, estaba abrumado por toda la información, se sentía extraño, una parte de su corazón dolía y la otra estaba aliviada, una sensación horrible.

Se fue por la costa hasta llegar a los botes, su abuela alistaba la carnada mientras el señor Han revisaba el bote.

— Abuela — la señora de cabellos blancos lo miro para después sonreírle.

— Mi niño, ven aquí Yoongi. — lo llamo con la mano.

El menor se acercó y saludo al señor Han antes de sentarse al lado de su abuela.

— ¿Que paso mi niño? — ella sabía que Yoongi venía por algún problema del corazón, su pequeño odiaba el agua y no se acercaba al mar, era un milagro tenerlo con ella.

El peligris frunció suave los labios antes de sonreír y empezar a hablar.

—  SeokJin me contó que detuvieron a Hoseok — confesó, su abuela frunció el ceño, ella sabía toda la historia de "amor" entre aquel hombre y su nieto, ella admitía que eso no lo gusto para nada, pero respetaba las decisiones que tomaba su nieto en cuanto a sus relaciones amorosas, ella no tenía que objetar a eso. — ¿Sería bueno regresar?

— Mi niño, solo han pasado unas semanas desde que llegaste, ¿Estás seguro? Tu pequeño corazón aún no sana.

— Yo... — se quedó por unos minutos en blanco, admitía que estar ahí fue muy bueno, su abuela lo quería mucho y a él le gustaba demasiado comer mandarinas dulces cada día, pero quería regresar, no por Hoseok o su historia, sino por Jungkook, extrañaba a su amigo y quería saber si este se encontraba bien. — Quiero regresar, estoy seguro abuela.

— No puedo decirte nada encontrá de eso Yoongi, tu corazón sabe cuándo es el momento de volver, si te sientes seguro no hay nada que hacer. Pero te llevas a SeokJin contigo. — impuso.

— Pero abuela. — se quejo.

— No hay contradicciones, el tiene que conseguir esposa, ya tiene 27 años y está más solo que telefonía vieja, lo llevas y le presentas mujeres hermosas, y si se va por el otro bando, presentale un hombre bueno.

Claro, como si Yoongi conociera ese tipo de gente.

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Nuestro Jungkook ya se dió cuenta de los sentimientos de Jimin ¡¡Ah!!  ¿Y Jimin ya se habrá dado cuenta?