Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝚅𝚊𝚕𝚑𝚊𝚛 (𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟿)

Decir que no se encontraba ansioso y hasta nervioso, seria mentir descaradamente, y ustedes se preguntaran: ¿Cuál era el motivo por el que se hallaba de esa forma? La respuesta es simple: En uno de sus bolsillos, yacía una pequeña cajita con un presente para su Omega.

Diosa, si alguien viera al gran Jeon Jungkook, líder de la mafia más grande de toda Eurasia y el hombre al que se supone no le preocupa absolutamente nada en ese momento; dirían que estaba igual de impasible e imperturbable que siempre. Sin embargo, por dentro su lobo caminaba de un lado a otro alterado, además, él mismo tenía una gran cantidad de pensamientos desalentadores donde el hermoso peligris no aceptaba su regalo.

Más pesimista que tú cuando te le vas a declarar a tu Crush.

Que triste, honestamente.

Debía admitir que había investigado a fondo sobre la vida del platinado. Sabía donde estudiaba, sabía que estaba en su último semestre de la carrera de veterinaria, quienes eran sus amigos, cosas que le gustaban, pasatiempos, gustos en cuanto a comida, música, moda, películas... Y demás cosas.

No lo tomen a mal, él solo quería conocer mejor al joven que había robado su corazón en tan solo un mes y medio. Solo conoce datos superficiales que el menor podía decirle en cualquier momento, pero tenía como principal objetivo el aprender más sobre él como persona. Solo era cuestión de tiempo y paciencia.

Si, Jungkook se había vuelto loco por Taehyung... En el buen sentido.

Para sorpresa de muchos, esta vez no estaba siendo escoltado por guardaespaldas, ni tampoco iba en su camioneta blindada. En ésta ocasión; iba caminando junto con Bam mientras este último jadeaba feliz porque su dueño por fin lo sacó a pasear él mismo luego de mucho tiempo.

Y, no es que nadie sacara a Bam, sino que como la mayoría del tiempo a Jungkook lo consumía el trabajo; alguien más lo hacía por él. Pero desde ahora iba a encargarse de ello como antes, pues no quería descuidar mucho a su pequeño (enorme) amigo peludo.

Sus pasos eran seguros, su postura recta con porte al caminar, su rostro se mantenía tan serio y frío como era costumbre. Y aunque esto último lo hacía ver excesivamente intimidante; no era impedimento para llamar la atención de varios Omegas y unas cuantas mujeres Betas que lo miraban como si quisieran comérselo cual filete de carne en exhibición.

Y ¿Cómo no? Si vestía unos Jeans sueltos para mayor comodidad, una camiseta negra simple que estaba un poco ajustada a su torso, junto con una chaqueta del mismo material que sus pantalones azul oscuro. No podían faltar sus botas Timberland, esas que parecía que si te pateaba te hacían aterrizar en Hungría, que además, lo hacían ver un poco más alto. Su cuello estaba adornado por su collar habitual y una cadena más delgada, sin mencionar los piercings que le daban ese toque duro a sus fracciones.

Definitivamente era el sueño húmedo de cualquiera.

Posiblemente el tuyo también, no te hagas el interesante.

Siendo consciente de su entorno, solo decidió ignorar a esos seres humanos poco relevantes para él y seguir su camino con dirección a la cafetería. Mas sin embargo, sus ojos divisaron una pequeña librería que captó por completo su atención. En su cabeza se encendió una pequeña bombilla, así que, siguiendo ese pensamiento; se acercó al local que estaba a tan solo unos cuantos pasos.

Una vez dentro del establecimiento, se dispuso a ojear un poco y ver que podría encontrar que sea de agrado para su compañero. Sabía que al de ojos avellanas le gustaba el romance y la literatura clásica, por eso mismo, sus piernas se movieron a esa sección. No tardó demasiado en encontrar una edición de: “Orgullo y Prejuicio” Bastante bonita, a su parecer.

Iba a irse con ese libro, pero... Oh, su mirada se iluminó cuando pudo distinguir un estuche de todos los libros de Jane Austen, siendo estas ediciones de tapa dura y por lo que podía observar, contenían ilustraciones. Su lobo lo animó a llevar ese, pues era un combo completo para su Omega.

Y así lo hizo.

El amor vuelve débiles hasta los más fuertes, solo digo.

Se acercó a la caja y pudo notar como una joven de pechos extremadamente voluptuoso se encargaba de coquetear con un hombre que, aparentemente, era un Beta.

Él solo esperó hasta que la chica se dio cuenta de su presencia y rápidamente se encargó de mandar a volar al sujeto que quedó confundido por el repentino cambio de actitud. La rubia posó su mirada en Bam, luego en sus manos sosteniendo los libros y por último en sus facciones impasibles.

— Espero que hayas encontrado lo que estabas buscando, guapo.— Dijo la fémina, guiñando su ojo.

Ya empezamos.

Jeon solo puso el estuche en el mostrador, extendiendo su tarjeta negra para pagar y poder largarse, por cosas como esas no le gustaba salir sin sus guardaespaldas. La joven solo abrió sus ojos azules en demasía al observar aquel trozo de titanio con letras doradas entre sus manos.

Oh, es rico” Habló para sus adentros. Bueno, era mucho mejor que el hombre con el que estaba ligando hace tan solo unos segundos, además, este Alfa era apuesto... Vaya que sí. Desabotono “discretamente” los tres primeros botones de su blusa y liberó su aroma a frambuesas para tratar de engatusar al joven pelinegro, quien solo la ignoró olímpicamente.

— Si quieres, puedes deshacerte del pulgoso y nosotros vamos a otro lado ¿No te parece?– Inquirió melosa al notar que el contrario no tenía ni el más mínimo interés en decir algo. Se estaba demorando más de lo debido en cobrarle a propósito.

Hay personas que simplemente no captan señales, y ella, a su parecer, era una de esas.

Se notaba a leguas que el pelinegro ya estaba perdiendo la paciencia, por ese motivo, el mencionado cambió su color de ojos que originalmente eran oscuros, a un rojo sangre; dejando en claro cuan molesto e irritado se encontraba por su intento de coqueteo barato.

— Si no quiere que le arranque la garganta, cobre lo que estoy comprando y deme mi tarjeta.— Su tono de voz era tan frío y grave, casi rozando la voz de mando, que la Omega lo sintió calar en sus huesos.

Asintiendo rápidamente, le entregó lo pedido, más los libros en una bolsa de papel. Jungkook tomó sus cosas y estaba a punto de irse cuando se detuvo en la puerta y miró por sobre su hombro a la mujer antes de hablar.

— Y le recomiendo que no vuelva a llamar a mi perro “pulgoso”.— La fulminó con la mirada.— Estoy seguro de que la única que tiene pulgas aquí, es usted. Con permiso.— Dicho eso, se retiró del local.

Jungkook puede amenazar de muerte a quien sea; pero siempre con respeto.

Los modales hacen al hombre, dicen por ahí.

Sus ojos volvieron a su color negro natural cuando se alejó lo suficiente como para no tener que oler tan asquerosa esencia. En alguna otra ocasión, llevaría por lo menos a uno de sus guardaespaldas para evitar lo más que pueda esas situaciones que lo único que provocaban era que su buen humor se fuera a la mismísima mierda.

Y eso no era bueno si quería ver a su compañero. ¿Mostrarse molesto cuando él no tenía la culpa? Antes muerto. Siguió su camino hacia la cafetería, dejando de lado lo anterior, no quería perder más tiempo y por fin ver a su lindo platinado.

Un rato después, ya se estaba adentrando en el sitio de trabajo de su chico. El característico olor a pastel y tarta recién horneada inundó sus fosas nasales, pero ese no es el que más llama su atención; sino el aroma tan sutil y casi imperceptible del Omega que caminaba de aquí para allá con una bandeja en mano.

Para su olfato tan desarrollado, no fue difícil captarlo y se siente muy orgulloso de si mismo en ese momento por ser un Alfa pura sangre con sentidos tan amplificados.

Haciendo caso omiso a las miradas poco discretas de los otros clientes, se aproximó junto con su mascota hacía su mesa.

— Bam, sit.— Ordenó, y el mencionado obedeció automáticamente.

Ambos esperaron pacientemente, uno echado en el piso descansando, mientras el otro no podía con sus nervios aunque no lo demostrara. ¿Cómo se supone que debía decirle que había comprado un estuche con varios libros de romance clásico como regalo, cuando ni siquiera son amigos? Alguien que lo ayude, por favor.

Esto de tratar de conocer a su destinado es algo en lo que era completamente nuevo. Lo admite, buscó tutoriales en YouTube y K-Dramas... Digamos que no salió tan bien como esperó.

Y es que, vamos, parece un jodido crío tratando de conquistar a la niña que le gusta, la única diferencia era que Taehyung es un hombre y ambos son adultos, porque la situación era la misma.

Pero no hay que decirle eso, está bien emocionado.

A su vez, un joven de piel acanelada trataba de entregar los pedidos lo más rápido posible, quería ir a atender al mayor que no había visto hace un día y medio. Llámenlo desesperado, pero su lobo y hasta él mismo habían extrañado su presencia.

Pero no iba a demostrarlo.

Sabía que algo tenía ese hombre que lo hacía querer ser sumiso y dócil a su alrededor, y no era por el hecho de ser Dominante. Era... Era algo más que sabía que estaba pasando por alto.

Decidió no darle importancia.

Kim Taehyung atrapa un resfriado más rápido que una indirecta.

Aunque, lo que le pareció raro fue verlo entrar solo, sin ningún tipo de seguridad, sin los gorilas uniformados con los que había socializado y además fueron muy amables con él. Pero sí traía una compañía que definitivamente no esperaba; y era el bonito perro raza Doberman que estaba echado junto a su pelinegro.

Esperen, paren todo. Hey, tú. Si, tú, persona que está leyendo esto ¡¿Viste eso?! ¡Llamó al señor Jeon ‘SU pelinegro’! Agárrenlo que se desmaya ¡¿Qué le pasaba?!

Eso, amigo mío, es el amor haciendo su trabajo.

Es nuestro, Tae. Ese Alfa nos pertenece y nosotros a él” Si le permiten ser honesto, cada vez lo asustaba más el cómo su lobo sonaba tan seguro cuando decía algo así con respecto a Jungkook. Pero tampoco podía ignorar el hecho de que estaba muy cómodo pensando de esa manera.

No era normal eso, definitivamente no lo era y lo sabía. ¿Por qué su Omega decía ese tipo de cosas? ¿Por qué la presencia de Jeon lo hacía sentir extraño? ¿Por qué quería verlo sonreír? Él nunca tuvo la necesidad de complacer a un Alfa, pero... En esta ocasión, es diferente.

Sin embargo, no iba a bajar la guardia.

Cuando por fin estuvo libre, se acercó a pasos cortos pero seguros a la mesa donde el pelinegro se encontraba y le echó un ojo a la aparente mascota del antes mencionado y... Oh, ¡No tenía sus orejas y su cola recortadas! Diosa ¿Es una especie de milagro esto? A él le irritaba, fastidiaba, molestaba y demás adjetivos similares, cuando una persona cometía tal atrocidad con un animalito que no tenía la culpa de que ciertas partes de su cuerpo no fuesen como ellos las querían.

No sabe cuánto tiempo exactamente se quedó observando maravillado al perrito, hasta que una voz rasposa que conocía bien, lo llamó. Pero al parecer, estaba tan absorto viéndolo que simplemente no lo escuchó.

— ¿Omega? ¿Omega, estás bien?— Habló Jeon preocupado, el platinado solo se quedó completamente inmóvil mirando al suelo de la nada.

Sus orbes lo analizaban, buscando algún tipo de señal para detectar lo que sea que haya ocasionado su extraño comportamiento. Así que, siguiendo la mirada contraria, pudo notar como contemplaba a Bam con sus ojitos brillando tan únicamente.

Se veía tan maravillosamente perfecto...

— ¿Te gusta? Su nombre es Bam.— Por fin pudo captar la atención contraria con sus palabras.

No sabía cómo sentirse al respecto.

Taehyung alzó su vista tan rápidamente que lo hizo sonreír para sus adentros.

— No tiene las orejas ni la cola recortada...— Murmuró casi inaudiblemente, no obstante, Jungkook logró escucharlo.

— No fui capaz de hacerlo, la verdad es algo que no me agrada demasiado.— Se sinceró.

El de ojos avellanas estuvo de acuerdo con lo que dijo. Le explicó por aproximadamente diez minutos como es que realizar ese tipo de actividades por mera estética le parece cruel, al menos a su parecer.

Jeon solo lo escuchaba atentamente, amando como el contrario se expresaba tan abiertamente en su presencia. Lo reconfortaba saber que su compañero se sentía cómodo con él.

— Ay, Madre Luna. Lo siento.— El azabache solo lo miró y Kim prosiguió.— Lamento haber dicho demasiado, usted viene a beber café y a relajarse, pero aquí estoy yo hablando como cotorra con exceso de cafeína.— Se emocionaba demasiado cuando se trataba de animales.

Se declara culpable.

— Primero que nada, no me molesta escucharte, Omega, en lo absoluto.— Lo tranquilizó.— Me parece linda la forma en la que te desenvuelves mientras me cuentas algo que te guste.— ¿Estaba siendo demasiado sincero? Probablemente, pero ser directo es algo que lo caracterizaba.— Segundo, ¿Es mucho pedir que dejes de llamarme “señor”? No es que me moleste, en realidad. Es solo que...— Pausó unos segundos preparándose mentalmente para lo que estaba a punto de decir. Vamos, Jungkook, estuviste dos horas ensayando frente al espejo, no seas miedoso. Inhaló profundamente para poder continuar.— Quisiera volverme alguien cercano a ti. Si no te molesta, por supuesto.

¿En serio había dicho todo eso con el rostro más impávido que pudo poner? Si, bueno, las expresiones faciales no son lo suyo.

Ups.

El hecho de que Taehyung se haya quedado callado ante su declaración, solo provocó que estuviera aún más intranquilo, su lobo mordía su cola por la ansiedad que tenía.

— Si te incomoda, no tienes que hace...

— ¿Cómo le gustaría que lo llamara?— Lo interrumpió.

Bien, debía admitir que; si él fuera una computadora, se habría escuchado el típico sonido de Windows a la hora de reiniciar. Las palabras del pelinegro lo tomaron completamente desprevenido. Aunque, por dentro su parte animal estaba tan emocionado que no sabía cómo no había gritado de la euforia que atravesó su cuerpo tan exponencialmente.

¿Alguien puede explicarle como hacer que el pulgoso se quede quieto?

“Pregúntale si podemos llamarle Alfa” Su lobo movió la cola feliz, queriendo enseñarle su vientre, con toda la intención de que el contrario sepa que es un Omega fértil con el que puede tener cuantos cachorros quisiera.

Atrevido.

Nuevamente, Taehyung reprendió al de pelaje grisáceo por pensar en cosas tan fuera de lugar. No obstante, muy en el fondo él también deseaba lo mismo y era algo que lo inquietaba de sobremanera, debía calmarse.

¿De pronto había empezado a hacer calor o era idea suya?

— Puedes llamarme como gustes, no te contengas. Si quieres; puedes decirme Jung...

Alfa...— Lo volvió a interrumpir.

No. Puede. Ser.

El jodido pulgoso tomó el control por una milésima de segundo y ya andaba llamando de una forma tan comprometedora al contrario que recién le estaba dando la confianza para tutearlo.

Tierra, por favor, trágatelo y escúpelo en Dubái.

¿A cuanto están los pasajes para mudarse de planeta?

Sus mejillas se tornaron rojas, tanto que estaba seguro de que si hacía una competencia con un tomate maduro, él sería el ganador indiscutiblemente.

Un silencio se presentó entre ambos, el azabache no podía creer lo maravillosa que se escuchaba esa palabra tan simple saliendo de los labios del platinado. Además; iba dirigida hacia él y solo para él.

Nunca esperó que alguien lo llamara de esa manera, el mero pensamiento le parecía repulsivo. Jamás fue alguien de apodos cariñosos y muchísimo menos esperaba referirse a una persona de ese modo tan comprometedor. Pero, desde que el de piel canela apareció, no pudo evitar sentir como todas las barreras que había formado alguna vez; se iban cayendo a pedazos más rápido de lo que esperaba.

— Lo siento, señor Jeon. No volveré a llamarlo así.— Estaba triste, no iba a mentir. Que Jungkook no haya ni siquiera pestañeado y siguiera con su cara de pocos amigos había hecho que su animal interno bajara las orejas decepcionado.

Sintió en su corazón una presión abrazadora que lo dejó descolocado. No le gustaba, definitivamente quería dejar de sentir ese vacío que se instaló en su pecho. Su Omega chillaba por el rechazo de su compañero y era algo que Kim aún no comprendía.

Amiga date cuenta.

— Omega ¿Qué acabo de decirte?— Habló rápidamente al sentir el ligero olor acido que empezaba a emanar el más joven.— Te dije que puedes llamarme como prefieras y si refiriéndote a mí de esa manera te sientes bien; yo también lo estoy.— Mencionó al final, parpadeando lentamente y con semblante sereno.

Ni él mismo sabe cómo no se había desmayado y se felicitó por eso, mientras mentalmente inflaba su pecho orgulloso al saber que el peligris estaba cómodo; a tal punto de llamarlo Alfa... Diosa, se escuchaba tan malditamente bien.

Tienes que ser fuerte, JeonSe dijo a sí mismo.

Pudo apreciar como una hermosa pero pequeña sonrisa rectangular se formaba en los labios ajenos, mientras asentía lentamente a su dirección.

Estoy completamente jodido No pudo evitar llegar a esa conclusión cuando una corriente eléctrica le recorrió el cuerpo.

Si bien los músculos de Taehyung se relajaron y su lobo por fin estuvo tranquilo. Le asustaba cómo el contrario tenía esa capacidad de alterar sus emociones de tal forma, quería comprender, de verdad que sí, pero estaba asustado.

Asustado de sentir algo por alguien.

Asustado de encariñarse y ser dejado de lado.

Asustado de solo ser utilizado.

Además, el tener pareja no estaba en sus planes, no había necesitado una antes y no tenía que necesitarla ahora. Todo esto debe ser por el tiempo que su Omega ha estado solo.

Si, claramente es eso...

— Creo que te he quitado demasiado tiempo de trabajo.— Volvió a hablar al visualizar como el peligris se perdía en una bruma de pensamientos.— Por favor ve y sigue con tus tareas, pero también te pido que cuando termines; esperes por mí. Quisiera entregarte algo.— Continuó.— Por hoy, no voy a tomar ni comer nada, no te preocupes.

Asintió y con una pequeña reverencia, se despidió para continuar con sus labores.

Esperen, un momento, Jungkook dijo que le iba a dar algo, o sea ¿Un regalo? ¿Para él? Si había escuchado bien, ¿No? Bueno, no sabía que pensar en ese momento.

¿Era raro que un mafioso te dijera que tiene un regalo para ti?

Definitivamente.

¿Estaba cohibido?

Un poco.

Pero, por una extraña razón, le emocionaba la idea de que el pelinegro le diera algo.

¿Acaso era merch de su Boy Band favorita?

Suspiró profundamente, tenía que dejar de pensar en ellos, justo estaban en el servicio militar y digamos que sí le pegó fuerte.

Era mejor continuar trabajando.

Pero no pudo evitar anhelar en lo más profundo de su ser, muy, muy en el fondo; que el tiempo avanzara más rápido.

[...]

Pasaron unas horas en las que el sol ya se estaba ocultando visiblemente en el horizonte. Ya estaban a punto de cerrar.

De vez en cuando le daba miradas fugaces al pelinegro que solo lo observaba o acariciaba a Bam que se restregaba en las piernas del primer mencionado. Le resultaba adorable la forma en la que los orbes amenazadores de Jungkook se suavizaban a la hora de mirar a su mascota... Se parecía mucho a la forma en la que lo veía a él: Tan cariñoso, amable y con sus ojos de cordero, generalmente fríos como un glaciar, más relajados y reflejando lo que con sus expresiones faciales no podía.

Sacudió su cabeza para eliminar esos pensamientos, fue hasta donde sus amigos (casi padres) para despedirse de ambos.

— Namjoon Hyung, Jin Hyung, me retiro por el día de hoy.— Hizo una pequeña reverencia.

— Hiciste un buen trabajo hoy, cachorro, como siempre.— Lo elogió el moreno, mientras acariciaba la cabeza del más pequeño.

— ¿Por qué te vas tan temprano, Tae? ¿No te quedas a cenar?— Preguntó el pelimorado, vio con disimulo al azabache que solo observaba por la ventana.

Solo quedaban ellos cuatro dentro del local... Y Bam, que era ajeno a toda la situación.

— Tengo que hacer algo hoy, Hyung, lo siento...— La mirada momentánea que le dedicó a Jeon, no fue pasada por alto por la pareja que se observó entre sí.

Dando un suspiro, SeokJin asintió. Sabía a lo que Taehyung se refería y aunque no le agradara que su hijo se fuera con un jodido mafioso ¿Tenía algún derecho de detenerlo? Absolutamente no, pero si estaría al pendiente de su Tae.

Porque el contrario puede ser lo que él quisiera, pero si llegaba a lastimar a su cachorro; se las vería con él.

Y no hay nada ni nadie que pudiera detener a un Omega tratando de proteger a su cría.

Ni siquiera alguien como Jeon Jungkook.

Hola, hola, personitas. ¿Cómo están? Espero que muy bien.

Confío en que hayan disfrutado el capítulo tanto como yo a la hora de escribirlo.

Les tengo una pregunta: ¿Que opinan sobre hacer una cuenta en TikTok para promocionar la historia? Lxs estaré leyendo.

Cuídense mucho, tomen agüita, coman bien y descansen.

Tu existencia es importante. 💜

Meanwhile, the autor:

Respuesta al mensaje que subí el cap pasado, lo sé, pero 1) no me di cuenta de que si había respuesta y 2) no lo voy a poner ahora porque el cap pasado fue solo para tirarme a mi, en compensación por la molestia que les pude haber causado, aquí va una mas:

Es de Azumi, por si se lo preguntan, aunque debería aclararles que normalmente la que dice que no ha comido es ella, la que menos nos habla de su alimentación es Yari, el problema de Yari es que siempre tiene sueño.

No me lo van a creer (yo tampoco me lo creo) pero pude editar este capitulo sin ningún problema 🥳.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro