—Sunggie, ¿en serio no iras hoy a la biblioteca?

—No—respondió con un pequeño puchero en sus labios, cubriéndose completamente con su sábana azul de estrellas favorita—No iré nunca más.

Hyunjin frunció el ceño, pareciéndole muy extraña esa actitud puesto que, Jisung era el más interesado en ir. Al principio creyó que había tomado esa decisión porque su enamoramiento fugaz por Minho ya había pasado, sin embargo, su naricita roja y puchero denotaba que había estado llorando, llevándolo a la conclusión de que ese feo chico del mostrador le había hecho algo a su mejor amigo, y eso definitivamente lo hizo molestarse.

—¿Qué te hizo el amargado ese?—preguntó con tono molesto, observando a Jisung asomar sus ojos fuera de su sábana.

—Él me dejó plantado ayer—agachó la mirada con vergüenza—Aceptó salir conmigo después de su trabajo, lo esperé, pero se fue sin avisarme mucho antes de que terminara su turno, lo iba a seguir, pero se fue muy rápido.

Hyunjin suspiró fuertemente y sobó cariñosamente el cabello del menor, notando sus ojitos cristalizados.

—¿Quieres que hable con él?

Jisung negó repetidas veces, solo no volvería a acercarse, se sentía herido, y por muy guapo que Minho fuera, no iba a caer por eso, aunque dudaba que a él le importara, cosa que lo desanimaba un poquito más.

—Según mis libros, él debe buscarme—frunció el ceño sin levantar la mirada—Pero hasta yo sé que no lo hará—su expresión cambió de nuevo, mostrando lo desilusionado que estaba—¿Por qué los chicos de la vida real no son como los de mis libros?

—Porque si así fuera, todos serían egocéntricos, mujeriegos, amargados, misteriosos y unos grandes imbéciles—dijo, obteniendo un leve golpe por parte del menor que había salido de su escondite—¡Es la verdad!

—No me refiero a eso, esa es siempre su primera etapa—se cruzó de brazos, luciendo un poco más tranquilo que antes—Me refiero a que sean dulces, amables, comprensivos y detallistas, ¿es que acaso no escuchas cuando te hablo de mis libros?

Hyunjin rodó los ojos y soltó una corta risa, causando que Jisung hiciera un mohín.

—Yo soy así, enamórate de mi y seamos felices juntos.

—Ew, no—lo miró con asco, haciéndole mala cara—Eso sería incesto.

Hyunjin soltó una sonora carcajada y rodó los ojos, levantándose de la cama bajo la mirada de su mejor amigo.

—Tienes razón—asintió—Eres como un hermano menor muy molesto y tonto.

Jisung le tiró una de sus almohadas, golpeándolo en el pecho, pero el mayor ni siquiera se movió, aún con esa sonrisa arrogante en su rostro.

—No voy a recoger esa almohada, desde ya te lo digo.

—Vete de aquí, no me ayudas en nada.

—Bien—se encogió de hombros, caminando hacia la puerta de la habitación—Iré a la biblioteca, por si te interesa.

Jisung mordió su labio inferior con duda, también quería ir, pero su corazoncito estaba dolido, así que debía ser fuerte a pesar de que se moría por ver a Minho.

—¡Espera!—lo detuvo segundos antes de que cerrara la puerta—Si Minho pregunta por mi, me dices, ¿está bien?

—Solo ven conmigo, no me dejes ir solo, será raro que llegue así como si nada.

—No quiero—volvió a cruzarse de brazos, casi haciendo un berrinche—Además, tú pasas con Félix de todas formas, no es como que me necesites.

—Te necesito para entretener a Minho, así no le pone tanto trabajo y tiene más tiempo para hablar conmigo.

—¿Te gusta Félix?

—Eh, no. ¿Irás conmigo o no?—cambió de tema rápidamente, Jisung no sabía de las tonterías en las que se metía, como en esa apuesta, y estaba seguro de que si se daba cuenta de que había apostado algo así con sus compañeros de último año, se enojaría muchísimo con él, y no quería eso.

—Ya te dije que no.

—Te veo más tarde entonces—salió de la habitación, cerrando la puerta tras él.

—¡Si lo escuchas decir algo de mi, me avisas! —gritó lo suficientemente fuerte para ser escuchado por el mayor.

—¡Si~!—gritó en respuesta, saliendo de la casa de los Han luego de despedirse cortarmente de los padres de su mejor amigo, dirigiéndose hacia la biblioteca.

Jisung volvió a cubrirse con su sábana, decidido a no caer ante la tentación de ir y buscar a Minho.

Solo debía ser fuerte.

Minho se encontraba ya muy impaciente, su pierna derecha se movía de manera inconsciente y Félix ya estaba cansado de escuchar ese golpeteo constante del lapicero sobre el escritorio, podía notar claramente que el mayor se encontraba ansioso, viendo hacia la puerta cada vez que alguien entraba.

—¿Qué pasa?—Félix le quitó el lapicero de repente, obteniendo su atención.

—¿No crees que ya es hora de que Jisung esté aquí?—preguntó, demasiado interesado en la respuesta para ponerle atención al hecho de que estaba preguntando por cierto chico que se supone que no le interesaba.

—Uhm... Supongo que si, ya casi es medio día-respondió con sospecha.

—¿Si, verdad?—dirigió su vista de nuevo hacia la puerta.

Félix rodó los ojos y agarró un pedazo de papel que estaba sobre el escritorio, sacó su celular y rebuscó entre sus contactos el número telefónico de Jisung, lo escribió rápidamente sobre el papel y lo puso frente al pelirrojo, dándole un pequeño toque para llamar su atención.

—Si tanto te preocupa, escríbele.

Sin decir nada más, se levantó de su silla y se dirigió hacia las mesas de la biblioteca, retomando su trabajo. Minho observó atentamente el papel, dudando sobre lo que debería hacer.

La puerta volvió a anunciar la llegada de una nueva persona, haciéndolo elevar la cabeza hacia esa dirección con una pequeña sonrisa que rápidamente cambió a una mueca al encontrarse con Hyunjin. No apartó la vista durante unos segundos, a la espera de que el pequeño castaño se asomara tras él, sin embargo, nunca apareció.

Hyunjin entrecerró los ojos tan pronto vio el rostro del pelirrojo, sintiéndose molesto al recordar el por qué de los bajos ánimos de su mejor amigo, así que con paso decidido, se acercó hacia el mostrador, sosteniendo la seria mirada que el otro le daba.

—¿Necesitas ayuda con algo?—a Minho no le gustaba en lo absoluto la manera en la que el alto lo miraba. No lo conocía, pero no se sentía tan alegre de verlo.

—Solo dime en donde está Félix—le dijo fríamente, ambos mirándose con cierta rivalidad.

—Deja de entretenerlo, está trabajando—dejó de prestarle atención, removiendo algunas cosas en su escritorio, buscando una excusa para ignorarlo.

—No necesito tu permiso—sonrió con sarcasmo, haciendo el amago de irse, pero Minho lo detuvo abruptamente.

—Espera...—su voz sonó más tranquila, haciendo un enorme esfuerzo de no poner mala cara—Yo, uhm...—no sabía ni siquiera como preguntar, una parte de él no quería verse expuesta.

—Jisung no quiere saber de ti—se cruzó de brazos, sintiéndose molesto de nuevo. Y es que odiaba mucho cuando alguien lastimaba a su mejor amigo, era demasiado bueno y adorable para que lo hicieran sentir mal.

Minho agachó la mirada, sintiéndose culpable, sabía exactamente la razón y lo comprendía, por eso, tenía la esperanza de verlo y disculparse, porque a pesar de que no había nada que lo obligara a dar una explicación, sentía que debía darla.

—Quiero disculparme con él.

Hyunjin entrecerró los ojos, analizándolo para saber qué tanta honestidad había en él. Asintió segundos después, confiando en que su mejor amigo se sentiría muchísimo mejor si obtenía una explicación de su parte.

—Solo no vuelvas a hacerlo sentir mal, ¿entendido?

Minho asintió lentamente y lo vio alejarse entre los estantes. Suspiró sonoramente y se dejó caer sobre su asiento, vio el papel con el número y se decidió al fin por escribirle.

Jisung🐿️

Hola Jisung

Soy Minho

Vamos por un elote?

O

jalá les guste♡