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07

ㅡHannieㅡllamó en un susurro al menor mientras lo movía suavemente con la mano, tratando de despertarloㅡDespierta.

ㅡMjmㅡlogró responder el menor, aún con los ojos cerradosㅡNo molestes, Lee, tengo sueñoㅡdijo, acomodándose más en la cómoda cama que tiene el agradable olor de Minho.

ㅡTengo cosas que hacer y no puedo dejarte aquíㅡexplicó el mayor, sentado a un lado de Jisung, viéndolo quejarse.

Jisung abrió lentamente los ojos con pereza, tenía mucho sueño y esa cama se estaba volviendo adictiva para él. Se encontró con la imagen de Minho recién duchado, vistiendo unos pantalones negros y sin camisa, definitivamente no se aburriría nunca de eso. No pudo evitar dirigir su mirada al torso del mayor, no estaba totalmente tonificado, pero no estaba para nada mal.

ㅡ¿Qué miras?ㅡpreguntó el pelinegro con una sonrisa y la ceja enarcada.

El castaño quitó la mirada rápidamente, dirigiéndola hacia otro lado de la habitación. Minho ríe ante el leve nerviosismo del menor, colocándose una camisa.

ㅡIré a dejarte a casa, tengo que ver a mi madre hoyㅡvolvió a hablar.

ㅡ¡Eso es genial! Tu madre es un encanto, tengo mucho de no verlaㅡexclamó Jisung. La verdad es que la madre de Minho había sido como una segunda madre para él, siempre fue muy atenta y cariñosa. Había dejado de verla desde que Minho desapareció de su vida, algo de lo que siempre se arrepiente.

ㅡ¿Quieres ir conmigo?ㅡpropuso el mayor, viendo como Jisung ordenaba la cama.

ㅡ¿En serio?

ㅡClaro, le gustará verte después de tanto tiempo.

Jisung lo pensó un momento, él también tenía cosas que hacer.

ㅡTengo que ir a mi casa también… Podríamos encontrarnos luego de eso.

ㅡHagamos algo. Pasamos por tu casa, haces lo que tienes que hacer y vamos con mi madre, ¿te parece?

El rubio asintió con emoción, aunque en su mente vagaba el pensamiento de que podría ser mala idea pasar a ver a su mamá en compañía de Minho.

[🍒]

Jisung entró a su apartamento, encontrándose con Félix en la cocina haciéndole el desayuno a cierto chico que pasaba demasiado tiempo ahí.

ㅡ¡Sung, viniste!ㅡsaludó Félix al ver a su compañero de piso entrar por la puertaㅡEstoy haciendo el desayuno, ¿quieres?

ㅡHola Félix. Hola Changbin- saludó el rubio- Comeré después, Lix, graciasㅡle respondió con una sonrisa.

ㅡ¡Changbin, amigo!ㅡsaludó también Minho, entrando luego de Jisung.

ㅡNo eres mi amigoㅡdijo el más bajo con mal humorㅡUstedes me cambiaron, los odio.

ㅡIré a ducharme y a preparar mis cosasㅡavisó el rubio, desapareciendo por la puerta de su habitación.

Los presentes simplemente asistieron.

ㅡVamos, Bin, no seas rencorosoㅡdijo Minho, rodeándolo con sus brazos de forma amistosa por la espalda.

ㅡNo, quítate.

ㅡLamento que nos hayamos olvidado un poco de ti. ¡Además! Pasas demasiado tiempo aquí.

ㅡEso es ciertoㅡse metió el pelinaranjaㅡTampoco he visto que quieras salir de aquíㅡríe.

ㅡAhora resulta que nadie quiere estar conmigo.

ㅡEres un llorónㅡríe Minho, abrazándolo con más fuerteㅡNo te enojes~

ㅡ¡Bien! Pero ya suéltameㅡdijo con el ceño fruncido Changbin.

Ambos chicos arreglaron ese pequeño problema que ni siquiera era un problema, simplemente Changbin quería más atención por parte de sus amigos, aunque últimamente tampoco quería despegarse del pelinaranja, lo traía un poco loco.

[🍒]

Jisung no paraba de sentirse ansioso, ir con su madre siempre lo hacía sentir ansioso, pensando en que había sido una mala idea ir con el pelinegro, no sabía cómo iría a reaccionar su madre al saber que había dejado el trabajo.

Una hora de camino después, Minho se estacionó fuera de la casa del menor, teniendo miles de sensaciones al ver esa casa en la que entró muchísimas veces sólo para pasar las tardes junto a su ex mejor amigo, tardes en las que la habitación del menor se llenaba de bromas, risas, llantos, abrazos. Sintió su corazón acelerarse, sintiendo la lejana sensación de nostalgia.

ㅡVendré en un momento… Tú solo quédate aquíㅡordenó el menor, bajándose del auto del pelinegro.

ㅡ¿No prefieres que te acompañe?ㅡpreguntó el mayor, recordando la forma en la que la madre del menor lo trataba.

ㅡRegresaré rápidoㅡdijo el rubio, antes de dirigirse rápidamente hacia la puerta de su casa.

Jisung entró usando su propia llave, encontrándose con el mismo jodido panorama de siempre, latas y botellas de alcohol regadas en toda la sala, un desastre que se había cansado de recoger. Definitivamente mudarse había sido una de sus mejores decisiones.

ㅡMamá, estoy aquíㅡanunció en la entrada de la cocina, encontrándola de la misma formaㅡDios, esto es un desastreㅡsusurró.

ㅡDilo más fuerte, idiotaㅡespetó con molestia el que ahora es el novio de su madre.

Jisung rodó los ojos, soltando un suspiro, odiaba a ese hombre, era igual o peor que su madre. Por eso jamás avanzaban ni salían de la mierda y miseria en la que vivían.

ㅡAquí está el dineroㅡdijo, tirando un sobre lleno de billetes a la mesa.

El hombre agarró dicho sobre con rapidez, sacando el dinero y contándolo, frunciendo el ceño.

ㅡAquí falta dinero.

ㅡLo séㅡdijo, sintiendo un poco de miedoㅡEstoy desempleado justo ahora…

ㅡ¿Cómo se te ocurre quedarte sin trabajo sabiendo cuales son tus obligaciones?ㅡespetó con furia el hombre, tirando el sobre hacia la mujer.

ㅡSabes que esto no alcanza para el tratamientoㅡdijo su madre, mirándolo seriamente.

ㅡ¿Qué esperan que haga? ¡De verdad que no me alcanza! Sería bueno que buscaran un trabajo también.

ㅡ¿Qué dijiste?ㅡdijo el hombre, acercándose al menor que trataba de no quebrarse por el miedoㅡEsa es tu obligación con tu madre.

ㅡSi tan sólo no lo gastaran en sus vicios podría ser suficiente.

ㅡMe tienes harto, estúpido insolenteㅡdijo el hombre con enojo, agarrando el cabello de Jisung y tirándolo al sueloㅡ¡Solo tienes que traer el maldito dinero!ㅡgritó antes de proporcionarle una patada en un costado de su cuerpo.

Jisung estaba cansado de esos abusos, sin embargo, seguía sintiendo miedo, no sabía de lo que sería capaz ese hombre, siempre fue violento y a su madre nunca le importó que lo fuera.

[🍒]

Minho se encontraba un poco ansioso en su celular para pasar el tiempo, no paraba de pensar en que Jisung ya había tardado un rato, trató de ser paciente, pero algo dentro de él lo estaba molestando. Esperó un poco más hasta que decidió bajarse de su auto y encaminarse hasta la casa del menor.

Se detuvo frente a la puerta aún dudando si debería tocar o no, al final de cuentas, él no tenía nada que hacer ahí, pero unos gritos al interior de la casa lo hicieron entrar, buscó con la mirada rastros menor hasta que llegó a la cocina, encontrándose con una escena que le hizo sentir tristeza y enojo puro.

ㅡ¿¡Qué mierdas está pasando aquí!?ㅡexclamó fuerte y con enojo el pelinegro, viendo que el hombre tenía a Jisung agarrado de la camisa, iba a golpearlo.

ㅡ¡Minho, espera afuera!ㅡordenó el menor después de que su padrastro lo soltara.

ㅡ¿Tú quién eres y por qué entras a mi casa de esa manera?ㅡpreguntó el hombre, alejándose de Jisung y dirigiéndose hacia el pelinegro.

ㅡAh, es el noviecito de Jisung de hace unos añosㅡinterrumpió la madre de Jisung sin expresión alguna.

ㅡEspera, no me digas que…ㅡel hombre empezó a reír, viendo a ambos chicosㅡNo me digas que le vas a los hombres. Lo que faltaba.

ㅡSung, nos vamosㅡdijo con voz dura, caminando hacia donde se encontraba Jisung, agarrando su mano para sacarlo de ahí.

ㅡEspero que esto no se repita, hijo, sabes que es tu deberㅡhabló la mujer, haciendo que ambos chicos se detuvieran.

ㅡA la próxima que le toquen un pelo… Los denuncio, y no me importa una mierda que sean sus padresㅡdijo Minho antes de salir hecho una furia de ahí, sacando a Jisung finalmente.

Jisung iba sangrando levemente de la nariz, su padrastro había logrado golpearlo un par de veces, su camisa iba hecha un desastre, pequeñas gotas de sangre la manchaban. Se sentía mal, no pensó que las cosas podrían ponerse de esa forma, pensó que tal vez, solo tal vez su madre lo defendería, pero después de lo sucedido, claramente jamás pasará.

Sin decir nada, el menor se metió en los asientos traseros del auto, buscó entre sus cosas una camiseta limpia. Minho lo miraba con tristeza, se notaba a leguas que el menor quería llorar, no estaba muy seguro de lo que debía de hacer.

Luego de cambiarse, Jisung escondió su rostro entre sus manos, alejando las ganas de llorar, respirando profundamente para calmarse. Minho entró y se sentó a su lado, en silencio, aún un poco enojado, pero tenía que tranquilizarse, Jisung lo necesitaba.

ㅡSunggieㅡllamó el pelinegro, obteniendo una mirada después de unos segundosㅡVenㅡpidió, estirando sus brazos, agarrando al menor para recostarlo en su pecho.

Sin ningún tipo de protesta, Jisung se dejó caer totalmente en los brazos de Minho. Cuando eran amigos, amaba hacer eso, sentirse tan querido y apoyado en los brazos del pelinegro era una de sus cosas favoritas, lo calmaban totalmente, y al parecer, eso no había cambiado.

ㅡEsa gente no te hará daño de nuevoㅡsusurró Minho, tomándolo con fuerza, sintiendo los suaves sollozos del menor.

ㅡEstoy tan cansado de todoㅡlogró decir el rubio en voz baja, sintiendo las suaves caricias de Minho en su cabello.

ㅡ¿Por qué te hacen eso?

Jisung guardó silencio, definitivamente no quería hablar del tema, ya estaba demasiado avergonzado. Negó levemente, dando a entender que no diría nada sobre eso. Pasaron unos cuantos minutos hasta que Jisung logró calmarse.

ㅡDeberíamos irnos, tu mamá nos está esperandoㅡdijo Jisung, separándose del pelinegroㅡGraciasㅡhabló, viéndolo a los ojos, luego salió del auto para sentarse en el asiento de copiloto, esperando a que Minho tomara el asiento de conductor.

Lo que quedaba de viaje fue en silencio, ambos estaban en su mundo, con mil pensamientos en sus mentes.

Al llegar, Jisung tenía otra expresión, claramente escondiendo lo que en verdad sentía, pero no podía llegar a la casa de Minho con su peor cara, claro que no, esa mujer siempre fue muy buena con él y verla de nuevo lo hacía sentir de mejores ánimos.

Minho tocó un par de veces la puerta, siendo abierta a los pocos segundos, dejando ver a una mujer bajita con una gran sonrisa, recibiéndolos.

ㅡ¡Sunggie!ㅡdijo con emoción la mujer, rodeando rápidamente con sus brazos al menorㅡMírate que grande estás ya, eres todo un hombre.

ㅡEs bueno verla, señora Leeㅡdijo Jisung abrazándola con cariñoㅡUsted no se queda atrás, se ve igual que la última vez que la vi.

ㅡSi mamá, también estoy feliz de verteㅡinterrumpió el pelinegro, viendo la escena.

ㅡSilencio. Sunggie tiene mucho de no vermeㅡhabló la mujer, abrazando a su hijoㅡVamos adentro, estoy preparando el almuerzo, está casi listoㅡsonrió a ambos chicos, dejándolos entrar a la casa.

La señora Lee se dirigió directamente a la cocina. Jisung miraba la casa, sintiendo nostalgia, se veía igual en su mayoría, pocas cosas habían cambiado.

ㅡSung, sube tus cosas a mi habitación, iré en un momentoㅡdijo Minho antes de dirigirse en donde se encontraba su madre.

Jisung obedeció, sabía en donde estaba la dicha habitación. Entró, observando lo ordenando que estaba, sonriendo con diversión, era obvio que estaba limpio, Minho no vive ahí. Dejó su mochila en una esquina, dirigiéndose hacia la cama del pelinegro, encontrándose con dos montañas de ropa perfectamente doblada, pero hubo algo que le llamó la atención, haciéndolo reír fuertemente.

ㅡMi mamá dice que… ¡Suelta eso!ㅡexclamó el mayor al ver que el menor tenía entre sus manos su ropa interior, y no cualquier ropa interior, sino las que tenían dibujos y fotos de gatos, porque si, Minho tiene de esos.

ㅡNo puede ser que aún uses de estosㅡdijo riendo, extendiendo la prenda con sus manos para verla mejorㅡEsto definitivamente le quitaría las ganas a cualquiera.

ㅡPor Dios, no entiendo cuál es tu obsesión con mi ropa interior.

ㅡ¿Disculpa? Esto realmente es ridículamente tierno, no puedo pasarlo por alto.

ㅡYa, solo dame esoㅡdijo el pelinegro, acercándose hacia el menor que seguía riendoㅡNo me obligues a usar la fuerza.

Jisung sonrió con picardía, de cierta manera eso le había parecido caliente. Extendió su mano con la prenda, haciéndole señas al mayor para que intentara quitárselo.

Minho sin pensarlo mucho, se acercó hacia Jisung, agarrándolo con fuerza de la cintura, quitándole la prenda. Cuando estuvo a punto de hacerse a un lado, Jisung pasó un brazo alrededor de su cuello, atrayéndolo con fuerza, mientras que con la otra mano bajaba peligrosamente hacia su entrepierna, haciéndolo cerrar los ojos al contacto por el placer.

ㅡSung… Espera, mi madre nos está esperandoㅡsusurró con un poco de dificultad, sintiendo la mano de Jisung presionando con más fuerza en la zona.

ㅡRelájate, solo debemos ser silenciososㅡle dijo el menor sobre los labios del pelinegro, a punto de tocarse.

Minho quiso controlarse, pero Jisung se había convertido en un tipo de debilidad para él, ahora mucho más porque ya probó sus labios. Sintió el deseo arder en su piel, Jisung no dejaba de tocarlo, pensó en la posibilidad de que su madre entrara a su habitación y los encontrara de esa manera, pero eso lo hacía más emocionante.

ㅡA la mierda todoㅡdijo Minho. Cargó al menor y lo posicionó en un mueble de su habitación, quedando a la altura justa, le sonrió con picardía antes de empezar a besarlo con fuerza, sintiendo los labios de Jisung acoplarse perfectamente con los suyos, metió sus manos en su camisa, tocando su suave piel, subiendo poco a poco hasta encontrarse con sus pezones, rozándolos ligeramente, haciendo suspirar de placer al otro.

Jisung se sentía en el mismo cielo, los labios de Minho eran tan adictivos, suaves, delicados, dándose cuenta de lo mucho que se había perdido por no haberlo hecho desde antes. Las manos del pelinegro pellizcaban sus pezones, al mismo tiempo que bajaba sus labios hacia su cuello.

Estuvieron tocándose por unos segundos más, Jisung movió sus manos en el mueble en el que estaba sentado, tratando de sostenerse para no caerse, y sin darse cuenta, algo cayó al suelo, causando un sonido de cristales rotos. Había tirado sin querer uno de los perfumes del pelinegro, cortando totalmente el momento que estaban teniendo.

ㅡ¡Minho!, ¿está todo bien?ㅡgritó la señora Lee desde el inicio de las escaleras al escuchar el ruido.

El pelinegro miró alarmado el suelo, encontrando el pequeño desastre que se había creado, mientras que Jisung había empezado a reír por la notoria expresión de preocupación en su cara.

ㅡ¡Si, mamá, no te preocupes, vamos en un momento!ㅡrespondió Minho desde la puerta de su habitación.

Minho negaba con diversión al ver toda su alfombra manchada de perfume.

ㅡLo sientoㅡríe el menorㅡLo limpiaré ahorita mismo.

ㅡ¡No! Deja eso, vas a herirteㅡlo detuvoㅡMejor bajemos.

ㅡ¡Espera!ㅡexclamó Jisung.

Minho se detuvo de inmediato al escuchar a Jisung, pero sin darse cuenta, éste ya se encontraba besándolo de nuevo, sintiéndose a gusto con eso, tal vez no se cansaría de sentirlo.

ㅡAhora si, vamosㅡdijo el rubio, dándole una sonrisa de inocencia al mayor tan pronto separó sus labios de los contrarios.

El pelinegro sentía que le faltaba el aire, ¿cómo es que Jisung puede actuar tan natural después de que algo sucedía? No lo entendía, solo sabía que en ese momento tenía ganas de tener a ese rubio atrevido totalmente para él.

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Ojalá les guste, me había quedado sin inspiración😭

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