CAPÍTULO DOS
"A veces sitios humanos, crean seres inhumanos."
Me encontraba en mi oficina terminando de preparar todo lo que necesitaría llevar, estaba sumergido en un mar de pensamientos cuando la puerta se abrió de golpe dándole paso a un Boun apresurado.
—Todo listo, debemos partir ya. —Informó.
—Muy bien, Boun, vámonos cuanto antes.
Salimos de CUÁNTICO e ingresamos al jet privado de la unidad. En el interior de este siempre analizamos los casos o al menos tratamos de recopilar más detalles. El jet cuenta con un finito espacio que es la oficina de Mark. Mientras trabajamos en Tailandia, Mark nunca se movió con nosotros, pero al llegar a los Estados Unidos tuvimos muchos enemigos, lo cual causó un atentado en CUÁNTICO y perdimos a varios agentes; Mark necesitó una larga rehabilitación psicológica luego de eso, desde entonces preferimos moverlo junto con nosotros por más seguridad para él.
Si bien nuestro equipo no debe perfilar tanto como los del FBI, yo le he enseñado a mi equipo al menos lo básico para que puedan leer e interpretar el comportamiento de las personas, a excepción de Perth quien sí estudió para perfilador y Zee quien posee un basto conocimiento y experiencia en dicho ámbito.
—No parece que hayan querido ser cautelosos —dijo Boun, dirigiendo su mirada hacia mí.
—Siendo traficante de órganos no te preocupas por si descubren el cuerpo o no. —Expresó Perth, mientras veía detenidamente una foto del cuerpo de la víctima.
—Siempre y cuando la situación no implique que sean ellos de quiénes se burlen —dijo Zee. —¿Entiendes a qué me refiero? —Dirigió su mirada a mí mientras alzaba una ceja.
—No realmente, no comprendí muy bien —dijo Prem, el chico no entendía mucho acerca de algunas teorías o pasos para confirmar y leer el comportamiento de las personas, si bien él podía manejar las aglomeraciones de personas buscando información, a la prensa, a veces incluso hasta a los familiares violentos; habían cosas que no comprendía.
Sin embargo, Perth, Boun, Zee y yo siendo perfiladores sí comprendíamos e intentabamos dejar las cosas claras para que Prem y Mark las comprendieran, pues ambos son una base fundamental del equipo.
—Se burlan de sus víctimas —hablé rápidamente, para responder la duda de Prem —, definitivamente no es solo un ignoto. Tienen que ser dos o tres, y son hombres machistas a los cuales no les importa si la víctima queda al descubierto de la forma que sea.
—Mientras más perturbador sea a la vista humana, más satisfactorio es para ellos. —Exclamó Perth.
—Les encanta hacerle saber al mundo que ellos tienen el control —dijo Zee.
—En pocas palabras, tiran al suelo y pisotean cuántas veces quieran, el valor de la mujer —musitó Boun.
—Les encanta sembrar el pánico, se sacian del temor de las personas y si sus víctimas ruegan por su vida, su ego crece. Mientras más temor siembren, será mejor para ellos —concluí.
De pronto Siwat se acercó a nosotros con su laptop, su expresión era de cierta perturbación. Rápidamente todos dirigimos nuestras miradas a él.
—¿Qué encontraste? —preguntó Perth.
Mark tomó aire, tragó grueso y desvió su mirada de Perth, tomó asiento a un costado mío y colocó su laptop en la mesa en una posición para que todos pudiéramos ver.
—Desde que salimos comencé a investigar qué similitudes podría encontrar, o si existían casos similares a este--
—Espero que seas muy bueno en lo que haces, sabes muy bien que sería de mucha ayuda que encontraras similitudes y si son casos ya concluidos podrían ayudarnos aún más —dijo Perth, mirando de forma malhumorada a Mark.
Todos sabíamos que para la corta edad de éste jóven era muy amargado, incluso muchas veces me he preguntado: ¿cómo Mark puede estar enamorado de él?
—Lo sé, agente —respondió Siwat, con cierto disgusto plasmado en su rostro —. También estoy en el equipo por si no se ha dado cuenta. —Sonrió de lado, sarcásticamente —Sé cuál es mi trabajo y sé cómo hacerlo. —Concluyó, dejando a Perth sin nada más que decir.
—Nos concentramos, ¿por favor? — intervine, con un tono serio pero no molesto.
—Sí, señor —respondió Mark, inclinando su cabeza y empezando a teclear —. Logré encontrar dos casos inconclusos, uno en el estado de Oregón: Erin Williams, chica de 16 años, asesinada, fue encontrada en un predio baldío envuelta en bolsas de basura, su estómago estaba abierto, faltaban su corazón y sus pulmones.
—Tienen que ser ellos. —Expresó, un perturbado Zee.
—Continúa —pidió Perth.
—El segundo caso es en Massachusetts: Laura Miller, 17 años, fue encontrada a las afueras de un bar, su cuerpo estaba envuelto en bolsas de basura, mismos órganos faltantes. Pero existe una anomalía, es decir, ellas tenían algo que nuestra víctima no tiene.
—¿Y qué es? —pregunté.
—Ambas chicas fueron abusadas sexualmente, señor. — Mark me miró con un semblante bajo.
Al escuchar del abuso comencé a sudar frío, mis manos temblaban y mi corazón latía aceleradamente, sentía volver a revivir esos recuerdos, esos temores, sentía un coraje interno. Eran solamente niñas y tuvieron que morir así.
—Estamos por llegar. —Informó Prem.
—Muy bien, no descarto la posibilidad de que sean los mismos ignotos. — Intenté controlar mi respiración, sentía que estaba por desmayar.
—Sí, es posible. — Zee estuvo de acuerdo conmigo.
—Al llegar, Boun, te encargarás de que te pasen toda la investigación, diles que también hagan una breve investigación de los casos que mencionó Mark. Prem, tienes que controlar a la prensa, no aceptes entrevistas y asegúrate de que no se filtre ningún tipo de información. Perth, tú te diriges con el forense, verifica detenidamente los datos de la autopsia, anota todo lo que puedas, sabes muy bien lo que tienes que buscar en ese cuerpo, se muy directo con el médico forense y pregúntale si la víctima sufrió abuso sexual.
—... — El chico asintió.
—Mark, investiga todo lo que puedas acerca de qué similitudes ya sean físicas o de preferencias, tenían estas tres víctimas, tienes que irme informando de todo lo que vayas descubriendo. Zee, tú y yo iremos al lugar donde se encontró el cuerpo y luego a la casa de la víctima. Prepárense.
—Sí, señor —dijeron todos, al unisono.
Me puse de pie obligando a mi cuerpo a que caminara, sentía mi cuerpo transpirar y aquellas terribles pesadillas volvían a mi mente. Me dirigí a los asientos de adelante, aflojé mi corbata un poco, cerré los ojos y solté un suspiro. Con un pañuelo limpié mi sudor, mi cabello estaba completamente empapado de este, no quería recordar aquello pero era como si mi mente me obligara a hacerlo. De pronto sentí una fuerte mirada posada sobre mí.
—Estoy bien, no es necesario que vengas —musité, sin siquiera abrir mis ojos.
—Sabes que me preocupas, Mew, sé que son casos difíciles para tí.
—Todos los casos son difíciles, Boun. —Abrí mis ojos dirigiendo mi mirada a él y me acomodé en mi asiento —Solamente es una baja de azúcar. — Mentí.
—Tú sabes que no me engañas, Mew, estoy aquí para tí y lo sabes. —Puso su mano sobre la mía y la apretó con fuerza
—¡Rayos! Vaya que Prem sí te ha cambiado —dije, riendo —. No recordaba que fueras tan cursi, me empalagas, me das escalofríos. —Volví a reír y abracé mis propios brazos mientras los frotaba con mis manos.
—También te hace falta alguien que te cambie, tal vez dejas de ser tan solitario y fastidioso, así ya no tendré que cuidarte —soltó, fingiendo fastidio.
—Imbécil —Reí a carcajadas y palmee su espalda. Boun es un gran amigo, mi mejor amigo, y él sabía muy bien que en mi interior siempre le agradecía que fuera tan bueno y atento conmigo.
—Idiota —masculló, mientras sonreía, y se retiró.
꧁ (•••) ꧂
El equipo llegó a Seattle, los recibió Gun Napat, quien era el jefe del FBI de dicho lugar. Les mostró donde podían ingresar para hablar brevemente acerca del caso.
—Mew Suppasit, líder de equipo. —Extendí mi brazo y lo saludé.
—Gun Napat, agente. Soy el jefe de la estación de Seattle.
—Muy bien, Gun, ellos son Perth, Mark, Boun, Prem y Zee.
—Mucho gusto, agentes —dijo el chico, inclinándose, al parecer él también es Tailandés.
Luego de hablar acerca del caso, ordené a mi equipo que cumpliera sus tareas tal cual como las distribuí a cada uno. Cuando me giré me dí cuenta que Mark veía a una cierta dirección con melancolía y resentimiento. Volví a ver a mi otro costado y Perth estaba a punto de salir de la estación. Caminé rápidamente hacia él y lo tomé del hombro provocando que éste se volviera alterado y me mirara con el ceño fruncido.
—Busca cualquier señal de abuso, sabes que eso es muy importante, podría cambiar mucho las cosas. —Comencé a caminar a su lado.
—Lo sé, Mew, también soy un agente, recuérdalo —respondió, con molestia y rodando sus ojos.
—¡AAHH AJÁ!, muy bien, entonces ahora sabes cómo se siente cuando alguien cuestiona tu trabajo, ¿verdad? —Alcé una ceja y me concentré en su rostro, quería fotografiar su reacción, lo que le dijo a Mark para nada estuvo bien y él lo sabía.
—... —Guardó silencio un momento y solamente se cruzó de brazos.
—Recapacita acerca de lo que hiciste y si es necesario discúlpate, ese chico es tan importante como tú en el equipo. — Le dije, mientras golpeaba su pecho con la punta de mi dedo. Éste solo refunfuñó, cruzó sus ojos y suspiró. —Aaahh y, Perth... —Retrocedí los pasos que había avanzado —pídele a Gun un lugar en el que Mark pueda instalarse, sabes que tenemos que cuidar mucho a nuestro pequeño. —Comencé a caminar nuevamente.
—¡¡¿Qué?!! ¡¿Yo?! Espera, Suppasit, ¿por qué tengo que hacerlo yo? El chico tiene boca propia, él mismo puede hacerlo. — Me detuvo.
—¡Sí! Tú, lo harás porque yo lo digo y espero no te tomes mucho tiempo, recuerda que debes ir con el médico forense. — Le guiñé el ojo y salí corriendo muerto de risa, al fondo solo podía escuchar como Perth renegaba entre gritos y todavía preguntando por qué tenía que hacerlo él.
—Vámonos, Zee.
—Te encanta provocarlo, ¿no es así? — Zee miró hacia atrás mientras se burlaba de Perth.
Sin responder solo lo volví a ver y ambos nos echamos a reír. Subimos al auto y emprendimos camino, con varios agentes del FBI detrás nuestro, quienes nos guiarán hasta donde fué encontrado el cuerpo de la chica.
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[Pov: Perth]
Siguiendo las órdenes de mi "adorado jefe" (tono sarcástico) me adentré de nuevo a la estación y fuí en busca del castaño, al llegar a la sala de la estación lo divisé. No estaba solo, estaba con un chico, el jefe de la estación. Este bastardo estaba muy coqueto con Mark y el idiota sonreía amenamente, los observé un rato hasta que me empalagué de tanta risa y miradita.
—Ejem —Aclaré mi garganta, sacándolos a ambos de su trance —. Lamento interrumpir, agentes, —dije, en tono arrogante —creo que ambos deberían estar trabajando. —Alcé mi ceja y miré a Mark —Por lo que entendí de las órdenes que te fueron dadas por nuestro jefe, tú aún tienes cosas que investigar, muy importantes por cierto. — El castaño me miró intimidado y se inclinó —Y... tú... — Me dirigí a ese tal Gun y lo miré con rabia —siendo el jefe de la estación, ¿pierdes el tiempo así de fácil?
Ni siquiera yo era capaz de entender el motivo detrás de la rabia y molestia, únicamente sentía como una extraña sensación se arremolinaba en mi pecho, causando un nudo demasiado fastidioso en mi estómago.
—L-lo si-siento, señor —dijo Gun, inclinándose.
—Fuera de sentirlo, mejor trabaja. —Miré a Mark, quien al parecer entendió el mensaje y se puso de pie —El chico necesita una oficina donde trabajar, A SO-LAS —hice énfasis en la última palabra —¿Tienes una oficina para él? —pregunté, seriamente y tomé a Mark del brazo.
Esta era la primera vez que lo tocaba, ni siquiera cuando nos presentamos nos dimos la mano o algo así, su piel era suave como la de un bebé y su aroma era exquisito. De tantos años siendo su compañero esta era la ocasión en que más cerca estábamos y que nuestros tactos se juntaban, mi corazón se comenzó a acelerar y no me explicaba el por qué de esto. De pronto, la desagradable voz de Gun me sacó de mi trance.
—Sí, señor, por aquí, por favor. —Extendió su mano y nos mostró el camino.
En un abrir y cerrar de ojos llegamos a la oficina en la que Mark se instalaría para trabajar. —Escúchame, Mark, quédate aquí y has tu trabajo, no vienes aquí a socializar con nadie, ¿entiendes? — Sé que estaba actuando como un loco, pero ni siquiera yo entendía el por qué de mi actitud y molestia.
—S-sí, señor... entiendo —siseó este, bajando su mirada.
—Muy bien, mantente pendiente de tu celular en caso de que necesite algo, te llamaré. — Lo miré, tratando de poner un rostro amigable, pero era como el diablo, realmente no soy bueno en esto.
—Así lo haré, señor —expresó él, y comenzó a teclear.
Di unos pasos hacia la salida, inconscientemente me detuve, lo miré y le dije: —Mark... — Mi corazón latía frenéticamente sin ninguna razón.
—¿Si, agente? —respondió el chico, rápidamente.
—Sabes que eres el mejor en lo que haces — Le dije, regalándole una media sonrisa y provocando que el chico me sonriera de vuelta, una sonrisa muy hermosa, sus labios tan finamente definidos... eran perfectos.
—Muchas gracias, agente. —Expresó, sin quitar esa bella sonrisa de su rostro —Usted también lo es — Yo solo asentí y salí de ahí, parecía que mi corazón fuese a salirse de mi pecho.
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×
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[Pov: Mark]
Estaba tan feliz, era la primera vez que Perth se portaba tan lindo conmigo, estos dos años enamorado de él han sido un amor unilateral y claro que nunca he guardado esperanzas acerca de tener algo con él, sí fantaseo todas las noches con estar a su lado pero, al amanecer mi realidad vuelve.
Él nunca me ha tratado mal pero tampoco bien, es cercano solamente al detective Mew, pero hoy... hoy sentí algo diferente de parte de él, si bien fue muy grosero conmigo mientras veníamos en el Jet, su actitud de hace un momento lo había compensando, por primera vez pude sentir el toque de su piel sobre la mía causando que se me enchinara todo el cuerpo y mi corazón comenzara a latir aceleradamente, estaba estúpidamente feliz por el "acercamiento" que tuvimos hoy, pero no quería hacerme ilusiones de nada.
Traté de despejar mi mente y comencé a teclear en mi computadora para cumplir el deber que me había sido otorgado por mi jefe.
꧁ (•••) ꧂
[Mew]
Llegamos al lugar donde el cuerpo de la chica fué descubierto, las bolsas de basura aún se encontraban ahí. El cuerpo estaba recibiendo la autopsia y esperábamos que el médico ya la haya concluido.
Caminamos con Zee examinando muy bien el lugar, no parecía ser que hayan escogido este lugar al azar, habían tirado el cuerpo aquí por alguna razón.
—¿Fué todo lo que encontraron? —preguntó Zee, al agente que nos había llevado hasta ahí.
—Es todo, agente, lo único que ha sido removido es el cuerpo. Todo lo demás lo mantuvimos intacto. —Expresó, el agente Pavel.
—La casa. ¿Tienen la dirección de dónde vivía esta chica? —pregunté, mientras veía detenidamente la sangre esparcida por el suelo. No parecía que la chica haya sido cargada y tirada como si nada, el rastro de sangre indicaba otra cosa, como si la chica no hubiera sido cargada sino arrastrada, como si... nuestros ignotos no fueran dos... sino... uno.
—La tenemos, señor —respondió Pavel.
—Llévanos ahora, por favor —dije, dirigiéndome a Zee, quien me miraba curioso.
Nos dirigimos al auto y cuando ingresamos a este, Zee preguntó:
—Tienes algo, ¿no es así? —Rasqué mi cabeza mientras colocaba mi cinturón de seguridad, encendí el auto y comencé a manejar.
—Es algo bastante inquietante pero realmente no estoy seguro, Zee —respondí, sin despegar mi mirada del volante.
—¿A qué te refieres, Mew? —preguntó, dudoso.
—Dime, ¿si fueran dos ignotos crees que serían así de descuidados? —Expresé perturbado
—No lo creo, Mew, también pensé lo mismo, es decir, me dió curiosidad el hecho de que la víctima haya sido tirada cerca de botes de basura, el hecho de que esté envuelta en bolsas de basura. Pero no dentro de ellas.
—Al igual que las otras dos, su comportamiento hacia ellas va más allá de solo querer humillarlas y reducir su valor —comenté.
—¿Te refieres a que...?
—Mm. Es un rencor personal y cabe la posibilidad de que sea solo un ignoto — Lo miré con algo de perturbación.
—Eso quiere decir que... —Agrandó sus ojos y me miró sorprendido —¿Mew, esto es lo que creo que es?
—Sí. Este caso no es de tráfico de órganos, no está para nada relacionado con el tráfico de órganos —respondí, visiblemente aturdido, dejando a Zee sin palabras.
No sería primera vez que nos llamaban a resolver un caso que no era de tráfico de órganos o narcotráfico pero en esas ocasiones desde que lo tomábamos sabíamos que no se relacionaba, sin embargo, con este caso lo acababamos de descubrir y eso cambiaba por completo las cosas.
꧁ (•••) ꧂
Mientras tanto, en algún lugar
—Suéltame, por favor, te juro que no le diré a nadie lo que me hiciste — (Gritos combinados con llantos)
(Ruidos de dos cuchillos afilandose )
—Por supuesto que no, cariño — (silbidos) —. Tú pagarás por lo que me hiciste. ¡¡PAGARÁS POR DEJARME, MALDITA¡¡
—¡¡NOO!! —(gritos y llantos)—NO, POR FAVOR, yo no soy ella. —(llantos) —Yo no soy ella ¡¡Noo!!, yo no soy Rachel, por favor, no soy ella, te lo suplico, déjame ir por favor.
Los gritos disminuían poco a poco mientras el cuchillo comenzaba a abrir el estómago de la chica que aún estaba consiente sintiendo el terrible e inexplicable dolor de su piel siendo forzosa y dolorosamente abierta.
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¿Qué habrá pasado?
¿Qué vuelta habrá dado este caso?
¿Quién será nuestro asesino ?
¿Qué es lo que realmente quiere?
Sigamos leyendo para descubrirlo .
Nos leemos a la próxima, bebés, no se olviden de comentar, me inspiran a seguir escribiendo.
Espero les haya gustado el capítulo . Bye 🥰😚
[Publicado: 19/05/21
Corregido: 28/05/23]
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