Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝟿 | 𝙿𝚊𝚗𝚒𝚌, 𝙲𝚘𝚜𝚝𝚞𝚖𝚎𝚜 & 𝚃𝚛𝚊𝚐𝚎𝚍𝚢

Me miro al espejo una última vez y admiro mi disfraz. Escogí el de la Power Ranger color rosa, pues fue lo mejor que pude encontrar en esta época del año, y tampoco quería ser la típica bruja o zombie como todos los demás.

La tela se ciñe a mi cuerpo de manera linda, sin resultar vulgar, y además es muy cómoda, cosa que me encanta.

Cuando me canso de admirarme como una narcisista, tomo el casco que es parte de mi disfraz y salgo de mi habitación, bajando las escaleras hacia la sala de estar.

Mi padre se encuentra sentado en el sofá, viendo algo de televisión antes de irse a dormir.

—Ya me voy— anuncio mientras me acerco y le doy un beso en la mejilla.

—Nada de alcohol y nada de drogas ¿entendido?— dice autoritario, a lo que yo ruedo los ojos.

Nunca me he embriagado ni mucho menos he probado las drogas, pero aún así, siempre me lo repite cada que salgo a alguna fiesta.

—Entendido— respondo. —Nos vemos, te amo.

—También te amo.

Tomo las llaves de mi auto, salgo de casa y subo a este, dejando mi casco en el asiento del copiloto.

Me pongo el cinturón de seguridad y luego pongo mi auto en marcha, saliendo del garage y tomando la agenda principal que lleva hacia ShadySide.

Es un viaje de media hora, así que estiro mi mano y subo el volumen de la radio, dejando que la música haga más ameno el trayecto.

Al cabo de unos minutos, el letrero que dice bienvenido a ShadySide aparece a un lado de la carretera y el paisaje cambia drásticamente a uno oscuro y deprimente. Eso me hace sentir un ligero escalofrío, pero lo ignoro al distraerme en buscar la dirección que Sam me dio.

No me cuesta mucho encontrarla, pues en cuanto entro a la calle indicada, desde lejos ya puedo escuchar la música y ver aquella pequeña casa atiborrada de personas disfrazadas que llegan hasta el jardín de enfrente.

Aparco donde puedo, me coloco mi casco de Power Ranger y finalmente salgo de mi auto, caminando hacia la fiesta con cierto temor.

Más le vale a Sam ya estar aquí, por que no conozco a nadie.

Me abro paso entre todas las personas disfrazadas que se encuentran en el jardín frontal y entro a la casa. Aquí adentro hay muchas más personas con disfraces increíbles, en una esquina está el DJ quien reproduce Rock Lobster a todo volumen y, además, lo único que alumbra la casa son luces ultravioleta.

Me agrada, no puedo negarlo, hay un gran ambiente y las luces ultravioleta le dan un toque my cool.

Paseo un poco por la sala de estar, tratando de encontrar a Sam, pero no la encuentro por ningún lado, así que me resigno al hecho de que todavía no ha llegado.

Para matar el tiempo, me dirijo a la cocina, tomo un vaso rojo desechable y lo lleno de soda de cola, añadiéndole un poco de vodka.

Me quito el casco para comenzar a beberlo, y mientras lo hago un chico se acerca para coquetearme, pero me deja en paz en cuanto ve que no le sigo el rollo.

Poco después, no tardo en ver a Sam, acompañada de Deena. Sam trae un disfraz de la mujer maravilla, y Deena uno del hombre manos de tijera, pero hay algo extraño en ellas... no se ven muy bien que digamos, y Sam tiene un sangrado de nariz.

Dejo mi vaso y mi casco sobre la encimera y me acerco a ellas lo más rápido que puedo.

—¿Se encuentran bien? ¿Qué sucedió?— les pregunto.

—No es nada, solo tuvimos un pequeño accidente en la carretera, eso es todo— responde Deena.

Ambas se ven pálidas y asustadas, pero Sam está peor, parece como si fuera la mujer maravilla versión zombie.

Alarmada, me apresuro y busco en la cocina algunas servilletas para entregárselas a Sam y que pueda limpiarse la nariz.

—No se ven muy bien ¿no quieren irse a casa?— les pregunto yo, preocupada de verdad.

No creo que haya sido un simple accidente, esto va más lejos, y sé que no me lo quieren contar.

—Estamos bien— responde Sam. —Solo quiero sentarme un rato ¿vale?.

Aquí adentro hay mucho ruido y ni un solo lugar disponible en el sofá, por lo que las tres salimos al jardín trasero, donde todo está mucho más despejado y sin luz ultravioleta, aunque por fortuna nos alumbra una serie de foquitos blancos.

Con ayuda de Deena, Sam se sienta sobre el césped y termina de limpiarse la nariz con las servilletas que le di.

Estoy a punto de preguntarles de nuevo qué fue lo que sucedió, para ver si me dicen la verdad, pero de pronto a todos nos interrumpe un grito que anuncia: ¡Llegó la policía!.

La música se detiene abruptamente y todos los invitados comienzan a huir de aquí, como cucarachas ante un insecticida.

—¿Acaso invitaste a tu novio?— bromea Sam.

—Claro que no— respondo. —Pero iré a ver si se trata de él. Con algo de suerte puedo hacer que deje la fiesta en paz.

Sam asiente con la cabeza y Deena me mira de manera extraña, creo que acaba de enterarse de lo mío con Nick, pero ahora no hay tiempo de explicaciones.

Las dejo solas en el jardín y me adentro en la casa, topándome con una imponente y alta figura bajo la luz ultravioleta. Es Nick. Por supuesto que tenía que ser él.

Se encuentra hablando con el DJ, a quien aparentemente se llevará detenido por posesión de marihuana.

Por otra parte, su compañero, el oficial Kapinski, se encuentra en la cocina decomisando todo el alcohol mientras que habla con el dueño de la casa para ponerle una fuerte multa.

En cuanto Nick se percata de mi presencia, voltea hacia mí y frunce el ceño. Sé que nunca esperó verme fuera de SunnyVale.

—Por dios, Zella ¿qué haces aquí?— dice de manera autoritaria, manteniendo su fachada.

—Divirtiéndome, al igual que todos.

—Este no es tu ambiente— dice en un tono de voz más bajo. —No deberías estar en ShadySide, es peligroso ¿sabes?.

—Vamos Nick, ese no es el punto. Deja la fiesta en paz, por favor— le pongo ojos de corderito a medio morir. —Hay crímenes peores que una simple fiesta de adolescentes.

Él ladea la cabeza y aprieta los labios, jugueteando entre sus dedos con la bolsita de marihuana que acaba de decomisar.

—Solo estoy haciendo mi trabajo, atendimos la queja de uno de los vecinos...

Intento ponerle atención a su patética excusa, pero me distraigo cuando a sus espaldas, a través de la ventana, veo cómo aparca un Rolls-Royce color blanco que conozco muy bien.

Es papá.

No hay manera de que pudiese haberse enterado de que yo me encontraba aquí, y Sam tampoco pudo haberle dicho, así que el único culpable que se me ocurre es Nick. Él sabe que papá odia que me junte con los de ShadySide.

—¿Acaso te atreviste a avisarle a mi padre?— le pregunto, verdaderamente molesta.

Nick voltea hacia la ventana para ver lo mismo que yo y luego me mira a mí con una expresión que no logro descifrar.

—Por supuesto que no— responde.

Algo en mi interior me pide a gritos que no le crea, y decido hacerle caso a mi sexto sentido.

—Eres increíble, Nick— le digo de mala manera, negando con la cabeza.

Esta noche no tengo ganas de pelear con él, así que antes de que papá entre a buscarme, me doy la media vuelta y comienzo a alejarme de ahí, dejándolo en su asunto de policía.

—Zella, por favor. No fui yo— insiste, siguiéndome y tomándome del brazo.

Estoy más que furiosa y aunque lo jure mil veces sé que fue él quien le avisó a papá. Lo siento en mi alma.

—Déjame en paz— le espeto mientras me zafo de su agarre para continuar mi camino.

Nick resopla pero acata mis palabras y me deja ir, quedándose donde estaba para seguir arruinándole la vida al pobre DJ.

No entiendo cómo es que pudo hacerme esto, no tenía por qué hablarle a mi padre. Esto podría haberse quedado ante nosotros, pero don policía perfecto volvió a meterse donde no le incumbe, y la que paga los platos rotos soy yo.

Mientras camino furiosa hacia el jardín trasero, escucho a papá llamarme un par de veces, solo que no me detengo hasta que por fin estoy de nuevo con Sam y Deena. Y Sam se ve aún peor.

—¡Zella! ¡Te estoy hablando!— exclama mi padre, y cuando volteo para encararlo, también está más que molesto.

—Te escucho— respondo entre dientes.

—¿Qué demonios estás haciendo en este lugar?— comienza con sus sermón y yo ruedo los ojos. —Te he dicho mil veces que no debes juntarte con la basura de ShadySide, joder ¡tenemos una reputación que mantener!.

—Papá, por dios, es una simple fiesta, tampoco es como si me estuviera mudando a ShadySide.

De pronto, nuestra discusión se ve interrumpida por Sam, quien comienza a toser y después vomita sangre, de la cual cae un poco sobre el zapato de mi padre.

Pienso que se molestará aún más, pero eso no sucede y ambos nos acercamos a ella verdaderamente alarmados.

—Sam ¿qué ocurre? ¿quieres que te lleve al hospital?— le pregunta papá, aunque ella no responde. Está más pálida que la nieve.

—Gracias, señor, pero yo la llevaré— interviene Deena.

Con ayuda de mi padre y Deena, Sam se pone de pie. Le pido de favor a Deena que me informe sobre el estado de Sam en cuanto lleguen al hospital y entonces comienzan a alejarse, caminando lentamente tomadas una de la otra.

Cuando ya están fuera de nuestra vista, me cruzo de brazos.

—¿Quién te lo dijo?— le pregunto a papá.

—¿Decirme qué?.

—Que yo estaba aquí, fue Nick ¿cierto?.

—No, yo lo supuse.

—Dejen de mentirme, por favor— le suplico, harta de que me quieran tomar por una tonta. —Sé que fue él. ¿Y sabes qué? Ninguno de ustedes dos es mi maldito dueño. No dejaré que me prohiban nada.

De reojo puedo observar cómo una persona con disfraz y máscara de esqueleto disfruta de nuestra pelea, pero no le tomo importancia, ahora mi mente está centrada en el problema en que me acabo de meter.

—Vamos, Zella, solo nos preocupamos por tu reputación.

—Pues no necesito que lo hagan.

Papá suelta un suspiro, dejándome claro que estoy acabando con su paciencia.

—Si lo haremos, por que aún eres una niña y no sabes lo que haces— se acerca hacia mí y me toma con fuerza del brazo. —Ahora vámonos.

Vaya lógica, soy una niña tonta por venir a ShadySide, pero soy lo suficientemente madura como para intentar comprometerme con el jodido hermano del alcalde.

Me resisto a los tirones que papá me da, y sé que ya no habrá otra opción más que obedecerlo, así que resoplo y me resigno a caminar a su lado.

Mientras atravesamos el jardín, la persona con disfraz de esqueleto se acerca cada vez más a nosotros de una manera amenazante, con un cuchillo en una de sus manos. Me parece algo extraño, pero también algo normal teniendo en cuenta que nos encontramos en una fiesta de disfraces.

Pienso que tal vez solo nos quiere asustar, hasta que de un momento a otro lo veo atacar a mi padre, clavándole el cuchillo en su abdomen.

Papá me suelta el brazo para intentar defenderse, y yo también lo ayudo, empujando y golpeando al chico con disfraz de esqueleto.

Pero todo es en vano. Él apuñala a mi padre en el pecho, provocando que su cuerpo no lo resista más y caiga sobre el césped.

Todo pasa tan rápido. Es solo cuestión de segundos.

Por fortuna, Nick aparece en cuanto oye todo lo que ocurre, desenfundando su pistola y disparándole al chico con el disfraz, justo en la cabeza.

Cae a mis pies, pero a mi él no me importa, simplemente paso por encima de su cuerpo y me dirijo hacia papá, arrodillándome a su lado.

—¡Papá! Por favor dime que estás bien— le suplico, con lágrimas resbalando por mis mejillas.

Aunque quiera engañarme, papá no está bien, una de sus heridas está justo en su corazón y la sangre sale a borbotones de ahí. Intento detenerla haciendo presión con mis manos, pero no funciona, es demasiada.

Entonces sucede. Su mirada se pierde y la poca respiración que tenía se desvanece.

Suelto un grito cargado de dolor que seguro se escucha por todo el continente. No puede ser que mi padre esté muerto.

El oficial Kapinski llega para tomar los signos vitales de mi padre. Y de pronto, también siento cómo unos brazos me envuelven por detrás para alejarme de la escena del crimen.

Estoy demasiado en shock como para poner resistencia, así que simplemente me dejo llevar mientras observo el cadaver de mi padre tendido sobre el césped.

Mis manos se sienten pegajosas, y cuando las miro las veo cubiertas en sangre que comienza a coagularse.

Aún me cuesta creer que es la sangre de mi padre.

Mi padre que acaba de ser asesinado.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro