𝟼 | 𝚃𝚛𝚘𝚞𝚋𝚕𝚎
Hoy parece ser un día normal, pero todo se arruina cuando llego a la escuela y la mirada de todos se posa sobre mí en cuanto atravieso la puerta.
Oh mierda. Esto no puede significar nada bueno, eso solo ocurre cuando hay un rumor rondando por ahí... y creo saber cuál es. Apuesto lo que sea a que el idiota de Peter abrió la boca sobre Nick y yo.
Totalmente incómoda por ser el centro de atención, me dirijo hacia mi casillero y comienzo a sacar mis libros necesarios para la clase de hoy.
Los susurros a mis espaldas son muy evidentes, así que no lo resisto más y me acerco al primer grupito de chicas que se cruza por mi camino.
—¿Qué demonios sucede conmigo?— les pregunto. —¿Qué es lo que tanto susurran?.
Ellas me miran asustadas, pero finalmente una responde con lo que más temía escuchar.
—Dicen que estás saliendo con el sheriff Goode.
Ni siquiera me molesto en responderles, estoy tan enfadada que me doy la media vuelta y camino deprisa hacia el final del pasillo, donde están Peter y sus amigos.
Una vez que estoy frente a él, lo tomo desprevenido, dándole un fuerte empujón que lo hace chocar de espaldas contra los casilleros.
—¡Eres un hijo de perra!— le grito con todas mis fuerzas.
Peter se reincorpora fácilmente, cosa que era de esperarse de un miembro del equipo de fútbol, y me dedica una de sus sonrisas malévolas.
—¿Qué? ¿Te molesta que tu sucio secreto haya salido a la luz?.
—Nick y yo no tenemos nada, imbécil— me defiendo. —Y aunque fuera verdad, no tienes derecho a divulgar mi vida privada.
Una pequeña multitud se ha formado a nuestro alrededor, y Peter ama esta clase de atención, así que se prepara para soltar una bomba en mi contra.
—Pues que lástima que ya lo hice. Ahora ya todos saben que eres la zorra que se está tirando al Sheriff.
Sus amigos ríen y la multitud suelta un "¡uuhh!" Al unísono. Puedo sentir el enojo invadiendo mi cuerpo, haciendo hervir mi sangre, y no puedo quedarme de brazos cruzados ante esto.
Me abalanzo contra él, golpeándole el pecho con todas mis fuerzas mientras le grito que es un hijo de puta, pero antes de que me de cuenta, Sam llega y me toma por la espalda, separándome de él.
Unos cuantos profesores también llegan y se interponen entre nosotros.
—¡No tienes ni idea de con quién te has metido, idiota!— le grito a Peter. —¡Tengo el poder de arruinarte toda tu jodida vida!.
Él ríe, pero no sabe que lo digo en serio, con un poder como el de mi familia puedo hacer que realmente se arrepienta de todo esto.
Cuando Sam me ha alejado lo suficiente, finalmente me suelta y yo volteo para encararla.
—Maldición. Debiste haberme dejado que le rompiera la jodida nariz.
—Basta, Zella, la violencia no es la solución— responde con rostro de preocupación.
—Pues mínimo le hubieras dicho que mantuviera la boca cerrada— le espeto, aún con la adrenalina a tope.
Ella no dice nada. Simplemente se queda callada y aprieta los labios. Sé que se siente culpable.
Cuando miro a mi alrededor, toda la multitud ya se ha dispersado. Un profesor habla con Peter, y una profesora se acerca hacia mí. Por supuesto que esto tendrá consecuencias, pero no me arrepiento, llevaba meses queriendo golpearlo.
—Zella Goldsmith, a la oficina del consejero— me dice ella.
Sinceramente creí que me enviaría con el director, pero el consejero es algo mejor, entonces no me quejo.
Comienzo a caminar lo más rápido que puedo, dirigiéndome hacia la oficina del consejero Peterson. Una vez ahí, toco la puerta con los nudillos y él me indica que pase y tome asiento, así que eso hago.
—¿Me van a expulsar?— le pregunto mientras me acomodo en la silla. —No creo que eso les convenga.
—Por supuesto que no te vamos a expulsar— responde él. —Solo te suspenderemos hoy y el día de mañana.
—Genial— digo sarcástica. —¿Y a Peter que le harán?.
—A él lo suspenderemos toda la semana.
Suelto media sonrisa. Al menos es un castigo más fuerte que el mío.
El consejero Peterson toma un bolígrafo, llena mi hoja de reporte y me la entrega, indicándome que debo de regresarla con la firma de papá.
Estoy a punto de levantarme e irme, pero antes de que lo haga, él me detiene.
—Espera, Zella, aún no te vayas— me pide y yo lo obedezco de mala gana.
Lo miro expectante y él suelta un suspiro, mirándome de manera seria hasta que finalmente las palabras salen de su boca.
—Con respecto al rumor que ha estado rondando esta mañana...
—¿Qué rumor?— lo interrumpo, fingiendo no saber.
—El de tu supuesta relación con el Sheriff Goode. ¿Es eso cierto, Zella?.
Niego con la cabeza y ruedo los ojos.
—No.
—Me interesa tu bienestar— comienza con su sermón. —La diferencia de edad entre ustedes es realmente preocupante, así que si él te está obligando a algo, puedes decírmelo...
—No, no es lo que ustedes creen— lo interrumpo de nuevo. —Peter lo ha malinterpretado todo. El Sheriff Goode y yo nos frecuentamos por que está interesado en comprar uno de mis caballos, eso es todo.
Sé que mentir no es la mejor opción, pero no hay manera de que yo acepte estar teniendo una aventura con él. Eso no es de su incumbencia.
—¿Estás segura, Zella?— me presiona. —Puedes confiar en mí.
—Gracias, consejero Peterson, pero estoy segura. Él y yo no tenemos nada íntimo. Ahora si me permite, tengo que entregarle esto a mi padre.
Le dedico una sonrisa falsa, tomo mi hoja de reporte y salgo de su oficina, caminando por la escuela hasta llegar al estacionamiento.
Cuando subo a mi auto, no lo pongo en marcha, simplemente me permito desahogarme, dejando que las lágrimas salgan de mis ojos y resbalen por mis mejillas.
Ya sabía yo que Nick Goode no podría traer nada bueno a mi vida, pero esto tampoco es su culpa y no pretendo alejarme de él... al menos no pronto.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro