Q U I N C E
La profesora de historia, se había pasado con la cantidad de tarea que dejó, por suerte Ahn la terminó y me la prestó; esos eran los beneficios de tener a una mejor amiga que es como una nerd.
Eran las 20:23 p.m, Ahn llegó a mi casa para prestarme la tarea de historia y ahora nos pusimos a ver películas, aprovechando que papá y mamá no estaban. Estábamos muy agusto, hasta que alguien decidió ponerse a tocar el timbre con desespero.
¿Quién demonios toca así a esta hora?
—¿Esperas a alguien? —Ahn me miró desconcertada y yo negué.— ¿¡Y si es un ladrón!?
—Ahn, si fuera un ladrón no tocaría el timbre y menos de esa forma —respondí con obviedad.
El timbre no paraba, así que me tuve que levantar del sofá porque o sino, me iban a dejar sin timbre y a la que castigarían luego mis padres sería a mí. Al abrir la puerta me encontré con aquel chico que estaba en las peleas clandestinas con Jungkook, me moví un poco para notar que traía el auto de Jeon y que venía bastante agitado, como si algo malo hubiera pasado.
—¿Qué haces tú aquí?
—Necesito que vengas conmigo a un hospital —pidió de la nada.
—TN, ¿quién... —se quedó callada cuando vio al chico ahí en la puerta.— ¿Este no es el que estaba con Jungkook en la pelea?
—Sí, soy Hyunjin y soy el amigo de Jungkook y también necesito que tú vengas conmigo a un hospital —volvió a repetir señalándome.
—¿Pero por qué? Además ni te conozco —me crucé de brazos.
—Porque es Jeon quien está en el hospital —informó. Mire a Ahn y ambas nos quedamos boquiabiertas.
¡No, mi bad boy!
—¿Pero cómo?
—Pues el cabeza dura no me quiso hacer caso, le dije que no podía volver a pelear, no mientras no sanaban sus heridas recientes, pero me obligó a conseguirle una, lo hice y el tipo que le tocó lo golpeó muy fuerte, tanto que lo mando al hospital —respondió desesperado.
—Pero no entiendo. ¿Por qué vienes a buscar a TN? —cuestionó Ahn con confusión.
—Porque ella es importante para él, además de que creo que necesita un buen sermón y es la indicada para dárselo.
¡Dijo que eres importante para él!
—Está bien —entré a casa para tomar las llaves y dejarles una nota a mis padres por si vuelven temprano.— Vámonos.
Ahn decidió acompañarme, los tres nos subimos al auto y Hyunjin comenzó a conducir como si estuviéramos en rápidos y furiosos, tanto que mi amiga me estaba clavando sus uñas en mi brazo, por el miedo que tenía.
Mi corazón no paraba de latir con fuerza, no quería llegar al hospital y enterarme de que Jungkook está muy mal. Ah, pero en donde lo vea bien, no me va a importar que tan golpeado esté, lo voy a golpear hasta dejarlo en terapia intensiva.
—Entonces —habló Hyunjin rompiendo el silencio.— ¿Tú y Jungkook son algo?
Claro que sí.
—Claro que no —formé una cara de desagrado.— Tu amigo es muy amargado, irritante y cabeza dura para mi gusto.
—Ah cierto, olvidaba que Jungkook me había dicho que a ti te gusta otro chico, además de que te vio besándote con él. —quedé paralizada ante aquello. En cambio Ahn, me miró con enfado.
—¿¡Besaste a Tae y no me lo contaste!? —estaba verdaderamente molesta.
—Porque no fue importante, mucho menos algo para andar gritándolo a los cuatro vientos —me excusé.
—Pero de todas formas me hubiera gustado que como tu mejor amiga me lo contarás —se cruzó de brazos.
—Ahn, este no es el momento para pelear por eso.
—En eso tienes razón, además, no tengo muchas ganas de oír la discusión de dos niñas chillonas —comentó Hyunjin. Yo miré a Ahn y ambas le dimos un golpe en la cabeza.— ¿¡Acaso quieren que choque!?
—Eso es para que no vuelvas a decirnos de esa forma —le reprochó Ahn.
Pasados unos cuantos minutos, llegamos por fin al hospital, bajamos corriendo y entramos directamente. Seguimos a Hyunjin hasta una de las tantas habitaciones del establecimiento, él la abrió y cuando entramos a la habitación, nos encontramos que estaba vacía.
—Hyunjin, ya me quiero... —se quedó callado cuando justo salía del baño y nos vio ahí.— TN —susurró atónito. Claramente era la última persona que esperaba ver.
—¿Te duele algo? —él negó.— Perfecto —me acerqué a él y le di una bofetada muy fuerte, que me quedó ardiendo la mano, pero igual, se la merecía.— ¿¡Era esto lo que querías!? ¡Mira donde te trajeron esas estúpidas peleas!
—¿Para que la trajiste? —le riñe a Hyunjin.
—Porque a mí no me quieres oír y necesitas un buen sermón. Por eso, yo y la niña chillona, los dejamos solos —jaló a Ahn del brazo y la sacó de la habitación.
—Vete de aquí TN —eso sonó como una orden. ¿Pero este quién se cree?
—No, no me pienso ir de este lugar —me crucé de brazos imponiéndome.
—¿Qué no entiendes que no te quiero ver? Vete con tu novio y a mí déjame en paz —se sentó en la cama.
¿Novio?
¡El pito corto, imbécil!
—Tae no es mi novio —él me miró confundido.
—Lo besaste —debatió.
—Corrección, él me besó.
—Pero tú le correspondiste —argumentó.
—No le correspondí, me tomó por sorpresa y no supe cómo reaccionar, punto final —me encogí de hombros.
—Entonces...¿no son nada? —su voz sonaba mas tranquila. Yo negué.
—¿Por qué te importa tanto eso? —solo miró hacia otro lado y no contestó. La puerta de la habitación se abrió y un doctor ingresó.
—Buenas noches —nos saludo y abrió el registro que traía en su mano.— Ya te puedes ir Jungkook, pero te daré unos medicamentos para los dolores y unas vitaminas porque te hemos encontrado muy débil, no has estado comiendo bien jovencito —yo le arrojé una mirada asesina y él bajó la suya como un cachorrito regañado.— ¿Tú eres su novia? —volvió a hablar antes de que pudiera responder;— Estas son las pastillas y los horarios en que tiene que tomar cada cosa, ah y por favor, no vuelvas a pelear muchacho, estás muy joven y puedes morir. Piénsalo. Ya se pueden ir —se despidió antes de salir.
—Lo ves, hasta el doctor lo dijo, puedes morir en esas peleas, Jungkook —me puse delante de él.
—TN —se levantó acorralando mi cuerpo contra la pared. Joder, me da miedo cuando lo tengo así de cerca y cuando me mira con esos ojos negros intensos.— No eres mi madre, no eres nadie para decirme que puedo o no hacer. No te metas en mi vida —sentenció. Pero mi mente ignoraba todas sus palabras, yo solo mantenía mi vista en sus labios, los cuales mojó cuando se dio cuenta de que los observaba.— Deseo probar tus labios de nuevo —susurró rozando los míos con los suyos.
—Entonces...házlo —le permití con mi voz nerviosa. Se fue acercando cada vez más, pero la maldita puerta se abrió.
¡Mierda! ¿Por qué siempre interrumpen los mejores momentos?
—Oh, no queríamos interrumpir —se disculpó Ahn y Jungkook se separó de mí.
—Si quieren nos vamos y terminan con lo suyo —Hyunjin sonrió pervertido.
—Déjate de estupideces y sácame de este maldito lugar —tomó su chaqueta.
—Yo voy con ustedes —todos me miraron sorprendidos.
—Ni en tus sueños —negó Jungkook.
—El doctor me encargó darte los medicamentos, además, así también controlo que comas bien y que no vuelvas a ninguna pelea —hablé decidida.
—Yo que tú no le pongo pero, porque va ser peor —le aconsejó Ahn.
—Pero... —lo interrumpí.
—Vámonos.
Tomé de la mano a Ahn y salimos de la habitación, dije que quería alejarme de Jungkook, que íbamos a ser solo "conocidos", pero él me salvó a mí y ahora es mi turno de salvarlo a él. Se está volviendo demasiado importante; más de lo que me gustaría.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
—ᴇᴛᴇʀɴɪᴛᴇʟʏ
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro