Capítulo 20: ֍‡ ¿Qué pasó? ‡֍
—Lamento haberte hecho esperar Tsukauchi-kun.
—Está bien All Might, no se preocupe por eso.
La habitación blanca era llenada por aquellos dos hombres adultos, siendo ahora los únicos huéspedes del sitio una vez que su acompañante extra se había ido. Toshinori en un principio quiso acompañarlo, pero Recovery no lo dejó, siendo ella la encargada de custodiar al chico hasta la entrada.
—Sabes...si ustedes no hubieran aguantado todo ese frente, muy posiblemente-...
—Lamento cortarte, Tsukauchi-kun —el hombre rubio detuvo abruptamente las palabras de su amigo detective. —Pero te equivocas en eso... —con un desvió de su mirada a la sábana blanca, la subió nuevamente con unos ojos que destellaban débilmente en frustración. —Fueron los estudiantes que batallaron incansablemente contra aquellos sujetos; incluso aun heridos...no se dejaron vencer.
Un tenue silencio embargo el aire entre ellos, con un claro espacio de introspección sobre los acontecimientos de hoy, solo pasando segundos dentro la mente de ellos, pero unos pocos minutos en la vida real. La tela del viento fue cortada una vez más cuando el símbolo de la paz tuvo algo más por decir.
—Ellos han experimentado de propia mano la batalla; como el horror de poder morir en ella. Aquellos jóvenes que en días anteriores rebosaban de emoción, que una vez cuando los mire al llegar...lo único que pude observar fue su miedo —Tsukauchi sólo se mantenía callado. —Aun siendo tan primerizos, inexpertos; jóvenes...ellos lograron sobrevivir con éxito —una ligera sonrisa se formó en sus labios secos. —aunque...algunos con un muy alto costo —torciendo su boca en una mueca de molestia, tomando entre puños los pliegues de su cobija.
—...Huff —el detective suspiro en cansancio, quitándose el sombrero y poniéndolo sobre su regazo. —El chico de antes... ¿Lo conoces? —Interrogó Tsukauchi en busca de hacer la plática un poco más amena.
—Es uno de mis estudiantes y, también, uno de los pocos que conocen sobre mi secreto —el policía solo pudo abrir un poco los ojos.
— ¿Lo descubrió por un error? —Sonriendo un poco divertido al recordar cómo fue la vez que él mismo supo de su secreto, pensando que se desarrolló de una forma similar.
—No, solo era un niño en peligro más —diciendo eso, giró su cabeza a la ventana de la habitación, observando con atención los tintes bermellón que pintaban el área exterior. —un niño más, que yo debía salvar.
~.
— ¡Señor, encontramos algo! —Informó uno de sus compañeros oficiales con cierto grado de urgencia.
— ¿Qué sucede? —Preguntando una vez que fue sacado de su mundo irreal. — ¿Encontraron al segundo tipo?
—Eh-ehmm no, pero... —deslizando sus palabras una vez que llegaron al lugar en cuestión.
— ¿Huh, qué es...? —Confundido al ver cómo parecía haber una plasta rara y fétida en el césped frente a él. — ¿Se trata...de una clase de monstruo cómo el anterior? —Intuyendo de manera rápida si se trataba de algo parecido al sin mente que habían atrapado horas atrás.
—No parece ser de ese modo —respondiendo a los murmullos del detective. —no parece albergar una estructura cómo la nuestra, no hallamos indicios de algún hueso o músculo, sólo...una masa extraña —frunciendo un poco su ceño al observar cómo los encargados de materiales sospechosos sacaban una muestra pequeña de la entidad incierta.
—Habrá que debatirlo con los demás profesores —finalizó Tsukauchi.
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— ¿¡No lo encontraron!? —Expresó sorprendido un hombre rubio demacrado ante las palabras de su amigo detective.
—No, revisamos por toda el área circundante, pero no encontramos rastros de él —revisando su libreta con la información que recopilaron, debatiéndose si decir lo otro también. —aunque encontramos una plasta extraña en el sitio.
— ¿Una plasta? —Cuestionó la heroína profesional Midnight de manera curiosa.
—Sí, pensábamos que se trataba del segundo tipo que luchó contra All Might, pero los análisis solo dataron que se trataba de solo piel.
— ¿Piel? ¿Así solamente? — Cuestionó Edgeshot confundido.
—Su quirk debe tratarse de un cambia formas —consideró Midnight en consecuencia de la información que recabaron. —A juzgar por lo que nos dijo All Might, aquel sujeto cambió de forma dos veces, ¿no es verdad? —Mirando al desnutrido hombre.
—Pero su forma no solo cambió, sino también su poder...Hmm —Toshinori se rascaba la barbilla con cierta molestia que le daba aquel caso. —De algún modo, pudo ponerse a iguales con el Nomu y ponerme contra las cuerdas, así que me decanto que haya sido a causa de un segundo quirk, o algo parecido —presionando los dedos de sus manos al frente en un gesto de contemplación.
— ¿Así que tenemos a un niño de jardín jugando a ser el jefe, siendo la marioneta de otro,y a un bicho raro afuera? ¿¡Eh!? —Gruño Vlad King, confirmando lo que se dijo en la reunión.
—Resumiéndolo de una forma informal, sí —asintió Tsukauchi a la vez que ponía todos sus papeles por debajo del hombro. —aunque el tema sobre aquel fugitivo cambia formas aún queda en el aire.
—Dudo que aquel hombre intente algo por su cuenta —añadió el director Nezu. —Si bien es poderoso, no pareció ser uno de los principales cabecillas al mando dentro de su liga, ¿no es así, All Might? —Girando su silla ante el desalineado rubio.
—Sí, más bien, parecían de alguna forma sorprendidos —tomándose la barbilla para reflexionar. —cómo si desconocieran que habían reclutado a alguien así. Es algo...que ciertamente puede ser enigmático.
Un pequeño silencio inundó la sala de juntas, teniendo suficiente ese corto periodo de tiempo para hacer a los héroes preguntarse un par de cuestiones hacia aquella intrigante oración que el símbolo de la paz formó.
—Por ahora lo mejor será incrementar la seguridad de los perímetros lejanos de la escuela, no quisiéramos que una situación igual a esta se repita —declaró Nezu con sus dos patitas en la mesa.
—Hmm...
Con la reunión terminada, Toshinori se despidió de todos, caminando hasta las puertas de la escuela, y subiéndose a su auto personal, siendo llevado de aquel lugar hasta su casa. Mientras aquel vehículo se movilizaba entre las calles aglomeradas, All Might, seguía pensando sobre el incidente.
—... —en un solo día, todo se salió de control, varios de sus estudiantes salieron heridos ante aquel altercado. Sobrevivieron, pero... «Ah muy duras penas...».
Deslizando su mirada al cristal que reflejaba aquellas líneas fugaces de la ciudad, pensó en lo mucho que les podría afectar a aquellos jóvenes una batalla de escala profesional; visualizaron y sintieron el mundo de los adultos; probaron la muerte muy de cerca. Algo cómo eso...no debería ser normal, no para aquellos retoños apenas floreciendo.
«Ningún cuerpo de estudiantes primerizos habrá experimentado tal terror y lograr vencer ante ello», reclinó su cabeza en el cristal, con su mano recargada en su huesudo rostro, divagante. «Muy posiblemente sigan temblando después de eso, pero...», un fulgor se encendió en sus ojos. «Si logran sobreponerse ante ese miedo y tomarlo para sí mismos, no habrá duda...»
Alzando lo que podía su rostro para observar el cielo del ocaso, con los colores fríos reemplazando a los cálidos. Notaba por encima de ellos, como los rastros destellantes de las estrellas de aquel gran lienzo púrpura, se hacían de ver cada vez más.
«Que ellos...»
...Serán unos excelentes héroes.
→/-/
El sonido del auto deteniéndose lo abrumaba; el respaldo de la silla acojinada lo rehuía, y las palabras que le dictaban pasaban de largo. Sentía asco... ¿O sentía mareos?; ¿por qué tenía tantas ganas de vomitar? Aun cuando su boca, se sentía vacía y seca.
—(...) es por eso que deberías verme una vez al día muchacho, para verificar que esa cola vuelva a crecer de manera correcta —termino de relatar Recovery girl, explicando lo que Akini debería de hacer una vez que vuelva a clases, girando su vista hacia él, pero dándose cuenta al instante, que no la había escuchado. —...ahh, chico, dime, ¿quieres que entre contigo a tu casa para informarles de esto a tus padres? —Un poco preocupada a causa de la actitud "estoica" que su acompañante tenía.
—No gracias, estaré bien —el timbre de voz ni siquiera titubeó.
—Oh pero...
¡Cleack!
—Muchas gracias por traerme.
¡Trum!
Sin darle la oportunidad a la médico de responder, el joven lagarto ya había salido por la puerta del coche, caminando de manera tranquila hacia su casa.
—Huhh~...estos niños —tomándose la frente con cierto estrés. —espero y sepa lo que esté haciendo.
Con el auto movilizándose por su espalda, Akini mantenía la vista fija hacia la puerta de su posada, caminando, o simplemente no haciéndolo; no lo sabía; se estaba moviendo, pero sentía cómo si no lo estuviese haciendo.
Tap~
Tap~...
¿Tenía miedo?
Con la cara a centímetros de la puerta...y justo en aquel momento, lo único que podía sentir ahora era... nada.
¡Click!
Creeak~...
— (...) es por eso que te digo que... ¿uh? —Ima paró su conversación con Héctor al notar cómo la puerta había sido abierta. — ¿Aki-kun?
Mirando desde su posición a la figura algo extraña de su hijo, que a pesar de no tener algo encima de él que lo delate de algo malo, por alguna razón, un sentimiento de preocupación y suspenso la atravesó al observar su cara caída.
— ¿Por qué te tardaste en regresar...sucedió algo? —Interrogó de manera normal, queriendo escuchar por parte de su hijo la razón de su tardanza al llegar. — ¿Fue... ¡Huh!? —Ahora que lo veía bien...su cola no parecía estar tras su espalda. —Akini...
— ¿Uh? —El tono más grave de su madre le hizo alzar su cabeza, siendo sorprendido por esta.
—...voltéate.
— ¿Q-qué? —Su voz vaciló, siendo la única evidencia plausible de que estaba ocultando algo, provocando que las inquietudes de su madre se vean más elevadas.
— ¿Uhm, qué sucede? —Entrando Héctor a la habitación con una carga de estatuillas de dragón guardadas en una caja.
— ¡Voltéate ahora! —La demanda de su madre hizo temblar a ambos hombres dentro de la sala. Uno no entendía el porqué de su grito, y el segundo, ni siquiera lo sabía.
—Uhm... —un susurro inentendible salió de Akini. —...gulp « ¿Por qué...por qué no puedo voltearme?», tenía toda la intención de acotar lo que su madre le ordenó, pero...no podía.
Es como si su cuerpo estuviese paralizado, intentando forcejear con todas sus fuerzas para que sus articulaciones si quiera puedan girar. Se sentía como si fuese una estatua de piedra.
—... ¡Tsh! ¡Voltéate!
— ¡¿Ah?! ¡Ah! —Por alguna extraña razón, las piernas de Akini actuaron solas, obligándolo a que corriera.
— ¿¡Ima!?
¡Tap!
¡Fwoosh~!
— ¡Hah!
—A...A...¡¡Akini!!! —El grito fue tan estridente que obligó a Héctor tirar lo que tenía cargando para verificar cuál era la razón de tal terrible aullido.
— ¡¿Qué sucedió, por qué-...?! ¡Hah! —Parando en seco al ver la razón frente a él. —Tú...cola... — ¿Por qué? ¿¡Por qué su cola estaba mutilada!? — ¿Dónde está?
— ¡Hah! ¡Ah! ¡¡No-no puede ser!! —Ima con el horror en su cara, intentó acercarse a su hijo para agarrarlo, pero inesperado para los dos, el Shiwara menor se alejó con evidente recelo hacia su tacto. —... ¿Akini?
—... « ¿Por qué...por qué huí de ella?», su acción lo confundió, él ni siquiera fue consciente de su claro distanciamiento, pegando por completo su espalda contra la pared. «Y-yo...yo no...no quiero que me toquen», una conclusión del cual no conocía su origen, pero que al pensarla, lo hacía amagar en un falso reflujo.
— ¿Po-por qué te apartaste?... ¿E-estas bien? ¿Qué-¡¡Qué fue lo que pasó!!?
Ambos padres lo miraban con consternación y duda, no entendiendo lo que pudo haber pasado en su trayecto a la escuela. « ¿Acaso habrá sido atacado por un villano en su camino hasta aquí?», esas y un millar más de aquellas preguntas azotaban dentro de la cabeza de ambos Shiwara.
—La escuela sufrió una invasión, varios villanos entraron y nos acorralaron en un solo lugar —explicando todo esto mientras seguía pegado a la pared. —peleamos con varios criminales en nuestro trayecto a la salida, pero...uhm...—un sudor frío recorrió por todos los poros de su cuerpo. —Tuvimos un percance con tres de ellos.
— ¿A qué te refieres con eso? ¡E-espera! ¡¿Un grupo criminal invadió U.A?! —Exclamó Héctor ahora dándose cuenta de la situación. — ¡¿Pero cómo es posible?! ¡¿No se supone que es una de las instituciones educativas más seguras del mundo?!
—N-no lo sé, solo entraron por una falla del sistema o algo así...o creo recordar que se habían infiltrado —titubeando un poco al no sentirse cómodo recordando a los tres villanos de aquella tarde.
— ¡Oh Dios mío! —Su madre se cubría la boca con sus manos con completo desconcierto, totalmente absorta de cómo en éste mismo día, su hijo estaba muy seguramente peleando por su vida. —Ellos...ellos te hicieron eso, ¿verdad?
Una corriente eléctrica atravesó la espina dorsal del lagarto, haciendo temblar sus piernas, cómo también hacer de su respiración más pesada. Ambos padres no pasaron desapercibido aquel extraño actuar.
— ¿¡Akini!? ¡¿Qué sucede?! —Trata nuevamente de acercarse. — ¡Por favor dinos que es lo que-...!
— ¡Lo siento! No quier-estoy cansado, ¡iré a mi cuarto! —Velozmente y evitando dirigir su mirada hacia ellos, el Shiwara menor corrió con prisa por arriba de las escaleras, siéndoles imposible detenerlo al este ya haberse encerrado en su habitación.
¡Click!
— ¡Akini! —Corrió detrás de él su madre, topándose de frente con la puerta y comenzando a golpear para que abriera. — ¡¿Qué sucedió?! ¡¿Por qué actúas de ese modo?! ¡Por favor dínoslo! ¡¡Akini!!
¡Tap!
— ¡¿Huh?! —Parando al sentir un agarre en su hombro.
—Es mejor dejarlo tranquilo —opinó calmadamente el padre del lagarto menor.
— ¡¿Qué?! ¡Pero-...!
—No nos dirá nada si lo obligamos a que nos responda, será mejor esperar a que nos lo diga —manteniendo una mirada afable hacia su esposa. —si lo agobiamos con preguntas, se terminará cerrando, y no queremos que eso suceda.
—Pe-pero~... —agachando su cabeza con evidenciable desosiego, y con una voz temblante. —Él...no está bien~.
—... —Héctor simplemente calló ante esas palabras. —...por ahora, dejémoslo en su espacio, ¿está bien?
Aún reacia a dejar la puerta de la habitación de su hijo, Héctor no tuvo más que quedarse en el lugar, intentando convencerla que esperarían por su respuesta. Después de varios intentos, la dragona mayor, cedió.
—Vamos abajo, aún tenemos que sacar unas cosas guardadas que tenemos —tomándola por los hombros para guiarla por las escaleras. —Y-y tal vez limpiar algo que puede que se haya roto Jeje~ —recordando la caja que había soltado por la impresión anterior.
—...Huff~ —Ima solo resoplo ante eso, pero en su cara se evidenció una ligera mueca de sonrisa. —más te vale no haber roto mis estatuillas, Héctor.
—Uhhm...
Volviendo al primer piso de la casa, con el sonido de sus pasos haciéndose cada vez menores por cada escalón que bajaban, Akini, supo que se habían ido.
—...Huff... —golpeó su cabeza contra la pared en la que se estaba apoyando, siempre procurando que su espalda estuviera totalmente cubierta. « ¿Por qué hice eso?», no entendía la razón principal de su nerviosismo, de haber salido despavorido hacia su habitación con claro miedo en sus entrañas... ¿Por qué?
Quiso sentarse sobre el suelo, deslizándose lentamente en paralelo al constructo tras su espalda, hasta que logró poner parte de su cola en contacto al suelo.
— ¡Uhk! —Con un salto y tropiezo sobre sus rodillas, Akini sintió una increíble sensibilidad en su cola al sentir lo fría de la losa bajo sus pies. — ¡Hah-ah!
— ¡¡Aaaah-aaah!! —El pánico lo envolvió de manera instantánea, arrastrándose por el suelo lejos de aquella figura ominosa por su espalda. — ¡¡Hah-ahh!! ¡Hah-ahh! —Acercándose hasta un pared, pegándose con fiereza a ella, volteando por completo su cuerpo para observar la sombra de...— ¿¡Ah!?
—...
No había nadie más en la habitación.
—...
¡Trum!
Confuso, se dejó deslizar nuevamente por la pared con lentitud, hasta lograr quedarse sentado en aquella pequeña área que ocupó, siempre manteniendo sus ojos al frente de su posición.
—... —se sentía incómodo, y no era solo las gotas de sal que colgaban sobre su cara que causaba aquel sentimiento; esto era...de algo más. —...
Desviando sus pupilas hacia otro lugar, dirigió su mirada hacia la ventana de su habitación, dejando que los tintes tardíos del día llenaran pobremente el resto de su dormitorio. Ya no eran naranjos, si no más, azules. Claro indicio de que la noche, acababa de caer.
« ¿Qué sentía ahora?» Ni idea, solo el hundimiento de la boca de su estómago le indicaba que se trataba de algo malo; algo que estaba mal. « ¿Por qué estaba mal?» tal respuesta también la desconoce, pero muy en el fondo, la sabía, solo que la estaba ignorando.
Era raro no tener cola, una protuberancia que formaba parte de él prácticamente desde que nació, al menos, en este mundo. Ahora mismo podría describirse como normal, cómo nadie en especial, simplemente un humano más; ¿por qué lo repetía?, ¿por qué lo piensa?, ¿qué de raro era ser una persona normal?
Qué tenían frío, sin algo que les cubra...ellos morirían de frío. Apoyó sus rodillas en su mentón, con sus brazos rodeándolo para apegarse más a él, para guardar calor.
Tenía frío.
«Supongo que...ahora soy...»
«Una persona normal»
→/-/
Brillos destellantes que traspasaban el panel del cristal, centelleando cual pequeñas estrellas en su despertar, pero no tratándose más que las luces de la ciudad que falsamente las intentaban reemplazar. Un ligero aire navegó por la piedra de un balcón, hasta chocar con la tenacidad del vidrio, empujando hasta deslizar aquel ventanal a un medio abrir, pasando y rozando por los bordes de la tela que la decoraban.
Serpenteado con calma hasta caer en el lugar de reposo de una joven estudiante, quien al sentir el tacto frío del soplido de la noche, no pudo evitar temblar; gruñendo por lo bajo, abrió con cansancio sus ojos bellos ónix. Bien pudo haberse despertado de un buen sueño, pero hoy...no parece ser el caso.
—...Hah...Huff... —un suspiro largo y pesado, tratando de despejar su mente de falsas ideas; de sueños que nunca ocurrieron con anterioridad. —...
No podía dormir.
—...
Squeak~
Levantándose de su lujosa cama, Yaoyorozu camino a pie descalzo hasta el ventanal abierto, tomándolo por los bordes lista para cerrarla.
—Hmm...
Sin embargo, se quedó parada en el mismo lugar, mirando el suelo en contemplación de algo; recordando ella, la tarde en que sufrieron la invasión.
«"Tuvieron suerte de sobrevivir"», recordar aquellas palabras de esos oficiales le hizo empuñar con fuerza el borde del marco del ventanal. —...Huff.
Creeak~
Abriendo por completo una de las puertas de cristal, camino hasta el pequeño balcón que tenía, dejando que el aire gélido de la noche la refresque siquiera un poco. Recargándose por el borde, dejó que sus pensamientos fluyeran. Este día...de verdad que fue de lo peor.
« ¿Quién diría que una liga conformada por un ejército de villanos se infiltraría dentro de la U.A? Siendo todo eso en nuestra primera semana de clases» Jeje~... —riendo con nerviosismo ante tal loca cosa. « ¿Quién hubiese pensado que nos enfrentaríamos con villanos de las calles a nuestro primer año escolar?»... —sus manos se tensaron un poco. « ¿Quién hubiera creído que nosotros solos podríamos haber disuelto esa amenaza?», sus manos comenzaron temblar. « Quién hubiera previsto que sus compañeros fueran diezmados con facilidad por aquella deformidad negra», sus uñas rasgaron la roca del barandal. «De cómo todo ellos fueron apisonados con facilidad», el filo de sus ojos se cristalizó. «¡De como todos pudimos haber muerto en ese mismo momento!» ¡Hah-ah! —Tapándose la boca para amortiguar su llanto, Yaoyorozu dejo que las lágrimas que contenía hace mucho, se soltaran delicadamente por su cara.
— ¡Hah-ah! Uhuhu~
Esa vez que vio cómo todos sus compañeros habían sido despedidos por aquel monstruo, de cómo ellos tuvieron que enfrentarse de manera directa contra esos tres súper villanos; escuchar y ver de primera mano las agonías de uno de ellos siendo torturado y, sentir, cómo esa pequeña esperanza y confianza que tenía en aquel momento...era destruida a causa de la integración de un villano más en la batalla.
— ¡Hah-hah~! Uhuhu~
Nunca en su vida...
...había tenido tanto miedo de morir.
→/-/
Tic...
Tac....
Tic...
Tac...
Tic...
Tac...
«Ya son las once de la noche», mirando de lado en su cama, Uraraka veía con atención las manecillas del reloj que tenía por despertador, siendo uno de aspecto simple. —...Hmmf...
Ella tampoco podía dormir.
—...
~
— ¡Hah! ¡¡Chicos!! —Tan pronto como ella divisó a los dos nuevos heridos, no dudo en ir hacia ellos.
— ¡Oh por Dios! —Se levantó con impresión Jirou al ver sus heridas.
— ¡¿Pero qué mierda les sucedió?! —Exclamó con temor Kaminari.
— ¡Shouji! ¡¿Qué sucedió allá abajo?! —Yendo a auxiliar Sato al peliblanco con la carga que difícilmente llevaba.
—Nos...separaron.
— ¡Tsuyu-chan! —Ambas chicas fueron inmediatamente a ver el estado de su compañera rana, quien aún se mantenía inconsciente.
— ¡¿Acaso todos-...?!
¡¡TRUSH!!/ ¡¡RACK!!
— ¿¡Pero qué!? —Todos voltearon en dirección al objeto que se estrelló a unos metros lejos de ellos.
—Esperen... ¿Ese no es...?
— ¡Kirishima-kun! —Identificándolo rápidamente Mina gracias al pelo rojo que se asomó por el vasto creado.
—E-está vivo, sólo que...uhm, inconsciente —escuchando Kyoka los pulsos del muro rojo en caso de que el tipo pueda haber expirado.
— ¡Maldición! Eso lo confirma...todos han cedido ¡Urhk! —Con un claro gruñido de dolor, Shouji se dio media vuelta. —intentaré ver si puedo traer a alguien más acá.
— ¡¿Estás loco amigo?! ¡¿Qué acaso no te ves a ti mismo?! ¡Estás manco! —Mirando Kaminari el único brazo que tenía disponible. — ¡Si solo quieres ir a morir, al menos dínoslo! ¡Así no tendríamos que seguir estando en este lugar, arriesgándonos a que nos maten!
—Si tanto quieres irte, ¡ahí está la puerta! —Gruño Jirou al escuchar el comportamiento del rubio. —No tenemos porqué seguir soportando tus lloriqueos de bebe.
— ¡E-esto no es cobardía! —Tratando de explicarse mejor. — ¡¿Qué acaso no están viendo?! ¡Tarde o temprano esos sujetos llegarán hasta donde estamos! —Mostrándose visiblemente nervioso. — ¡Y muy seguramente no tendremos alguna oportunidad de vencerlos! Si han dejado lisiados incluso a nuestros maestros, ¿¡qué nos garantiza que no acabaremos de la misma forma!?
—Chi-chicos, creo que deberíamos-...
— ¿¡Entonces qué sugieres!? ¡¿Qué los dejemos aquí tirados?! —Interrumpiendo la pelivioleta las palabras pacificadoras de Mina.
— ¡Ey! ¡No metas palabras en mi boca!
—Pues para mí fue bastante claro que es lo intentabas decir, imbécil.
— ¡Tú no-...!
— ¡¡Basta!!
— ¿Uh?
Ambos jóvenes pararon su discusión al ser interrumpidos por ambas chicas a su lado.
— ¡Dejemos de hacer de este ambiente todavía más pesado! —Quejándose Mina por la riña que se había originado hace unos segundos. — ¡No hace falta crear más negatividad en este palco lleno de heridos! —Mirando con el ceño fruncido a ambos adolescentes. —En momentos como este es donde deberíamos cooperar para salir de un apuro, no de hundirnos más en él.
El dúo pareció intimidado en un principio, solo para claramente avergonzarse de ellos mismos por dejarse llevar en la tensión del momento.
—Podemos hacer esto chicos... —uniéndose Uraraka a la conversación. —so...solo debemos esperar a que los profesionales lleguen...e-ellos...
¡Boom~!
— ¿¡Uh!?
Todos al escuchar y ver la destrucción de una parte del centro de las instalaciones, no pudieron evitar sentirse intrigados por lo que podría tratarse, siendo que para ellos desde su lugar, se lograba distinguir como una forma humana.
— ¿Eso es...?
— ¿Acaso...?
— ¿¡Podría ser...!?
—... ¿All Might?
—...No...
Shoji...sabía que no se trataba de él.
— ¡Definitivamente no lo es!
Fwoosh~
— ¡Shoji! —Exclamaron todos al ver cómo este parecía ir directo a la confrontación.
— ¡Maldita sea! —Mascullo Sato al ver cómo Shoji a pesar de estar completamente imposibilitado del resto de sus brazos, no pareció dudar en ir a la ayuda del resto de sus compañeros. — ¡Voy a ir con él! —Persiguiendo la espalda del joven pulpo.
— ¡¿Qué?! ¡¿Tú también?! —Incrédulo al ver cómo parecían decididos a que los destrocen.
— ¡O-oigan esperen! —Tratando Mina inútilmente de pararlos. — ¡Están-...!
¡BRAAM!
Todo se calló...
—....¡Hah!
—Es...es...
Verlo ingresar de esa forma, como la figura imponente que era, caminando y poniéndose por delante de ellos, como un escudo.
—No teman más...porque yo ¡¡Ya estoy aquí!!
¡Trum!
Se dejó desplomar, y soltó una gran exhalación.
En aquel momento, ella nunca creyó recordar una situación...
...En la que se hubiese sentido tan aliviada.
→/-/
—Uhm...
Todo había terminado, su grupo finalmente salió de aquella emboscada sorpresiva. Algunos con pequeños rasguños, mientras que otros...
—Hum... ¡Ah! ¡Shiwara-kun! —Captando ella el característico color de su armadura. — ¿¡Estás-...!?
— ¡Eh niña, espera!
— ¡Hah!
En una camilla, encontrándose totalmente inconsciente, observó la figura brutalizada de Akini. Las heridas cubrían todo su cuerpo, que aun a pesar de estar vendadas, la sangre seguía escurriendo a través de ellas. Su rostro, sus brazos y sus piernas, todo de él estaba deshecho, pero...eso no fue lo que la impactó.
A pesar de que solo fueron unos segundos, noto con claridad la gran falta de su miembro de su espalda baja. Fue espectadora de cómo todavía esa parte mutilada sufría de contracciones de los tendones desgarrados después de un desmembramiento sucio; toda esa parte...parecía salida...de su lugar original.
~.
— ¡Urgh~! —Tapándose la boca ante aquel desagradable recuerdo, las náuseas la golpearon directamente en su vulnerable estómago. Estaba acostumbrada al mareo, pero este...este era un sentimiento completamente diferente a lo que ella siente cada vez que usa mucho su poder. —...
Una mezcla de pavor...y total desagrado.
Algo que no planea mantener cada vez que ella vuelva a mirar a su compañero, una vez que todos ellos vuelvan a clase.
—...Huff... —girando en su cama para mirar al techo de su habitación, con los tonos púrpuras y azules de la noche, siguiendo despierta aún con esas cosas en mente. —...
Tal vez...
....ella no sea la única que no pueda dormir.
→/-/
Tuck...
Tuck...
Tuck...
Tuck...
Tuck...
Tuck...
Tuck...
Tuck...
En un sentido completamente rítmico, Iida golpeaba su índice contra la madera de su escritorio. En un principio se dedicó a leer, tratando de mantener su mente ocupada en otras cosas, pero al final fallando estrepitosamente.
Tuck...
Tuck...
Tuck...
Tuck...
Tuck...
¿Cómo podía intentar olvidarse de ello? Si en parte la culpa fue suya. Lo intentó...dejó sus piernas marcadas en la tierra con tal de llegar a tiempo, y, aun así...no pudo lograrlo.
¡Sush!
— ¡Tch!
Parándose de sobremanera sobre su sitio, echó para atrás el mueble en el que estaba sentado, chillando por el roce de sus patas contra el suelo.
—...
Le habían encargado un trabajo... ¡Todos ellos confiaban en él! Y sin embargo...le falló a la mayoría de ellos.
~
Sus compañeros habían logrado salir de aquel apuro tan discordante que envolvió el recinto en el que se encontraban. Siendo él el único que logró salir, tuvo la misión de llamar a todos los héroes profesionales que residían dentro de este instituto educativo, logrando acumular una gran mayoría y encaminándose con rapidez al lugar del conflicto.
Al final, consiguieron repelerlos, solo que se habían escapado dos de ellos. Eso le valió de un pequeño bajón de ánimos, conociendo ahora que se había realmente tardado en su camino de regreso. Tal cosa hubiese quedado en eso, pero al volver a ver a sus compañeros, miró con impacto como la mitad de ellos parecían heridos, unos...más que otros.
— ¡Iida! —El peliazul desvió su mirada a la voz que lo llamó, ensanchando al instante sus ojos a lo visto bajo él. — ¡Qué bueno que llegaste!
Era Uraraka, quien lo veía radiante, sintiéndose feliz de ver que sus demás profesores habían llegado a su rescate, notando efímeramente como el brillo de sus ojos querían deslizarse por sus bordes, solo para ser ignorado una vez que vio el cuerpo que tenía al lado de ella.
— ¿Qué...qué le sucedió? —Preguntando, identificando con atención todo ese gran rojo que manchaba las vendas que lo envolvían, reemplazando su blanco en un oscuro carmesí.
—...Oh —girando al mismo sitio que veía Iida. —Él...fue atacado por uno de esos villanos. Le abrieron la espalda y...bueno...tuvimos que hacerle un vendaje improvisado —su mirada decayó, desviando sus ojos fuera de aquel peli morado. —pensábamos que por la pérdida de sangre él no...uhm-pe-pero, ahora están aquí, ¡así que aún puede salvarse! —Intentando reunir coraje en su mirada, queriendo que su actitud no arruinara el ánimo de su amigo Iida. No obstante, él ya estaba apesadumbrado.
—...«... ¿Qué?» —Tan... ¿Tan lento fue?
Aun cuando le menciono que no se preocupara, que no se sintiera culpable por que algo como esto sucediera, él no podía hacerlo, no cuando veía de cerca las consecuencias que trajo al no haber llegado a tiempo. Poco sabía que aquel sentimiento se vería intensificado una vez que ellos salieran.
— ¡Ah! ¡Shiwara-kun!
— ¿Huh?
Alzando su mirada con curiosidad al escuchar el nombre de quien no había visto cuando llegó, busco con la mirada el lugar donde vio a Uraraka pasar corriendo, siéndole rápida de encontrar una vez que escucho un grito ahogado por parte de ella. Al principio no entendía el porqué, solo para segundos después tal pregunta se le sea respondida.
—...No puede ser —localizándolo a lo lejos, vió la figura sin cola de su compañero reptil reposando en una camilla totalmente fuera de conciencia; lleno de múltiples heridas que eran cubiertas por las vendas que recientemente le pusieron. — ¿C-c-cómo-...?
—Es increíble ver que estos chicos sigan vivos...
— ¿¡Uh!? —Volteando en dirección en que escuchaba las voces.
—Siendo que contamos casi cerca de 100 criminales dentro, no me sorprende que siquiera un par ellos hubiesen resultado severamente lastimados —comentó uno de los oficiales detrás suya.
—Es entendible, prácticamente este incidente se puede clasificar como uno de alto profesional, siendo necesario un grupo de héroes, o de un All Might para poder parar las cosas...Uff —el segundo oficial de policía se acomodó su gorra, intentado quitarse las gotas de sudor que se le escurrieron por su frente. —Si alguien hubiese notificado rápidamente de esto a All Might, probablemente varios de estos chicos no habrían quedado tan mal parados en la situación en la que están.
—Tal vez...—concordó el primer policía. —Habría sido bueno tener a alguien veloz en ese momento, eso hubiese cambiado bastante las cosas.
Tales palabras lo destruyeron.
— ¿Q...qué? — ¿¡Acaso de verdad él fue muy...!?»
«¿Lento?»
~.
¡BAM!
— ¡Mierda! —Masculló con furia reprimida, apretando su puño en un punto que sus uñas pudieron dañar su piel. — ¡Maldición~! —No podía sentirse...más decepcionado consigo mismo.
Se dejó caer nuevamente en su silla, cubriéndose la cara con vergüenza. No podía creer cómo antes se jactaba de ser el hermano de unos de los héroes más rápidos de Japón, creyendo en su ingenuidad que al presentarse un caso que necesitara de su velocidad, podría resolverlo sin problemas.
Este día le demostró que no es así, él manchó el honor del nombre de ingenium; él no pudo salvar a sus compañeros, él...decepcionó a su hermano.
—... «Yo...»
«Traicione...su confianza»
→/-/
¡Shrink!
—Ahh...ahh...
Otra vez.
¡Shrink!
— ¡Tch!
Otra vez.
¡Shrink!
— ¡Mierda!
¡Otra vez!
¡Shrink!
—Ahh...ahh...«Aun sigue siendo muy lento» ahh...—los recuerdos de aquel desgraciado pasaron velozmente por su mente. — ¡Tch! —Sus puños se cerraron. —Esa maldita asquerosidad...
¡Shrik!
Trick~
El hielo subió por su brazo derecho, listo para lanzar otra andada de hielo al objetivo que lo precedía.
Trick ¡Trick!
« ¿Cómo pudo haber sido vencido así de fácil?», ¿cómo no pudo verlo? Reaccionar ante ello. Pasó justo enfrente suyo y él...fue lento; lento en reaccionar, tardó demasiado en dar el primer golpe. ¿Cómo?...
¡Trick!
¿Cómo pudo dejarse llevar por ese miedo tan absurdo? Sentirse débil frente a otro. Él tuvo miedo y eso le disgustaba, solo fue un puño el que recibió para dejarlo tirado en el suelo, acunándose sobre sí mismo para atenuar el dolor. Un ser más grande que lo dejo hecho mierda en el piso, mirándole con ojos muertos, llenos de indiferencia.
~
¡BAM!
— ¡Puaj-aj-uah-aha! —Un niño vomitaba todo el contenido de su estómago al recibir un impacto estridente en su frágil abdomen, revolcándose y evidentemente llorando por el dolor. —Uuhh~-¡Uhuhu...!
—Basta de eso, ¡vuélvete a levantar! —Demandó una segunda voz, áspera, sin tono condescendiente hacia el niño que acaba de golpear.
— ¡Detente Enji! ¡Esto es demasiado! —Grito desesperada una mujer, con la voz entrecortada y espantada por ver el acto de su marido.
— ¡Cállate! ¡No te metas en esto! —Exclamó con furia. — ¡Es tu culpa por haberlo mimado! ¡No es más que un ser débil que no se puede parar por su cuenta! ¡¿Qué acaso no ves lo que este niño es para mí?! ¡Este niño, es el indicado para robarle el puesto a ese tonto de sonrisa desgraciada! —Sus dientes chirriaban, y la cólera en su voz no desaparecía. — ¡Este es el único que salió a mis expectativas, los anteriores fueron solo un fallo!
— ¡¿Cómo puedes decirles eso a tus hijos?! —Encaró quebrada al hombre frente a ella. — ¡¿No los amas?! ¡¡¿Acaso siquiera los ves cómo tus hijos?!!
—...No sería así si no hubieses sido tan enclenque —esa mirada...afilada, dura, sin ningún atisbo de cariño hacia ella.
Siempre la veía...siempre lo hacía, del mismo modo...todos los días.
« ¿Qué es ella para él?», nada...más que una...nada, solo eso, no quería pensar...más allá de eso.
—... ¿Ni siquiera a Touya~?
—...
¡Tap! ¡Tap! ¡Tap!
—¡¿Eh?! ¡¡Espera!!
¡BAM!
—¡¡Hyargh!! —Su cuello...su cuello le apretaba. — ¡Ah-ahgha! ¡De..de~!
—...No digas su nombre —a pesar de su poder de fuego, sus palabras, eran heladas. —No te permito decir...ese nombre —sus ojos ya no eran indiferentes hacia ella, la miraban, de manera penetrante hacia sus pupilas, pero no con el amor que una vez muy tontamente creyó ver en él alguna vez. No...él...la miraba con sangre, sus ojos tan blancos que sus iris casi se desvanecieron. ¿De verdad...él la despreciaba tanto~? —No cuando fue culpa tuya de que algo así haya sucedido.
— ¡Hah-ahg~! — ¿por qué? —Yo...yo no~
—Si no lo hubieras perdido de vista, si solo hubieses creado a ese niño con la mitad de tus poderes, nada de esto habría sucedido —la mirada enloquecida de su rostro era inamovible. —me arrebataste a lo pudo haber sido mi mejor creación... —sus palabras estridentes incluso pudieron temblar. —el único aquí quién mató a nuestro hijo...
Fuiste tú.
—... —no quería hacerlo. —...Hah~ — no debía. — ¡Hah-hah! Uhuhu~ — ¿cómo podía ponerse a llorar frente a él?— ¡Hah! ¡Uhuhuh~! —Ante este hombre...quien la estaba destruyendo.
¡Trum!
—...
— ¡Uhuhuhu~...!
A pesar de dejarla libre, tirada en el piso, no podía quitarse ese sofoco que sintió; asfixiada, con miedo... arrinconada.
— ¡Hah! ¡Aaah-hah-uhuhu~!—Tapándose la cara...con vergüenza.
— ¡Ugh~!¡Grrgh~! «¡Mamá!», lo estaba haciendo otra vez. — ¡Uhuhu-ghg~! —Estaba molestando a mamá. — ¡Mami~!
—¡¡Aah-argh-hah-ahahuhu~...!!
Le dolía demasiado el golpe como para levantarse, su cuerpo no le permitía.
— ¡Cof, cof! —Párate...
— ¡¡Uhuhu-hah-aha-uhu~...!!
—Uhg~ —párate.
— ¡¡Uhuhu~!!
¡Párate!
¡BAM!
¡Trum!
— ¡Uogh-cof, cof, cof! —Un golpe lo hizo nuevamente caer, sacándole el aire.
— ¡Nunca bajes la guardia! —Su padre estaba otra vez frente a él. — ¡¿Qué acaso te esperas que seré condescendiente contigo?! ¡Levántate y lucha!
—...N...No...puedo —apenas y podía formular palabras.
— ¡Levántate!
— Basta...déjalo~ —su madre volvió a intervenir.
—...
—...Uhu~...uhuhu~ —el pequeño niño volvió a soltar en llanto.
—...
—Por favor~...déjalo~ —imploro la bella dama, con un claro desgaste emocional en su rostro.
—... —el hombre adulto solo se quedó mirando al niño bajo sus pies. —...me niego a ver cómo te conviertes en un fallido más.
¡Tap!
¡Tap!
¡Tap!
¡Swish!
— ¡Agha! —Un quejido de la mujer proveniente a causa del agarre salvaje en el cuello de su camisa.
—Será mejor que lo dejes de distraer con tus tontos mimos —sentenció el padre, a la vez que cargaba con el cuerpo de su prometida a un lado suyo.
«¡No!» ¡Ah-ah! ¡Cof! ¡Cof!
¡Trum!
Su mamá...estaba en peligro.
— ¡Mamá! —No podía pararse, su cuerpo estaba demasiado débil como para pararse. —...Uhu~...Uhuhuhu~ — ¿Cómo se podía poner a llorar justo ahora cuando su madre era maltratada?
Tenía miedo...
De su padre...de cómo él puede llegar a matar a mamá; de cómo él puede lastimarlos a todos, sin que él pueda hacer nada...él...tenía miedo...
Porque era débil...
Sigue...
Siendo...
Muy...
Débil.
~.
— ¡Shoto!
—¡¡Grrraah!!
— ¡Eeehp! —Un chillido agudo de miedo sobresalió por sus espaldas, dándose cuenta el Todoroki menor que se trataba de uno de sus hermanos. —Ya-Ya es tarde —abrigada con lo que parecía ser un pequeño suéter de lana en sus hombros. —No deberías de seguir entrenando a estás horas...sería mejor que descansaras.
Con la tranquilidad que la caracterizaba, ella formulaba sus palabras hacia él, expresándole esa genuina preocupación que sentía por su hermano menor, quien aún seguía viéndolo a lo lejos.
—... —aquella mirada de rabia cambió a su respectivo tono frío, sin darle tanta importancia a la persona que había detrás de él. —...
Trick
¡Trick!
Ignorando sus palabras, Shoto se volvió hacia su objetivo, dispuesto a seguir entrenando sin importarle que fuese demasiado tarde, sin importarle la fatiga que ahora mismo su cuerpo trataba de informarle. Lo único que necesitaba en este momento...era seguir haciéndose más fuerte.
Por favor, no seas igual a él...
¡Trick!
—...
—... ¿Huh?
De un momento a otro, el ambiente se tornó en un silencio lineal.
—... ¡Ah! «No-no puede ser», dándose cuenta que la había escuchado. — ¡Ah-ah! Yo~ ¡No...!
—Ve a descansar...
— ¿Eh? —Confundida por su voz extremadamente calmada, libre de aquel tono seco que desarrollo desde hace bastante tiempo.
—Yo limpiaré este hielo.
—...
No parecía...sonar enojado.
—...Y-ya...ya veo —bajo su mirada con cierto arrepentimiento, dándose ella ya la media vuelta para retirarse de aquel lugar. —...yo —pero no sin antes decir unas palabras más. —...Lo siento.
Se animó a girar la cabeza para ver la reacción de su hermano ante sus disculpas.
—...
Pero lo único que logró ver en aquel instante...fue el mismo cuerpo inmóvil de antes.
—... —su cara decayó.
«Lamento haberte dicho eso, Shoto»
→/-/
Ochenta y cinco...
Ochenta y seis...
¡Ochenta y siete~!
— ¡Ngh! —Con esfuerzo, pudo levantarse nuevamente del suelo. —ochenta y ocho... ¡Ochenta y nueve~!...
~
¡BAAM!
¡Cruash~!
— ¡Uogh! ¡Coagh! ¡Cof!
De un momento a otro, apareció empotrado en una de las paredes del centro de simulaciones, con el cuerpo lleno de hormigón y polvo manchándolo por completo.
— ¡Ngh! ¡Ugh! —Trato de pararse, pero sus músculos se encontraban paralizados. — ¡Mi...MIerdaa!! —Apretando su mandíbula con ferocidad y enojo, trató nuevamente de llamar a sus músculos inmovilizados. — ¡Muevete~! ¡¡Cuerpo de mierda!! ¡¿Huh-gh?!
Sin avisar, un mar rojo nubló su visión, emborronando su vista y comenzando a marearse.
— ¡Ghk! Si piensas que me quedaré~... ¡Dormido~! ¡Tú-uhk-kgh~!
Track...
Al final, no pudo sobreponerse a las contusiones que sufrió.
~.
—¡¡Tch!!
Con energía y rabia renovada, volvió a sus interminables flexiones, bajando y subiendo hasta que las fibras de sus músculos no puedan más.
«¡Qué patético!»
Mascullaba, con sus dientes rechinando no solo por el esfuerzo, sino también de la cólera que le generaba tales recuerdos. Fue apartado cómo un simple pedazo de basura, de un solo golpe aquella bestia lo dejó noqueado...qué patético.
— ¡Ciento uno, ciento dos, cientos tres...!
Le enfurecía... ¡Le enfurecía bastante!
— ¡Ciento cuatro, ciento cinco...!
~
— ¡Hah-¿Ah?!
Cobrando conciencia nuevamente, el joven explosivo miro con intriga sus alrededores.
— ¿Qué mierda? ¡Uogh! —Con dolor resentido, se encogió sobre su lugar, encorvando su espalda al frente, pero sin irse de cara al poner su brazo como soporte para no caerse. —Mier...da~
— ¡Eh chico! ¿Estás bien? —Unas voces fastidiosas le vinieron a zumbar los oídos. — ¿Necesitas ayuda?
— ¡Tch! ¡Háganse un...! —con un temblor pasando por su brazo, logró sacar un chispazo que iluminó su palma, que pronto se volvió en un destello radiante. — ¡Lado!!
¡Boom!
— ¡Woah-ah! —Los agentes de la policía que habían venido para socorrerlo tropezaron sobre sus pies al ver la explosión, cayendo sobre sus traseros al no esperarse tal acción por parte del pelo cenizo. — ¡¿Qué rayos-...?!
— ¡Apártense de mi camino! ¡Ghk! —Con evidente dolor, se pudo parar sobre sí mismo otra vez. —Ahh...ahh... —tambaleante, fue paso por paso en una sola dirección. —Ese malnacido... ¡Ese maldito pollo!! Ahh-ahh ¡Grrrh! ¡¡Lo despedazare como la maldita basura que es!!! ¡¡Grrah!!!
¡Trum!
— ¿Eh?
El chico de enfrente...acababa de caer desmayado.
—Su ¡Su cabeza está sangrando mucho! —Exclamó un oficial al ver cómo la sangre manchaba por completo el cuero cabelludo del chico. — ¡Traigan apoyo médico!
—Khg~...qui~...tame~....las~...las manos~...
— ¡Estás delirando niño, mantente callado! —Aconsejo con cierta rudeza al ver cómo el chico parecía terco a no dejarse atender.
—I~...I~ ¡Khg~! ¡Hgh! Ah...ah...Uff~
Sin poder evitar los toques de la inconsciencia, terminó cediendo en los brazos del policía que lo detuvo, quien rápidamente lo recostó para que un grupo de auxilio venga y se lo lleve en una camilla.
—...« ¿¡Uh!?», entre abriendo sus ojos, pudo divisar con dificultad manchas de luces fugaces que se movían alrededor suyo, cosa que simplemente dejó pasar. « ¿Es...to?»
« ¿Es lo que All Might siempre enfrenta?»
~.
—Grrr¡¡Rrrah!! —Recordar eso solo le hacía hervir más la sangre. — ¡Ciento seis, ciento siete...!
Necesitó que su profesor venga y le salvase el pellejo, como si no fuera más que un maldito civil temblando en una esquina con sus pantalones manchados de mierda. Atontado por un simple golpe en su costado...vaya mierda.
— ¡Tch!
Todos ellos que lo veían con una estúpida cara de preocupación, como si fuera a desmoronarse al solo caminar, ¡putas tonterías!
¡Esos malditos extras no hicieron más que temblar en su lugar! ¿¡De que mierda se preocupaban cuando enfrente de ellos estaba todavía esa deformidad de ave!? Sus compañeros eran imbéciles, quedándose quietos, absortos ante la imagen intimidante de aquella cosa repugnante sosteniendo a uno de ellos, tratándolo cómo mero juguete, haciendo eco de sus huesos rompiéndose a cerca de su posición.
—... ¡Ghk~!
Fue un asco ver esa cola retorciéndose sobre su mano.
—...
...Ese tipo no fue más que un tonto, ¿qué creía él que lograría? ¿Qué podría derrotar a esos tipos cuando estaba que se desmoronaba?...Qué patético.
«" ¿Y qué hiciste tú?"» ¿¡Huh!? —Girándose sobre sí mismo para encontrar aquella voz. — ¿Qué mierda? —Mirando que no había nadie más que él. —«" ¿Fuiste igual de patético no es cierto?"» ¡Rrargh! ¡Cállate! —Golpeando su palma contra el costado de su cabeza, tratando de suprimir esos comentarios tan estúpidos que él mismo se estaba haciendo. — ¡No es así! ¡Yo...!... ¡Cht!
¿A quién trataba de loco? Eso...era verdad.
— ¡No!
¡Crack!
Golpeó el piso con sus nudillos, pero solo los hizo tronar.
— ¡No soy...un inútil!! —El desprecio burbujeaba entre sus dientes; el tipo de personas que le desagradan con solo existir; unos don nadie, que nadie recordara después de muertos. — ¡Mejor pegarme un tiro a ser un maldito vástago inútil!
Más fuerte... ¡¡Debía de entrenar más fuerte!!
...Te alcanzaré, All Might —el sueño podía esperar para después. —Les mostrare... ¡Les enseñaré a todos, que puedo ser más grande que tú, que todos!! —Se acostó en el piso y comenzó con una serie de crunchies. —Lo haré « ¡Lo haré! ¡¡Lo haré!! ¡Veme All Might! ¡¡Mira a la persona...!! »
«¡¡Qué te robara el primer puesto!!»
→/-/
La etapa del sueño era todo lo que restaba de la noche. Sin tener que pensar en más cosas, preocuparse por los acontecimientos que ocurrieron tal día; eso no, este era el tiempo para relajarse, para desestresarse; olvidar. Pero...no podía.
La oscuridad de la inconsciencia lo tenía desconcertado, en vez de ser un viaje onírico suave, se trataba de un solo color sólido, duro, cómo si una piedra gigante fuese puesta encima de su frente. Era sofocante...y eso le desagradaba.
—Mph... ¡Mph!
No podía abrir su boca, el espacio no se lo permitía.
— ¡Mph!...¡¡Mph!!
No podía respirar...
—... «No...», este lugar. «No», este lugar «¡No!», ¡Este lugar! « ¡No! ¡¡No!! ¡Sáquenme! ¡¡¡Sáquenme!!! »
Risas repugnantes se oían.
«¡¡No otra vez, no otra vez, no otra vez, no otra vez, no otra vez~!!»
Quería correr, pero no podía.
«¡Huh~!...no puedo moverme~ ¡Hah-ah~! ¡No puedo moverme~!»
Pasos que se oían por detrás suya cantaban en un grave tono.
« ¡Hah~! ¡Muévete~! ¡Hah! ¡Muévete, muévete!!!»
La lucha era inútil, ¡no podía!
«No puedo ¡Hah-hah~! ¡No puedo~! ¡No puedo~!»
JAJAJAJAJAJAJA
No podía hacer nada.
«¡Hah-ahh! ¡Ahh-hah! ¡hah-ahh!¡Hah!...», no podía respirar, ¡no podía respirar! «¡Sáquenme de aquí ¡» ¡¡Sáquenme de aquí-rraah!!!!!
¡Trum!
— ¡Hah! Hahahaha —arrastrándose desesperado en el suelo, se dirigió hacia una de las esquinas de su habitación, resguardándose en ella. —Hah-ah-hah-ah-ah —el aliento se le escapaba. —Hah-ah-hah-hah-hah-ahh...
Su mano se contrajo en su pecho, tratando que su corazón se calmara. Le dolía, cada latido que salía de él le dolía.
—Ahh-ahh-no puedo~-hah...no puedo~.
Agachando su cabeza sobre sus rodillas, se sentó en aquel solo lugar, siendo su único acompañante el silencio de la noche.
—No...puedo.
El ambiente se sentía frío; más frío que de costumbre; intentaba cubrirse, pero era incapaz, había algo...que le faltaba.
—... —Se sentía...indefenso.
Extendiendo su pie lo mejor que podía, clavó con sus uñas a uno de los pliegues de las sábanas que cayeron en su despertar errático, arrastrándola hasta él y cubriéndose con ella. En éste momento, no se sentía a gusto en descansar sobre su propia cama.
—...Huff...
Aún seguía...desconcertado.
« ¿Qué fue...?»
« ¿Lo que pasó?»
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