Único Capítulo
↬↬↬↬↬ Noona ↫↫↫↫↫
Brenda.
Me preparaba para mi rutina matutina, que constaba, en sentarme a la mesa, bebiendo mi café, con unas tostadas, mirando el pasillo de mi departamento, con las piernas cruzadas, y esperar a que él apareciera todo agitado y sudoroso, era una imagen que tenía grabada todo el puto día de mi vida y que se renovaba cada mañana.
Escuché los botones de la cerradura y apreté más mis piernas, mierda ya me siento tan lubricada que podría terminar en este preciso momento, un orgasmo visual del que a veces me arrepiento.
La puerta se abre y entra aquel veinteañero que me trae loca, lo que mi conciencia me recuerda que no debería ser así, pues, fui yo misma quien lo crío, pero vamos, no es mi hijo y nada familiarizado que se le parezca, no directamente por lo menos.
Sentía latir mi vagina de solo escuchar sus gemidos por el cansancio, apenas cruzó el umbral, lleve mi taza a la boca solo para disimular como mi baba se acumulaba y no podía sostener.
—Buenos días, Brenda - dijo agitado y con su voz quebrada por la garganta seca.
Trague con dificultad el café que vaheaba por lo caliente, que asombrosamente no me quemo por qué mi cuerpo estaba a la misma temperatura, hice sonidos con mi garganta, pues si soltaba palabra seguro saldría acompañado de un gemido.
—Hoy creo llegaré tarde, saldremos con unos compañeros.
—De seguro irán por chicas! - habré sonado muy celosa?, él bebió el agua sin quitarme la vista de encima.
Ver cómo su manzana de Adán subía y bajaba tragando, me volvía más caliente de lo que ya estaba, apreté mis piernas como también mi interior sintiendo satisfactoriamente.
—Quizás sí, quizás no, solo salgo para despejarme de los estudios … —justifico con tranquilidad, dio dos pasos para llegar a mí y beso con rapidez mi mejilla - me iré a la ducha.
—Y harta falta que te hace —se detuvo sonriente, apreté mis labios queriendo no reír, volvió a mí y con su frente paso por mi cuello desparramando aquel líquido que provenía de sus poros.
Si tan solo fuera yo la causante de aquella transpiración, «deja de soñar» gritó mi consciente.
El momento exacto para tener mi orgasmo, estoy pecando en este momento y no me importa.
Paso su rostro por aquel lugar que me excitaba cada vez más, su nariz olía mi piel y soltó un quejido por el esfuerzo y que yo lo tome para concluir de vibrar a él.
Mi cuerpo tieso sintiendo el placer que solo me daba con un toque, que seguro él lo tomo como un juego, mi conciencia ya me gritaba regañándome por la mentalidad de alcantarilla y es que, no lo podía evitar, abrí mis ojos cuando ya concluía viendo su tierna sonrisa burlándose de mí.
—Ve a la ducha, rápido, antes que te golpee, Jungkook —negó con su cabeza, di un fallido impulso hacia él haciéndolo correr y volví a mi asiento, pues mis piernas aún tiritaban por lo reciente de mi perversidad.
Escuche como la puerta se cerró y solté el gemido ahogado que guarde todo este tiempo, al escuchar el grifo abrir, cerré mis ojos y jugué con mi taza, en mi mente lo visualice desde sus piernas hacia arriba, subiendo de a poco los pensamientos impuros, mordía mi labio y contenía más quejidos por tan perfecta imagen, pensando en como el agua recorría esa magnitud de cuerpo, delicioso y bien trabajado, una vez más mi conciencia gritó y la hice callar para no interrumpirme.
—Ya me voy al trabajo —abrí los ojos disimulando.
—Bien, suerte este día —dije cortante. Y me levanté retirando mis cosas de la mesa.
—Llegaré tarde.
—¿Otro encuentro con una de tus putas? —sentía su mirada molesta sobre mí.
—No crees que es tarde para reclamos.
—No es un reclamo, no te equivoques conmigo, Hyun, lo nuestro ya no existe.
—Lo sé, lo dejaste claro hace meses —se acercó abrazando de mi espalda— a veces te extraño
Encajo su rostro en mi cuello…
Jungkook...
Maldición, no puedo creer que esto me suceda de nuevo, no podía quitarla de mi mente, a pesar de ducharme con agua fría, la hinchazón de mi miembro no quería bajar.
«Debes recurrir a ello de nuevo» —suplico mi mente sucia.
—¿Otra vez?
«Es la única solución» - respondió y llevé mi mano, masajeando intensamente, recordando lo cercano que estuve a ella, guardando mis gemidos en lo profundo de mi pecho, imaginando posiciones que la harían disfrutar y cuando mi semen salió por completo solté el aire contenido con lentitud.
«Debes mudarte»
—No quiero tenerla lejos.
«Es la mujer de tu hermano, ya no puedes seguir así» —seguí con mi ducha encontrándome la razón a lo que me decía a mí mismo.
Cuando mis padres murieron, mi hermano mayor se hizo cargo de mí, En mis momentos escolares él estudiaba y fue cuando conoció a Brenda, a mis cortos 10 años impacto mi vida, la encontraba única, y se volvió el primer amor de mi vida.
Lógicamente, ella jamás me ha visto con otros ojos, soy como un hijo para ella lo que en serio me mata y cuando me llama bebé, quiero follarla hasta que entienda que ya no soy un pequeño, más bien, podría ser un hombre que le haría un pequeño.
Me he paseado por la casa semidesnudo, queriendo llamar su atención, pero nunca lo he logrado, ¿Será que ama con profundidad a mi hermano?, Es la única explicación que obtengo.
Corte el agua y con picardía envolví mi cuerpo en una toalla blanca, el agua escurría por mi piel, y es que solo quería que ella me viera de una forma diferente, abrí la puerta arrepintiendo de mi actuar en el mismo instante.
Mi hermano sostenía su cintura, olía su cuello, podía ver los leves movimientos de caderas en su trasero y solo quería sacarlo de ahí, los celos se apoderaron de mí y sin pensarlo dos veces cerré la puerta con fuerza, provocando que ella se apartará de él, me dio una mirada y luego a Hyun.
—Lo siento —sonreí— no quise interrumpir
«Mentiroso».
—Está bien, bebé —ella se alejó camino a la nevera y tomo un lonche— debes irte o llegarás tarde —le dijo acariciando su rostro, quite mi vista molesta de ambos y fui a mi cuarto, con total enojo seque mi cuerpo y me vestí rápido.
Brenda
La salida de Jungkook no pudo ser más oportuna, aunque no me agrada que nos vea tan cercanos.
Hace poco más de un año, Hyun me pidió que tuviéramos bebés, lo que no me negué para nada, sentía mucho amor hacia él, teníamos bellos planes juntos, planes que me encantaban y hacía que me elevará por las nubes.
Lo intentamos, pero nunca sucedió nada, entonces nos hicimos exámenes, y ellos arrojaron que jamás podría ser madre, eso interiormente me mato, y en vez de tener su apoyo, me hizo hundirme más, culpándome de todo, baje mucho de peso ante su comportamiento, y me enteré de su infidelidad.
Cuando estuve a punto de acabar con mi vida, llegó Jungkook a casa de la universidad, él me encontró y sus ojos se llenaron de lágrimas, se acercó a mí y quitó la cuchilla que apretaba en mi muñeca, me abrazo con tanta fuerza que respire profundo y decidí seguir con mi vida por él, tomo de mi rostro viendo directamente a mis ojos, la bilirrubina subió por todo mi cuerpo y fue ahí, cuando comencé a verlo con otros ojos.
Decidí terminar con Hyun, en ese entonces, solo éramos novios, pero le dije que se quedarán en casa por qué Jungkook necesitaba una familia formada, y más en ese momento que recién entraba a la universidad.
Sabía cómo era Hyun, que apenas y lo escuchaba, cuando el pequeño le pedía ayuda con una tarea siempre lo postergaba y yo fui quien lo apoyo en todo. Siempre me preocupé que nunca le faltará nada, ropa, comida, materiales para sus tareas, todo se lo di, y en él encontré el hijo que nunca podría tener, un hijo al que me quería ligar a toda costa, pero sabiendo que eso jamás sucederá.
—Ya me voy —dijo despertándome del trance en el que me encontraba.
—Bien, vamos… hoy debo dar una conferencia —me levante y ambos salimos.
—¿Noona? —como odio que me diga así, pero esta vez no le dije nada, pues su tono era algo extraño.
—¿Qué sucede, bebé? - dije intentando sonar normal, pendiente del camino, pues yo manejaba.
—Me iré de casa —lo mire asustada, mi pecho se apretó con fuerza - ¡Cuidado! —grito y mire al frente, frene de golpe, gracias al cielo no ocurrió nada más que uno que otro claxon sonando hacia mi imprudencia.
—¿De qué mierda me estás hablando? —el bajo su vista.
—Es que, creo que es hora de independizarme —sonrió volviendo a verme— así tú y Hyun pueden tener su privacidad —miro con molestia…
¿Molestia?, Deben ser ideas mías, el claxon detrás me volvió a la realidad y seguí con el camino, esta vez oyendo y hablando pendiente de mi frente.
—¿Y con qué lo mantendrás? — busqué la mejor excusa— no trabajas, quieres irte y no tienes dinero, Jungkook.
—Tengo el dinero que dejaron mis padres —mierda, no me resulto— no he tocado un won, ya que, gracias a ti, estudio con una beca.
Así era, las notas de mi bebé subieron gracias a mi esfuerzo, pues yo también era maestra, al igual que mi padre, pero el de la universidad de mi Kookie, fue así que le conseguí la beca como familiar.
—Creo que la verdad de todo este meollo es que quieres llevar chicas sin que nadie te pida explicaciones —hasta asco me dio al decir eso, sonreí intentando ser normal.
—Me descubriste —trague pesado y deje de reír— estoy en edad de encontrar una novia y… contigo y Hyun en casa, no puedo tener mi privacidad, ¿Entiendes?
—Perfectamente — musité, un nudo enorme se formaba en mi garganta.
Llegamos a la universidad, ambos bajamos a la vez, me acerqué a él antes que se fuera a sus clases.
—Jungkook, —vi directo a sus ojos, él miraba con atención - yo…
—¿Qué? —pregunto sonriendo, y eso hizo que mi corazón estallara, me impulse hacia él y lo abrace, hace mucho no lo hago, pero había una necesidad en mí desde hace unos minutos por la noticia repentina a irse de casa.
Él levantó sus manos y las llevo a mi espalda, acariciando levemente con las yemas de sus dedos, bajo su cabeza y olió mi cabello, pude notar un suspiro que seguro fue mi imaginación.
¿Era nuestra despedida?.
Cuando al fin pude alejarme limpie mi rostro, esa sensación me estaba matando, y reí para bajarle el perfil.
—Lo siento es que… mi bebé ya está grande —el río bajando su cabeza, avergonzado.
—Has sido como una madre para mí —Quiero vomitar— los visitaré de vez en cuando —asentí.
—Ve a clases, no quiero que llegues tarde. —se alejó de mí, y dejé fluir mi llanto, encerrándome en el auto, las náuseas estaban por todo mi cuerpo, ya no lo vería más, ya no tendría su apoyo, y para colmo, tendría que convivir sola con Hyun.
Corrí a un baño, y dejé salir todo mi desayuno, vaciando mi estómago, la culpa me aniquilaba, ya no lo vería y él era mi foco en todo sentido.
[...]
Jungkook.
H
ace días me vine a vivir solo, por las mañanas salía a correr y sin querer iba en dirección a la casa de Brenda, maldecía por lo bajo, ya no vivo aquí y seguía queriendo verla.
Mis amigos me vienen a visitar y traen chicas consigo, pero ninguna de ellas se le compara en ningún ámbito, ni ganas me daban de estar con ellas, a pesar de los besos y las caricias, mi cuerpo no reaccionaba con ellas aunque quisiera.
Estaba comiendo cuando escucho la puerta tocar, así que me dispuse abrir, mi hermano estaba allí, con una maleta a su lado, me quedé viéndolo y él entró.
—¿Qué haces aquí?
—Brenda me echo de casa — se dejó caer al sofá — hace mucho no estábamos bien, y esta mañana al llegar…
—¿Llegaste esta mañana?
—Estaba con una amiga. —sonrió
—¿La engañaste? — pregunté alterado, perdiendo los estribos.
—Hace mucho que no estábamos bien, habíamos terminado y ella me pidió que siguiéramos en casa por ti. Pero como ya no vives con nosotros, dijo que no había que seguir disimulando.
—Aguanta… explícame bien… —me senté a su lado, poniendo todos mis sentidos en su explicación
—No lo sé mocoso, solo dijo que, estaba enamorada de otra persona, que, como ya no estás a ella, no le impediría que estuviera con él y bla, bla, bla… deje de oírla recordando la magnífica noche que pase, solo tome mi maleta y vine aquí… ¿Me puedo quedar verdad?
—No!… No puedo creer que seas tan poco hombre, si la amas debiste quedarte y…
—Yo no la amo, Jungkook, ella puede hacer con su vida lo que quiera… ¿Te vienen a visitar compañeras?
—¿Por qué?
—Está de moda que los jovencitos como tú se fijen en los mayores. Las chicas enloquecen por hombres de mi edad, y Uds. por mujeres como Brenda. —hizo un gesto de asco.
—¿Y no te molestaría verla con alguien más joven?
—Vamos, ¿quién la querría en serio?, Digo, solo la usarían para una follada y ya —mi cuerpo hervía de rabia— Aunque, si te soy sincero, no es la gran cosa —no pude contenerme y golpeé directo su rostro— ¿Qué rayos te pasa, imbécil?.—reclamo tocando su nariz que sangró
—¿Una follada y ya?… Si te vas a referir a Brenda, sé un poco más cuidadoso con tus palabras.
—Oye, entiendo que la veas como una hermana, incluso una madre, pero ella no lo es.
—Claro que no, de eso estoy completamente seguro, gracias por recordármelo —cruzamos miradas desafiantes, él sonrió de lado y bajo su cabeza.
—Está de moda enamorarse de gente mayor a tu edad.
—Para mí no es una moda —subió su vista y golpeó mi rostro, mi labio para ser más preciso.
—¿Hace cuanto?… ¿Desde cuándo te enamoraste de mi mujer? —grito exaltado
—Ella ya no es tuya, es libre, y como dijiste, no debería interesarte lo que haga, quédate con tu amiga de anoche y vete de mi casa. —tomo su maleta y molesto salió de mi departamento, ese que ella misma me hizo escoger.
No puedo permitir que se enamore de alguien más, debo… Debo…
Brenda.
Qué aburrida me siento, por lo menos, ahora ya puedo pasearme más cómoda por mi casa, sin que Hyun esté intentando tener sexo conmigo, eso en serio era nauseabundo.
Y creía que me entregaría a él, después de estar con una de sus perras, estaba completamente equivocado.
Yo necesitaba a alguien que me diera atención, que estuviera dispuesto a ser empalagoso tanto como rudo en la cama, quería a alguien que solo se fijará en mí y que toda su atención fuera en mi persona.
Así me imaginaba que era Jungkook, y a veces veía su sombra, se acercaba a mí, y besaba mi mejilla, alucinaba con el cada día, me sentaba a la mesa por las mañanas esperando que entrara para comenzar con mi “rutina matutina” y al pasar el tiempo solo volvía a la realidad con pena de no poder verle.
Estaba a punto de entrar a mi ducha, cuando escuché la puerta, lo que me pareció en serio extraño, corte el grifo, y me envolví en una bata, encendí la cámara y mi corazón se exaltó, abrí de inmediato sin esperar nada.
—Bebé —él entró— ¿Qué te sucedió? —toque su labio herido, e hizo una mueca de dolor— ¿Quién fue el imbécil que se atrevió a tocarte?
—Necesito decirte algo — miré sus ojos, sentía que algo estaba mal, asentí lento.
—Siéntate, iré por algo para curarte.
No alcance a dar dos pasos cuando el tomo mi mano y me atrajo a él, mi cuerpo choco con el suyo y sus manos me tomaron de mi espalda baja, lo vi con total atención, un poco miedosa de que eso, fuera una de mis tantas alucinaciones, pero, ¿Por qué se siente tan real?
—Esto es más importante que un simple golpe —trague pesado después de escuchar su voz profunda con aquel acento Busareño que hizo lubricar mi centro, el líquido incluso podría sentirlo recorrer mis piernas.
—Te… te escucho… —ay no, ya expuse mi nerviosismo
—Los actos son mejores que las palabras —acaricio mi rostro
—¿Qué? —sus labios los chocó con los míos, mis ojos se abrieron de par en par, sintiendo su calidez, se apartó viendo mi rostro, empuje de sus brazos haciendo que me soltase— Jungkook… ¿Qué haces?
—Persigo lo que me gusta, es lo que me enseñaste ¿No?
No supe que responder ante su “declaración”, simplemente di un paso y poniéndome de puntitas besé sus labios.
Al mismo tiempo dimos pasos a nuestras lenguas que se encontraron emocionadas por acariciar al otro, mis brazos rodearon su cuello y los de él mi cintura.
Definitivamente, este era una alucinación, o bien, uno de esos sueños húmedos en los que jamás termino por concluir.
Nos alejamos del labio del otro tomando aire, sin separar nuestras frentes, baje mi mano a su pecho y golpee despacio, como una palmadita.
—Aquí es cuando siempre despierto —susurre y abrí mis ojos, notando su bella sonrisa, la que me contagio al instante — ¿Qué?
—Te daré el mejor sueño, Noona —bajo sus manos a mis piernas, levantando mi cuerpo y caminando al cuarto, nuestros labios se volvieron a encontrar.
Delicadamente, me dejó en la cama, y él sobre mí, sus besos me llevaban a la locura, sus manos que recorrían mi cuerpo sin detenerse, subiendo el calor hasta quemar, podía sentir el mismo infierno en mi interior.
En serio, con un toque de él, sentía que mi orgasmo se aproximaba, y más sintiendo sus besos en mi piel. Tiro el listón de la bata y la abrió, viendo mi cuerpo.
—Es mejor de lo que imaginé - ¿escuche bien?, Él, ¿me imaginaba desnuda?, Por el momento quite mis pensamientos, quería enfocarme solo en el exquisito momento de mi sueño.
Bajo hasta mi entrepierna, y beso mi intimidad, como nunca antes lo habían hecho, no solamente era un hombre de muerte, también hacía un delicioso oral que hacía temblar mis piernas.
Sentí como su dedo ingreso en mí, llenándome falsamente, embistiendo y acariciando mi punto dulce.
Definitivamente, esto es un sueño, ¿Cómo es que ha acertado en todo lo que me hace?. Tome sus cabellos atrayendo más a mí y apreté mis piernas, soltando y gimiendo de tanta exquisitez.
—Por dios, ahora sí puedo despertar —sonreí satisfactoriamente, escuche como chasqueo su lengua en su paladar, y quitó su dedo de mí, lo llevo a su boca y lamió, esa escena, hizo que me mojara nuevamente.
—Aún no termino contigo, Noona —subió gateando a mi altura— te dije que te daría el mejor sueño, y es lo que haré.
Su glande se acomodó en mi entrada, y de una estocada me lleno por completo, mi quejido fue silenciado por un beso invadiendo con su lengua mi boca, la que dejó en el interior e imaginando que era su miembro me moví en ella mientras sus pujes me llevaban a la cima del cielo, cada vez más bruto, más fuerte, más profundo.
Así es, este hombre era todo lo que siempre soñé en él, tal cual lo imaginé, un bebé excelente para coger, una oveja vestida de lobo, un lobo con un enorme miembro que me embestía con rudeza.
Si él me pidiera que me dejara amarrar, le diría que si de inmediato, haría lo que su mente sucia, como la mía, tramara con tal de darnos el placer que ambos queríamos y buscábamos.
Y cuando ya creía que no daría más, se levantó arrodillándose frente a mí, poniendo mis piernas juntas sobre uno de sus hombros, Tomando mis caderas y levantando a su altura.
—Apriétate Noona —dijo en Busanés, que me ordeno obedecerle a sus deseos, cruce mis piernas y apreté lo que más pude, y como un loco recién salido de manicomio, azotó su cadera contra la mía, gimiendo desesperado, ronco, tanto que supuse que sus pulmones saldrían por su boca.
Creció dentro de mí, me hacía arder, de esos ardores que quieres aún más, de los que te haces adicta, de los que sientes que necesitarás en un futuro para poder sobrevivir. Se quedó tan adentro, tan profundo que mi abdomen latía junto con él.
A esto le llamo una buena follada, una cogida de la que jamás me arrepentiré.
[...]
Ese sueño ha durado hasta el día de hoy, no sé si abre tenido un accidente y en este momento estoy en coma, pero no quiero despertar.
Jungkook desde ese día volvió a vivir conmigo. Cada mañana lo espero para mi rutina matutina, actúa normal como al principio, pero luego de ver mi indiferencia se desata a esa bestia que tanto me encanta, la que puja dentro de mí hasta hacerme desfallecer en sus brazos.
Nos confesamos, al principio ninguno podía creer las palabras del otro, y aquí estamos, juntos, compartiendo cama y sueños, formando un futuro que no le veo lejanía, saliendo como una pareja normal, queriéndonos como una pareja normal, pero de ello no tenemos nada.
Cogemos como bestias, como anormales, cada momento que se nos permita, he llegado tarde a mis conferencias y él a sus clases por el sexo, y nos encanta.
Como dije, si estoy en coma, por favor, no me despierten jamás.
༻ʄıŋ༺
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro