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✭THIRTEEN✭

Changbin sonrió ladino al encontrarse con el rostro serio de Minho entrando al establecimiento, revolvió el contenido de su vaso mientras esperaba a que tomara asiento frente a él en la mesa. Lo notaba molesto, sus expresiones denotaban frialdad y molestia, tal vez porque no le parecía la idea de que estuviera en su territorio, pero las cosas cambiarían dentro de poco si su plan marchaba a la perfección.

Minho odiaba la expresión arrogante de Changbin, parecía no temerle en lo absoluto, como si no le importara en lo más mínimo que fuera un Lee. No quería hacer escándalo por algo así, solo necesitaba que se fuera de la ciudad de una vez por todas.

ㅡMe alegra que hayas aceptado venir, me pareció muy extraño que no respondieras mis llamadasㅡChangbin habló primero, dejando su vaso en la mesa para prestarle total atención.

ㅡHe estado ocupadoㅡrespondió indiferente, notándose ansioso ante su presencia.

ㅡImagino que siㅡsonrió. Supo por parte de sus hombres que Minho había sido terriblemente herido en el último ataque en el estacionamiento del club, él los había enviado. Pero había algo muy extraño en todo eso, no entendía cómo es que seguía con vida luego de haber recibido una bala, no tenía sentido para él, y algo le decía que tenía que ver con las hadasㅡMe dijeron que hubo un enfrentamiento entre hadas y cazadores hace un par de días en el estacionamiento del club, según sé, tú estuviste ahí y terminaste muy herido, ¿es eso cierto?

Minho se tensó en su asiento, apretando con fuerzas el vaso con licor frente a él. Un horrible presentimiento lo invadió, estaba casi seguro de que él estaba involucrado en todo eso, y si era así, entonces sabía que Jisung era un hada, pero eso no era lo peor, sino que sabía que estaban juntos. No tenía las palabras para explicar lo que pasó ese día, tenía muy claro que no iba a decirle sobre Jisung, mucho menos de sus poderes, aún no lograba asimilar qué tan poderoso podría ser.

ㅡ¿Crees en todo lo que te dicen?ㅡpreguntó enarcando una ceja. Desviarlo un poco del tema sería muy útil para que dejara las preguntas al respecto, y estaba casi seguro de que dejaría de preguntar, porque si no, se expondría él mismoㅡMe estás viendo, estoy perfectamente bien.

Changbin entrecerró los ojos con sospecha y luego sonrió con suficiencia, estaba claro que ninguno de los dos hablaría al respecto.

ㅡEs un alivioㅡsoltó un suspiro, acomodando su sacoㅡEn fin, a lo que veníamos. Hablé con Chan sobre esto, espero que te lo haya dicho.

Chan asintió rápidamente, y Minho hizo lo mismo, todavía sintiéndose ansioso.

ㅡ¿Para qué me necesitas si tienes tantos hombres a tu disposición? Además, sigo pensando que no es buena idea.

ㅡVamos, Lee, ya habías aceptado, no cuestiones ahora.

ㅡ¿Qué pasa, Minho?ㅡsusurró Chan al pelinegro, desconcertado por el cambio de opinión.

Minho negó con la cabeza y se cruzó de brazos, negándose a dar una explicación.

ㅡBien, seré breveㅡterminó el último trago del vaso y lo dejó en la mesa, poniendo sus ojos en los de Minho, sintiendo esa aura de inseguridad en élㅡConozco a alguien con el don de ver las alas de las hadasㅡsoltó directamente, sonriendo al ver la sorpresa de Minho y ChanㅡEstá dispuesto a ayudarnos a cazar unas hadas que han estado dando vueltas por la ciudad.

ㅡTú enviaste a los cazadoresㅡmurmuró, convencido y seguro de que era así. De seguro vieron a Jisung y los siguieron.

ㅡ¿Qué? No, ese ataque no fue de mi parteㅡse negóㅡPero... Si esas eran unas hadas, ¿por qué no las atrapaste?

ㅡLa situación se complicó.

ㅡAjáㅡasintió, Changbin, no muy convencido; de igual manera sabía que estaba mintiendoㅡComo te decía, está dispuesto a ayudarnos con esas hadas. No estoy seguro de si son las mismas de hace unos días, pero cualquier ayuda es necesaria.

ㅡ¿Solo planeas atraparlas?

ㅡHaremos que nos hagan llegar al castillo y luego les quitaremos sus alas, ¿no es esa una gran idea?

Chan sonrió y asintió, era una gran oportunidad para Minho de superarse y hacer que su apellido fuera resonado nuevamente por la ciudad, tal como el señor Lee hubiera querido.

ㅡO, si conoces alguna forma de llegar, nos evitamos esoㅡagregó el más bajoㅡTú dime. De todas formas, en el bosque de las hadas hay muchísimas.

Era una vil trampa, Changbin sabía que él y Jisung se conocían, estaba montando todo ese plan para que él directamente los llevara al castillo. De alguna manera, se había enterado de todo, solo necesitaba saber quién había dicho algo.

Pero la verdad era que Changbin apenas el día anterior supo sobre Minho y su encantadora hada, incluso sabía que era de la realeza, cosa que lo hacía sentir más curioso porque eso significaba que Minho no tenía planes de cazarla, por lo menos todavía no.

ㅡTe diré cómo llegarㅡaceptó el pelinegro, derrotado, pero no iba a demostrarlo. Se acomodó en su asiente y levantó el mentónㅡYa sabes, para evitarnos más atrasosㅡse excusó bajo la curiosa mirada de los demás ante tal decisión.

ㅡPerfectoㅡsonrió satisfechoㅡIremos directo al castillo y atacaremos a los guardias antes de que tengan el tiempo para avisar sobre la emboscada, por mi parte, somos alrededor de treinta hombres.

ㅡNosotros podemos conseguir al menos veinte de los mejoresㅡagregó, Chanㅡ¿Cierto, Minho?

El pelinegro asintió, manteniendo la compostura.

ㅡAtacaremos a la familia real, son dos príncipes y una reina. Nos dividimos las ganancias entre nosotros, y si quieres, podemos cazar algunas hadas del bosque.

El plan podía fallar de alguna manera, pero también estaba la gran posibilidad de que funcione. Las hadas no iban a atacarlos, solo se iban a defender, y eso jugaba a favor de ellos, porque no tendrán mayor riesgo. Además, Changbin tenía a su favor que Minho conocía el territorio, y a menos que quisiera exponerse, los llevaría por un lado en el que no se dieran cuenta de su presencia. Todo estaba planeado para él, seguro de que funcionaría.

Ya no había vuelta atrás, Minho debía llevar a Jisung hacia su hogar antes del día del ataque para que avise a su reino, porque decirle sobre su verdadera identidad y el plan no estaba entre sus mejores opciones.

Jeongin notó que Hyunjin por fin estaba despertando, se acercó a la orilla de la cama y apartó los castaños cabellos que caían en su frente. Sus ojos se encontraron, y Hyunjin se levantó sin dudarlo, llegando hasta el menor para envolverlo en un cálido abrazo, feliz de saber que estaba bien y que habían escapado con éxito del ataque luego de haber sido casi atrapados. Recordaba haber corrido junto a Jeongin, sintiendo el sonido de las armas y las pisadas muy cerca de ellos hasta que, en cuestión de segundos, pudieron desaparecer.

ㅡEstoy bienㅡmurmuró, Jeongin al sentir la preocupación del mayorㅡEstamos bien, no te preocupesㅡescondió su rostro en el hueco entre su cuello y hombro.

Hyunjin sobó el cabello de Jeongin, sintiendo sus ojos cristalizarse. La sensación de estar a salvo lo hacía sentir muy feliz luego de enfrentar a los cazadores.

ㅡ¿Sabes algo de Jisung?ㅡHyunjin lo miró ansioso, su corazón latiendo con fuerza contra su pecho.

ㅡAún noㅡrespondió tristeㅡPero de seguro está bien, por ahora, debes comer algo.

ㅡNo, debo buscar a mi hermano, está con un Leeㅡse levantó y empezó a caminar con desesperación alrededor de la habitación, buscando un cambio de ropa, pero cuando puso la mano en el pomo de la puerta, se tambaleó, sintiendo un repentino dolor de cabeza.

Jeongin corrió hacia él y lo sostuvo, guiándolo hasta la cama para que descansara.

ㅡDormiste un día entero, por eso estás débil, necesitas comer algo.

ㅡPero Jisung...

ㅡÉl está bienㅡlo recostó con cuidado sobre una pila de almohadas antes de tomar el teléfono de la habitación para pedir algo de comer. Cuando hizo la orden, dirigió su mirada de nuevo al mayor, notándolo demasiado preocupado y débilㅡ¿Por qué estás tan cansado? ¿Es por tus poderes?

Hyunjin asintió, viéndolo también.

ㅡJisung y yo tenemos más poderes de lo que un hada normal tiene, no sé realmente cuántos tiene él, pero sé que, el de curación, solo él lo posee, además, no podemos usarlos tan seguido... Cuando usamos nuestros poderes en situaciones demasiado arriesgadas y llenas de adrenalina, nuestros poderes se intensifican debido a la mezcla de emociones. Por eso dormí tanto y me siento cansado.

ㅡEntiendoㅡasintió, tratando de mantenerse en calma, cayendo en cuenta de que eran más poderosos de lo que creíaㅡPor ahora, descansa hasta que te sientas mejor, te cuidaré.

Hyunjin sonrió, tomando a Jeongin entre sus brazos de nuevo, dejándose llenar de suaves caricias y dulces palabras que lo calmaron.

Unas cuantas horas más tarde, Jeongin y Hyunjin se mantenían en silencio en la gran habitación, expectantes a su siguiente movimiento, no podían esperar a que Jisung solo apareciera. Lo único que sabían es que estaba con un cazador del cuál no sabía su identidad. Hyunjin trató de no pensar en lo vulnerable que de seguro estaba Jisung, no quería ni imaginar que había sido cazado, porque si ese era el caso, iba a sentir la culpa de nuevo por perder a alguien por su incapacidad de salvarlos.

Jeongin conocía muy bien a Hyunjin, si algo le pasaba a su hermano, iba a hundirse y sería imposible sacarlo de ahí.

Jisung hizo lo posible por no asomarse por ningún motivo a las ventanas de la casa. A lo mejor estaba siendo un poco paranoico, pero no era para menos, las horas seguían pasando y Minho seguía sin aparecer. Luego de estar mucho tiempo sin hacer nada en especial más que revisar algunas cosas que le parecieron interesantes en la habitación de Minho, decidió que explorar la casa podría ser una actividad realmente interesante que lo mantendría entretenido por un rato.

Bajó las escaleras, sintiendo la lisa madera del pasamanos y el frío piso bajo sus delgados calcetines. Todo se veía un tanto rustico, con algunas medallas y diplomas en las paredes; supuso que serían de Minho, por lo que no se detuvo a analizarlo. Siguió caminando hasta el patio trasero, a través de la puerta corrediza de vidrio, logró ver al fondo una pequeña bodega, no iba a negar que se sintió curioso al respecto, pero alcanzó a ver que estaba cerrada con candado, así que descartó la idea de husmear por ahí.

Regresó a la sala principal, sintiéndose todo el lugar tan vacío y silencioso, pendiente a cualquier ruido extraño del exterior que lo hiciera dudar. La luz del día había desaparecido, dándole paso a la luz de la luna.

Tomó asiento en el sofá y encogió sus piernas hasta su pecho, abrazándolas. Minho ya había tardado, deseaba saber que estaba bien, ¿sería prudente enviarle un mensaje o llamarlo? De seguro seguía en su importante reunión y no lo atendería.

Una foto en uno de los muebles llamó su atención, caminó hacia ella y la tomó entre sus manos, identificando a Minho rápidamente tan pronto lo vio; se veía mucho menor, estaba sonriendo junto a los que parecían ser sus padres. Esbozó una sonrisa ante la ternura que le transmitía aquella foto familiar, pero su sonrisa se borró se repente cuando vio las letras grabadas en el marco.

''Famila Lee''

Trató de mantener la calma, pensando en que debían de haber miles con el mismo apellido, no podía ser justo él uno de los cazadores Lee, se lo había asegurado, él no era un cazador. Además, si lo fuera, de seguro hace mucho le hubiera arrancado sus alas y lo hubiera matado. Dejó la fotografía en su lugar y se sentó de nuevo en el sofá, siéndole imposible no sentirse ansioso y asustado, porque había una pequeña y terrible posibilidad de que Minho fuera uno de ellos.

Por otro lado, Minho se detuvo en la ventanilla del autoservicio de una hamburguesería que quedaba de paso a su casa. Chan enarcó una ceja al escucharlo pedir su orden de hamburguesas y papas fritas, atónito y curioso al respecto.

ㅡTú ni siquiera comes esa porqueríaㅡcomentó, Chan al retomar el camino, alejándose del lugar.

ㅡPero Jisung siㅡrespondió casi automáticamente.

ㅡ¿Quién es Jisung?

Y entonces Minho cayó en cuenta de que no le había mencionado ese importante detalle. Cuando los presentó, no tuvo tiempo para decirle exactamente quién era.

Decirle la verdad era una opción que estaba totalmente descartada, fuera de discusión.

ㅡUn chico que se quedará esta noche conmigo.

ㅡ¿Es un ligue?ㅡpreguntó el mayor, sorprendido.

ㅡMjmㅡasintió. Había estado mintiendo mucho últimamenteㅡNo se quedará por mucho tiempo, no te preocupesㅡsu pecho dolió sorpresivamente, preguntándose por qué ese pensamiento le afectaba tanto.

La situación era muy complicada, Jisung ya no podía quedarse más tiempo, solo tenían esa última noche para ellos, tenía claro que debía dejarlo ir hacia su hogar y avisar sobre el ataque.

Un inevitable sentimiento de tristeza lo invadió, ya no tendría al peligris dando vueltas a su alrededor, riendo o quejándose de su vida como príncipe. Deseó por un momento haber aprovechado mejor el tiempo que compartieron juntos, pero ahora tenían un límite, no podía alargar más el tiempo.

ㅡEso quiere decir que debo utilizar los audífonos a tope para dormir sin escuchar nada raro.

ㅡQue idiotaㅡrió el menor, notando que ya habían entrado a su vecindario.

ㅡYa tenías mucho tiempo sin llevar a alguien a casaㅡpalmeó su hombro con una enorme sonrisa llena de orgulloㅡDame el auto y dormiré en un hotel, no te preocupes por mí.

Minho negó, estacionando el auto frente a la casa.

ㅡ¿Por qué otra razón lo traerías a casa entonces?

ㅡNo te importaㅡquitó su cinturón de seguridad y bajó del auto con las bolsas de comida en la mano.

Chan hizo un mohín, indignado por el poco respeto que le tenía a pesar de ser mayor. Bajó del auto, y caminaron hacia la entrada, ambos confundidos por las luces apagadas en el interior.

Minho abrió la puerta y encendió las luces rápidamente, buscando con la mirada al peligris. Dejó las cosas en la mesa y corrió hasta su habitación. Su pecho se llenó de alivio cuando se encontró con el menor leyendo uno de sus tantos libros muy concentrado, su estante de libros desordenado y con algunos de ellos tirados a su alrededor, como si estuvo buscando con mucho esfuerzo algo que llamara su atención.

Jisung levantó la mirada asustado por el ruido de puerta siendo abierta, sus ojos se iluminaron y sonrió ampliamente tan pronto vio a Minho parado en el umbral. Dejó el libro a un lado y rápidamente llegó hasta él, dándole un cálido abrazo de bienvenida.

Minho soltó un suspiro y dejó que lo presionara contra su cuerpo todo lo que quisiera si eso lo hacía sentir bien.

ㅡEstuviste mucho tiempo afuera, estar solo aquí no es divertidoㅡse quejó con un puchero, pegando la cabeza en su pecho.

ㅡLo siento, la reunión se alargó y pasé comprando algunas cosasㅡsobó su cabello, dejándose llevar por la calidez del momento.

El menor asintió sin despegarse, sintiéndose más seguro de esa forma. Quería aferrarse a esa abrumadora sensación por mucho tiempo, disfrutar de eso por más tiempo a pesar de que ya se estaban quedando sin éste.

ㅡIba a cocinar algo para cenar, pero no conozco nada de lo que hay en tu cocinaㅡhabló tímido el peligris, separándose al fin para verlo.

ㅡNo te preocupes, traje comida humana y grasosa, como te gusta.

Jisung dio un saltito de emoción y se apresuró a levantar los libros tirados, sintiéndose ahora un poco avergonzado por hacer ese pequeño desorden, pero Minho no podía dejar de sonreír al verlo tan concentrado y animado en arreglar todo.

ㅡNo sabía que te gustaban los libros de extraterrestresㅡcomentó el menor, señalando el libro que estuvo leyendo hace unos minutosㅡObsidiana de la Saga Lux, es muy bueno.

ㅡPapá me los regaló hace mucho tiempo, pero nunca los leíㅡrespondió mientras se quitaba la chaqueta, dejándola tirada en la cama segundos después.

ㅡTu papá tiene buen gusto.

ㅡÉl falleció hace unos años debido a una enfermedad y cuestiones de la edadㅡexplicó de manera directa, obteniendo la mirada llena de tristeza y pena por parte del menorㅡNo me mires así, estoy bien, fue hace algunos años.

ㅡMi padre también falleció cuando tenía quinceㅡdijo, poniendo cada libro en su lugar con repentina lentitud. El tema de su padre era algo que no hablaba con nadie, únicamente lo había hablado con Félix cuando pasó todo ese horrible episodio, luego de eso, hablar abiertamente sobre él era algo que nunca había hechoㅡUnos cazadores se lo llevaron y no supimos más de élㅡagregó, deteniendo sus movimientosㅡHyunjin dice que es su culpa, pero no lo creo, él no haría nada para provocar algo así de malo, simplemente pasó.

La habitación se llenó de un total silencio. Retomó sus acciones y siguió poniendo cada libro en su lugar. Minho estaba mal, por primera vez estaba odiando a su propia raza, a su trabajo, a su apellido.

ㅡLo siento muchoㅡlogró decir luego de un rato en silencio, analizando la gravedad de la situación.

Jisung sonrió, dejando todo en su lugar por fin. Se acercó al pelinegro y lo besó con lentitud, como si quisiera hacerlo sentir bien solo con ese pequeño acto. Minho rodeó su cintura con sus brazos, acercándolo más a su cuerpo, llenándose de cada indescriptible sensación que lo hacía sentir ansioso, su estómago revolviéndose con emoción ante los suaves labios que se movían contra los suyos.

ㅡVamos a comer, tengo hambreㅡdijo el menor al separarse, dejando un último y casto beso en sus labios antes de caminar hasta la puerta, esperándolo en el umbral.

Minho reaccionó y lo siguió, pensando en que cuando se diera cuenta de quién era realmente, lo iba a odiar y jamás le daría una oportunidad, porque era un cazador.

Las hadas odiaban a los cazadores.

Los cazadores querían a las hadas.

Pero Minho ya no lo quería como un trofeo, lo quería para él, tenerlo a su lado, y solo con la idea de que Jisung fuera a odiarlo, le daba terror.

Estaba seguro de que Jisung le gustaba más de lo que creía, algo más allá de lo físico.

Le gustaba un hada, siendo él un cazador.

Muy tarde por la noche, Changbin empujó las enormes puertas de aquella bodega ubicada en un abandonado muelle de la ciudad. Wooyoung, a su lado, lo siguió dentro del oscuro lugar. Un suave quejido se escuchó al fondo junto al característico sonido de las cadenas moviéndose.

Encendió las luces, iluminando de manera tenue el interior, dejando a la vista a su preciosa presa. Sonrió ladino al ver sus aún brillantes alas, aunque éste las tuviera escondidas, porque si, Seo Changbin poseía el mismo don de Lee Minho, y se refería a él mismo cuando dijo que había alguien que podría ayudar en el ataque.

ㅡ¡Déjanos ir!ㅡgritó un chico, humano, sus manos y piernas atadas con una soga en una de las esquina de la bodega, forcejeando para soltarse sin importarle el daño que se estaba haciendo, sus muñecas fuertemente enrojecidas, pero a esas alturas la desesperación era más intensa que el dolor en su cuerpoㅡ¡Jodiste sus alas, ya no las necesitas!

Changbin rió por lo bajo, caminando a paso lento hacia el hada que aún mantenía la mirada agachada sin intenciones de verlo a los ojos. Rodeó el cuerpo del menor, decepcionado por sus alas rotas, pensando en el dinero desperdiciado, porque rotas ya no valían nada, sin importar que tan leve sea el daño, si no estaban intactas, ya no servían para nada, por lo que dejó que las conservara.

ㅡSi, si, ya cállateㅡmovió las manos con indiferencia, parándose frente al hada, viendo sus brazos extendidos con sus muñecas siendo presionadas con esas sucias cadenas, indefenso y sin poder moverse.

ㅡ¡No lo toques!ㅡvolvió a gritar, desesperado con lágrimas mojando sus mejillas.

ㅡTapa su boca, me tiene hartoㅡse dirigió a su amigo, el cual hizo caso de inmediato. Sonrió satisfecho cuando la voz amortiguada con la cinta se escuchaba menos molesta.

ㅡ¿Qué más harás con él?ㅡpreguntó el rubio, señalando con el mentón al hada que permanecía en total silencio.

ㅡHaré que ese estúpido príncipe regrese mañana mismo al bosque y lo atacaremos justo ahí antes de que llegue al castillo porque algo me dice que Minho le dirá sobre el planㅡrespondió con tranquilidad sin apartar la vista del hada frente a élㅡSi no lo ha cazado es porque no tiene las intenciones de hacerloㅡrióㅡPatético.

ㅡ¿El ataque será mañana?

Changbin asintió. Había convencido a Chan de que consiguiera a sus hombres sin decirle nada a Minho con la excusa de que no confiaba del todo en él por su forma tan dudosa de actuar.

Se acercó hasta el menor y levantó su mentón con dos de sus dedos para que esos vacíos y tristes ojos lo vieran. Sonrió ante su expresión llena de terror, sintiéndose poderoso de esa manera, porque su padre le había enseñado que debía ser de esa forma para conseguir lo que quería.

ㅡMuestra tus alasㅡdemandó sin soltarlo. El menor hizo caso, no le quedaba de otra si quería seguir vivo.

Analizó el daño de éstas, estaban rotas, pero no dejaban de verse brillantes.

ㅡPor favor, déjame irㅡsollozó el menor con sus ojos puestos en los del cazador, suplicantes.

El mayor negó con la cabeza y sacó el celular que le había quitado cuando lo atrapó.

ㅡNecesito que tú, Félix, hagas una importante llamadaㅡle mostró el celular, buscando a Jisung entre sus contactosㅡDile que debe regresar mañana mismo, que se reunirán en el río que divide el bosque.

ㅡNo...ㅡsusurró, apartándose bruscamente del toque en su rostroㅡ¡No haré eso!ㅡsollozó con más fuerza.

ㅡSi lo harás porque yo digoㅡtomó su rostro entre sus manos de nuevo, con firmeza, haciendo que el menor guardara silencioㅡSi no lo haces, arrancaré tus alas y tu noviecito también saldrá lastimado.

Félix dirigió su mirada hacia Seungmin que lloraba en silencio, lleno de tristeza al verlo en ese estado. Seugmin no tenía nada que ver en todo eso, los cazadores no dañaban humanos, solo hadas, pero había sido totalmente su culpa por dejarse atrapar estando a su lado, siendo sus poderes demasiado inútiles para protegerse. Lloró con más fuerza, quería mantenerse fuerte, incluso pensó en que sería mejor si moría en lugar de ayudarlo a cazar a su mejor amigo, pero no solo su vida estaba en juego, sino que también la del pelirrojo.

Asintió en silencio, girándose sobre su hombro para ver sus dañadas y rotas alas. Ya no eran bonitas, estaba feas, defectuosas, y todo por no ser obediente, ¿qué más podía hacer? Trató de escapar un par de veces y en ambas ocasiones quebraron cada vez un poco más sus brillantes alas, y pensar en que se las podían quitar totalmente lo aterraba.

Changbin sonrió satisfecho.

ㅡTe daré un par de minutos para que te calmes, no quiero que lo arruines por llorón.

Seungmin miró a Félix, miró sus hermosas alas ahora lastimadas, sabía lo importante que eran para él, y se sintió triste, muy triste porque sus intentos por escapar también fueron decepcionantes, porque no era él el que estaba tendido como un trapo con cadenas, porque no podía hacer nada más con sus manos y piernas atadas, porque su voz no era lo suficientemente fuerte para gritar y ser escuchado desde afuera. Todo era una horrible pesadilla, deseando que Minho apareciera porque era su única salvación en ese momento, pero mientras más pasaba el tiempo, más seguro estaba de que eso no iba a suceder.

Félix no pudo dejar de sentirse culpable de cierta manera, gracias a él habían ido a la ciudad, él le había metido ideas absurdas sobre lo genial que sería experimentar cosas nuevas, y gracias a eso, estaban en esa situación. Era justo como Hyunjin le había dicho, era una mala influencia, un mal amigo, un revoltoso que no hacía más que perjudicar.

Deseó mil veces que nada malo le pasara a su mejor amigo, no se lo perdonaría, y estaba siendo una total basura al mandarlo directo a la trampa que esos desalmados cazadores tenían para él.

ㅡAhora sí, hermosa hada, es hora de que hagas una llamada.

Espero que les guste❤️

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