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Capítulo Único






↬↬↬↬↬Mi mejor amigo↫↫↫↫↫



Vamos, Dany —dijo cansado y aburrido ante mi negativa— Salgamos esta noche.

— Ve tu Tae, me cansé de acompañarte y siempre quedar sola en el pub porque encuentras a cualquier perra para irte —me detuve de golpe, no quería sonar celosa a pensar que sí lo estaba— a lo que voy…

— Sé a lo que quieres llegar, quieres mi atención y no que te deje por otras.

— Exacto —seguí con mi camino hasta mi cuarto.

— Hagamos algo —dijo encontrando una solución— Nos enfocaremos en ti… Si no encuentras una chica linda con quien irte me quedaré toda la noche a tu lado

Me quedé viendo cómo sonreía esperando su respuesta, no sé cómo llegue tan lejos con estos sentimientos y esta maldita mentira.

Conocí a Taehyung, apenas llegué a la escuela, el profesor nos hizo sentar juntos, nos presentamos y adaptamos al otro en seguida, tenemos un carácter muy similar y en nuestro amor y odio solo éramos nosotros.

Hasta que llegó Kalu, una chica hermosa y perfecta de pies a cabeza, que robo su corazón, también era de LATAM y quise acercarme a ella para que se sintiera cómoda y no una excluida por la sociedad.

La ingresé a nuestra amistad y ellos se llevaron más que bien, lastimosamente, mis celos se hicieron presente y deje de acercarme a ellos.

Tiempo después, supe que ellos eran novios, y no es que me lo hayan dicho, sino que los encontré besándose.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y los veía a los dos con rabia y egoísmo, le reclamé a Kalu, yo fui la única que se acercó a ella y me traicionaba de esa manera, le grite tantas cosas hirientes que no las pude contener en mi ser.

Y cuando al fin callé, ella me gritó que no tenía la culpa que me enamorará de ella. Desde ese día, todos en la escuela creyeron que era Gay, lo que no me molesta, así nadie se me acercó, pero Tae, él dejó de verme como su amiga y comenzó a verme como su hermano, contándome todas sus conquistas, enseñándome a ligar, y presentándome a chicas iguales a mí.

Decía que o hacía para tener citas dobles, incluso una vez me preguntó si mi primera vez había gatillazo con mi orientación sexual, me sentí muy a la defensiva y lo deje hablando solo. Sí, fue la primera vez que me moleste en serio con él, y no le hable por una semana.

Cuando la escuela termino, Kalu se fue, no le aviso a mi amigo dejándolo con un corazón destrozado, tanto que comenzó a salir a fiestas recurridamente para olvidarla.

Esta noche, no era diferente.

— No quiero Tete… En serio no tengo ánimos. — en realidad, no quiero ver cómo las zorras se le acercan para ligarlo

— Bien, ya no insistiré más … Solo quería pasar un rato con mi mejor amiga.

— No juegues esa carta, Idiota —sonrió descaradamente y luego, aquella carita llena de gestos extraña que me convence incluso de tirarme de un edificio— Ash… Bien, bien, iré.

— Esa es mi chica —dijo tomándome de la cintura y acercándose me a él, beso y mejilla y susurro— Juro que esta noche será inolvidable —aquel ronquido me hizo erizar la piel, solo espero que él no note lo que provoca en mí.

— Entonces… —me alejé de él— ¿A qué hora es el asunto?

— a las 9, así que vamos de compras

— ¿De compras?

— Si quieres conquistar un corazón, te pondrás lo que yo elija. —tomo de mi mano y jalo con fuerza.

Llevaba 3 bolsas de vestidos que Tae eligió para mí, los que me hizo probar y modelar para él, reíamos por las ridiculeces que se nos ocurría, mis mejillas y estómago ya dolía de tanta felicidad que él me provocaba y en serio sentía que jamás podría sacarlo de mí.

Fuimos por un helado luego de terminar, estábamos sentados hablando cómodamente cuando a la lejanía vi a Kalu, hace unos meses no la vemos y mi amigo ya la había superado según yo.

Pero apenas se nos acercó a saludarnos, Tae se le quedó viendo con esos ojos de cachorro aún enamorado, mi corazón se apretó fuertemente, y mientras ellos hablaban, yo tome mis cosas y me aleje de ellos.

Tanto se aman que ninguno se dio cuenta de mi abandono, incluso volví a verlos atrás esperando alguna reacción, pero nada hubo, estaban muy enfocados en el otro.

Ya me estaba arrepintiendo de esta salida, de seguro Taehyung la invitará al pub para recordar viejos tiempos juntos y me quedaría viendo cómo el primer amor de mi vida se va con una chica una vez más.

Estaba a punto de entrar a mi casa cuando tomaron de mi mano con fuerza.

— ¿Por qué hiciste eso? —me reclamo con los ojos llorosos— ¿Sabes lo difícil que fue olvidarla y tú me dejas solo con ella?

— Creí que debían arreglar sus cosas —dije tímidamente.

— Pues no, yo no tengo nada que arreglar con ella. Y esta nunca te la voy a perdonar Daniela.

— Tae…

— Ten —estiro una bolsa frente a mí— ponte esto, y arréglate o se nos hará más tarde. —tome de las astas de la bolsa y él entró a la suya que quedaba en frente a la mía.

Arrepintiéndome de mi acto entre también y fui directo a la ducha, cualquiera de los tres vestidos que Trae eligió para mí estaban bien, pero opté por el más ajustado, ese fue el que más me gustó, al abrir la bolsita que me dio, note que era lencería, una que jamás pensé usar en estas ocasiones.

Era provocadora, negra y suave, pareciera que tuviera acolchado en la parte delantera, la acomode en mi cuerpo y puse aquel vestido que me quedaba a la perfección.

Cuando tocaron mi puerta se abrió casi al instante, era él, se quedó viéndome de pies a cabeza, asintió conforme y se acercó a mí.

—Ve con el pelo suelto —dijo aún molesto— se te ve mejor que tomado en esa fea coleta.

— Sí. —confirme como si fuera una orden.

— ponte el labial rosa, acentúa tu tono de piel —lo tomé y lo puse— el perfume agridulce —dijo cuando tomaba el de flores.

— ¿Algo más?

Camino a mi closet y me dio una chaqueta de cuero que solo he utilizado una vez, el mismo me la regaló para mi cumpleaños hace dos años. La acomodo en mi espalda y metí mis brazos.

— Vamos… Esta noche será inolvidable.

— No será tan inolvidable si estás así de molesto conmigo —dije con la cabeza gacha.

Él se acomodó en mi frente, con su dedo índice tomo mi mentón y levantó mi rostro, sus ojos estaban llorosos una vez más, podía sentir su respirar sobre mi rostro, él miró cada detalle de mí y yo los de él, mi corazón estaba vuelto loco y en serio solo quería lanzarme a su boca.

— Tonta… —dijo de pronto— Tengo mis razones para estar así de molesto, y si te digo que esta noche será inolvidable es por qué así lo será. —asentí lento a sus palabras.

— Debo decirte algo…

— Dime…

— Yo … No soy lesbiana… —él sonrió.

— Claro que no, veo como te quedas viendo a los chicos, lo que nunca haces por una mujer, pero nunca dije nada porque esperaba a que confiaras en mí.

— Esta noche, podemos no buscar con quién ligar.

— Eso lo veremos cuando lleguemos, quizás y haya alguien que te guste en serio. —beso, mi nariz y tomo de mi mano

— Vamos.

Y nos dispusimos a salir.

Como todo un caballero abrió mi puerta, el puto vestido que elegí subió por mis piernas, apenas me senté, intente bajarlo y deje mis manos sosteniendo.

Cuando Trae subió su mirada, fue a mis piernas, deslizó su lengua por sus labios y encendió el carro.

— Elegiste bien —dijo pendiente del camino.

— ¿Con qué?

— Estoy seguro de que más de un chico se acercará a ti esta noche.

— Voy para hacerle compañía a mi amigo, no a mirar a cualquier pelafustán que se me cruce.

— Espero pienses así cuando se te cruce uno al que no puedas resistirte.

Reí, diría que su tono es extraño, puede ser que aun esté molesto por dejarlo con Kalu.

Al llegar al pub, los muchachos de afuera se me quedaron viendo, mi amigo llegó a mi lado y acomodo su brazo sobre mis hombros, encaminándonos a la entrada.

Jamás en la vida me sentí tan observada, ojos de chicos y chicas con su mirada puesta en mí, más de uno intento acercarse y Tae se los impedía con solo una mirada brutal.

Bebí un par de cervezas, él, sodas y jugos, la música era buena y reímos de las veces que habíamos rechazado a chicos y chicas.

Hasta que...

Tae bebía un jugo de mango, yo terminaba mi tercera cerveza y reíamos, apenas nos mirábamos, era como si estuviéramos coqueteando, la mano de una chica se deslizó por su brazo, hombros, espaldas y siguió por el otro brazo hasta llegar a su mano, cuando se sentó a su lado, ellos conectaron miradas.

Kalu, de nuevo era ella… Llevaba el mismo vestido que yo en ese momento, pero a ella se le miraba aún mejor que a mí, baje mis manos a mis piernas, bajándolo y cubriendo mis piernas.

¿Y si Tae, lo eligió por esa razón, y si me lo regaló por qué le recordaba a ella?

La humillación que sentía en ese momento se transformó en odio hacia ambos.

— ¿Qué haces aquí? —le pregunto a ella.

— Comentaste que estarías aquí, y vine a hacerte compañía.

— Yo ya tengo compañía —levante mi mirada, Kalu tomo del vaso de mi amigo y bebió de la misma pajilla mientras me observaba.

— También le traje compañía a ella —alce mi ceja, a mi lado se sentó una chica muy linda, acariciando mi mejilla, lo que me hizo sentir impaciente por querer salir de ahí.

Un chico muy lindo paso por nuestro lado, sin pensarlo tomé de su brazo y me levanté.

— ¿Quieres bailar? —creo que sintió el desespero de mis ojos, pues miro a la chica a mi lado y luego a la pareja de enfrente.

Por inercia miré a Tae, quien se había reclinado en el asiento con su cejo fruncido y mandíbula apretada.

— Por favor —susurré a aquel chico y tomo de mi mano llevándome a la pista de baile.

Tomo de mi cintura y pego nuestros cuerpos bailando.

— Solo bailaré esto contigo, Vengo con mi novia y sentí que necesitabas ayuda.

— Gracias, —dije en su oído— si quieres podemos adentrarnos más y cuando los perdamos de vista puedes dejarme.

Es lo que hicimos, a medida que bailábamos nos adentramos entre la multitud, y él me dejo ahí, sola.

De pronto, sentí un cosquilleo en mi vientre, una sensación que explotaba mis sentidos, una que solo quería apretar mis piernas y gemir a todo pulmón.

Lleve mi mano a mi vientre, una vibración había ahí, seguí bajando hasta que lo sentí más fuerte.

No puedo creer que Tae me haya regalado ropa interior sexual, con vibrador, con razón tenía acolchado en aquella parte.

Camine como pude hasta el baño, aunque tuviera que irme a poto pelado, lo haría, no usaría esa cosa…

¿Pero qué mierda pretendía Tae al darme esto?

Apenas entre ya no aguantaba los gemidos de mi garganta, cada vez estaba siento más rápida las vibraciones y podía sentir mis piernas húmedas, llegue hasta el lavado y gemí con mis piernas tiritonas, los movimientos habían cesado, abrí el grifo y moje mi cuello y rostro.

Cuando sentí que estás volvían cerré la puerta con pestillo y me dispuse a quitarme esas bragas que tantas sensaciones me causaba.

— Ni se te ocurra - escuché del fondo y Tae apareció luego.

— Detenlo! —vi como unas de sus manos en el bolsillo se movió y mis pantaletas se calmaron— ¿Qué mierda pretendías, regalándole estás mísera, cosas?

— ¿Míseras cosas? … Esas míseras cosas te regalaron un orgasmo —aspiro entre sus dientes— ¿O fueron dos?

— ¿Por qué? —recalque.

— Te dije que no te lo perdonaría jamás, —fruncí mi ceño— pero encontré la manera perfecta de cobrar venganza.

No podía creer lo que escuchaba de su boca, todo está siendo un juego para él, lo tenía pensado desde temprano.

— ¿Y a esto te referías con que sería la mejor noche de mi vida? —mis lágrimas recorrieron mis mejillas.

— Sí, porque la noche aún no termina —el odio me estaba ganando en este momento, quería salir, pero también quería golpearlo— me volviste a dejar solo con ella, ¿Por qué? —grito.

— Por qué se nota en tus ojos que aún la amas, idiota, como la ves, como tus ojos brillan con ella.

— Te equivocas Dany… Kalu ya no me interesa.

— Por dios, Taehyung, hasta un ciego podría verlo. — se acercó con lentitud a mí— quédate aquí, yo me iré a casa —tomo de mi espalda baja y apretó a él.

— La noche aún no termina —volví a sentir la vibración entre mis piernas.

— Tae, por favor — musité excitada, cerré mis ojos sintiéndome invadir y luego un calor en mis labios.

Me estaba besando con alevosía, mis dedos se enredaron en sus cabellos, tomo centímetros mi cuerpo y camino conmigo al largo mueble del lavado, amasó mis nalgas a su merced subiéndome en él, podía sentir la dureza de su miembro, solté el beso gimiendo por un nuevo orgasmo aproximarse, pero lo detuvo, dejándome con las ganas de concluir.

Cuando lo mire, acomodaba un condón en su falo, Dios, esa cosa entrará en mí.

No había tenido sexo desde hace años, y mi primera vez no fue muy agradable que digamos, más bien fue caótico y sin alcanzar a sentir nada.

Eso, él lo sabía, se lo había confesado en un momento de amistad, y se burló de mí por casi una semana por mi exnovio precoz.

Se acomodó en mi entrada y pujo lento encendiendo de nuevo aquel aparato que me trajo hasta sus brazos.

No sabía por qué lo hacía, ¿jugaba conmigo? Probablemente, culpa mía de no decirle lo que siento por él, quizás si lo supiera no estaría destocándome tan salvajemente.

Bajo el corpiño de mis senos y beso mis pezones desesperadamente mientras me hacía suya, aún no entraba completamente y la sentía que estaba hasta el fondo de mi cérvix.

— Dime! —pidió en mis labios— Dime que quieres más.

— Lo quiero todo! —respondí pensando en un futuro con él, ingreso tan adentro que hasta el aire me faltó en ese momento, su cuerpo chocaba junto al mío, los sonidos fuertes y recurrentes de los golpes me hacían enloquecer.

El hormigueo no me dejaban callar mis súplicas para que lo hiciera más rápido y fuerte, y cumplió con mis peticiones.

Me gustaba, me encantaba como me estaba haciendo sentir, pero a la vez me dolía porque solo sería este momento.

Sus gemidos fueron más constantes, el vaivén más presuroso, aceleró la vibración y juntos llegamos al tan anhelado orgasmo.

Con las respiraciones agitadas y terminando el último beso acarició mi rostro, tan delicado que comencé a llorar de nuevo, él limpió mis mejillas y llevo mi mano a su pecho.

— ¿Lo sientes? —presiono de mi mano, su pecho latía con fuerza— Ya no siento nada por Kalu, por qué te tengo conmigo — miré sus ojos— esta noche será inolvidable, te hice mía y me perteneces, tú, tu cuerpo, tu mente, tu tiempo y tu corazón son míos, tanto como yo te pertenezco.

— Tae…

— Me gustas, siempre me gustaste, y ya no podía soportar, negarme a ti… Sí, salí con todas esas chicas, salí con Kalu pero solo para intentar negarme a ti. Tenía miedo de que si te decía dejáramos de ser cercanos.

Me lancé a su boca besando con desespero, tomo de mi cuerpo, mis piernas se enredaron en su espalda, con sus pantalones a medias piernas, camino a uno de los cubículos, sentándose en el inodoro, quite el condón sucio y coloco uno nuevo, esta vez lo hice yo.

Me deslicé sobre su miembro tan adentro que me enloquecía, se deshizo de mi vestido, me deshice de su camisa y marcando su cuerpo, me movía al compás de las indicaciones de sus manos en mis caderas, no encendió el aparato que llevaba en mí, queríamos hacerlo sin ayuda de ello, lo que fue, mucho mejor, la razón, ambos sentíamos cosas por el otro, era una fuerte escusa para tenernos y complacernos sin ayuda externa.

Salte sobre su regazo tanto que mis piernas quemaban, pero tenerlo en mi interior, sentir como me llenaba era una experiencia que no me negaría, y aún más ahora sabiendo sus sentimientos hacia mí.

Por eso estaba tan molesto conmigo, no es que haya dejado espacio para que Kalu intentara con él, sino que, él quería y buscaba como decirme que yo le gustaba.

Me hizo levantarme y giró mi cuerpo, pegándome a la pared, entro sin piedad y azotaba con tanta fuerza que mis piernas perdían la fuerza, no podía mantener la posición, pero me ayudó, busco mi boca y me beso, su lengua se deslizó por mis labios, mordió de mi inferior y un “te quiero” salió de la nada, sonreí libremente, envolvió sus brazos en mi cintura sosteniendo para no moverme y entro tan profundo que podía jurar entraba cerca de mi estómago, gimió con fuerza y ronco concluyendo y llenando el condón de su esencia.

Luego de esas tres rondas de sexo y en diferentes posiciones nos vestimos, las miradas cómplices y coquetas volvían a nosotros, sonreímos sin decir nada, era como si estuviéramos conectados por telepatía, al salir del baño, había una larga fila que esperaba, sentimos la mirada de todos en nosotros y de la mano salimos corriendo del lugar.

Kalu nos vio y se acercó a nosotros, pero antes de llegar TaeTae me besó con locura, caminamos aun dando besos cortos en nuestros labios y sin decir nada nos fuimos del pub.

Subimos al auto, y me llevo a casa, mis padres estaban de viaje, así que él se quedó conmigo toda la noche, en momentos nos mirábamos y sonreíamos, en otros, nos besábamos sin contención… En otras dábamos espacio a la calentura que emanábamos y el sexo se hacía presente.

Esa misma noche me pidió que fuéramos novios, prometió hablar con mis padres, apenas volvieran, solo para que no nos escondiéramos y saliéramos como antes pero con un título diferente.

Seguiríamos siendo los mejores amigos, amigos que se gustaban, amigos que se querían como pareja.

Incluso se proyectó conmigo, escuchaba de sus ocurrencias mientras yo acariciaba su pecho y sonreía de tan bellos sueños, sueños, que quería alcanzar junto a él.







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