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𝄈𝄈Veintidós𝄈𝄈

Jisung se quejó inconforme al estirar su brazo y no encontrar a Minho a su lado luego de su siesta de la tarde. Abrió completamente los ojos con total cansancio y suspiró, no le gustaba despertar de esa manera.

—Minho~—lo llamó sin levantarse, escuchando los pasos del alfa fuera de la habitación, acercándose.

—¿Necesitas algo?—preguntó un tanto preocupado cuando entró, notando el puchero y el ceño fruncido en el omega.

—¿Por qué no estás aquí?

—Sung, sabes que debo ir a trabajar—respondió con voz suave y cariñosa.

—No quiero que vayas, mi celo no ha terminado.

Minho rió por lo bajo, tomando asiento en la orilla de la cama. Jisung aprovechó y se lanzó a sus brazos, aferrándose a él para que no se moviera.

—Sabes que no puedes mentirme sobre eso, puedo sentir que ya pasó.

Jisung hizo un puchero, Minho tenía razón, el celo ya había terminado, solo quedaban unos rastros que no afectaban en lo absoluto, así que ya no necesitaba a su alfa, él solo quería una excusa para que siguiera a su lado al menos un día más, no le gustaba la idea de quedarse solo de nuevo en esa gran casa, se sentía muy solitario y aburrido.

—Bueno, vete y déjame solo, déjame en mi tristeza como un omega abandonado—dijo con voz dramática, dejándose caer sobre el colchón otra vez con un suspiro, apartándose de él.

Minho volvió a reír, posicionándose con una pierna a cada lado de su cuerpo sin poner todo su peso, sonriéndole con adoración; apartó los mechones de la frente del omega y dejó un beso ahí, ruborizándolo.

—No hagas berrinche, mañana regresas a clases y tienes muchas cosas pendientes, haz eso mientras estoy afuera.

Jisung atrajo al alfa en un abrazo, beso sus labios y lo soltó, sonriéndole tan brillante como siempre.

—No tardes mucho—acomodó su cabello tras su oreja, volviéndolo a besar con suavidad—Ya, vete—rió, empujándolo para que se levantara.

—No hagas nada, traeré la cena.

El omega asintió y tras una corta despedida, lo vio salir de la habitación. Suspiró sonoramente y se quedó un rato en la misma posición, pensando en como su vida había cambiado tanto desde que hace dos meses atrás aceptó vivir en esa casa con su alfa.

Ni siquiera podía creer que de verdad habían pasado dos meses, es decir, no imaginó que estaría de esa manera en un corto periodo de tiempo con otra persona, todo pasó tan de repente que no pudo siquiera prepararse para ese estilo de vida.

Pero, ¿así era al ser destinados, cierto? Los lobos conectan tan bien que el tiempo se acorta, no existe la necesidad de conocerse demasiado o la inseguridad de aceptar o no una marca, simplemente se sabe que no hay otra persona en el mundo que lo complemente. Porque Jisung nunca se sintió tan seguro de querer algo en su vida hasta que conoció a Minho, alguien a quien jamás había visto, un completo desconocido. Y ahí estaban, viviendo juntos como una pareja real.

Visitaba muy poco a sus padres, ninguno se disculpó por prácticamente sacarlo de la casa, y gracias a eso, decidió no tener demasiado contacto con ellos, se sentía ciertamente herido, sin embargo, seguían dándole dinero. No quiso aceptarlo al principio por orgullo, pero al ver que su cuenta seguía llenándose de dinero semanalmente, casi como una compensación por lo que hicieron,decidió tomarlo, principalmente porque tenía planes con Minho de pagar otro lugar e irse de ahí.

Por otro lado, Minho si optó por volver a trabajar en el hotel, era el único lugar que por el momento le daba horarios flexibles que se ajustaban perfectamente con sus clases, obviamente, gracias a su padre. Tener que regresar no lo emocionó en lo absoluto; el primer día, sus compañeros lo recibieron horriblemente, saboteando todo su trabajo y haciendo lo posible para que se le complicara, discutiendo con él e insultándolo. Claramente, estaba furioso por verlos de nuevo, y a pesar del tiempo, no dejaba de ser el blanco perfecto de todos.

Jisung podía sentir su tristeza y preocupación a través del lazo cada vez que algo pasaba, así que al llegar a casa, no había mucho que explicar, no necesitaba saber que su alfa necesitaba consuelo y un hombro en el cual llorar, porque a pesar de todo, Minho seguía siendo el mismo de siempre.

No les hagas caso a esos feos—dijo mientras acariciaba su cabello con ternura—Eres el alfa perfecto.

Y con eso, Minho podía sentirse más tranquilo.

🌙

—¿Puedes venir?

Hoy no puedo, Sung, lo siento.

—Ugh, ponerme al día con las clases y tareas es una completa basura—se quejó, viendo los cuadernos regados por toda la mesa junto a sus lapiceros—Y yo solo me aburro más.

No quisiera estar en tu lugar, sufre tú solo.

Lo escuchó reír al otro lado de la línea, siendo interrumpido segundos después por otra voz que conocía muy bien.

—¿Estás con Seungmin?—frunció el ceño, mordiendo la tapa de su lapicero.

Ah... Si, no voy a quedarme aquí, solo pasé a ver si todo estaba en orden.

—Ajá.

Jisung sabía que no debía meterse en las cosas de su mejor amigo, sin embargo, no podía sentirse tranquilo sabiendo que él estaba cerca y en comunicación con el chico que le rompió el corazón. Tal vez, Seungmin y Chan no fueron amigos cercanos, mucho menos una pareja, pero Chan estaba tan destrozado esa vez hace más de un mes cuando llegó llorando, contándole lo sucedido.

Quiso entender las razones de Seungmin, pero también estaba consciente de que existían otras soluciones más allá de engañar a Chan para que lo marcara. Así que no podía ponerse de su lado.

No le gusto, nunca voy a gustarle, estos días fueron una farsa para ilusionarme y marcarlo, ¿puedes creerlo? Eso me pasa por creer que él podría fijarse en mi.

Aún recordaba el dolor en sus palabras. Pero Chan no podía solo dejar a su suerte al omega después de saber su situación, así que le ayudó a encontrar una habitación en donde vivir y un trabajo para poder mantenerse, le dio el primer mes de alquiler, y luego se alejó de él casi en su totalidad. Aunque era obvio, Chan no era un mal chico, porque a pesar de como se sentía con respecto a lo sucedido, estaba pendiente de Seungmin, y es por eso que, lo visitaba cada cierto tiempo o le llamaba para saber como iba todo.

Realmente, nadie merecía a alguien como Chan.

Como sea, debo irme, hablamos después, adiosito~.

Antes de poder responder, Chan cortó la llamada. Rodó los ojos y apartó él celular luego de soltar un bufido. Habían pasado solo dos horas desde que Minho se fue, así que debía aguantar dos más antes de que llegara. Se dispuso a hacer sus deberes, no tenía más opción, y como un gran alivio, luego de un rato, toques en la puerta llamaron su atención, casi como una salvación de sus obligaciones.

Con ánimos se levantó de la silla y caminó hacia la entrada con el pensamiento de que tal vez, Minho salió antes del trabajo, ignorando el hecho de que no sintió su olor, no podía pensar en otra persona que llegara a visitarlo puesto que solo Chan, y a veces, Seungmin, llegaban, pero su sonrisa se borró completamente cuando vio al alfa con los ojos hinchados, con un fuerte olor a pena y tristeza que logró marearlo un poco, parado al otro lado de la puerta.

Su expresión cambió a una de preocupación de inmediato al verlo en ese estado.

—Hyunjin...

🌙

Cuando Jisung llegó con la marca de Minho en su cuello, Hyunjin supo que no había nada más que hacer, y eso era completamente un alivio porque no existía forma en la que él pudiera meterse en esa relación que ya estaba oficialmente establecida. Es decir, si Jisung no le hacía caso antes, menos ahora que hasta estaba viviendo con Minho.

La noticia lo hizo muy feliz, todo ese estúpido plan ya no lo involucraría más y podría arreglar de una vez por todas su rota relación con Jeongin. Sin embargo, para el señor Lee no funcionaba de esa manera, porque a pesar de que Minho ya tenía un omega, se negaba a desistir de su plan. Hyunjin se quejó con él, se negó completamente e incluso lo maldijo, arriesgándose a que tomara medidas más fuertes en su contra, pero estaba tan cansado de todo que poco le importó en si habría alguna consecuencia.

Váyase al diablo usted y su estúpido plan de mierda.

Y, a decir verdad, se odió muchísimo por haber actuado de manera tan irresponsable cuando Jeongin estaba involucrado.

Tiempo después de esa discusión con el alfa, Hyunjin recibió una llamada por parte de Jeongin, su corazón se quebró al escucharlo llorar desesperadamente al otro lado de la línea mientras le contaba cómo lo habían despedido injustamente de su trabajo sin darle ninguna explicación. El dinero que el señor Lee mandaba a los Yang en nombre de Hyunjin, también dejó de aparecer en la cuenta de Jeongin, así que prácticamente, se estaban quedando sin ingresos. Y no había nada más que lo aterrara más que eso, no había nadie más que se encargara de su familia más que él. Jeongin dijo que podía sacar del dinero que guardaba en caso de emergencias, pero no estaba seguro de cuánto le duraría ese dinero para cubrir todos los gastos.

Hyunjin no sabía como explicarle que lo que estaba pasando era su culpa por no hacerle caso a alguien tan poderoso como lo era el señor Lee, y conociéndolo, ese solo era el comienzo de una cadena de desastres que terminarían arruinado su vida y la de Jeongin. Y no podía permitir que también sus padres se entrometieran en sus planes a futuros con el omega solo por su posición social porque estaba seguro que esa sería su próxima estrategia, amenazarlo con decirle a sus padres sobre su relación.

Más no comprendía que era él mismo el que estaba destruyendo su relación por no tener el valor suficiente para decirle a Jeongin lo que estaba sucediendo, y a lo mejor, así se hubiera evitado lo que se avecinaba.

Tras pensarlo un tiempo, decidió seguir con el plan de Lee Joongi con la condición de que Jeongin obtuviera de nuevo su trabajo y la ayuda económica que les estaba proporcionando, se negaba a dejarlo en esas condiciones cuando estaban tan cerca de lograrlo y escapar, solo debía soportarlo un poco más y por fin podría ser feliz con su omega, podría marcarlo y podría estabilizarse en otro lugar, lejos de Joongie, lejos de su familia.

Justo como lo habían planeado desde el principio.

Sin embargo, sus planes se vinieron abajo en su totalidad cuando Jeongin decidió romper con él esa tarde.

Su mente no lo procesó al principio, intentó hablarlo con tranquilidad para resolverlo, pero no tenía una buena explicación, y Jeongin estaba cansado de no obtener alguna justificación que fuera buena y creeíble. ¿La razón? Durante esos dos meses, Jeongin se dio cuenta de que Hyunjin salía demasiado con otro omega; cada vez que le pedía verse, Hyunjin se negaba con la excusa de que estaba ocupado con sus padres, con la universidad o con cualquier otra cosa, no le explicaba demasiado, solo eran excusas vagas para que dejara de preguntar tanto, y el estar ocupado no era el verdadero problema, sino que al darse cuenta de que su alfa decía mentiras, muchas inseguridades surgieron, en especial porque se trataba del mismo omega con olor a duraznos del que nunca le habló. Esperó pacientemente alguna explicación, en serio creyó que existía la confianza suficiente para contarse ese tipo de cosas en caso de que se tratara solo de alguna nueva amistad, pero eso jamás pasó, sino que, al contrario, Hyunjin debía tener razones para ocultárselo.

—Traté de ser paciente, Hyunjin...—dijo el omega con la voz quebrada—Pero no creo poder soportarlo más... Tal vez si desde el principio hubieras sido sincero conmigo yo habría entendido—lo miró por fin, enfrentando esos ojos que tanto amaba—Preferiste mentirme, y ya estoy cansado de esperarte.

—Innie, prometo que voy a solucionar esto...—inevitablemente, un nudo se formó en su garganta, buscando desesperadamente darle una respuesta válida, pero su cabeza no podía formular nada que sonara bien—Solo espera un poco más...

—¿Un poco más para qué?—limpió rápidamente las lágrimas acumuladas, evitando que salieran de sus ojos—Si no me dices, ¿cómo esperas que lo haga?

—Es que... N-No puedo decirte—balbuceó, agachando la mirada hacia sus manos en su regazo, sintiéndose incapaz de mirar al omega—Pronto acabará todo, Innie, solo espera un poco más, confía en mí...—susurró, consciente de que esa explicación sin sentido no serviría de nada, negándose a aceptar que su relación ya no existía.

Jeongin soltó una risa irónica. Confiar... Confiar se había vuelto demasiado difícil para él, por no decir imposible. ¿Cómo le pedía eso? Casi parecía que se estaba burlando en su cara por tal petición, porque fue la desconfianza lo que terminó por arruinarlos.

—Al menos dime quién es el omega—se atrevió a decir, luciendo herido—Puedo sentir su olor en ti desde hace mucho tiempo, no entiendo por qué lo traes tan pegado siempre, ¿es que acaso están teniendo sexo o algo así?

—¿Qué? No, jamás te haría eso, Innie... Dios, no pienses eso—no pudo retener las lágrimas silenciosas mojando sus mejillas, tan dolido. Él jamás pondría las manos en otro omega con otras intenciones si no se trataba de Jeongin, pero comprendía que al estar demasiado cerca de Jisung a diario, abrazándolo, su olor se quedara en su ropa también. Jeongin estaba malentendiendo todo, pero era normal, le había dado motivos para hacerlo—Yo te amo a ti... Tenemos planes a futuro y todavía tengo las intenciones de cumplirlos.

—Te he visto... He visto cuando contestas mis llamadas diciendo que estás ocupado, pero estás con ese omega.

Hyunjin se tensó, sintiéndose idiota por creer que no sería descubierto en algún punto.

—Perdón por no ser un gran omega que puedas presumir, no me tocó la vida que tanto quisiera para estar con un alfa de clase alta como tú—agachó la mirada, humillado—Y perdóname si eso fue lo que te empujó a buscar a alguien más... Creo que no merezco que me hagan esto. Tal vez no tenga todo a lo que tú estás acostumbrado con las personas de tu alrededor, pero nunca te fallé de ninguna otra forma.

El alfa asintió de acuerdo sin saber qué decir, creyendo que tal vez, por el momento, era la mejor decisión. No quería seguir lastimándolo con sus mentiras y excusas mientras no pudiera decir nada de lo que realmente estaba pasando, sabía que había fallado como pareja, y eso nunca se lo iba a perdonar.

Jeongin se mantuvo en silencio durante unos segundos sin obtener una respuesta del alfa, y ante la falta de explicaciones, decidió que lo mejor era irse.

—Gracias por ayudarme tanto, pero ya no lo hagas, lo haré por mi propia cuenta ahora, te prometo que no olvidaré lo que hiciste por mi y mi familia—dijo con más tranquilidad—Cuídate, Jinnie.

Y con eso, el omega se fue, dejándolo en esa cafetería al mismo tiempo que su corazón se rompía cada vez más, sintiendo la fuerte necesidad de regresar y abrazarlo, sin embargo, él ya no podía hacer nada más, había tomado una decisión.

Hyunjin hizo su mayor esfuerzo por contenerse, se levantó y se dirigió a su auto con mucha lentitud, y al cerrar la puerta, no pudo hacer más que empezar a llorar con fuerzas, sacando todo el dolor que la ruptura le estaba causando. Rápidamente, el interior del auto se llenó de un horrible olor a tristeza, haciéndolo sentirse más miserable. Sollozó fuerte, como si estuvieran torturándolo, pero era casi como eso, ¿cómo iba a vivir sin Jeongin a su lado? No podía ni siquiera pedirle que regresen si el señor Lee seguía presionándolo. Todo tenía que terminar, y para eso, solo debía hacer lo que Joongie tanto le pedía y listo, iría tras su omega.

Condujo hacia la casa de Minho, el señor Lee le había dado la dirección hace un tiempo; al principio no entendió para qué, pero ahora le estaba resultando muy útil.

Se estacionó frente a la casa después de varios minutos, su mente estaba nublada por la desesperación y por el enojo. De hecho, nadie tenía la culpa de lo que le estaba sucediendo, nadie más que él mismo y el señor Lee, pero sus emociones estaban a flor de piel, empujándolo a hacer cosas que no quería, comportándose como un alfa fuera de sí con un objetivo en mente.

Tocó la puerta varias veces hasta que fue Jisung el que lo atendió.

Jisung lo miró preocupado, percibiendo el sufrimiento en él.

—Hyunjin...

Omega, vas a obedecerme en lo que te diga.

El omega se tensó ante la voz de alfa proveniente de Hyunjin, asintiendo ante su petición. No estaba comprendiendo muy bien las razones, Hyunjin no era capaz de hacerle algo, ¿cierto?

Hyunjin entró a la casa siendo seguido por el menor, caminó de un lado a otro sin saber qué debía hacer ahora que se encontraba ahí. Volvió a limpiar sus lágrimas, moviéndose torpemente mientras Jisung seguía de pie sin hacer ruido, conteniendo los sollozos que amenazaban con salir.

—Tu olor es diferente—comentó Hyunjin al estar cerca del omega, sintiendo la mezcla de olores en el salón principal—Dime por qué.

—Mi celo acaba de terminar—respondió de inmediato, limpiando sus propias lágrimas.

No muy convencido, el alfa asintió. Estaba seguro de que ese olor no sólo era por eso, sin embargo, no se detuvo en hacer más preguntas al respecto.

—¿A qué horas viene Minho?

—Dentro de un rato, no tarda en venir—sollozó después de contenerse tanto—Por favor... No hagas enojar a Minho, no quiero problemas, si te ve aquí-

¡No hables más!

Jisung tuvo que obedecer.

Hyunjin sacó su celular y marcó el número del señor Lee hasta que respondió.

—Estoy en casa de su hijo, venga de inmediato porque esto es lo último que haré por usted.

Sin dejar que el alfa respondiera, cortó la llamada bajo la curiosa y atenta mirada del omega ante la mención del padre de Minho.

Volvió su vista hacia Jisung, sintiéndose impotente y culpable. Jisung fue una persona especial en su vida, y tener que tratarlo de esa forma tan inhumana y salvaje lo hacía sentir como un verdadero idiota. Jisung nunca se lo perdonaría, estaba consciente de ello, pero deseaba tanto terminar con todo que, por el momento, poco le importaba lo demás.

Al cabo de un rato, escucharon el auto de Minho estacionarse frente a la casa. Jisung quiso sentir que estaba a salvo ahora que su alfa estaba de regreso, sin embargo, un fuerte presentimiento de que todo se volvería un caos apareció en su interior, causándole nauseas.

—Minho está aquí—dijo apenas en un susurro el menor, impaciente al sentir el olor de su alfa demasiado fuerte.

Hyunjin suspiró sonoramente y se paró frente al omega, acunó su rostro entre sus manos con firmeza al sentir como buscaba alejarse, manteniendo su mirada fijamente.

Vas a dejar que te bese, omega. Sin quejas, sin lloriqueos, vas a disfrutarlo...

Por más que intentó no obedecer, automáticamente, su omega acató la orden, como si fuera un muñeco fácil de manejar, como si fuera un robot programado.

Odiaba demasiado ser un absurdo omega.

Sus labios se juntaron con los del alfa en un beso para nada cuidadoso, Hyunjin ni siquiera se sentía a gusto con eso, parecía que estuviera desquitando todo su enojo y tristeza con esa acción, moviendo sus labios con demasiada fuerza. Jisung se quejó por lo bajo cuando Hyunjin mordió su labio de manera descuidada, causándole daño. Frunció el ceño en disgusto, no podía oponerse, pero la sensación de peligro y rechazo era realmente notoria, y a pesar de la orden de disfrutarlo, no podía hacerlo.

—Hyunjin...—Jisung intentó apartarse, su lazo empezó a arder cuando su omega no reconoció al alfa que estaba besándolo.

Y es que era obvio, su omega rechazaba a cualquiera que no fuera Minho.

Volvió a quejarse, pero Hyunjin lo silenció besándolo nuevamente, acercándolo a su cuerpo.

Minho nunca tuvo que pensar en escenarios caóticos en el que su omega se viera involucrado con otro alfa, confiaba mucho en él, nunca sintió ningún indicio de pensar en que alguna vez podría engañarlo. Tiempo atrás, Jisung quizás tuvo la oportunidad de dejarlo por alguien mejor gracias al montón de inseguridades con las que luchó durante mucho tiempo, en su cabeza estuvo esa posibilidad, incluso lo pensó durante un tiempo mientras Jisung lo cortejó, pero cuando por fin marcó al omega, sintió tanta paz en su interior que nunca se volvió a cruzar ese terrible pensamiento en su cabeza. Y es por eso que al sentir el miedo de su omega fue lo más rápido que pudo a su casa, y al bajar del auto, le pareció extraño el fuerte sentimiento de traición, alejando totalmente el miedo, a través del lazo de compartía con Jisung. Por unos segundos creyó que su alfa se estaba equivocando, pero sus alarmas se encendieron cuando su lobo empezó a llorar y a gruñir con demasiado disgusto.

Eso nunca le había pasado.

Entró afligido a la casa, encontrándose con que su omega, su destinado, estaba besando a otro alfa.

Debido al impacto de la escena, cerró la puerta con fuerza, sobresaltando al par de chicos que de inmediato notaron su presencia y se separaron.

Hyunjin hizo una media sonrisa con cierto cinismo al ver al otro alfa con una expresión herida y furiosa, confirmando con sus feromonas que lo había provocado lo suficiente.

—Minho... —Jisung podía sentir el dolor de su alfa, específicamente, el dolor de la traición.

Quiso acercarse, pero Minho le dedicó una dura mirada acompañada de un fuerte gruñido que causó que se estremeciera del miedo. Y entonces, no se movió, se quedó ahí, sintiéndose inseguro en medio de dos alfas que parecía que querían matarse, en especial, Minho.

—¿Qué haces en mi casa con mi omega?—preguntó con voz grave, a la defensiva.

—Él me llamó—mintió.

Minho dirigió su visita de nuevo hacia Jisung en busca de una explicación ante la afirmación de Hyunjin. El omega negó.

—¡Eso no es cierto!—exclamó desesperado el omega—Yo no haría eso—sollozó con fuerza.

El alfa volvió a gruñir sin creerle, no podía creerle si lo vio besando a Hyunjin sin hacer ningún intento por apartarse, sin hacer ningún gesto de disgusto, como si lo estuviera disfrutando.

—Si no fueras tan patético, tu omega no tendría que buscar a otros alfas para que lo atiendan—soltó Hyunjin, usando un tono burlesco que terminó por quebrar completamente a Minho.

Porque se había metido con una de sus inseguridades más grandes.

Minho no lo pensó dos veces antes de acercarse a Hyunjin para tomarlo del cuello con fuerza, gruñéndole con odio al mismo tiempo que lo tiraba al suelo. Hyunjin tardó unos segundos en reaccionar, sintiéndose un poco incapaz de zafarse del agarre del otro alfa, así que con habilidad, subió su pierna hasta alcanzar su abdomen, proporcionándole un fuerte golpe que lo hizo tambalearse; aprovechó ese momento para hacerse a un lado y lanzarle un puñetazo en la cara.

Jisung gritó asustado al notar la presencia de sangre, corrió hacia su alfa y lo tomó por los hombros al ver que se estaba acercando de nuevo a Hyunjin, pero Minho estaba tan fuera de sí que sin detenerse a pensarlo, empujó con fuerza al omega, haciéndolo caer contra un mueble de la sala.

¡No te metas! ¡Quédate quieto y en silencio, omega, es una puta orden!

Jisung trató de recuperar el aire debido al golpe, adolorido y sorprendido, su cuerpo temblaba por el miedo y su mente apenas estaba procesando el hecho de que Minho le había hablado con voz de mando.

—No puedo creer que llegáramos hasta este punto—Minho volvió a ponerse sobre Hyunjin—rodeando con sus manos su cuello—¿Tantas ganas le tenías? Los dos me dan asco—sus palabras salían con odio, enojo y dolor.

—¿Qué e-esperabas d-de un o-mega...?—habló apenas por la falta de aire, sintiendo que la cabeza empezaba a doler.

Minho golpeó un par de veces más a Hyunjin antes de ser arrastrado con fuerza hacia atrás, respirando con dificultad sin poder controlar sus emociones.

—Vas a matarlo, ya déjalo.

El señor Lee vio como Hyunjin empezaba a cerrar los ojos, respirando pesadamente por el cansancio al mismo tiempo que tosía en busca de aire para sus pulmones, su rostro ensangrentado y con raspones. Sonrió de lado al ver como Minho mantuvo su posición sin caer en la debilidad o en la culpa de sus actos, todavía lleno de odio.

—Puedes hacer lo que te dé la maldita gana, quítate la marca sí quieres, yo me largo—susurró con disgusto hacia Jisung sin preocuparse por lo asustado y triste que se encontraba, sin preocuparse por el lobo llorando en el interior del omega, escondido e inseguro.

Minho le dio una última mirada al omega que yacía acurrucado en un rincón con una expresión ida en su rostro antes de salir de la casa, importándole poco su estado o como se veía. Solo necesitaba irse.

—Él volverá—dijo el señor Lee, poniéndose de cuclillas frente al omega—No te preocupes por eso—sobó su cabello. Jisung apartó la cabeza ante el toque, negándose a verlo—¿Por qué no pediste ayuda?

—Minho le ordenó que estuviera en silencio y a un lado—respondió Hyunjin, levantándose del suelo.

—¿Usó su voz de mando con su omega?

—Si—asintió Hyunjin—No haré nada más por usted—lo miró seriamente, dirigiéndose hacia la puerta.

—Está bien, he tenido suficiente de ti. Lo demás quedará en mis manos, ya puedes irte.

—Lo siento, Jisung—fue lo último que dijo antes de salir hacia su auto.

Jisung no entendía nada de lo que estaban hablando, pero estaba seguro de una cosa: Nunca volvería a sentirse seguro, ni siquiera con su propio alfa

🌙

Este capítulo está un poco más largo que los demás, pero espero que les haya gustado. Les aviso que el drama acaba de empezar😋

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